Este cuento, divertido y profundo, narra la historia de alguien que descubre que las emociones no expresadas se acumulan y pueden salir de formas inesperadas… ¡incluso con mal olor! A través del humor y la ternura, invita a grandes y chicos a reconocer lo que sienten, a no guardarse lo que duele y a hablar de sus emociones. Así, lo que pesa por dentro se aligera, y el cuerpo deja de buscar formas extrañas de decir lo que callamos.