AVPremium

Page 152

A fondo

de la emisión no es la adecuada) y a medida que la pantalla se hace más y más grande las fuentes SD peor lo tienen para ser restituidas con un mínimo de decencia. Y la verdad es que los circuitos de procesado de vídeo a duras penas pueden compensar este déficit de resolución: contornos menos precisos, aparición de ruido, falta de resolución en las imágenes en movimiento, emborronamiento de los planos traseros, mala gestión de los degradados colorimétricos… como pueden ver, los defectos son legión. El resultado es todavía peor cuando se utilizan los “zooms” y otros modos de visualización del televisor (restitución de una señal 4:3 en una pantalla 16:9). Por el contrario, en los programas

Las especiales características de los contenidos 3D hacen que también la operativa de ajuste para visualizarlos sea diferente a la de sus homólogos en 2D.

DOS MILLONES DE PÍXELES EN UNA PANTALLA DE 3’2 METROS Está comprobado: para explotar plenamente la alta definición se impone disponer de una gran pantalla. En consecuencia, ¿por qué no pasarse a la videoproyección? Al fin y al cabo, este modo de difusión de imágenes sigue siendo el más apropiado para poner en evidencia los beneficios de una matriz de 1.920x1.080 píxeles. Los videoproyectores “Full HD” de gama básica pueden llenar pantallas de hasta 2’4 metros de diagonal (95 pulgadas) con unos resultados totalmente satisfactorios. Pero es en el rango de diagonales comprendido entre 2’6 y 3’2 metros (102 a 126 pulgadas) donde la alta definición ilumina verdaderamente la pantalla con sus 2 millones de píxeles, lo que nos lleva a un videoproyector de gama más alta que incluya un buen bloque óptico, un tratamiento de la señal de vídeo de alta calidad, una gestión eficaz de los colores y los contrastes y una completa gama de opciones de ajuste y de calibración. De nuevo, el número de píxeles por sí solo no garantiza la calidad. En resumen, podemos contar con tres categorías de dispositivos de visualización de imágenes adaptados a la “HD” que se corresponden con otras tantas categorías de espectadores: n Los amantes de programas de TV deberán contentarse con una pantalla de diagonal comprendida entre 37 y 42 pulgadas. Por desgracia, los modelos mejores suelen ser siempre los más caros. Además, sirven

68 av premium

como reclamo para modelos de nivel muy inferior que sin embargo conservan la misma estética y nombres muy similares a la vez que ofrecen las mismas funciones de base. La diferencia suele radicar en la calidad del panel propiamente dicho, en los circuitos de procesado de vídeo, en la gestión de los contrastes, en la conectividad y en las opciones de calibración y optimización. n Los grandes consumidores de películas y de DVD que migrarán –si no lo han hecho yahacia una fuente “HD” deben orientarse hacia televisores LCD (mejor con retroiluminación por LED’s) o de plasma de 46 a 50 pulgadas. n Los fanáticos del Cine en Casa que deseen aprovechar sus múltiples fuentes de imagen en alta definición (reproductor de Blu-ray Disc 2D o 3D, TVAD) en las mejores condiciones posibles deben inevitablemente orientarse hacia la videoproyección. Ya para finalizar, los más afortunados podrán darse el gusto de hacerse construir una sala específica tratada acústicamente (y con todos los “extras” que les permita su bolsillo), auténtico “final del camino” en lo que reproducción doméstica del espectáculo audiovisual a tamaño real se refiere. Todo ello, por supuesto (en este caso concreto) a la espera de la llegada de contenidos en super alta resolución (3.840x2.160 píxeles) en número suficiente y de la previsible democratización de los dispositivos encargados de llevarla a la intimidad de nuestros hogares.

de televisión difundidos a 16:9 y los DVD la calidad mejora ligeramente como consecuencia de la correspondencia de la señal con las matrices 16:9 del televisor (o videoproyector puesto que el concepto es el mismo). Por encima de 42 pulgadas, sigue habiendo no pocos consumidores que consideran –equivocadamente- que una pantalla de 46 ó 50 pulgadas es excesivamente grande para una sala de estar doméstica. En cualquier caso, antes de adquirir un televisor de 46, 50, 52, 55, 63 ó 65 pulgadas (como bien saben, los hay mucho mayores) sin que más tarde tengamos que arrepentirnos por ello es importante que tengamos muy claro que satisfará los siguientes criterios: -Será instalado en una sala espaciosa que no gire únicamente alrededor del televisor y el sistema de Cine en Casa. -Dispondremos para el mismo de una ubicación despejada que no esté enfrentada a superficies acristaladas.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.