Había una vez, en un apacible bosque lleno de colores y risas, un grupo de animales que vivían felices.
Uno de ellos era Haizene, un zorro curioso y tierno que siempre estaba rodeado de amigos.
La abuelita Tortuga, que siempre contaba las historias más hermosas, murió, dejando el bosque con la sensación de un vacío sin igual.