

Una noche de verano, Mara dormía plácidamente. Soñaba con las Islas Cíes, donde siempre iba a navegar. Allí había un tesoro escondido, y soñaba con encontrarlo.





Esa misma mañana, se puso a investigar las Islas en sus mapas para descubrir dónde podría estar el tesoro.



Salió corriendo hacia el embarcadero donde se encontraba su barco, «Brisa Peregrina».
Subió a bordo, soltó amarras, izó las velas y puso rumbo a las Islas Cíes.

