CABANILLAS NOS QUIERE VIVAS

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Índice Introducción Carta del Consejo Local de las Mujeres Saluda del alcalde Diario de una niña maltratada La mirada Huyendo del Patriarcado Demasiadas pérdidas Lo ha vuelto a hacer Mujer completa Libertad Me dices que me quieres Vivas. Metáfora de la existencia Va por ellas Había que tomar una decisión Un sábado lejano Nunca jamás renuncies a tu vida Una reflexión Del maltrato de las mujeres Queridas amigas Violencia de género es... / Igualdad de género es... You don’t own me Una más Me pongo en tus zapatos Mueren demasiadas Libertad Si escuchas el dolor Poesías Iguales, diferentes, libres Testimonio Marcha Violeta Una propuesta del destino Reflexiones infantiles 2

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Una y otra vez

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Coronar la memoria

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Miedo Alquimia recuerdo Mujer, sí, lo soy Callé hasta que un día... Gozaos con los que se gozan He visto Porqués Una manera infalible de alterar el destino Y también hablaron Más mía que de nadie Ser lo que quieran Alea jacta erat Tomar partido Violencia de género y COVID-19 Proyecto Cuídame La isla El otro virus Hacia una cultura del respeto La loca de los gatos Siento tu mirada Solo una El principio del fin de las desigualdades El amor no es así ¡Nunca más! Un caso entre muchos Mujer Feminismo contra el virus del machismo Manifiesto del 25N Créditos

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A modo de introducción Este libro es el resultado de una recopilación de escritos, pensamientos, reflexiones, poemas, relatos... textos de todo tipo, en definitiva, realizados por diferentes personas que se sumaron a una iniciativa del Consejo Local de las Mujeres de Cabanillas del Campo, y que se lanzó en los días previos al 25 de noviembre de 2020, «Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres». «El 25N es un día para la denuncia y visibilización de la violencia que se ejerce contra las mujeres, al ser discriminadas por el hecho de serlo. La violencia de género se ejerce contra las mujeres como manifestación de la discriminación y la situación de desigualdad, en el marco de un sistema de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Se produce por medios físicos, económicos o psicológicos, incluidas las amenazas, intimidaciones, coacciones o la privación arbitraria de la libertad», explica el Consejo de las Mujeres de Cabanillas.

Casi 1.100 m uer to en España a manos de sus par ejas o expar ejas en mujer ujeres muer uerto parejas exparejas ujer es han m o desde que en el año 2003 comenzar on a contabilizarse género comenzaron crímenes de violencia de géner estos casos en estadísticas.

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Carta del Consejo Local de las Mujeres llamando a la colaboraciรณn en este libro 7


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SALUDA DEL ALCALDE

Cabanillas contra la violencia machista El «Espacio Sororo», que visibiliza la solidaridad entre las mujeres de Cabanillas, alejando estereotipos de rivalidades femeninas para hacer de la colaboración entre ellas un pilar básico de nuestro crecimiento social. La «Marcha Violeta», que recorre el pueblo con sus escenas dramatizadas para reflejar la desigualdad todavía existente, denunciar la violencia que se ejerce contra muchas mujeres por parte de sus parejas o exparejas, visibilizar las dificultades que ellas tienen para avanzar al mismo ritmo que los hombres, señalar que no siempre pueden llegar a las mismas metas... Actividades como el «Café con Pioneras», que saca a la luz a mujeres de Cabanillas que rompieron moldes. O el programa de Onda Cabanillas, y tantas otras actividades de las que impulsa el Consejo Local de las Mujeres, órgano de reciente creación, pero que ya está felizmente incrustado en nuestro funcionamiento cotidiano municipal. El Centro de la Mujer y su trabajo incansable de atención a víctimas los 365 días del año. La Asociación La Campiña, con más 30 años de historia liberadora e integradora, germen de tantas iniciativas a lo largo de las décadas; cuna de tantas reivindicaciones de nuestras mujeres. El trabajo realizado desde los Servicios Sociales y la Concejalía de Igualdad.Y las intervenciones transversales desde todos los ámbitos municipales (Cultura, Educación, Deportes...), con especial incidencia en la formación de nuestra juventud, tanto en los centros educativos como en los espacios públicos o en la misma calle. El Proyecto Cuídame, que nos une a otros pueblos vecinos atendiendo a chicos y chicas que han vivido en sus casas el infierno de la violencia de género. Las concentraciones de reivindicación y denuncia cada 8 de marzo y cada 25 de noviembre; esas que nos dejan la garganta seca y un nudo en el corazón, cuando damos lectura a los 8


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nombres de aquellas mujeres que fueron asesinadas a manos de hombres... En definitiva: Cabanillas del Campo es un pueblo vivo, joven, dinámico, y con una clara vocación feminista y reivindicativa. Somos un pueblo que late con el mismo corazón que impulsa todas las causas justas. Y con esos sentimientos, muy pegaditos a ellos, queremos estar desde nuestro Ayuntamiento. Cada vez que haga falta, cada vez que se nos requiera. Porque no vamos a permitir que nieguen la realidad o la evidencia los que sólo pretenden que nada cambie, buscando perpetuar la injusticia. A ese latido estamos invitados todos y todas.Y en ese latido, en ese pulso vital, se enmarca esta obra colectiva creada para conmemorar este 25 de noviembre de 2020. Gracias a todos y todas los que habéis participado en su creación.

José García Salinas Alcalde de Cabanillas del Campo 9


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Diario de una niña maltratada Anónimo

Hoy hace un día precioso, perfecto para desahogarme y contar un poco sobre mi vida bastante impactante. Tengo 31 años, soy de Rumanía y vengo de una familia desequilibrada, con un padre alcohólico, agresivo, maltratador, una madre sumisa al marido, ingenua, miedosa, fría con sus hijas, pero buena persona, y una hermana mayor a la que no le importaba mucho la situación en la que vivíamos pero la quería muchísimo. Aunque no nos ha faltado de nada económicamente a mí y a mi hermana, porque mi madre era la única que estaba trabajando en la casa pero con un buen sueldo, vivíamos rodeadas de mentiras, agresiones, insultos, discusiones, maltratos y desconfianza. Ella llevaba toda la casa, nos crió, nos cuidó como pudo mientras estaba en casa. Cuando estaba trabajando yo era el juguete y la chacha de “papá”, sobre todo cuando mi madre trabajaba de noche. Yo era su sirvienta cuando llegaba borracho a casa con sus amigos a las dos de la mañana y cuando le apetecía hacer el gracioso y les enseñaba a sus amigos cómo jugaba a los dardos, tirándome cuchillos estando frente a una puerta, o lo hacía con mis pies, depende de lo que le antojaba. Mi infancia no fue nada fácil, solo porque he nacido mujer, eso es lo que me dijo mi padre cuando tenía 9 años: “Has nacido chica y a ti no te lo voy a perdonar porque yo quería un varón. A tu hermana la perdoné, pero a ti jamás y lo vas a pagar”. Esta era siempre su versión. Llegaba a casa y nada más entrar empezaba a golpearme con su cinturón, con rosales (las cortaba desde abajo y me pegaba con las espinas hasta sangrar, y aun así no paraba) con palos, con todo lo que le entraba en la mano.Y yo siempre le preguntaba porque lo hacía, en qué me he equivocado y él me contestaba: “porque me da la gana”. Un día, él, el monstruo, estaba trabajando en el tejado de la casa, y cuando pase por ahí en ese momento mirando hacia él, vi cómo empujó un paquete de ladrillos (venían como 40 unidades) hacia mí. En ese momento tuve tiempo de dar un salto y me salvé. Le miré y él, como si nada hubiera pasado, continuó con su trabajo. Teníamos una casa enorme con jardín, huerto, y justo detrás de la casa teníamos un cementerio que tenía una puerta para poder entrar.Y ese lugar era el único refugio que yo tenía para esconderme de él. Da igual que fuera de dia o de noche. Siempre le contaba a mi madre lo que hacía mi padre cuando ella no estaba, pero nunca se atrevió a enfrentarle porque sabía que luego lo iba a pagar ella, por meterse (no sería la primera vez que iba a trabajar con los ojos morados). Un día mi madre me da la mejor noticia del mundo: iba a dejar a mi padre y nos íbamos a vivir en un piso de alquiler. Era la niña más feliz del mundo. Él no estaba en casa y nos fuimos con unas pocas maletas dejando todo atrás. 11


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Siete meses de felicidad pura, en los que ya no dormía con las zapatillas puestas preparada para correr de la casa en cualquier momento, ya no me pasaba los días y noches en el cementerio, teníamos amigos y mi madre nos dejaba jugar. Cambiamos de colegio y ya empezaba a tener más confianza en mí, era feliz, y ahí fue donde sentí lo que es ser un niño normal. Siete meses de tranquilidad y paz, hasta que un día el monstruo nos encontró. Mi madre estaba preparada para dejarle, incluso tenía un abogado y con los papeles de divorcio sobre la mesa esperando el momento de ir al tribunal. Empezaron otra vez las amenazas, puertas rotas, entraba con fuerza en la casa, nos pegaba a mí y a mi madre, y un día unos vecinos llamaron a la Policía porque yo y mi hermana estábamos solas en la casa, y él entro rompiendo otra vez la puerta y me pegó tan fuerte que mi cabeza estaba hinchada. Entonces la Policía se lo llevó, pero al día siguiente estaba de nuevo en nuestra puerta.Y así siguió días, hasta que un día llegábamos del colegio y vimos unos hombres cargando nuestras cosas, nuestros pocos muebles y maletas. Pregunté a mi madre dónde íbamos, y el monstruo me contestó desde la cocina: ‘A casa’. Logró convencerla y ese día lo pasé llorado. Pasaron los años, tenía la misma vida miserable, y deseaba acabar la ESO para marcharme de casa. Un verano trabajé de camarera y conocí a un chico, 10 años más mayor que yo, y empezamos una relación amorosa. Parecía majo y con la cabeza centrada, pero después de unos meses empecé a conocerle mejor y me di cuenta que era la copia de mi padre. Cuando estuvimos de vacaciones en Grecia me pegó tan fuerte que tuve las piernas moradas, y después de tres días me pidió matrimonio. Ahí, en Grecia. Y como había un montón de gente, y también conociéndole a él, dije que sí. Aunque sabía que no quería pasar mi vida al lado de otro monstruo. Estuvimos tres años juntos porque muchas veces lo veía como un refugio. Me refugiaba en su casa los fines de semana para no ver más a mi padre. Más bien estaba con un monstruo para esconderme de otro monstruo. Cuando estaba en el último año de la ESO y ya tenía 18 años, llegó el último maltrato de mi padre. Me pegó tan fuerte que apenas podía caminar, tenía todo el cuerpo lleno de moratones, sangre, colores de todo tipo menos en la cara (era listo). Sólo se lo enseñé a una compañera mía de clase para que me ayudara a no acudir a Educación Física. Tenía una prima que se había marchado a España unos dos años antes de acabar yo la ESO y me propuso ir también. Y eso fue lo que hice nada más acabar los estudios y el examen de Bachillerato. No dije nada a nadie, ni siquiera a mi madre o a mi hermana.Ya tenía los billetes de avión y ese día llegó (febrero de 2009), y me acuerdo que les dije que me iba a casa de una amiga un fin de semana, y que mi madre me decía que llevaba mucha maleta para ir sólo dos días... He culpado muchos años a mi madre de todo lo que me había pasado pero luego entendí que era una época en la que el machismo vencía, en la que las mujeres maltratadas no tenían protección ninguna, y que la gente veía mal a una mujer soltera y con dos hijas. Dejé atrás a mi familia y una relación de tres años en la que nunca fui feliz. Al llegar a Madrid llamé a mi madre diciéndole dónde estaba y que no iba a volver más. Sentí su dolor, pero sólo le pedí tiempo para centrarme en mí, y buscar un trabajo estable. 12


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Mi hermana tenía una relación de cinco años y se iba a casar e irse de casa. Yo no podía dormir por las noches sabiendo que mi madre se iba a quedar sola con él. Tenía que traerla conmigo. Seis meses después de llegar a Madrid ya tenía un trabajo estable, y le compré el billete de avión para que viniera ella también. Ha sido la mejor decisión que he tomado. Mi madre llegó con una sola maleta, y dejo atrás todo: la casa y 20 años de recuerdos. Mi hermana se casó con un hombre maravilloso y también se fue de casa.Vivimos tiempos buenos, teníamos trabajo, estábamos tranquilas las tres, y yo era feliz. Pero al mismo tiempo algo me atormentaba, algo no me dejaba en paz.Tenía pesadillas casi todas las noches de cómo el monstruo se me acercaba y levantaba la mano con un cuchillo en la mano, y justo antes de clavarme el cuchillo, yo me despertaba toda nerviosa e inquieta.Y esto me pasaba casi todas las noches. Hice unas amistades no muy buenas, que salían mucho y consumían drogas, y me metí yo también en ese mundo. Parecía que cuando estaba con ellos y bien colocada el monstruo no aparecía, y estaba tranquila. Pero todo era solo un engaño de mi cerebro. Estuve unos meses dentro de ese estilo de vida, hasta que un día vi a mis amigos colocándose para poder ir a trabajar, y pensé que yo no quería ser como ellos. Que yo era joven y tenía toda la vida por delante.Y me alejé de ellos y nunca más salimos. Empezaron las pesadillas y volver a encontrarme con ansiedad y depresión, y perdí mi trabajo por los ataques de pánico que me daban y por lo mal que me encontraba. Pasé cuatro meses de puro infierno, con recuerdos y pensamientos negativos. Mi madre me estuvo apoyando en todo momento, y pienso que sin ella ahora no estaría aquí escribiendo. Después de esos meses difíciles empecé a sentirme mejor gracias a los tratamientos, los psicólogos que he tenido, y por ser fuerte y querer superar todo eso y mejorar, perdonándole al monstruo. En 2012 ya estaba trabajando y salí con unas amigas una noche de verano. Era el cumpleaños de una de ellas y aquella noche me enamoré a primera vista de un chico que se llamaba Gabriel. Era encantador, tímido, respetuoso, y eso me hizo conocerle más y quedamos al día siguiente, hasta que los dos acabamos enamorados perdidamente uno del otro. Él también tenía una familia más o menos como la mía, con un padre maltratador y machista que pegaba mucho a su madre. Pero sus padres llevaban ya muchos años separados y la única diferencia fue que su padre nunca le pegó a él.Vivía con su madre y su padrastro, y el día que su madre me conoció, no me aceptó, por ser un año más mayor que él. Le quitaba todo el sueldo cuando cobraba, y él no decía nada, porque siempre ha sido muy mimoso, y lo que decía su madre era sagrado para él. Así pasamos un año entero, hasta que su madre decidió irse de España, y Gabriel y yo nos mudamos juntos. Pasamos unos cinco años maravillosos, con cosas buenas y malas, muchos viajes, grandes planes de futuro, de casarnos y de comprarnos una casa aquí en España. Después de cinco años Gabriel ya no era el mismo. Se había acomodado tanto con nuestra vida, con el hogar que yo le ofrecía, que se olvidó de sus promesas y nuestros sueños. Luego empezaron las discusiones, el maltrato psíquico, incluso físico, y sobre todo la infidelidad de su parte, que ha sido lo más doloroso. Nos separamos unos meses, hasta que me convenció de que estaba muy arrepentido y quería volver conmigo. Estando todavía tan enamorada de él, nos dimos una segunda oportunidad. Y volvió a ser pura miel, el hombre del que me había enamorado al principio, el hombre que me daba aten13


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ción, cariño, que me abría la puerta con deseo cada vez que llegaba a casa. Empezamos otra vez a hacernos planes de futuro y ponerlos en práctica. Nuestras familias no estaban de acuerdo con la decisión de volver juntos, y aun así compramos la casa (en 2018) que tanto habíamos soñado tener. A partir de ahí, todo cambió otra vez. Se dedicó tanto a la casa que tenía más ilusión con ella que con nuestra relación. Prácticamente se olvidó totalmente de que yo existía.Ya no me veía, ya no hablaba conmigo, no teníamos intimidades, me rechazaba, empezó a hablarme mal porque yo le reprochaba su cambio, porque no le entendía. Me sentí humillada y rechazada. Todo esto duró dos años. Estamos en 2020 y todavía no sé que es lo que ha podido pasar para que él cambiara tanto de repente, porque me costaba creer que era sólo por la casa, y empecé a dudar de su fidelidad. Él me decía que no, que no había otra persona, que todo el dinero lo teníamos los dos (está en una sola cuenta), y que yo puedo ver que no falta nada que él pueda gastarse con otra. Hasta que un dia descubrí que él escondía dinero en su coche.Y le llamé mentiroso.Y él explotó y se sintió descubierto. Me faltó tanto el respeto, me insultó y me amenazó diciendo que me iba a matar con sus propias manos, sin importarle la Ley. Me senté en la silla de la cocina como un “conejito miedoso” (así me dijo él), sin decir nada, y no podía creer a quien tenía delante. ¿Otro monstruo? ¿En serio? Al día siguiente me fui a trabajar, y mientras estaba conduciendo pensaba lo infeliz que había sido los últimos dos años. También llevaba ocho años trabajando en el mismo sitio ilegalmente, y ya estaba cansada de pedir mis derechos y que mis jefes pasaran de mí. Toda la mañana pensaba, y veía que todo iba mal en mi vida: mi relación, mi trabajo, perdí a mis amigas porque se habían ido de España, me sentía desconsolada, y sólo tenía a mi madre. Pero aun así no pude controlar mis pensamientos. Me fui a casa e intenté… quitarme la vida. Dejé todo preparado: una carta para mi madre, otra para él, mis cosas bien guardadas para mi madre. Me di una ducha, me arreglé y me tumbé en la cama. Muy triste, pero lo hice, me tomé tres cajas de Diazepam, y sentí como mis ojos estaban muy inquietos dado vueltas muy rápido, como dos minutos.Y ya ahí creí que acababa mi sufrimiento. Me desperté unas horas más tarde: una enfermera de la ambulancia me pegaba en la cara para despertarme.Y vi como las dos manos las tenía en infusiones, sin enterarme de nada y... los ojos azules que tenía la enfermera no se me olvidan. Luego me volví a despertar en el Hospital, y un médico me gritaba para que mantuviera los ojos abiertos. Apenas por la noche empecé a mejorar un poco y ser consiente de dónde estaba y de lo que había pasado, y me puse a llorar porque estaba viva. Una psiquiatra me atendió al día siguiente, cuando ya estaba mejor y podía hablar con claridad. Una ambulancia me llevó de regreso a casa, porque Gabriel ni siquiera vino a recogerme. De camino a casa pensaba que si he sobrevivido es por algo, que ahora las cosas serían diferentes, y que él se va dar cuenta y que va cambiar (qué estupidez). Mi madre, toda destrozada, me recibió, me dio un abrazo (casi nunca lo hace), me cuidó y se quedó conmigo. El fulano, pues trabajando como si nada. Al volver de su trabajo me trajo flores diciéndome que me recupere. Estamos en trámites de separación. Tuve unas semanas de mucha ansiedad y depresión como hace 9 años. Pero de nuevo gracias a los profesionales, a Sandra, mi médico, a Pilar, Ana Rosa, Marta y Lola, las cuatro súper mujeres héroes del Centro de la Mujer, me han ayudado tanto a superar todo esto y ver la vida 14


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de forma distinta. Creo que todo ha pasado por algo. Siento que hay un nuevo camino en mi vida. Siento que debo cumplir mis sueños, que debo evolucionar, y sobre todo ser feliz conmigo misma. He dejado mi trabajo y me centro en mi pasión, que es la pintura. Ahora tengo tiempo y estoy estudiando la pintura y todo relacionado con esta maravillosa pasión y talento que tengo escondido toda mi vida. Tengo una edad en la que ya no tengo tiempo para promesas que nunca se cumplen, no tengo tiempo para personas fingidas, no tengo tiempo para hombres mimosos que sólo saben querer a sus madres y a nadie más. Sólo tendré tiempo para aquellas personas que me aporten felicidad y me hagan sonreír. Soy una niña atrapada en el cuerpo de una mujer que quiere disfrutar de la “infancia o vida” que nunca tuvo.

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La mirada Rosa María García Ruiz

Antonia pasaba las tardes de los viernes por delante de la cafetería, de vuelta ya del mercado. Era una tarea rutinaria, como la de cambiar las sábanas o desinfectar el baño; y, precisamente por eso, la mujer volvía cabizbaja, con el peso del aburrimiento y las preocupaciones sobre sus hombros. Pero siempre miraba hacia el interior de la cafetería. Casi una docena de mujeres, a veces alguna menos, compartiendo una merienda entre risas y chocolate. Alguna cerveza, algún té. Serán de un club de lectura, pensaba Antonia, a quien no habían pasado inadvertidos los libros encima de las mesas. Daba gusto verlas, arregladas como para un evento importante, gesticulando en lo que parecía una conversación amena. Qué buen rato, con lo que a ella le gustaba leer. Y hablar. Aunque cada vez hacía menos de ambas cosas.Ya no te digo reír.Todos los días en tensión, desde la mañana a la noche, para no hacer nada que a él le molestara; una tarea muy difícil de cumplir, porque a Paco le sacaba de quicio hasta su respirar. A veces fantaseaba con una hipotética conversación: y he pensado en apuntarme a ese club, iré mañana a preguntar, ¿qué te parece?, le diría mientras le servía sus gustosos boquerones en vinagre sobre una montaña de patatas fritas. Aprovecharía que a Paco le encantan los boquerones, le pondría la cerveza con la servilleta a la derecha, tres aceitunas también en el plato, todo a su gusto; y entonces, como si tal cosa, se lo diría.Y Paco le daría las gracias y luego la animaría a apuntarse, claro que sí, mujer, y así sales un rato y te aireas, que siempre estás metida en casa. Y le besaría en el cuello, como de recién casados, cuando Paco era su Paco. No. Bien sabía ella que los boquerones acabarían estampados contra la pared del salón y comenzaría ahí una retahíla de reproches, luego de insultos y, en el mejor de los casos, algún empujón o zarandeo. Aún tenía en la mano izquierda la marca del cigarrillo de la última que tuvieron, que tuvo él, no se acordaba ahora ni por qué.Volver a Urgencias en menos de quince días sería mucho. ¿Otra vez le ha saltado aceite, Antonia? No, él no era tonto. Ella sí; y no porque se lo dijera Paco varias veces al día, sino porque así lo sentía ella. En qué momento dejó que todo se torciera, cómo empezó ese viaje oscuro que la había convertido en una mujer tan pequeña. Ay, si se enteraran los hijos. Que una cosa es saber que su padre siempre había tenido mala leche, de un carácter más bien hosco, siempre listo para una disputa, especialista en conversaciones a voces, un faltón; y otra muy distinta es esto. El mayor seguro que le agarraría de la pechera y le echaría de casa sin contemplaciones. Ganas le tenía. Suerte que había puesto kilómetros de por medio. Y su hija, su hija algo se olía, porque siempre que la llamaba insistía mucho en si estaba 17


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bien. ¿De verdad que estás bien? No es casualidad que los dos se hayan ido a vivir tan lejos. La culpa también era suya, según Paco, que no has sabido mantenerles cerca del nido. Han salido a ti de despegados, decía. Ese viernes Antonia pasó por la cafetería echa un manojo de nervios. En la carnicería no había picadillo de chorizo picante. La carnicera, qué iba a saber ella, comenzó a explicar no sé qué del repartidor, que no había podido traer el pedido. No lo escuchó bien, porque le llegaron las fuerzas justas para abrir el monedero y después recoger todas las monedas que se desperdigaron por el suelo. Pagó y salió sin despedirse. Por el camino ya le iba faltando el aire nada más de pensar en que Paco llegara del bar y no tuviera listo el picadillo junto a un chiquito de vino. Y qué le digo yo a este hombre -el corazón trotando en el pecho-, si no me va a dejar hablar. A Antonia ya le estaban doliendo los golpes en la espalda cuando volvió la cabeza para, por inercia, mirar al interior de la cafetería.Allí estaban ellas, uy, si hoy están todas, con sus amplias sonrisas. Pensó que vivir así sí merecía la pena.Y un llanto amargo se le quedó ahogado en la garganta y cuando una de aquellas mujeres la miró fijamente a través del cristal, pudo sacarlo fuera en forma de gemido.Y no sabe qué la impulsó a entrar en la cafetería y dirigirse hacia el grupo de mujeres. Entonces Antonia aún no sabía que muchas de las que compartían mesa habían tenido la misma pena que ella, ni que la mujer que le había mirado a los ojos y se había levantado con urgencia para socorrerla cuando entró hipando en la cafetería, iba a ser quien la ayudara con los trámites de la denuncia, quien se encargara de llamar sus hijos, de coger las cosas que se quería llevar de su casa, quien la buscaría un trabajo. Nada de eso sabía Antonia en ese momento en el que, sentada como una más en el grupo y tratando de tranquilizarse, solo acertó a decir: ¿y qué libro estáis leyendo?

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Huyendo del Patriarcado BukarteZ

Estas figuras representan a esas mujeres luchadoras, que huyendo de la jaula patriarcal corren en busca de su libertad, en la que desde pequeñas estamos recluidas y nos inculcan cánones de belleza, pensamientos, actuaciones, y por todo eso gritamos: ¡NO AL PATRIARCADO! 19


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Demasiadas pérdidas BukarteZ

Esta silla rota y abandonada en medio de un erial representa todas aquellas vidas de esas mujeres que hemos perdido, sin sentido en el camino. Vidas que han sido truncadas y aunque algunas mujeres sigan respirando están rotas y se sienten solas como esa silla. ¡NO ESTÁS SOLA! ¡NOS QUEREMOS VIVAS! 21


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Lo ha vuelto a hacer Mª Luz Vindel

Lo ha vuelto a hacer sin dudarlo ni un momento y aunque luego venga el arrepentimiento ha dejado la mano en su cuerpo caer.

Quizás algún día puedas todo olvidar y que nadie en este mundo a ti te vuelva a pegar.

Que castigo inmerecido que castigo sin merecer tiene justificación para que él pegue a una mujer?

Dios es justo con sus obras y bien sabrá castigar a aquél hombre que antepuso su amor para pegar.

Nadie se lo merece nadie se lo pidió pero él con saña y con odio hizo que tú sintieras dolor.

Ya no sirven sus lágrimas ni quizás tus perdóname ¿donde está tu respeto para tus hijos y tu mujer?

En tu cuerpo dolorido no duele tanto ese golpe como el corazón herido y no poder hacer un reproche.

Tu alma adormecida por causa de tu dolor pensando que aquel que amaste fue el que te mató.

Ya no puedes ni quejarte sin llevarte un bofetón y a pesar de no saber porqué al final le crees con razón. Pero te sientes defraudada y te duele el corazón de pensar que del que estabas enamorada te pega sin ton ni son. Cuantas veces perdonado cuantas veces olvidar pero con el paso del tiempo ya no, ya no puedes más... 23


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Mujer completa María del Mar Santos Valbuena

Me cansé de ser una sombra, Me cansé de ser la mitad, Me cansé de ser pecadora, solo por un bocado nada más, Me cansé de vivir sin oportunidades. BASTA YA BASTA. SOY UNA MUJER COMPLETA. SOY UNA MUJER FELIZ. Sin juicios y sin condenas, Me doy la oportunidad de vivir. Me cansé de ser ama de casa, Me cansé de ser lo que tú quieras, Me cansé de que nos maten. Quiero vivir libre, quiero tener derechos y que se cumplan, quiero ser escuchada , quiero que me respeten. Soy la que te da la vida, Sin mí no puedes existir. A pesar de que no me respetas, He confiado en ti. Soy una mujer libre para elegir, YO SOY UNA MUJER VALIENTE. SOY UNA MUJER COMPLETA SIN TI. 25


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Libertad Yolanda Morera

No pido nada SeĂąor@s Vengo en son de paz. Tan solo pido cosas que tod@s Me pueden dar: Paz Amor Fraternidad Y ante todo... LIBERTAD.

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Me dices que me quieres Dra. María Lara

Me dices que me quieres y me sometes al juicio de la balanza como si tú fueras Anubis y yo, el alma del difunto que anhelas ver a tus pies. Me dices que me quieres. Si me quisieras, el árbol del verdugo desaparecería del paisaje de nuestra vida. Si me quisieras, fundirías la argolla que mi voz oprime. Si me quisieras, dejaría de sentirme la sombra en el espejo de una mala noche. Me dices que me quieres y yo quiero aprender a quererme. ¡Adiós hierros cárdenos, clavos y goznes! Pasó la parca y besó mis sienes, abrí la ventana y recordé mi nombre pues, desde el abismo, el universo, ese cosmos que a ti te enfurece y a mí me conmueve, siempre es posible.

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Vivas. Metáforas de la existencia Dra. Laura Lara Martínez

Noviembre es el tiempo que el almanaque dedica de modo especial a defender nuestros derechos, pues el 25 de noviembre es el día internacional para la erradicación de la violencia contra las mujeres, fecha institucionalizada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 54/134 el 17 de diciembre de 1999. En el primitivo calendario romano era el noveno mes del año, de ahí su etimología.Treinta días para reflexionar acerca de la frágil existencia humana, un in media res por el devenir como esas Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique (c. 1440-1479) en vísperas del fin de la Reconquista o los lienzos de Valdés Leal (1622-1690) en pleno Siglo de Oro: In ictu oculi y Finis gloriae mundi. En efecto, las vanitas barrocas se convierten en guías epicúreas en estas páginas, ya que lamentablemente en “un abrir y cerrar de ojos” se acaba el paso por la Tierra y el individuo se encuentra solo, escuchando la voz de su conciencia, en los laberintos de la frontera metafísica. Siempre es triste la muerte pero más aún cuando esta se precipita porque había un asesino dentro del propio hogar, alguien a quien esa mujer una mañana o una tarde, en su casa o en una cafetería, ¿quién sabe?, había dado la oportunidad de entrar en su vida al considerarlo amigo, novio, compañero, pareja, marido… Sería toda una conquista para la humanidad que esta fecha desapareciera, porque eso significaría haber logrado extinguir la violencia machista del planeta. Hace dos décadas y media, las Hermanas Lara estudiamos estos versos en 6º de EGB/ Primaria, los cuales aparecen con frecuencia en nuestro pensamiento como suma de aforismos, más aún en los tiempos de pandemia en que vivimos:

Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el placer; cómo después de acordado da dolor; cómo a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor. 31


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Jorge Manrique se casó hacia 1470 con doña Guiomar de Castañeda, la hermana de su madrastra, procediendo la joven de la familia más notable de Toledo. Fueron padres de dos hijos, Luis y Luisa. Ganó fama como guerrero, siendo su lema "ni miento ni me arrepiento". Rodrigo falleció el 11 de noviembre de 1476 y su hijo 3 años después, si bien la fecha de composición de las Coplas (en tanto que género poético de la elegía funeral medieval o planto), suscita dudas cronológicas, ya que Manrique de Lara podría haber empleado estrofas escritas con anterioridad a su orfandad. La fama, el sentido de la vida, la diferencia de estamentos sociales -a los que iguala la muerte de análogo modo que a los ríos caudales y más chicos, llegando todos tarde o temprano a la mar que es el morir- y las altas dosis de resignación, cristiana, hebrea o estoica, se inspiran en textos clásicos, medievales y del Eclesiastés, combinados con la historia reciente de Castilla y sucesos autobiográficos. En una escaramuza cerca de Castillo de Garcimuñoz (Cuenca), que defendía el Marqués de Villena, Jorge fue herido de muerte. En la actualidad, a nivel turístico en Castilla-La Mancha existe "el triángulo manriqueño": Castillo de Garcimuñoz, donde fue herido de muerte; Santa María del Campo Rus, pueblo en el que falleció, y Uclés, donde el caballero recibió sepultura. Guiomar sería la última musa de Antonio Machado, seudónimo de Pilar de Valderrama, a quien conoció en Segovia en su condición de catedrático de francés del instituto provincial de 1919 a 1932 y hoy da nombre a su estación de tren de alta velocidad, en memoria de los viajes a Madrid del poeta. Pero en pleno Medievo hubo hombres que supieron admirar e idolatrar a mujeres como fue el caso de Beatriz Portinari (20 de junio de 1266 - 8 de junio de 1290), conocida también como Bice, dama florentina idealizada por Dante en su Vida Nueva y, sobre todo, en la Divina Comedia. Laura de Noves, mencionada como Laura de Sade (1310 - 6 de abril de 1348) al ser esposa del marqués Hugo de Sade, fue una noble provenzal oriunda quizás de Noves o de Aviñón. Laura sería el amor platónico de Petrarca y, aunque algunas hipótesis negaron su existencia convirtiéndola en un mero recurso poético relacionando su nombre con la etimología de laurus ('laurel', el árbol sagrado de Apolo, dios de las artes), sí que vivió realmente, acabando su existencia por culpa de la peste negra. Como imagen estilizada del amor cortés, Petrarca compuso en honor de Madonna Laura su Cancionero, integrado por 366 poemas: 263 en vida de Laura y 103 tras su muerte, así como más adelante escribiría Triunfos, alegoría religiosa donde reaparece Laura. Jesucristo no había nacido cuando el poeta latino Horacio (65-8 a.C.) animaba a "carpe diem quam minimum credula postero":

No pretendas saber, pues no está permitido, el fin que a ti y a mi, Leucónoe, nos tienen asignados los dioses, ni consultes los números Babilónicos. Mejor será aceptar lo que venga, 32


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ya sean muchos los inviernos que Júpiter te conceda, o sea éste el último, el que ahora hace que el mar Tirreno rompa contra los opuestos escollos. Sé prudente, filtra el vino y adapta al breve espacio de tu vida una esperanza larga. Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso. Vive el día de hoy. Captúralo. No te fíes del incierto mañana. El precursor del beatus ille (que después de transcurridos más de quince siglos retomarían Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León), sentenciaba transmitiendo una ilusión chispeante por atrapar la alegría de vivir. Es la metáfora del viaje retomada por el poeta griego Cavafis (18631933), como si del retorno del homérico Odiseo a su patria se tratara.

Cuando emprendas tu viaje a Ítaca (...), pide que el camino sea largo. Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!a puertos nunca vistos antes (...). Ten siempre a Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. En nuestros días, las filosofías orientales y el mindfulness (técnica de relajación que invita a tomar conciencia plena de nuestras emociones con el fin de eliminar la frustración que produce el no poder cambiar determinadas situaciones) predican el mismo mensaje. Y las mujeres lo sabemos pero queremos estar vivas para disfrutar de cada minuto sin miedo, siendo libres de sufrir el impacto de los micromachismos, términos o conductas que, quien los profiere, automáticamente los transforma en macromachismos que caen como losas llenas de prejuicios anticientíficos. Esperamos que pronto la igualdad, la tolerancia y el respeto universal de los derechos humanos se hagan efectivos como lo fueron en esos clásicos juegos de esferas que María Lara compone y relata magistralmente en su novela El velo de la promesa (Premio de Novela Histórica “Ciudad de Valeria”), aventuras en torno al Mediterráneo y al mar Negro en la Antigüedad tardía que Caerelia y el resto de personajes literarios prosiguen en la continuación de la saga en Memorias de Helena.

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Va por ellas Lola Delgado

«En el ámbito de la concienciación, se adopta en el año 2000 la resolución, que designa el 25 de noviembre como el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, han pasado 20 años pero todavía queda un largo camino que recorrer a nivel global. Según el Ministerio de Igualdad, la última actualización se corresponde con la confirmación del caso por violencia de género de la mujer de 84 años, asesinada presuntamente por su cónyuge el pasado 8 de noviembre en Sevilla. La víctima no tenía ni hijas ni hijos menores de edad y no constan denuncias previas...» TOTAL MUJERES VÍCTIMAS MORTALES 2003-2020: 1.074

Este 25 de noviembre me manifiesto con este escrito para dejar claro mi máximo desprecio por cualquier tipo de violencia que se ejerza sobre una mujer, en cualquier ámbito en el que participen, este año tan extraño y tan diferente, en este 2020 tan inseguro, me gustaría poner el mayor énfasis posible, en el colectivo de mujeres mayores de 65 años, que sufren este tipo de violencia, colectivo que el Ministerio de Igualdad está haciendo un seguimiento específico por el crecimiento paulatino en el número de casos que sufren estas mujeres. La mayoría de los casos concuerdan que la humillación y la anulación de su identidad son causas de la violencia psicológica empleada por sus parejas y que ha sido la prevalente en casi todos los casos, sobre todo si hablamos de mujeres en el ámbito rural, con comunicaciones más deficitarias que en las ciudades, no contando con hospitales cercanos, y en algunos casos, no disponiendo de servicios sociales propios, no existiendo en sus zonas servicios especializados para mujeres víctimas de violencia de género, mujeres mayores que tienen problemas de movilidad y mucha distancia del centro neurálgico de su ciudad, me gustaría poder dar más visibilidad a este, problema, para que entre todos este tipo de violencia que sufren muchas mujeres, quede erradicado, ya que no está teniendo repercusión porque no sale en primera plana, pero las cifras están ahí, debemos hablar más alto si es necesario y hacernos más fuertes por ellas, por nuestras mayores. Este año mi reivindicación va por ellas. 35


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Había que tomar una decisión M.C. (2008)

Había que tomar una decisión. Él no estaba. Ella la tomó. Nada importante, trabajo nada más. Después ella se lo contó. Él no respondió... sólo la miró.... Ella escuchó las palabras de su mirada. Ella oyó sus amenazas. Ella sintió el odio de sus ojos como un latigazo. Una descarga eléctrica comenzó a adormilar sus manos. Poco a poco, sus brazos Un intenso hormigueo invadía su cuerpo. Su corazón disparó el ritmo de sus latidos. Un martilleo incesante resonaba en su cabeza golpeando arítmicamente sus sienes. Las lágrimas caían despacio por sus mejillas, sin esfuerzo, sin conciencia, sin deseo. Sin llorar... Apenas podía respirar. Necesitaba pedir ayuda, pero.. ¿a quién? Sólo una mirada fue suficiente para ver lo que ella nunca había querido ver. Sólo una mirada lo desnudó. Décimas de segundo para entender lo que cambiaría su vida... Odio, rencor, amenazas, desprecio, mentiras, humillaciones... manipulación Su amado la miró y casi la mató.

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Un sábado lejano M.C. (2009)

Aquel sábado, una vez más, la invitaron a cenar. Harta de poner excusas, dijo la verdad "no me apetece, gracias, otro día." Hacía meses que no se encontraba ni bien ni mal, demasiados en los que, simplemente "no se encontraba" Llevaba mucho tiempo encerrada, escondida, perdida. Llevaba mucho tiempo obsesionada. Alguien secuestró su voluntad. Alguien convirtió su vida en una espiral que giraba y giraba siempre giraba y no paraba de girar. Aquel sábado decidió huir. Necesitaba respirar, librarse de los recuerdos que la tenían secuestrada. Salió de casa y se metió en el coche. Comenzó a conducir como si fuera a alguna parte, como si tuviera prisa, como si alguien la esperase. Conduciendo se sentía más libre. Ella aceleraba, ella cambiaba de marcha. Nadie le marcaba el camino. Dos horas de carretera y muchos kilómetros recorridos

la llevaron a un lugar. Paró. Era de noche. Noche de invierno. Las lágrimas le impedían ver donde estaba. Cuando despertó de su dolor miró a su alrededor y notó como una sonrisa reconfortaba su angustia. Aquel sábado, sin saber por qué, puenteó casi cincuenta años de su vida. Aquel sábado frío y oscuro se encontró aparcada en otra ciudad y en la puerta de su colegio. En ese momento recordó un consejo olvidado: "No permitas que nadie te marque el camino. Eres rebelde y en algún momento, en el futuro, tendrás que enfrentare a tí misma. No te rindas nunca" Hizo una llamada y preguntó: "Dónde vamos a cenar?

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Nunca jamás renuncies a tu vida M.C.T. (2020)

Fui hace tiempo víctima de violencia de género, y eso es fundamental, “no volveré a ser víctima de nadie”. Las lagunas, incertidumbres y miedos, después de todo, siempre quedan en tu mente, y por supuesto, la ansiedad que permanece en ti. Mi vida cambió mucho, y tiré de las riendas del carro: niños, casa, trabajo y nueva pareja, esta vez sin miedo y con amor. Creo que todo esto, me provocó una cadena de enfermedades crónicas, que espero poder quitarme algún día. Las vidas van y vuelven, y puedes encontrar apoyo, pareja, amigos y amigas y terapias que nos pueden ayudar. A los que nos intentaron agredir, ¡no lo volváis a intentar!, porque una mujer, sola o con apoyo, puede salir adelante. Y que nunca te pase por tu mente que somos una posesión de nadie, solo somos nosotras, luchando por nuestro presente y nuestro futuro. Yo con mis hijos y mi marido, siempre he podido salir adelante desde ese momento. ¿Seremos capaces de superarlo? SÍ,Y ADEMAS, SABEMOS EDUCAR PARA QUE NO PASE MÁS, DECIR QUE NO,Y TENER MUCHA FUERZA Y NO CONSENTIR QUE NADIE TE IMPIDA NADA. Siempre hay alguien que estará a tu lado y te ayudará. Somos nostras, y seguiremos luchado siempre, y podremos agarrarnos a nosotras mismas, a algo o a alguien. Estamos dejándonos el trabajo y la piel, con la pandemia dentro y fuera de casa. ¡Ahora, ya no es doble trabajo, es triple trabajo! Dedicado a todas las mujeres con discapacidad, que sufren doble discriminación, y a todos los miedos que son aceptados. Dedicado, para que no se nos vuelva a utilizar como moneda de cambio y no vuelva a haber una furtiva lágrima. Porque todas las mujeres merecemos una gran historia, y solo las mariposas saben que es la metamorfosis, “volver a reinventarse”. 41


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Una reflexión Matilde Moratilla

Una reflexión para las mujeres que sufren de rechazo y maltrato: Que siempre sepas que mientras más esperas, menos recibes. Cuanto más quieres, menos te quieren. Y mientras más te interesas, menos te valoran. Aprende a quererte. Tú eres lo mejor de tu vida.

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Del maltrato de las mujeres Carmen Moratilla

Yo pienso que con respecto al maltratador, las leyes debían de endurecerse un poquito más, o bastante más, porque realmente es que reinciden en cuanto les dan un pequeño permiso y aunque tengan orden de alejamiento. Al final la mayoría terminan muertas, por eso yo creo que se tenían que endurecer bastante para los maltratadores. Y a esas mujeres a las que maltratan, también les hace falta que alguien les ayude a, digamos esta palabra, «desengancharse del maltratador» (porque a veces las mujeres no saben cómo hacerlo) y se creen tan víctimas, tan víctimas, que ni lo cuentan, y encima creen que son las culpables.

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Queridas amigas F.C. (mujer rumana)

Abro mi corazón para contar mi historia de amor. Empezó con bellas palabras y buen humor. Con la promesa de que sería una princesa, que no haría nada en casa. Después de un mes me dejó embarazada. No era ninguna princesa. Era su mujer que debía hacer de todo en casa. Incluso su tono de voz cambió. Me dejó una segunda vez embarazada. Llegué a ser su propiedad. A la que se permitía gritar, insultar… Hacerme pensar como él quería. Por poco no me pegaba. Bebía todos los días, fumaba. Y yo no le importaba. Si le hacía la comida todo estaba bien. Pero a su mujer le debía más cosas: medias, ropa elegante… Para mí nada… Para él todo… Porque él trabajaba. Mi consejo es no dejarnos manipular. Porque las buenas palabras y las malas obras son una trampa. Hablo a todas las mujeres, para que sean respetadas en el trabajo y también en casa. Para las abuelas, madres, mujeres enamoradas. Un gran saludo y atención.

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Violencia de género es... Equipo del Centro de la Mujer de Cabanillas del Campo

Violencia de géner o es pr esente y nos ocur ujer es cuando… género presente ocurrre a las m mujer ujeres Sufrimos y morimos a manos de nuestras parejas o exparejas. Somos objeto de violencia sexual. Nos captan para trata y explotación. Desde muy pequeñas somos obligadas a contraer matrimonio. emenina. Se nos practica la mutilación genital ffemenina. Sufrimos violencia en redes sociales y cosificación en medios de comunicación. Vivimos discriminación laboral por razón de sexo. tadas en los derechos sexuales y reproductivos. Somos coar coartadas Y tenemos menos parte en el mundo por el hecho de ser mujer.

Y esto nos ocur undo ocurrre en todo el m mundo undo..

Igualdad de género es... Que las mujeres vivamos libres nuestras relaciones, sin manos que nos sujeten. Que ante una relación sexual, sin un «sí» sea igual a «no». Que nunca ninguna de nosotras viva sometida a condiciones de esclavitud. e y vvoluntaria, oluntaria, no un negocio. Que el matrimonio sea una opción libr libre Que nadie domine nuestro placer sexual, ni lo cercene. Que las redes sirvan para tejer con nosotras la convivencia en igualdad, y que los medios oridad. comuniquen nuestra sor sororidad. Que en el ámbito laboral se rompamos el techo de cristal y deshagamos la segregación. Que la maternidad y la sexualidad sean siempre según nuestros deseos. ujer es al nacer tengamos todas las posibilidades del mundo. Que todas las m mujer ujeres

Y que esto nos pase en todo el m undo mundo undo.. Hagamos pr esente un m undo sin violencia de géner o. presente mundo género 49


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You don’t own me Lesley Gore (dedicada por Soledad Hernández)

Esta es la letra de una canción que representa el espíritu de muchas mujeres y que de un modo simple y lúdico dice muchas cosas sabias. Es una canción del año 64 y la dedico en apoyo a la iniciativa del Consejo de las Mujeres de Cabanillas con motivo del Día contra la Violencia de Género.

Tú no eres mi dueño Yo no soy un juguete de tu propiedad Tú no eres mi dueño No me digas con quien debo estar No me digas lo que tengo que hacer No me digas lo que tengo que decir Y cuando salimos, por favor, no me avergüences.

No me digas lo que tengo que hacer No me digas lo que tengo que decir No me ofendas ni me hagas daño

Porque tú no eres mi dueño No intentes cambiarme en modo alguno. Tú no eres mi dueño No intentes atarme porque entonces No me quedaré contigo

No me digas lo que debo hacer No me digas lo que debo decir.

Yo soy quien soy y quien quiero ser No me amas más si me lo impides Déjame ser y déjame vivir. Nunca fui tuya ni seré de nadie.

Yo no te digo qué decir Yo no te digo qué hacer Solo déjame ser como soy Es todo lo que te pido Yo soy joven y me encanta Yo soy libre y lo disfruto Vivir mi vida como yo quiera Decir y hacer lo que me plazca

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Una más Sara

Me llamo Sara, por desgracia soy una de tantas a las que nos han dañado... Desde mis 14 años hasta los 30 fui pareja de un maltratador psicológico. Un ser que logró transformar mi personalidad por completo, un ser que me hacía sentir de menos cuando en realidad valía mil veces más que él. Se aprovechó de mí buen carácter, de mis pocas ganas de enfrentarme a alguien y conseguir hacer daño, de mi sensibilidad... Se aprovechó de todo lo bueno mío para usarlo en contra de mí y a favor de él. Me hizo sentir que era una mala persona sólo por ser agradable, sencilla y cariñosa. Hizo de mi vida un infierno, separando de mí a toda la gente que me importaba. Un día abrí los ojos, no fue sola, fue con la ayuda de alguien igual de malo que él, porque también se aprovechó de todo lo mío para tenerme a su servicio, sólo que haciéndome pensar que estaba viviendo otra cosa distinta. Pero llegó un día en el que sus celos escondidos salieron a flote, yo ya tenía una niña preciosa fruto de los dos, una niña que tenía once meses aquel día. Después de comer y con mi niña en brazos recibí la mayor paliza que se le puede dar a una mujer, con ensañamiento según la Guardia Civil. Estuvo a punto de matarme, tuve que ver como mi hija se me caía de los brazos en uno de sus puñetazos, pero ni eso le frenó, me siguió golpeando mientras recogía a mi hija del suelo. Me rompió la nariz, me intentó asfixiar dos veces y ni su propia hija frenó ese impulso de hacer daño a lo que, según él, más quería en su vida. Después de aquello yo no denuncié, por pena, por miedo... A día de hoy creo que mi motivo fue la niña, entonces no fui consciente de que ese tenía que haber sido mi motivo para sí denunciar. Pero volví a casa, después de una orden de alejamiento volví, pensando que se sentía mal, que se había equivocado, que me lo había hecho porque yo lo merecía. Nunca fue así, lo hizo porque lo llevaba dentro, porque él es así. Y un mes después me volvió a pegar, sólo fueron tres bofetadas en las que me partió el labio y otra vez en presencia de mi bebé. Y entonces me fui, volví con mi familia, llena de temores, de rabia, de dolor... Pensando qué iba a ser de mi vida y de la de mi hija, tuve que superar a mi propia mente para no sentir pena por alejar a mi hija del monstruo de su padre. Me di cuenta que siempre se tiene a alguien a quien coger la mano cuando tú no puedes con todo, que no hay que vivir esas experiencias ni una sola vez, que hay que hacerse respetar 53


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y no permitir que nos hagan sentir algo que no somos.Yo nunca denuncié y creo que es de lo que más me puedo arrepentir a día de hoy, porque por desgracia mi hija tiene que seguir viéndole porque así es la ley. Me ha costado llorar cada noche de mi vida sintiendo dentro de mí cada golpe que me dio. Y aunque ahora me siento la mujer más feliz del mundo, porque he tenido esa fuerza y porque tengo a mi lado a alguien que realmente me ha hecho sentir lo que es el verdadero amor, sigo llorando...Y nunca deberíamos llorar por un miedo provocado por alguien. Tenemos que hacernos valer, ser fuertes, ser firmes y hacernos respetar y jamás soportar algo así, porque será algo que marque nuestra vida para siempre si consigues salir de ello, si no te matan... Porque a mí estuvieron a punto de matarme y entonces, ¿qué habría sido de mi pequeña? Hoy pido perdón cada noche por no haber puesto esa denuncia tan necesaria, el miedo o la inseguridad a veces es más fuerte. Nunca debió ponerme una mano encima, ni todo lo anterior, nunca debí permitir nada de eso... Cuesta verlo, pero hay que esforzarse en ver la realidad y no lo que nos quieran hacer pensar. La vida es una y es propia de cada uno, nadie tiene derecho a elegir cómo tienes que vivirla. Hoy tengo una niña feliz que podía haber muerto por muy fuerte que suene, a manos de ese animal que es su padre. Pero en realidad su padre es el que día a día está a mi lado, el que nos besa cada noche y cada mañana antes de irse, el que nos abraza no escucha y nos apoya, el que me hace ver lo que valgo y lo que tengo. Gracias a Dios, no todo el mundo es malo y con esa gente es con la que tenemos que apoyarnos cuando necesitamos una mano que nos saque de donde nosotros mismos no somos capaces. Siempre hay quien pueda ayudarnos.

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Me pongo en sus zapatos Anónimo

Me pongo en sus zapatos... Son zapatos rojos de tacón de agua destalonados, como a él le gustan, dice que cuando ando con ellos estoy muy sexy... no me los pongo casi, no sea que me miren... Hablo bajito casi todo el tiempo, dice que le desconcentro con mi charla. A los niños tampoco les dejo que hablen alto, o griten, o rían, o llamen a los amigos si él está en casa. Para no molestar, se pone de muy mal humor, nos grita y a veces nos insulta. Me empeño todos los días en hacer cenas elaboradas, aunque no tengo ni hambre, porque seguro que aprecia el esfuerzo. A menudo me hace algún comentario tipo «le falta algo, mi madre sí que las hacía ricas», «yo les habría puesto nosequé», o «ya he picado algo con los del trabajo», y muchos días me lo tengo que comer para el almuerzo siguiente yo, sola en casa. No me pega, qué va, tampoco le hace falta, con mirarme ya me lo dice todo. Supongo que eso es bueno, ¿no? Somos hogareños, pasamos mucho tiempo en casa, yo dejé el trabajo para cuidar a los chicos, ahora que son mayores ya no sé si podría encontrar algo. Mi marido pasa tanto tiempo fuera con su trabajo que cuando regresa está cansado, no tiene ganas de salir, y no ve con buenos ojos que yo haga planes sin él, o sola con amigas... así que lo he ido dejando. A mi familia sí que la visitamos, cuando él tiene un hueco, vamos juntos. Estoy contenta, tengo todo lo que quería, una buena casa, familia, un marido protector, un futuro resuelto... a veces pienso que me gustaría tener más independencia, salir con mis amigas, ir a un club de lectura, volver a la Universidad, conseguir un trabajo... En fin, ya para qué cambiar. Me quito sus zapatos... se los paso a él... cobarde, no se los pone, ya sabe.

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Mueren demasiadas Julia Moratilla

Mueren demasiadas mujeres por violencia de género. Creo que hay que tomar medidas más fuertes para los maltratadores. Se necesita trabajar también en edades más tempranas el valor de la igualdad entre hombres y mujeres, para que sea posible continuar avanzando en la igualdad real y efectiva.

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Libertad CEIP La Senda

Si amas a alguien la mayor demostraciรณn de amor es la Libertad.

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Si escuchas el dolor Carmen Ordóñez

Si escuchas el dolor, ¡sé valiente! Deja a un lado el temor a "meterte donde no te llaman". ¡Ponte en su piel! Necesita a alguien que le ayude a salir de allí. ¡Tú la conoces! ¡Tú sabes que sufre! Por favor, no juegues con la indiferencia. Su vida puede depender de ti.

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Poesías (Enviadas por Ana, del Programa de Educación de Calle de Cabanillas)

ADIÓS (Leya Tierney) No más caricias del color de la nada. No más disculpas con sabor a ceniza. Ni más abrazos. Bajo la lluvia negra del mañana. Mi adiós es para siempre. Para ti la desnuda hiel de los engaños, la malicia sangrante de tu lengua feral, las lágrimas mentidas que alguna vez manaron de tus ojos ciegos. Mi adiós es para siempre. Y también el dolor de mis heridas. TRANQUILO TRANQUILO,, TÚ TRANQUILO (Isabel Pavón) Tranquilo, tú tranquilo. Saldré a flote del naufragio de palabras que me inundan los oídos. Hasta ayer, me he dejado golpear por las lanzas verbales de tu furia, hombre, mar turbia. Tranquilo, tú tranquilo. Recházame, evítame, envíame tan lejos como tu vocablo aluda. Verás que cuando por la fuerza de la huida, golpe a golpe, ola a ola, haya yo alcanzado la orilla más cercana, te

será imposible echar el ancla en mí de nuevo, pues sé que, entonces, sobre la arena fina de esperanza, lejos ya del alcance de tus garras, de los omóplatos me nacerán alas y en mi frente aparecerá el estigma de una estrella reluciente. Tranquilo, tú tranquilo. Si me pides que la luna brille fuerte en nuestra aurora yo sabré responderte con silencio según la medida que hasta hoy tienen tus obras. Tranquilo, tú tranquilo. Borra ya de tu conciencia mi memoria. No sé cómo ocurrió, pero he cambiado. No soy como tú querías que fuera ni eres tú el príncipe azul tan esperado. Más bien, sin tapujos, te confieso: No eres nada. Más tranquilo, tú tranquilo.

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Iguales, diferentes, libres Mario Álvarez Vázquez

«Por un mundo en el que podamos ser socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres».

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Testimonio Anónimo. Leído el 25/11/2019 en la Plaza del Pueblo de Cabanillas

Soy una mujer inmigrante en España, con ciudadanía comunitaria y estudios universitarios. Comencé hace un año y medio una relación de pareja con un hombre también con ciudadanía comunitaria y estudios universitarios. Durante el primer año la relación fue muy positiva, él era muy cariñoso y se mostraba solidario, empático, sensible. Pero los últimos seis meses de la relación comenzó a tener actitudes que salían desde un lugar de machismo, posesividad, control y agresión. En un principio las actitudes eran aisladas y sutiles, pero cuanto más avanzaba en el tiempo estas actitudes iban escalando en frecuencia e intensidad. Él quería saber todo lo que hacía yo durante el tiempo que no estábamos juntos, intentó grabarme con un móvil escondido, dejaba papeles doblados en la puerta para saber si yo había salido del piso, me secuestró el móvil en varias oportunidades, cuando no estábamos juntos me escribía todo el tiempo para saber qué hacía, además me coaccionaba para tener relaciones sexuales no aceptando nunca un «no». Me criticaba actitudes cotidianas, me manipulaba para que hiciéramos juntos todas las actividades. De ese modo se fue convirtiendo de un novio amoroso y comprensivo en un violento acosador. Sin darme cuenta cuando, todo se desmoronó.Yo estaba enamorada, porque él tenía una personalidad un tanto bipolar, tan pronto era cariñoso como agresivo. Me sentía anulada, insegura, infeliz, no tenía energía para levantarme cada día. Un día me miré al espejo y no me encontré. Yo no estaba en mi cuerpo. Ahí me di cuenta de que estaba en la modalidad de indefensión aprendida, que estaba soportando tanto dolor que la única manera para sobrevivir era estar ausente de mi propia vida. Había comenzado a pensar que yo me merecía eso, ser infeliz. Un día, cuando era la quinta vez que me dejaba encerrada bajo llave en el piso que compartíamos, me levanté, y algo dentro de mí tuvo un impulso de supervivencia. La noche anterior había intentado ahorcarme, me dijo que era una broma. Entonces, esa mañana, cuando él decidió que tenía el derecho a coartar mi libertad y dejarme encerrada cual esclava, llamé al 016, hablé con algunos amigos y rompí el silencio. Pedí ayuda, porque ya no tenía recursos ni herramientas para sobrellevar la situación. Llegué a esto después de innumerables veces de intentar hablar el problema con él, de ofrecer ayudarlo para que acudiera a asistencia psicológica, de suplicarle que cambiara sus actitudes. Ese día marcó un hito, en mi vida y en la de él. Porque es un maltratador, universitario, que nunca tuvo problemas económicos, que se pone el cartel de feminista y progresista de mente abierta, pero es un maltratador sistemático estructural. Que busca víctimas con perfiles simi67


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lares, mujeres, solas, sensibles, inteligentes. Ese día le puse el límite que quizá jamás nadie le puso. Entonces tuvimos dos juicios, y en el segundo (juicio penal) él asumió su culpabilidad, asumió que me dejó encerrada por su propia voluntad. Ahora tiene orden de alejamiento, debe cumplir trabajos comunitarios y pagar las costas procesales (costo del juicio). Sin ninguna duda, esta ha sido la prueba más difícil que he tenido que atravesar en mi vida, pero no lo hice sola. Durante todo el proceso desde que decidí salir de esa situación y luchar por mi derecho a vivir en paz y ser libre me sentí muy apoyada y acompañada: Por el personal de atención primaria del 016 (teléfono de atención a las víctimas de violencia de género), por la Policía y Bomberos que fueron a rescatarme del piso dónde quedé encerrada, por la Policía que me tomó la declaración de denuncia, por el personal y la jueza del Juzgado especializado en Violencia de Género dónde tuvimos el juicio rápido al otro día del incidente, por mis amigos que me dieron un hogar para vivir mientras pueda acomodar mi vida, por el equipo de Servicios Sociales y el Centro de la Mujer (tanto de Paracuellos del Jarama como de Cabanillas del Campo) con quienes estuve codo a codo: Trabajadora social, psicóloga y abogada (¡GRACIAS, ustedes lo hicieron mucho más liviano! Son unas excelentes profesionales de gran calidad humana). Por las acompañantes que me acompañaron al juicio final en el Juzgado de lo Penal y estuvieron ahí para contenerme, por el juez del Juicio Penal y la Fiscal que me acercó un pañuelo cuando rompí en llanto. A todos y todas un profundo agradecimiento por su compromiso y trabajo. Comparto este testimonio con ustedes para aportar mi grano de arena a la concienzación y sensibilización sobre este tema de urgencia que nos atañe a todas y todos como sociedad.Yo misma era de las que pensaba que jamás me iba a suceder algo así, sin embargo un día me vi en ese sitio y no sabía cómo salir. Sinceramente, estoy conmocionada por lo frecuentes que son estas situaciones y por ello desde mi lugar quisiera intentar hacer un llamado de atención para que le demos más visibilidad a este problema. Para que si tú conoces a una mujer que puede estar atravesando una situación de maltrato en el ámbito de la pareja, le des apoyo y le hagas sentir que no está sola, porque además de poder recurrir a nuestros seres más cercanos también existe un protocolo del Estado Español en casos de Violencia de Género que se activa de modo muy eficiente. Habla en tu Centro de Salud, habla en tu centro de Servicios Sociales más cercano, denuncia y ve solamente para adelante con todo. Este mal no entiende de niveles socioeconómicos ni de niveles educativos, no entiende de nacionalidades ni de credos religiosos. No nos equivoquemos en creer que este problema sucede solamente a personas de algunas nacionalidades, porque también sucede y mucho a mujeres españolas en pareja con hombres españoles. La única manera de erradicar este mal es reconociéndonos a todas y todos como parte del problema. Es un problema global al cual le podemos dar una solución local. Estoy hablándote a ti, mujer que naturalizas actitudes que van en contra de tu libertad y de tus derechos: no aguantes, no dejes pasar ni una, nadie puede quitarte jamás el derecho a vivir en libertad y en paz. Eso no es amor, el amor vela por el bienestar y la libertad de la otra persona. No importa si tienen hijos en común, no importa si tienen negocios o bienes en común, todo tiene solución, lo único que no se puede recuperar es el tiempo perdido con la vida 68


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hipotecada al lado de alguien que no te respeta. Sin dudas; al principio es difícil, te harás mucho más fuerte, eres mucho más fuerte de lo que crees, por eso mismo han querido aplacarte, pero se sale, es posible. Rompe el silencio y pide ayuda. No estás sola, te lo garantizo. ¡Mucho ánimo y fuerza! ¡Tú puedes! No mires al costado ante una situación de violencia de género o doméstica, cría a tus hijos con valores igualitarios, señala cuando existan comportamientos de violencia de género en el círculo de tu familia y amigos. La educación empieza por casa, esto nos atañe a todas y todos.

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Marcha Violeta Escuela de Teatro de Cabanillas del Campo

La Escuela de Teatro de Cabanillas del Campo, transmite su apoyo en el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia de Género y deja para el recuerdo estas imágenes de la «Marcha Violeta», en la que colabora con el Consejo de las Mujeres en la erradicación de esta lacra. «La brecha de los sueños», un concepto que viene del inglés «Dream Gap», y que se refiere al vacío que existe entre las niñas y el desarrollo de todo su potencial y ambiciones; esto es, el momento vital en el que las mujeres asumen que no tienen cabida o hueco en determinados ámbitos del desarrollo profesional, por los roles de género o la presión social». Porque cada niña y cada mujer pueda cumplir sus sueños y a su realidad nunca le alcance la violencia.

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Una propuesta del destino Merce Losán y Pilar Imbert

– Gira para dejarme justo en frente, así pierdo menos tiempo. Pero haz el favor de centrarte en lo que haces y mirar por el retrovisor. Ella pudo contestar que nunca se habría ido a vivir con él de haberse centrado en lo que hacía, pero permaneció callada. Durante el trayecto, José María llevaba diciendo cosas parecidas a esta, ya estaba acostumbrada a escucharlas y por eso no tenía sentido encararse con él a esas alturas de su relación. Además, en el fondo le comprendía, porque la torpe forma que ella tenía de actuar debía irritar a una persona tan inteligente como él. Se dirigían al taller para recoger el coche de José María tras su puesta a punto. Desde allí, él iría al estudio y ella regresaría a casa, al fin liberada de la incesante presión verbal a la que la sometía. Seguramente no se daba cuenta de cómo la trataba, no lo sabía con certeza porque, como nunca se había quejado, no se habían parado a hablar de ello. Daba igual, desde hacía algo menos de cinco años vivía a expensas de él de manera desahogada, así que una cosa por la otra. Eso sin tener en cuenta que él se pasaba el día trabajando, apenas le veía salvo los fines de semana que solían compartir con amigos o familiares. Percibía claramente, sin embargo, que las correcciones y reprimendas que sufría calladamente la habían cambiado. Antes de conocerlo era más espontánea y dicharachera, ahora se lo guardaba todo para sus adentros y lo más curioso era que no le importaba en absoluto, porque, desde el silencio, sí que había aprendido a responderle con ironía. La primera vez que recibió en público una de sus amonestaciones, le dijo en un aparte que la próxima vez que se comportara así, no se le ocurriera volver a tocarla.Y se lo planteó muy en serio en las siguientes ocasiones que volvió a dejarla en ridículo; sólo que, al llegar a casa y poner en práctica la callada amenaza, le faltaba valor, o ganas tal vez. En el fondo, no merecía la pena enfrentarse a él, mejor dicho, no deseaba enfrentarse a las consecuencias. De esa forma, se inició una extraña comunicación consigo misma, que había perdurado hasta el momento actual con visos de perdurar indefinidamente; el hielo no se derrite, si se le mantiene a la temperatura adecuada.Y la suya, la temperatura de sus sentimientos, señalaba cero grados. Todo el mundo respetaba a José María y le gustaba la compañía de José María. A todo el mundo menos a ella le gustaba José María, su propia familia y amigas se lo expresaban a menudo haciendo hincapié en la suerte que había tenido en dar con un hombre de su extraordinario talento y talante. Imaginaba que la ingestión de su propio éxito era la fuente de los constituyentes que le permitían seguir mostrándose como un triunfador. ¡Con lo agotador que le parecía eso a ella! Aunque tal vez le envidiara por ello, hasta el punto de someterse a su voluntad, mal que le pesara y se resistiese en silencio. 73


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Por supuesto, no escapaba del sentimiento de culpa que le acometía cada vez que la afilada hoja de la ironía se hundía en los pensamientos que contenían a José María. Sobre este asunto, se figuraba el sentimiento de culpabilidad como una especie de mazo que la había estado golpeando incesantemente, desde que tenía uso de razón. El miedo a obrar mal le había indicado siempre el rumbo a seguir, en especial el temor a actuar en contra de quienes decían que lo único que deseaban era lo mejor para ella. Empuñar la dirección hacia la senda que a los demás les pareciera bien la había dejado exhausta en multitud de ocasiones, pero no por ello se quejaba; entendía perfectamente que ella misma era la causa de su situación por no haber sabido hacerse respetar, por ser una perfecta idiota. Recordaba muchas veces las palabras de José María cuando se conocieron. Imposible olvidar la sensación envolvente que le producían impidiéndole pensar en cualquier otra cosa que no fuera su propia felicidad. Ni durante una décima de segundo se imaginó entonces la posibilidad de que aquella jerga de enamorado pudiera cesar algún día para dar paso a otra forma de hablar muy distinta. Pensar poco y dejarse acariciar hasta desvanecerse en el deseo del otro era un privilegio, debía ser lógico pagar el tributo que todo privilegio conllevaba. José María le había dicho que esperara por si surgía algún problema, en cuyo caso sería ella quien le acercara al estudio. Le siguió con la vista hasta que desapareció en el interior del taller. Pensando en lo precavido que era, no pudo por menos de imaginarse la expresión de su cara al no verla en el lugar exacto donde le había dejado. Puede que exagerara, que en realidad no se le pudiera considerar una persona maniática, podía ser que únicamente rozara la perfección.Y, si la trataba como si fuera idiota, no era culpa de él, sino suya. De todas formas, le servía de consuelo imaginarse estas escenas en donde José María salía tan mal parado a modo de compensación. Miró el reloj, calculó que antes de media hora estaría en casa. Conjetura basada exclusivamente en la más simple y banal de todas las conjeturas posibles; su vida era un luminoso escaparate de rutinas fastuosamente adornadas. Pero estar lejos de José María era lo único imposible de hallar en la colección porque no tenía precio. ¡Eso sí que era todo un lujo! Posiblemente fuera feliz en el fondo, su único esfuerzo consistía en callarse.Y ni tan siquiera eso, ya que nadie podía prohibirle pensar lo que le viniera en gana. José María le había dicho hacía unos meses que estaba barajando la idea de tener un hijo, sin preguntarle al menos qué le parecía a ella. Pili, la hermana menor de José María, tenía dos hijos que cuidaba su madre fuera de las horas de colegio, hasta las ocho, cuando venía a recogerlos; el marido dormía por las mañanas porque tenía turno de noche para incrementar su salario. Así estaban las cosas de precarias económicamente en la familia de la hermana menor de José María. Sabiendo esto, a sus padres les faltaba tiempo para ensalzar la pareja que ella había encontrado. Ellos sabían que de vez en cuando miraba las ofertas de empleo, lo entendían como un capricho de una mujer que se aburría, por ese motivo insistían en que tuviera hijos: – ¡Viviendo tan bien como vives, es un pecado que no te quedes embarazada, por Dios! La verdad es que razón no les faltaba a ninguno. De ser una niña lo que les viniera, querría educarla para ser una mujer independiente. Su habitación estaría repleta de pelotas, balones de reglamento, triciclos y patines que movieran su cuerpo. En las estanterías habría mucho relato y no tanto cuento. Mucho libro en general para mover su mente. Nada de muñecos, salvo guerreros, y nada de casitas, salvo un panteón dedicado a la Barbi. Pero como no veía la 74


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forma de conseguirlo, no quería tener descendencia. Aunque según todo el mundo ella no pudiera quejarse, cada día que pasaba se sentía más alejada de todo lo que le había ilusionado hacer en la vida. En ese estado mental, resultaba imposible ilusionarse con la idea de tener hijos. Pero José María se pondría pesado con el tema y al final se quedaría embarazada. Cuanto más pesado se ponía, más vacía se sentía ella, más desengañada, confusa y temerosa en su presencia. Llevaba diez minutos de espera, y volvió a imaginarse a José María esta vez departiendo con el jefe del taller los pormenores de la operación realizada a su BMW, luego serían los pormenores de la factura y, con suerte, lo vería aparecer en otros diez minutos. ¿De dónde le vendría a ella la calma que todo el mundo decía que tenía? ¿Y por qué llamaban calma a lo que seguramente no era más que indiferencia, falta de ilusión o simplemente estupidez? ¿Qué había hecho ella para merecer la envidia de los demás, salvo convertirse en la pareja de José María? Cambió de expresión cuando advirtió que el pulso se le estaba acelerando; y es que la idea de abortar en secreto acababa de emerger en su mente, como colofón de tantas interpelaciones que llevaba haciéndose con respecto al futuro de la hija de José María aún no concebida. Era una barbaridad plantearse semejantes cosas. El peligro que entrañaba estar tanto tiempo sola, o acompañada de gente con quien no podía hablar, se manifestaba en esas disparatadas ocurrencias que tanto le asustaban. Por raro que pareciera, en aquel momento sí que se alegró de ver la cara de José María a través del cristal de la ventanilla del asiento contiguo. Bajó el cristal de la suya y sacó la cabeza para escuchar lo que le decía. – Todo correcto, nos vemos luego.Y ten cuidado, que te veo muy despistada últimamente, no vayamos a tener un disgusto. Se despidió con la mano pensando que quien no se lleva algún disgusto de vez en cuando no aprende, pero no pronunció una sola palabra, como siempre. Fue tras él hasta la rotonda, desde allí lo vio dirigirse hacia el acceso a la M30. Continuó hasta la siguiente salida, y a unos 200 metros se detuvo en un semáforo.Volvía a sentirse bien ahora que se había marchado, mejor que otras veces, y la intensidad de la agradable sensación le hizo esbozar una sonrisa. Ya sonriendo abiertamente, oyó un fuerte estruendo. Giró la cabeza hacia atrás para ver lo que había pasado y, después de comprobar que cualquiera que hubiera sido la causa de aquel fuerte estrépito se hallaba lejos, ajeno a su existencia, prosiguió su camino. En ninguno de sus pensamientos se coló la posibilidad de que el coche de José María estuviera involucrado en aquel fatídico accidente de la M30.

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Reflexiones Consejo Local de la Infancia de Cabanillas del Campo

Reflexiones contra la violencia machista: - “Da igual de qué género seas, no eres de nadie”. - “Da igual de qué género sea el otro, no discrimines a nadie”. - “Buscamos una igualdad real entre hombres y mujeres”. - “Nuestras relaciones tienen que estar basadas en el respeto”. - “ En las películas los héroes siempre son hombres”. - “Los grandes emprendedores son hombres, no mujeres”. - “La cocina es de mujeres, pero los chefs son hombres”. - “Las chicas pueden llorar, pero los chicos no”. - “Los chicos juegan al fútbol en el patio y no dejan jugar a las chicas”. - “Hay diferencia entre profesiones y estudios para hombres y para mujeres”. - “En algunos deportes, como en la hípica, lo practican sobre todo mujeres, pero en competición sobre todo son hombres”. - “En un bar la cerveza se la ponen al hombre y el refresco a la mujer”. - “Todavía no está del todo claro lo que es Violencia de género: Si una chica pega a un chico no es violencia de género; pero si un chico pega a una chica ¿Siempre es violencia de género?” - “A la hora de vestir, un hombre puede ir sin camiseta y a nadie le asombra, pero una mujer no puede ir sin sujetador. Todos tenemos pezones”. - “En los anuncios de coches siempre salen hombres y en los de perfumes mujeres”. - “Haciendo el mismo trabajo las mujeres cobran menos”. - “No es lo mismo que una infidelidad la haga un hombre que la haga una mujer”.

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Una y otra vez (poesía musicada) Letra: Loreto Toscano. Música: Javier Montero. Grupo Viciosfera (Dedicada por Javier Segura)

Tantos años juntos y sigo sin entender Por qué cambia tu cara al verme aparecer Y dices que me quieres, que eres pura pasión Y en menos de un segundo se esfuma esa ilusión Detestas mi libertad, desprecias mis valores De la tierna dulzura te pasas a las voces La marea de tu furia arrasa la orilla Pero si están en calman tus aguas sólo brillan

mil patadas Lágrimas de sangre por mi cuerpo derramadas Pero un día de estos romperé los grilletes Volaré buen lejos donde nunca te encuentres Desplegaré mis alas, luciré mis colores Saborearé la libertad, palparé los olores Y yo me pregunto por última vez Como te quiero tanto y te dejo de querer.

Y yo me pregunto una y otra vez Por qué te quiero tanto y te vuelvo a querer Con cada desprecio, con cada palabra Un sentimiento de culpa invade mis entrañas Por no ser suficiente para un ser tan perfecto Por no estar a la altura sufro en mis adentros Tengo suerte por tenerte, sin ti me moriría Dependo de tu alma, la tuya es solo mía Me siento afortunada, contigo ya no hay males Y de pronto tus insultos hieren como puñales Y yo me pregunto una y otra vez Por qué te quiero tanto y te vuelvo a querer Un murmullo de tristeza agoniza en mi interior Cicatrices del alma, heridas en el corazón Duelen más que un puñetazo, duelen más que 79


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Coronar la memoria Pilar Vicente de Foronda

Espero que todos gocéis de buena salud. Yo quedo bien. ¿Cómo vamos a conectar esta generación con la siguiente? ¿Quiénes vamos a enseñar a abrazar a las criaturas a las que ahora estamos prohibiendo que se acaricien? ¿Que se abracen? Algunos de los que aquí estamos conocerá a alguien que buscará a alguien… a sus desaparecidos en esta pandemia y nunca sabrá cómo se fueron. O quizá nnunca unca pudo despedirlo despedirlo.. emos la memoria histórica? ¿Cómo podremos hacer la memoria colectiva? ¿Cómo har haremos NOS LA VAMOS A NEGAR DE NUEVO. Lo decía Barbara Kruger sobre los cuerpos de las mujeres en los años 80 “NUESTRO es cuerpo como campo de batalla”. No hemos cambiado tanto tanto.. La memoria histórica es un campo de batalla de memorias colectivas de los cuerpos del pasado.. pasado es de memoria. Esa es la razón de que la gente necesitemos lugar lugares SUSAN SONT AG escribió en 1978: “La enfermedad se convierte en el enemigo contra el SONTA que la sociedad entera debe alzarse en pie de guerra”. ¿Se pueden sanar las personas sin que tengamos que escuchar: «esta batalla la vamos a ganar»? Gente que ha hecho economía de guer ra. guerra. Y gente que ha hecho la guer ra al virus. guerra Sin embargo, los que se pusieron los uniformes bélicos estaban en los cuerpos que estaban. Lo que hacemos aquí entre todos y todas: un lugar para la memoria. 81


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¿Se podría haber hecho el mismo trabajo vestido de otra manera? El ruido visual de esos uniformes… ¿nos daba seguridad o nos daba miedo? Hemos vivido espacios donde imaginábamos otros espacios. ¿Qué espacios imaginabas tú? ¿Qué es lo peor que pensabas que te podía pasar? ¿Qué pasó con las personas Ma es? ¿P or qué hubo esa desaf ección hacia las personas Mayyor ores? ¿Por desafección que conser van la memoria de otr os tiempos y otr os hechos? conservan otros otros ¿A qué se debe el desar raig o de las generaciones jóv enes hacía el lugar y las gentes de desarraig raigo jóvenes donde pr oceden? proceden? Hubo mujeres en primera línea de cajas, en primera línea limpiando los hospitales, en primera línea de urgencias, en primera línea de las UCIs, pero… ¿en la primera línea de las ruedas de prensa? ¿Había mujeres o había hombres? ¿Quién está en la punta de la pirámide? 8.790 detenidos por violencia de gener o durante el confinamiento del 15 de marzo al 21 genero de junio del año 2020. Sí: hubo 8.790 detenidos por violencia de género. ¿¿Cuántas mujeres violentadas?? ¿Cuántos niños? ¿Cuántas niñas? ¿¿Cuántos y cuantas adolescentes víctimas de esos detenidos que no aparecen en la estadística?? 8.790 detenidos según datos facilitados por el Cuerpo Nacional de PPolicía. olicía. Por que somos gente orque Ha Hayy gente que paso la luna de miel durante el estado de alarma. Ha Hayy gente que vivió el confinamiento rodeada de criaturas de corta edad. Ha Hayy gente que disfrutó el confinamiento en soledad. Por que somos gente es posible que estemos viviendo esta pandemia per diendo gente orque perdiendo gente.. Alguna gente que se nos fue era gente muy querida. Posiblemente otros no tanto. Alguna gente habrá m uer to o morirá por causas ajenas al COVID 19. Es decir, de otras muer uerto enfermedades, que las hay, o por accidentes, que los hay. Ha dió. Hayy gente que solo se per perdió. Incluso gente que se vino ar riba y no supo parar a la hora de hacer directos en Instagram. arriba Por esta razón: por que somos gente no nos vamos a dejar inundar por la tristeza y con porque todo esto sabremos hacer luz. 82


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Miedo Omara Martín Jiménez

El miedo, muchas convivimos con él y es la peor de las sensaciones con las que se puede vivir.Te hace callarte, volverte sumisa, perder tu identidad, dejar de ser, de elegir... por miedo a qué te dirá, a qué puede pasar, a que un día sea el último. Es complicado entender cómo alguien puede soportar estar así sin haberlo vivido, es difícil describir la cantidad de manos que necesitas para que te ayuden y las pocas fuerzas que tienes para pedir esa ayuda. Entre otras cosas, por miedo. Te culpas de todo, buscas dónde has fallado, intentas pasar por la vida de puntillas para no hacer ruido. Te vas haciendo pequeña, te vas importando poco y hasta te vuelves tu propia enemiga. Ojalá algún día nadie tenga que vivir con esta sensación de ahogo y pueda libremente dar pasos con fuerza y haciendo mucho ruido.

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Alquimia M.M.A.

Violetas de mi jardín Imagino soles bailando Oscuridad que desaparece Luminoso el día amanece Emisario de buenas nuevas Nubes danzantes de oro fino Caen las gotas de rocío Inundando de morado el arroyo cristalino Alegría de estar viva!! Música que enamora los sentidos Amistades que empapan el alma Cantos que claman con desagarro Huidas que dejan de ser desesperadas Ilusiones que se levantan poco a poco Sobre las piernas que ayer temblaban Tierra pisada con orgullo Alegría de estar viva!!

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recuerdo Mª José Olivares

recuerdo a mi hermano enfadado furioso de repente estaba allí y debió correr mucho volar alguien le llamó yo estaba en la otra punta del parque nuevo ellos reían más grandes que yo él mayor que ellos seguían riendo pero menos si obedeces eres buena obedecer es bueno yo soy buena está furioso risas bájate las braguitas soy buena obedezco risas algo pasa pero no sé qué es más abajo hasta las rodillas él está allí me ha visto de lejos no no se lo han dicho alguien fue por que algo no estaba bien por que no todos reían está furioso cabrones insultos menos risas no veo nada miro al suelo tengo miedo algo va mal mi hermano me mira enfadado cabrones tiene tres años la vergüenza el miedo vuelan del tirón que me da mi hermano está furioso yo sabía que algo no iba bien pero soy buena obedezco si obedeces eres una niña buena él está enfadado sólo recuerdo sus ojos las risas la vergüenza pero no recuerdo qué hice mal nadie me lo explicó yo sólo fui una niña buena

Nota de la autora: No hay ningún error de transcripción; la falta de marcas de lectura es necesaria para entrar en las imágenes. Ni mayúsculas, ni comas, ni puntos, ni ningún elemento que nos ayude. Así es la angustia. Un laberinto.

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Mujer, sí, lo soy Rosa Hierro - CAI Tres Torres

Mujer, sí, lo soy Y si quiero vengo Y si quiero me voy. Sin críticas, sin gritos Sin culpas, ni remordimientos Me apetece algo: asiento Si no, me voy con el viento. No quiero dueños Ni que roben mis sueños ni al cuchillo que corta mis alas que frena mi tiempo. Mi tiempo. Mi vida. Mujer, sí, lo soy Y si quiero vengo Y si quiero me voy

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Callé hasta que un día... Carmen Patricia Cruz Camino

Me liberé del miedo, de las cadenas, de mi dependencia. Ya no callo, y no me avergüenzo. Ya no me escondo, y ya no finjo. Porque ahora ya no permito que nadie golpee mi dignidad. Se terminó el silencio doloroso que interrumpía mi serenidad. No soy objeto ni propiedad de nadie. Mi pensamiento y mi voz tienen nombre. Nombre de mujer completa y libre. “CUYO ÁNGEL INTERIOR ESTÁ VOLVIENDO A NACER”. ¡Y POR ESO SIGO AQUÍ..!

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Gozaos con los que se gozan... Sandrine

“Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”. Querida amiga, estas son las palabras del apóstol Pablo. Quiero que sepas que no estás sola, que sé de tu dolor, de lo que se siente cuando te golpean las manos que un día te acariciaron, cuando te insultan los labios que un día te besaron, cuando te habla mal el hombre que un día te dijo que te amaba y que no podía vivir sin ti, cuando te mira mal, te menosprecia esa persona que un día tuvo la mirada llena de lo que entendiste que era amor. Oro por ti y por mí por un pronto auxilio. Sé que estoy escuchada, sé que no estamos solas. Muchos abrazos de tu amiga. Sandrine

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He visto Marianela Saavedra (dedicada por Almudena Sanz Cerezo)

He visto a las mujeres más bellas del mundo, convertirse en diminutas sombras satisfaciendo los deseos de sus seres queridos. He visto a las mujeres más inteligentes de la vida haciendo añicos sus argumentos frente al protagonismo de sus amantes. He visto a mujeres con alas sacando lustre a los barrotes de las jaulas que les compran sus maridos. Las he visto bajarse de la luna para vivir en la cueva de sapo de su amado. Las he visto superar el hambre, las guerras, la muerte y luego caer de rodillas frente al beso deshonesto. Las vi esconder su fuerza, maquillar su poder, frenar sus éxitos, masticando frustraciones ajenas, haciéndose cargo de necesidades impropias, cediendo, cediendo, cediendo tanto que sus cuerpos parecen desintegrarse, derretirse, desdibujarse, deshabitarse, estallar y recomponerse como un hueso tras el impacto de una bala. Las he visto, las veo, yo también he sido, (soy) presa fácil y presa difícil de mandatos rancios y amores mediocres. Romperé el espejo todas las veces que haga falta y respetaré y esperaré paciente el día en que todas podamos vernos liberadas de tanta pena por nada.

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Porqués Carlos Saz Ávila

Porque otro año más sirva para poder seguir luchando y demostrando que se puede y se logrará, con perseverancia y constancia iremos superando esta violencia que no tiene cabida en nuestra sociedad. Porque sigamos construyendo un mundo con fuertes pilares de educación y concienciación del respeto hacia la mujer en el núcleo familiar y laboral. En general, en cualquiera de nuestros roles sociales debemos actuar con principios de igualdad, tolerancia, respeto y admiración por todas y cada una de las mujeres que forman parte de nuestra vida. Porque hay que poner punto y final a la discriminación y minusvaloración hacia la mujer y así, en definitiva, erradicar la violencia de género. Porque nosotros, primero como personas y segundo como institución pública, tenemos el deber y la obligación de promulgar dichos valores ya que somos el espejo de nuestra sociedad, por ello tenemos que ser conscientes de nuestra responsabilidad y dar ejemplo de ello. Ser consecuentes con nuestros actos, tanto en nuestro ámbito público como privado, ya que forma parte de nuestro cargo. Porque todos somos iguales, porque no existen diferencias más que las anatómicas, porque todos merecemos respetar y ser respetados y porque nadie es más que nadie y mucho menos aún, nadie es quién para anular, humillar, menospreciar o maltratar a nadie. Porque debemos seguir luchando por ese respeto y por esa erradicación, valor principal para el equilibrio de nuestra sociedad.

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Una manera infalible de alterar el destino Merce Losán y Pilar Imbert

La visita interrumpió sus pensamientos que a su vez habían interrumpido su tarea. Estaba trabajando en un caso curioso de violencia machista. Machista era como a ella le gustaba denominar a esa clase de violencia, y no «de género», para evitar malos entendidos. Con el lenguaje había que andarse con pies de plomo, tan fácil resultaba de manipular las palabras sacándolas de su contexto, tergiversando el sentido que las dio origen en una determinada época, en unas determinadas circunstancias y no en otras. Mucho del progreso, entendido por la igualdad en derechos de todos los seres humanos sin exclusión alguna, se debía a la lucha de tantos y tantos colectivos en situación de sometimiento, servidumbre, explotación… Desde luego no todos estos colectivos eran conscientes de su situación de sometimiento incluso de su disposición a él por la costumbre adquirida, causa y efecto itinerante del modo en que se organiza y ordena una sociedad. Aquella visita estaba relacionaba con el caso, era una chica muy joven y se había presentado para aclarar algunas cosas sobre su tía, a quien había juzgado mal y estaba muy arrepentida. No le preguntó cuántos años tenía, ¿para qué? Intuyó que al hacerlo, se habría sentido insegura creyendo que su edad podría restar verosimilitud a sus palabras. En ocasiones había que actuar con cautela, evitando estereotipos. – Su marido, no pienso llamarlo nunca más tío…– le temblaban las manos pero no vacilaba con su relato. Tan solo le pidió que hablara un poco más despacio; era muy interesante lo que decía, explicaba muchas cosas del caso que llevaba. La joven prosiguió tomándoselo con más calma tras respirar profundamente, aunque en más de una ocasión tuvo que volver a pedirle que se tranquilizara. El motivo de su imprevisible presencia en el despacho había sido una especie de revelación que tuvo lugar aquella misma mañana al salir del instituto. Una de las amigas, que formaban su reducido círculo, acababa de bloquear al chico con el que había estado saliendo porque no paraba de llamar y enviarle mensajes. Llevaba varios días quejándose de ello y, cuando ya por fin tomó la decisión de dejarlo, lamentaba haberlo hecho. La que se quejó entonces fue ella que no entendía por qué le daba pena. La otra amiga la miró sorprendida y, cogiendo a la compungida chica por el hombro, dijo que no le hiciera caso, que ya sabía cómo era. De repente se dio cuenta de lo desagradable que resultaba esa frase tan manida que tanto dice y tanto calla cuando se refería a una misma. Además, en el mismo tono condescendiente que había empleado siempre el marido de su tía refiriéndose a esta. A pesar de que le había 99


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sentado fatal que su amiga la hiciera de menos por haber manifestado lo que pensaba, se calló. Su cabeza ya no estaba para protestar sino para observar lo que había dentro. Aquella frase de su amiga funcionó como una llave que le abrió las puertas de otra realidad, como un código de acceso a otro mundo en que los hombres se habían convertido en mujeres y viceversa. En su mente, su tía surgió como un personaje masculino al que nadie hacía de menos y mucho menos la mujer en que se había convertido el marido. Jugando a este intercambio, se dio cuenta de que vivíamos en un mundo de hombres y que las mujeres se limitaban a compartirlo. Descubrió, pese a que siempre había estado delante de sus narices, que ya desde la más tierna infancia, la sociedad compuesta de hombres y mujeres se trataban de manera diferente por el hecho de pertenecer a un sexo u a otro.Y lo que esa sociedad en su conjunto esperaba de ellos y de ellas también era muy distinto, siempre en detrimento de la igualdad de oportunidad de las mujeres por el solo hecho de ser mujeres. Se le reveló que el marido de su tía había estado envenenándola lentamente con el ninguneo a que la sometió, porque pasaba desapercibido. De lo contrario todo el mundo se habría dado cuenta. Depresiones, ansiolíticos y por último, el accidente que casi le cuesta la vida, fueron promovidos sin duda por tantos años de sufrimiento. Las mujeres tenían todo el derecho del mundo a ser tímidas como su tía, o atrevidas como ella…

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Y también hablaron Asociación de Mujeres «La Campiña» de Cabanillas del Campo

Y también hablaron de violencia y del silencio: “Cuando yo era pequeña no se sabía, si lo había no se oía”. “Yo he visto pegarle marido a mujer y nadie salía. Decían: están pegando a fulanita, cállate y métete para dentro”. “En mi época eso estaba todo tapado”. “Muchas veces no te enterabas, y si te enterabas te mandaban callar”. “La mujer no se atrevía a decírselo a nadie”. “El problema de la violencia estaba totalmente ocultado, cuando nuestra Asociación se abrió, sí que acogíamos alguna mujer que había sufrido…” Y algunas se atrevieron, se unieron, crecieron y dieron voz y espacio a las otras mujeres. Esta es su historia.

(Extracto del libro «Mujeres de La Campiña, 30 años por la igualdad»)

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Más mía que de nadie Abigail Cordero

Agotado el cambio. Esta maldita máquina siempre se propone hacerme perder unos valiosos minutos antes de saborear mi café. De no ser porque lo necesito en vena para que mis neuronas comiencen a memorizar el proyecto final, firmaría con ella una sentencia de guerra inmediata. ¡Ostras! ¡Ahora quema! Sin querer me he manchado la camisa que justo estrenaba hoy, necesito una servilleta. ¡Mierda! Con las prisas me he olvidado que llevaba el carmín rojo que tanta ilusión me hacía estrenar, y la servilleta se ha llevado gran parte de este estreno. Voy al baño. Preparada ya para empezar a memorizar el temario de mis exámenes finales de Periodismo, busco un sitio cerca de la ventana, en esa biblioteca que es como mi segunda casa alquilada en los últimos cinco años. Ubicada, ojeo a mi alrededor, supero con creces la media de edad. Tonterías. Sabiduría de la experiencia, me digo. Sonrío. Justo cuando voy a desenfundar mi bolígrafo, observo delante de mí una espalda conocida. Me estremezco.Veo como aprieta con dureza sus nudillos agarrando su bolígrafo, y tiemblo. El giro de su cara hacia su estuche me confirma mi peor presagio después de cinco largos años: es él. Sigue con su pelo intacto y repeinado, vistiendo con su clase particular, regalando sonrisas como un encantador de serpientes profesional. Y es que yo fui boba serpiente, y probablemente otras tantas habrán sido encantadas de la misma manera, sintiéndose afortunadas, únicas, princesas de un cuento idílico. Una lástima de cuento encantado. Porque al final, el príncipe de ojos azules y cabello engominado, no sería más que un ogro de un auténtico "thriller", y ellas, y yo, princesas encerradas entre muros reales, y muros psicológicos. Entre culpas, sin autoestima, encerradas en sí mismas, en la laboriosa labor que ejercía el ogro de hacernos sentir inútiles e inservibles, de no ser nuestras. Aún recuerdo que me hizo reír la primera vez que me "sugirió" que no me maquillase. Cegada, quise creer que era porque le gustaba más al natural, y poco a poco dejé de hacerlo para contentarle. Más tarde llegó la obsesión con la ropa, el odio hacía mis amistades de toda la vida, el control. Poco a poco fui entrando sola en una burbuja que él había creado exclusivamente para mí. Era su manera de "quererme", de "cuidarme". 103


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Tuve que abandonar mi comienzo de carrera, pues según él, era demasiado para mi intelecto. Se me habían pasado los años de estudio, y probablemente sería el hazmerreír de mis compañeros. Desistí en la idea. Y me encontré en casa, sola, despeinada, en pijama. Encerrada en mi castillo. Encerrada en un círculo vicioso de repetidas veces, de memorizadas actitudes, con la consecuencia aprendida de doblegarme en mis actos. Ya no era yo, ya no era mía. Fui sólo de él. El día que se graduaron mis compañeros, recibí la foto de la promoción. Todos con sus togas y sus birretes, sonrientes, felices. Yo me miraba al espejo, e intentaba encontrar entre mis ojeras un ápice de felicidad. Buscaba mi hueco en aquella foto, donde debía estar, donde tenía que haber sentido esos nervios, esas ganas, esas noches en vela entre apuntes y esquemas. Y ahí, sólo ahí, me di cuenta que no era feliz. El valor me fluía en las venas, me palpitaba en la boca. Necesitaba encontrar la salida de mi castillo. Era ahora o nunca jamás. Tuve miedo, vinieron momentos difíciles después, con él, y conmigo misma. Recogí todos mis trozos rotos y me recordé para poder recomponerme. Pero lo logré.Yo sí lo logré. Y ahora, aquí, volviendo a verlo después de cinco años, con mi camisa nueva, mi pelo peinado con gracia, mis labios rojos y mi sonrisa puesta, entre mis exámenes finales y mi último proyecto, sin príncipes ni princesas, me hace no temer nada. Estoy donde quiero estar. Estoy segura de ello. Vuelvo al baño. Me miro al espejo. Sonrío. Soy yo. Soy mía. Más mía que de nadie.

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Ser lo que quieran Alba López Cordero (9 años)

La violencia machista me parece muy mala, porque hay mujeres que son víctimas de los hombres, y eso no puede ser. Las mujeres no pueden seguir así, tenemos que prevenir la violencia machista y luchar por la igualdad de las mujeres y de los hombres. Las mujeres pueden ser lo que quieran, vestir como quieran y no tener miedo.Yo que soy niña quiero vivir en un mundo donde no haya violencia machista, esto lo hago por las mujeres víctimas de los hombres.

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Alea jacta erat María Martín Barranco

La venganza es un plato que se sirve frío. Pocas frases habrá más trilladas, casi ninguna sería más apropiada... Claro que no tengo el convencimiento de que un vaivén del destino puede ser considerado venganza. No la buscaba ni la busqué, en todo caso, y vaya eso en mi descargo. Sí la he contemplado con fruición, deleite, gusto y complacencia. Amén de la sorpresa, que ha multiplicado el gozo. Al llegar a casa tenía «esa» mirada.Años de jugar con las palabras siguen siendo insuficientes para describirla ni aproximadamente; para olvidarla, también. Cada vez la mostraba más a menudo, más indiscriminadamente. Cada vez era más oscura. — Ahora nos gusta escribir, ¿no? Ese plural no auguraba nada bueno, hacía siglos que en aquella casa el plural solo me incluía para diluirme. Es una táctica nada sutil pero efectiva, el último paso para aniquilarme. No pronunciar mi nombre había sido el primero. Entre uno y otro, batallas ganadas sin, inexplicablemente, ganar la guerra. Blandía el papel que yo había escondido en el fondo del baúl de la ropa que nunca se usaba como se blande una espada. Ni las palabras —correctas— ni el tono —tranquilo— reducían la amenaza. La necesidad es la madre de todas las virtudes y respondí con la misma naturalidad con la que mi corazón bombeaba adrenalina. Una gacela olfateando a su depredador en un documental de National Geographic. El instinto de supervivencia funcionó en piloto automático y me escuché respondiendo: «Es para un concurso del periódico local, por probar». No me quedó más remedio que enviar la carta al dichoso concurso con el que la publicidad llevaba semanas bombardeándonos. Maldita la hora. O no. No sé si las bases habían sido poco previsoras y no podían declararlo desierto, no sé si solo me presenté yo, no sé si alguien en el jurado tenía un gusto excesivo por el alcohol, pero mi Carta ganó. Mejor dicho, gané yo. La primera vez en diez años que, armándome de valor, me propuse premiar a mi santo esposo con la corona, tantas veces portada, de la pasión adúltera, vi la prueba de mi infidelidad publicada en pasta gruesa, con papel inmejorable, edición finísima, prólogo de figura nacional de las letras y acompañada de famosísimas cartas de amor de todos los tiempos. La debacle. No consideré tamaño despropósito como un mal augurio, sino como el pistoletazo de salida de una carrera desenfrenada: si Dios premiaba mis devaneos extramatrimoniales con semejante alarde de festejos, yo no era quién para contradecir ni uno de sus renglones torcidos. Al fin y al cabo, en aquello de las letras solo era una principianta. Supongo que cada quién saca fuerzas de donde puede y saber que había brazos que me 107


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buscaban, sexos que me deseaban, labios que pronunciaban una y otra vez mi nombre fueron un modo tan bueno como otro cualquiera de abrir los ojos y decir ya. No puedo recordar ni quiero las noches interminables de miedo, las amenazas, los gritos, las búsquedas, las llamadas interminables, los llantos, los perdones, los no te irás, los cómo irme y adónde y para qué y hasta cuándo. Una vez llegado el momento esas respuestas fueron fáciles. La difícil era la única que no se había planteado ni en las noches, ni en los días, ni en las huidas, ni en los escondites: qué haré. Hacer es un verbo muy amplio que sirve para todo; el mío debía darme de comer, procurarme un techo y no facilitar datos de mi paradero. Desaparecer de la vida de un maltratador nunca es tan sencillo en la vida real como en las pelis americanas. Será algo que sabe todo el mundo y, sin embargo, yo me acababa de enterar. Pasados los años, los miedos, las prisas, los insomnios, los amantes, instalada en una cotidianeidad tan distinta como imaginarse pueda, he tomado el puente aéreo esta mañana. Presentación con una colega y amiga como compañera de mesa, rueda de prensa, preguntas, fotos, comida, café, más fotos y firma de libros. Un día cualquiera de la ronda de presentaciones de mi nuevo libro. Incluso algo que hace tanta ilusión en los comienzos llega a tornarse en un fastidio que a duras penas puedes disimular con profesionalidad y tablas. No me gustan esas fotos, no me gustan las sonrisas falsas y bendita la gracia que me hace el que me toquen o me llamen por mi nombre —si me lo hubieran dicho no lo habría creído, tantos años añorado y ahora— personas desconocidas. Son los gajes del oficio, supongo, y sonrío y sonrío y sonrío. Decir que el corazón me ha dado un vuelco también sería algo muy trillado. Mi instinto, tanto tiempo en desuso, ha dado la voz de alarma antes de que yo pudiera percatarme de nada. Algo ocurría y he levantado la vista —no suelo hacerlo porque siempre hay alguien con quien se cruza la mirada y sobreentiende una invitación al acercamiento; más vale prevenir—. Ahí estaba. Con mi libro en la mano y la mirada baja. A su lado, una mujer le empujaba sin disimulo, se leía en sus labios: «Venga ya, joder, se te han colado dos; con lo que tú eres, ni que esa escritora te asustara».

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Tomar partido Antonio Ruiz Morán

Envío esta frase con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Creo que es muy significativa y para mí dice mucho sobre la importancia de no permanecer callados. No es mía, sino de Elie Wiesel, Premio Nobel de la Paz 1986 y superviviente del Holocausto. Perdió a gran parte de su familia en los campos de concentración y dedicó su vida a denunciar lo ocurrido a través de sus libros:

«Ante las atr ocidades tenemos que tomar par tido ula al vver er dug o». atrocidades partido tido.. El silencio estim estimula erdug dugo».

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Violencia de género y COVID-19 Luis Blanco

Este año 2020 ha estado marcado por la pandemia que está afectando a toda la población mundial.Y así es como se ha cebado con ciertos sectores, que han sido los más perjudicados. En este contexto quiero compartir un interesante artículo sobre el impacto de la COVID-19 en la violencia de género. Es de Clara Urbano, y se publicó en «eldiario.es» el pasado 29 de julio.

Diversos expertos, expertas y organismos nacionales e internacionales (Ministerio de Igualdad, ONU, PNUD, etc.) están alertando de que en épocas de crisis y de pandemia el enfoque de género es uno de los puntos que los Estados tachan de su agenda, mientras que precisamente es en estas crisis cuando debemos reforzar nuestra mirada sensible al género para poder paliar el daño real causado en las vidas de las mujeres y las niñas a todos los niveles. Al retroceso registrado en el ODS nº 5 de Igualdad de Género de la Agenda 2030 debido al reciente auge de los fundamentalismos y los discursos de odio, se suman ahora los graves efectos de la presente crisis por la irrupción de la COVID-19. Este retroceso tiene un impacto directo en las causas materiales y culturales de la violencia basada en el género, que muy previsiblemente la harán aumentar a nivel nacional y global. Como sabemos, las causas de las violencias machistas tienen que ver con las desigualdades (económicas, sociales, políticas, etc.) que hacen que las mujeres y las niñas no puedan disfrutar y ejercer sus derechos como el resto de la población, máxime si nos referi-

mos a sectores aún más vulnerados: víctimas de la violencia de género, diversidad funcional, población gitana, población rural, LGTBIQ, tercera edad, migrantes y refugiadas, familias en situación de pobreza, víctimas de trata y mujeres en situación de prostitución (estos mismos organismos recuerdan la necesidad de intervenir con enfoque interseccional). Es más, el Fondo de Población de las Naciones Unidas apunta que “las mujeres pueden enfrentar un mayor riesgo de exposición a COVID-19 debido a su representación desproporcionada entre el personal de servicios sociales y de atención médica”, especialmente en puestos de primera línea, siendo ellas quienes están más expuestas a los efectos primarios y secundarios de la COVID-19, como los síntomas de estrés agudo. Una vez más son las mujeres las que cargan con el peso mayor de los cuidados que necesita el total de la población suponiendo así también la presente crisis un refuerzo de los estereotipos de género y de la socialización diferencial, haciendo que las causas culturales de la violencia machista también se vean reforzadas. Este vínculo entre sobreprecarización de una parte de la población y su 111


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utilización como recurso de primera línea para paliar esa misma crisis que las precariza responde a un patrón de comportamiento del sistema que se reactiva durante cualquier crisis, en un ejemplo de cómo las violencias machistas son necesarias para que el sistema continúe existiendo. Sin embargo, y a pesar de que son las mujeres las que más nos cuidan, son los hombres quienes mayoritariamente toman las decisiones, a la vez que las necesidades de las mujeres quedan desoídas. Este previsible aumento del empobrecimiento de las mujeres y su acceso a recursos es factor clave que dificulta que las mujeres puedan salir de las situaciones de violencia a las que están siendo sometidas. En el pasado año, casi una de cada cinco mujeres de todo el mundo fue víctima de la violencia y ahora mismo muchas de esas mujeres están atrapadas en casa con sus maltratadores, intentando por todos los medios obtener servicios que sufren recortes y restricciones. Entre otros factores detonadores de la violencia basada en género y contra menores en el hogar vinculados a la cuarentena por la COVID-19 están: 1. El aumento en el tiempo de convivencia entre agresor y víctima; 2. El crecimiento de conflictos cotidianos por cuestiones familiares y domésticas; 3.Violencia prolongada sin que se vea interrumpida por las circunstancias de la rutina diaria como compras, escuela, visita familiar, trabajo, etcétera. 4. La percepción de seguridad e impunidad en el agresor. Además, a nivel psicosocial la cuarentena tiene efectos nocivos sobre la vida mental de las personas, siendo un caldo de cultivo perfecto para el conflicto y para que los maltratadores puedan ejercer el abuso y la violencia 112

con mayor facilidad hacia las personas de su alrededor. Como muestra de este incremento de la violencia que ya podemos ver en España está el aumento en más del 50% del uso telefónico del 016, de más de un 100% de su uso online, así como la cifra de más de 4.000 detenciones por violencia machista durante las primeras seis semanas de cuarentena. Frente a esta situación, las mismas fuentes piden actuar a nivel social en dos direcciones: - Llamada a la implicación de los entornos cercanos a las mujeres que sufran la violencia, para que las apoyen y comuniquen la situación a las administraciones correspondientes. - Y desarrollo de campañas de concienciación e información específicas para el contexto actual. En este sentido, InteRed, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), promueve la campaña «Toca Igualdad» como propuesta para la prevención de violencias machistas en la educación formal y no formal.


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Proyecto Cuídame Nuria Llorente

Gritos, gritos y más gritos. No la pegues. Déjala. Parad ya. No abras la puerta. Déjame en paz a mí también. Tengo miedo, no me hagas daño. Mamá, vámonos por favor. Duele. Levántate mamá. Quiero que todo se acabe ya. Ayúdame. ¿Por qué no puedo contar nada?

(Estas son frases rrescatadas escatadas del trabajo de atención psicológica con niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia de géner o en el «Pr oyecto Cuídame», que desar género «Pro desarrrollan los Ayuntamientos de Cabanillas del Campo Campo,, Quer Quer,, Tor orrrejón del Re Reyy y Valdea aldeavveruelo).

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La isla Concha Soria

No recuerdo como llegué hasta aquí. Lo que sí sé es que el amor fue el motor y el motivo. Pero hoy, ahora, no me reconozco. Me ha abandonado la esperanza, la ilusión, la energía, la alegría... Mi único objetivo cada vez que sale el sol es alejar la angustia, vivir en calma, esperar que llegue la noche sin que aparezca el monstruo.Yo sé que no es su intención, pero no puede evitarlo, hay tantas cosas que no ayudan. No sé si estoy a la altura. Él es tan seguro, sabe tanto y me quiere a su manera, lo sé, sólo pretende que las cosas sean de esa forma que yo no entiendo. Y es que no aprendo, puede que lleve razón y sea la más torpe. Cuando nos fuimos a vivir juntos, ¡pensé que sería tan distinto! Estaba muy enamorada y convencida de que íbamos a cumplir todos esos sueños con los que me deslumbraba cada tarde. No soy feliz, pero no quiero que él se dé cuenta, y sonrío sin risa. Es lo que me ha tocado vivir. No necesito ni quiero que nadie sepa, cada uno vive a su manera, en algún momento esto cambiará, ¿o no? Quizá. Hace ya no sé cuánto tiempo que no hablo con mis hermanos, me he distanciado tanto de los míos… Y a mis amigas dejé de verlas porque nos alejamos del barrio y de sus vidas. Así que ahora vivo en mi isla, lejos de todo y de todos. Una bruma espesa rodea mi mundo, y desde aquí no puedo divisar otra costa, otro destino. El silencio, la monotonía y la soledad se han convertido en mis fieles compañeros. No hay puerto, no hay nave, no hay remos. ¿Cuál sería mi rumbo? Cierro los ojos, me alejo por un momento de la bruma y miro a través de los cristales de mi ventana. Unos pájaros vuelan alborotadamente de rama en rama recorriendo cantarines y juguetones los árboles cercanos. Siento envidia. ¿Dónde podría volar yo? ¿Volar? ¿Y abandonar mi isla? ¿Y qué me esperaría? Durante un breve instante ese pensamiento me invade y siento una emoción que hacía tiempo no sentía. Una mezcla entre vértigo y alivio. No me disgusta. Pero, ¿seré yo en algún momento capaz de abrir mis alas? ¿Tengo alas acaso? Vuelvo a cerrar mis párpados para intentar buscar entre la bruma, no sé si algo de mí queda ahí. Creo que sí, pero el miedo y la vergüenza no me lo ponen fácil. Entonces pienso en ellas. Y me repito que yo no soy como ellas, porque seguramente las cosas cambiarán, ahora estamos pasando un mal momento. Esas mujeres que salen en las noticias son distintas. A mí no me pasa lo mismo que a ellas. ¿O sí? 115


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Miro al exterior y lo veo distinto. Dos mujeres caminan juntas, sonríen y se paran frente a la librería. Otra más joven pasea del brazo de otra mayor, seguramente será su madre. Hace tanto que no veo a mi madre…quizá debería pedirle a ella que me ayude a buscar mis alas. Me invade el pánico. ¿Y si él se entera? No me puedo engañar. ¿A quién quiero hacer creer que las cosas van a cambiar? El corazón me da un vuelco. Sigo ahí, me veo, me escucho. Siento nostalgia por lo que tenía y abandoné, dejándome encadenar por el miedo. No, no puedo seguir. Debo tomar una decisión, pero es tan difícil, y me siento tan sola… Escucho los pájaros y mis alas vibran ¡siguen conmigo, las siento! Necesito ayuda para romper las ligaduras. Ellas también lo hicieron. Este vuelo no va a ser fácil.Voy a necesitar coraje, fortaleza y manos amigas, pero quizá ha llegado la hora de pensar en abandonar esta isla, salir de la bruma, establecer nuevo puerto, nueva ruta y VIVIR. ¡Sentirme viva, libre y encontrarme de nuevo!

(Para FFeli, eli, que consiguió le vantar el vuelo en los tiempos de silencio). levantar

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El otro virus A.S.J.

Nosotras este año estamos sufriendo el virus del COVID y el del machismo. Debemos parar el contagio de la violencia, la reproducción de roles y estereotipos que tan sutilmente nos dañan. Este virus también lo paramos juntas y juntos, visibilizando y señalando las violencias y siendo conscientes de que todas las actuaciones machistas cumplen un importante y lamentable papel al perpetuar la desigualdad. No podemos seguir contando asesinadas. ¡Educación ffeminista eminista ya!

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Hacia una cultura del respeto César

Nuestra sociedad está inmersa en una cultura patriarcal de hace muchos siglos que ha establecido los roles desde una perspectiva jerarquizada, según el sexo. Desde la niñez, hombre y mujer están influenciados por mensajes que forman parte de la vida cotidiana y modelan rasgos de personalidad y pautas de comportamiento. Todo esto forma parte de un proceso de identidad determinado por el aprendizaje. Socialmente, a los hombres se les prepara para desempeñar un rol dominante y si no lo consiguen pretenden obtenerlo por la fuerza; para ellos, la violencia es un medio de control a la mujer. Es necesario que nuestra sociedad cambie estos mensajes y se dirija hacia un nuevo concepto de masculinidad, que no esté unido a la fuerza y a la agresividad. Para prevenir las conductas violentas se debe actuar en la familia, en la escuela y en los medios de comunicación. Si deseamos mantener una sociedad en la que sea posible la convivencia y la resolución de conflictos de modo pacífico, tendremos que promover todo tipo de acciones preventivas que vayan dirigidas a la eliminación de los estereotipos y roles de género.

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La loca de los gatos Maritype

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Siento tu mirada Eva Gómez

Siento tu mirada gélida e inerte. La vida en pausa, mientras mi cuerpo arde en tonos morados y las palabras se me amontonan en la boca. Ni un sonido desabrocha el silencio incómodo, hasta que tu sueño es profundo y el ruido que emites me hiere. Mis ojos se bañan. Sueño entonces con otra vida. Tu sueño avanza en otra dirección. Esa distancia, ese abismo, es mi infierno.

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Solo una Rocío Orostivar Espliego

La tristeza que admiraba a la alegría no entendía por qué eran tan diferentes la una de la otra. Tan solo una letra, solo una, pero esa pequeña e insignificante letra era para ellas un océano infinito. Ésta, la tristeza, siempre se encontraba con el miedo, aunque siempre iba en busca del valor, su gran amigo. No entendía por qué no podía jugar con quien ella eligiese, al menos por una vez.Y claro, cómo no, el miedo no se despegaba de la preocupación, eran amigos inseparables. Pero ella sabía que antes o después encontraría a su fiel amiga, la serenidad, esa que tanto añoraba y que le había hecho vivir momentos inolvidables. Esta, la tristeza, siempre terminaba jugando con la soledad, pero la mayoría de las veces, mientras jugaban, aparecían la humillación y la vergüenza. No podía olvidar lo divertida que era la honorabilidad, siempre con juguetes nuevos e ideas creativas. Pasaba el tiempo pensando en sus amigos, la alegría, el valor, la serenidad y la honorabilidad. Sabía que se había hecho pequeña, que se había ocultado incluso de sí misma, pero estaba segura de que antes o después volvería a sentir la alegría, se tropezaría con el valor, se encontraría con la serenidad y gozaría de la honorabilidad. Tan solo necesitaba una letra para alcanzarlo, solo una…

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El principio del fin de las desigualdades Anónima

Érase una vez una mujer que vivía en un mundo gris en un mundo injusto, infeliz, donde por ser de otra manera te excluían, te trataban de pena. Esta mujer decidida se dispuso a cambiar estas injusticias y empezó con valor y energía por las que a ella misma le ocurrían La mujer en su trabajo no recibía lo mismo que su compañero de al lado su sueldo era más bajo. La mujer se quejó y otras mujeres pronto a su causa se unieron creando una revolución. Todas juntas al manifestarse decían queremos un mundo justo; y lleno de alegría luchamos por la igualdad porque resulta que un día surgieron desigualdades que existir nunca deberían. Y al final entre todas consiguieron variar algo y aunque solo fuera un poco pensaban que ese era el principio de un morado gran cambio. 127


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El amor no es así Anónimo

Tú me dijiste que me amabas, Que sería la única de tu vida, Me hiciste sentir importante, Que contigo sería feliz, Pero me engañaste, me traicionaste, Fuiste un hipócrita, Yo una tonta por creerte. Me hiciste daño, sí, daño, El amor que te tenía me cegaba, Creía que no era lo suficiente, Me hacías creer que no lo era, Aunque hacía todo por complacerte, Me pegabas, empujabas y gritabas, Cuando las cosas no eran como tu querías, Cuando te pedía perdón, Por no hacerlo mejor, Me empujaste tan fuerte que me hiciste sangre, Yo aún así seguía loca por ti, Creía que me merecía todo, Todo lo que me hacías, Tenía que mejorar tanto, Tanto, tanto me esforzaba, Que aun así no era suficiente, Un día te vi coqueteando con una amiga, Creías que no me daba cuenta, Pero no soy tonta, soy lista.

De toda la verdad. Mientras yo estaba enamorada, tú jugaste con mis sentimientos, yo pensaba que todo podía cambiar, pero me equivocaba, esa noche me di cuenta de toda la verdad. Si tú realmente me hubieras conocido, Si realmente te hubieras enamorado, Tanto como yo lo estaba, Esto hubiera funcionado. Si no hubieras sido un insensato, seguiríamos estando juntos, y el amor seguiría fluyendo. A pesar de todo esto, Solo te puedo agradecer y dejarte libre, Vuela, vuela tan alto y no regreses.

En mi cabeza aparecía la frase, Que me decía constantemente, ¡no eres suficiente! Esa noche me di cuenta, 129


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¡Nunca más! Graciela Tovar

Soy Graciela Tovar de nacionalidad peruana. Participo en talleres y grupos de cultura y formación de mayores en diversos centros sociales de la localidad de Guadalajara, donde he descubierto el arte de escribir poemas. Hoy quiero ofrecerles un poema con motivo de la celebración del Día Internacional Contra la Violencia de Género: «¡Nunca Más!»; verso libre. Un día más para alzar la voz, dar el grito de paz y libertad, reivindicar derechos vulnerados y se quieren silenciar, ¡qué dura realidad! Violencia y violentos de género, muestran su cara más amarga y cruel y a lo largo y ancho de la historia prevalece el maltrato a la mujer. Limitan su libertad y su autonomía, Con injurias, abusos y opresión, denigrando valores humanos, que estremecen conciencias. Hora de acabar con ésta lacra social que lacera vida y alma de la existencia, y este vaivén emocional ocasiona, tragedias en el núcleo familiar. En cuyo escenario de convivencia, es la mujer protagonista principal pasando tragos amargos de rabia que le asaltan el corazón. La justicia que persigue con saña, al criminal y al maltratador, Impone penas irrisorias e injustas. 131


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Y la violencia no se acaba de frenar. Pero, ¿por qué, acaso no somos hechos de un mismo barro y, por el mismo creador, para amarnos y respetarnos como hermanos? ¡Oh mujer!... Despierta, levanta la cerviz, la verdad de la antorcha se impone sobre hombres necios y de poca fe. Emite tu voz de protesta y el eco de tu grito retumbe en el universo, ¡Nunca Más!... ¡No más! Cadenas de discriminación, de desigualdad, esclavitud e injusticias. El triunfo y la victoria es nuestra, Es el momento de emancipación femenina, Hombres y mujeres somos iguales en derechos y oportunidades. Luchemos por una sociedad, justa libre e igualitaria. Como dice el Papa Francisco “todos como hermanos Y ahora más unidas que nunca”.

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Un caso entre muchos Mª Carmen Martínez Moreno

La primera vez que nos vimos, y empezamos a hablar, pensamos que no teníamos nada en común. Éramos como el día y la noche. ¡Qué equivocación! No sabíamos en esos años que la amistad llegaría hasta nuestros días. Yo era una estirada y ella «un chicazo», como se decía antes. La mayor de tres hermanos, por eso supongo que todo lo peor se lo llevó ella. Empezamos a quedar para todo. Lo poco que nos dejaban salir, siempre juntas: entre semana, después de clase y los «findes». Cualquier pretexto servía para quedarse a comer en mi casa. La relación con mis padres era muy buena y a ella le encantaba estar con nosotros. Más adelante fuimos notando que ella veía en mí y mi familia el cariño que en su casa le faltaba. La hora de vuelta a casa no podía pasar de las 9, eran otros tiempos. Pero al igual que yo lo tenía estipulado, a ella se lo hacían entender a puñetazos. Cosas tan simples como pintarse las uñas eran una molestia para su padre. Las fiestas de Navidad eran las peores, siempre había alguna movida. Así que se entiende que ella quisiera estar lo más posible con nosotros, era una forma de evadirse. Pasaron algunos años y sucedió la muerte de su hermano pequeño. Esto dio lugar a que las esperanzas que tenía puestas su padre en su único hijo varón se disiparan. Viendo la situación, conoce a un chico y se casa muy pronto, para escapar. Fue salir de Málaga y meterse en Malagón. El amor a veces es ciego, y no digo que no lo quisiera; pasaron algunos años más o menos felices. Perdimos un poco el contacto, aunque ella trataba de seguir la amistad que teníamos con nuestros respectivos maridos. Seguimos así mucho tiempo, cuando quedábamos yo veía cosas raras y alguna situación difícil que ella trataba de disimular. Además del parecido con su padre, es que todo se lo tenía que poner a su merced. La forma de hablar con ella, de hacerle sentir inútil, de decirle que ella sola, sin él, no podría hacer nada, que no hacía nada bien, que todo lo hacía mal... El trabajo del marido era fuera, viajando, y después de muchos años se atrevió a contarme 133


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que le había perdonado muchos deslices, que era muy activo y lo necesitaba cuando estaba fuera. En uno de esos últimos devaneos y ya con un hijo dijo «hasta aquí hemos llegado». Le echó de casa, y él no pudo entenderlo, ya que la consideraba tan inútil que dio por hecho que aguantaría todo, porque sin él no podría estar. Se me olvidó poner que mi amiga trabajaba a media jornada, gracias a Dios, también fue una ayuda en estas circunstancias. Ahora lleva diez años caminando sola, ha sacado a su hijo adelante, sin ayuda económica del marido, como se pueden suponer. ¡La fuerza que tiene! Ha pasado un cáncer, y sigue adelante. Le han echado del trabajo con una edad crítica, y sigue adelante. Y ahora, cuando la situación que tenemos no es la mejor, ella sigue caminando. A veces vuelven los fantasmas del pasado, a pesar de que su hijo no es la mejor compañía que necesitaría, sigue luchando. En este día tan señalado, sigue libre, amiga.

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Mujer M.P.B

Mujer. Qué palabra más bonita, cuantas formas de hallar de una misma palabra. Mujer madre, mujer trabajadora, mujer soñadora, mujer, mujer… Lo que quieras ser, pero nunca maltratada, pegada… humillada.

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Feminismo contra el virus del machismo Plataforma Feminista de Guadalajara

Un 25 de noviembre más, nuestro grito contra el terrorismo machista: ¡¡NOS ESTÁN ASESINANDO!! Si el Estado de Derecho no nos protege, lo haremos nosotras. El Feminismo es una herramienta fundamental que pone la vida en el centro, apostando por una nueva política en la que los derechos de la humanidad están por encima de cualquier otro valor. Por ello lucha contra el poder que el sistema capitalista patriarcal ejerce en nuestros cuerpos y nuestras mentes. Busca construir un nuevo poder horizontal, fundamentado en la emancipación de las mujeres, que sea auténticamente transformador y que deje de ocultar nuestro derecho a la autodeterminación. Y por eso somos feministas. Porque no tenemos miedo. Porque seguimos luchando y denunciando que nos siguen matando. Porque queremos recordar a todas las que hoy no están y a sus hijas e hijos. Porque tenemos esperanza. Porque somos sujetos políticos determinantes en nuestra sociedad. Porque queremos decidir sobre nuestros cuerpos. Porque creemos en la igualdad real entre todas las personas. Porque las medidas que existen contra la violencia machista no son suficientes. Y por eso seguimos luchando y denunciando. Denunciamos que los gobiernos no dan soluciones reales para acabar con las violencias que nos matan, que nos violan, que nos humillan, que nos cosifican, que nos invisibilizan, que nos cuestionan, que nos culpabilizan. Exigimos una Ley de Violencia de Género que abarque más allá de la violencia de parejas o ex parejas. Una ley que acabe con las interpretaciones patriarcales. Luchamos por una educación que rompa, de una vez por todas, con los estereotipos y 137


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roles que nos encasillan en trabajos y actitudes que determinarán nuestra vida y, en muchas ocasiones, nuestra muerte. Denunciamos la impunidad de proxenetas y puteros y la complicidad de los gobiernos y sus gobernantes que miran para otro lado mientras miles de mujeres son esclavas a nuestro lado. Cada día somos más, cada día estamos más cerca de conseguir que nuestra sociedad no esté dividida en opresores y oprimidas.También cada día son más los compañeros que deciden ubicarse en espacios de no privilegio y de respeto. Nosotras, desde la Plataforma Feminista de Guadalajara, seguiremos luchando hasta que alcancemos la plena igualdad.

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Manifiesto 25 de noviembre de 2020 Instituto de la Mujer de Castilla La Mancha

Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las m ujer es mujer ujeres La violencia de género constituye una de las más graves y extendidas violaciones de derechos humanos que siega y devasta la vida de miles y miles de mujeres en el mundo. A día de hoy, 1.074 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas y exparejas desde 2003, 41 mujeres durante el año 2020. 37 menores han sido asesinados por padres que debían cuidarles y protegerles y, 301 niñas y niños han quedado huérfanas y huérfanos como consecuencia de la violencia de género. Estas son las cifras del horror, vidas de mujeres, menores y familias enteras destrozadas que, representan la punta del iceberg de un profundo problema social estructural que impide a las mujeres vivir una vida digna y libre. Miles de mujeres en el mundo son víctimas, diariamente, de todo tipo de violencias: física, psicológica o sexual ejercida por sus parejas o exparejas, mutilación genital femenina que priva a niñas y mujeres del pleno disfrute de su sexualidad y que las condena a una vida de graves problemas de salud, matrimonios forzados a edades tempranas que violan los derechos humanos de las menores, trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, o violencias sexuales, entre otras formas de violencia machista que imposibilitan la vida en libertad de las mujeres. La crisis provocada por la pandemia actual no ha hecho sino agravar la situación de las mujeres víctimas de violencia de género, realidad que se complica todavía más cuando interactúan otros factores de discriminación que afectan a la vida de las mujeres. Hablamos de mujeres con discapacidad, mujeres mayores, mujeres migrantes, mujeres que habitan en el medio rural o mujeres en riesgo de exclusión social y que son víctimas de violencia de género, es decir, mujeres que tienen mayores dificultades para verbalizar su situación y dar los pasos necesarios que les permitan vivir una vida libre de violencia. Por todas ellas, sus hijas e hijos, debemos implicarnos como sociedad para decir ¡no! a la violencia contra las mujeres. Debemos desterrar el machismo de todos los ámbitos de nuestra vida y seguir trabajando para acelerar el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres y la erradicación de la violencia de género de nuestra sociedad. 139


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CONSEJO LOC AL DE LAS MUJERES DE C AB ANILLAS DEL C AMPO LOCAL CAB ABANILLAS CAMPO Pr esidenta Presidenta Abigail Cordero Gaviño (concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Cabanillas). Vicepr esidente Vicepresidente Luis Blanco Herranz (concejal de Igualdad del Ayuntamiento de Cabanillas). Secr etaría Secretaría Ana Rosa Escribano Romero (Equipo del Centro de la Mujer de Cabanillas). Pilar Hernández de la Fuente (secretaria suplente, Equipo del Centro de la Mujer de Cabanillas). epr esentación Vocalías por rrepr epresentación Mª Carmen Martínez Moreno (representante Grupo Municipal PSOE). Carlos Saz Ávila (representante Grupo Municipal Popular). Estela Iturregui Peña (suplente Grupo Municipal Popular). Almudena Sanz Cerezo (representante Grupo Municipal Ciudadanos). Manuel Gallego Delgado (representante Grupo Municipal Unidas Podemos / IU). Marta Layna Sánchez (representante del Centro de la Mujer de Cabanillas). Lola Llorca Pereira (suplente del Centro de la Mujer de Cabanillas). Julia Moratilla Andrés (representante de la Asociación de Mujeres La Campiña). Mª Isabel Díez Mendoza (suplente de la Asociación de Mujeres La Campiña). Carmen Lázaro Martínez (representante de la Asociación de Jubilados de Cabanillas). Mª Ángeles Regidor Sanz (suplente de la Asociación de Jubilados de Cabanillas). Vocalías independientes Lola Aragonés Serrano. Luisa Borreguero Redondo. Mercedes Cardín López. Adela Somolinos Juliá. Mª del Mar Santos Valbuena. Paloma Gavilán Bouzas. Rocío Orostívar Espliego. Mª Luisa Martínez Alcalde. 140


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Edita: Ayuntamiento de Cabanillas del Campo Consejo Local de las Mujeres de Cabanillas del Campo dina Coor Coordina Centro de la Mujer de Cabanillas del Campo

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Articles inside

A modo de introducción

1min
pages 1, 5

Feminismo contra el virus del machismo

1min
pages 137-138

Manifiesto del 25N

2min
page 139

Créditos

1min
pages 140-142

Un caso entre muchos

2min
pages 133-134

Nunca más

1min
pages 131-132

El amor no es así

1min
pages 129-130

Solo una

1min
pages 125-126

El otro virus

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pages 117-118

El principio del fin de las desigualdades

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pages 127-128

Siento tu mirada

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pages 123-124

Hacia una cultura del respeto

1min
pages 119-120

La isla

3min
pages 115-116

Violencia de género y COVID-19

4min
pages 111-112

Tomar partido

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pages 109-110

Ser lo que quieran

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pages 105-106

Alea jacta erat

4min
pages 107-108

Más mía que de nadie

3min
pages 103-104

Una manera infalible de alterar el destino

3min
pages 99-100

Y también hablaron

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pages 101-102

Porqués

1min
pages 97-98

He visto

1min
pages 95-96

Gozaos con los que se gozan

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pages 93-94

recuerdo

1min
pages 87-88

Alquimia

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pages 85-86

Miedo

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pages 83-84

Coronar la memoria

7min
pages 81-82

Una y otra vez

1min
pages 79-80

Reflexiones infantiles

1min
pages 77-78

Una propuesta del destino

8min
pages 73-76

Marcha Violeta

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pages 71-72

Testimonio

5min
pages 67-70

Mueren demasiadas

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pages 57-58

Me pongo en tus zapatos

1min
pages 55-56

Una más

4min
pages 53-54

You don’t own me

1min
pages 51-52

Violencia de género es... / Igualdad de género es

2min
pages 49-50

Queridas amigas

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pages 47-48

Del maltrato de las mujeres

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pages 45-46

Nunca jamás renuncies a tu vida

1min
pages 41-42

Vivas. Metáfora de la existencia

5min
pages 31-34

Va por ellas

3min
pages 35-36

Una reflexión

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pages 43-44

Había que tomar una decisión

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pages 37-38

Me dices que me quieres

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pages 29-30

Diario de una niña maltratada

13min
pages 11-16

Mujer completa

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pages 25-26

Lo ha vuelto a hacer

1min
pages 23-24

Huyendo del Patriarcado

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pages 19-20

Demasiadas pérdidas

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pages 21-22

La mirada

4min
pages 17-18

Saluda del alcalde

2min
pages 8-10

Introducción

1min
pages 5-6
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