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FERRETERÍAS
Ferretería El Molino: el establecimiento que tiene de todo
Un mercado que no deja de crecer, con cada vez más productos, hace que el mundo de la ferretería no deje de evolucionar. Por ello, El Molino lleva 28 años adaptándose a los constantes cambios de su alrededor.
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Lo que originalmente era el almacén de pienso de sus padres que se quedó vacío durante unos años, Feliciano Velázquez Torres, que lleva toda su vida trabajando en el tema metalúrgico desde los 13 años, lo convirtió en un establecimiento de venta de productos relacionados con la electricidad, fontanería, menajes, material de construcción, agrícola, copias de llaves, mandos de coche, garaje y pintura. Por aquel entonces, la ferretería no era tal y como es en la actualidad. Gracias a la reforma realizada hace 6 años, el algabeño pudo ampliar su cartera de productos.

El primer negocio de Feliciano va sobre ruedas, aunque las ventas se paralizaron durante el Covid. Sin embargo, con un total de tres trabajadores, consiguieron volver a impulsar las ventas. Aunque el sector de la ferretería va por épocas, las ventas de material de fontanería son diarias. A su vez, el hecho de estar enfocados en el tema industrial, hace que la ferretería se diferencie de sus competidores.
Salir adelante tras la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19 fue posible gracias a las ayudas recibidas. Al igual que hacen los dirigentes de la localidad algabeña, El Molino siempre intenta ayudar en todo lo que pueda. Tal y como expresa su fundador: "Procuramos solucionar los problemas de nuestros clientes. Lo último que nos gusta decir es 'no'. Aunque no podamos ayudar nosotros directamente, intentamos facilitar el número de alguien que pueda ayudar". El trato personal que ofrece la Ferretería Feli es precisamente el que "falta en otros sitios".