Audición Premium
muy cerca de Venecia) se haya tronado aún más ambiciosa en su particular búsqueda de la emoción musical. En consecuencia, la citada “The Sonus faber” es, por encima de todo, la depositaria de un cúmulo de conceptos y tecnologías que se han ido –y se están- transfiriendo progresivamente a otros modelos, ya sea las igualmente elitistas Aida o las muchísimo más democráticas Venere. De ahí que conocer a fondo el número uno de Sonus faber implique hacer lo propio con una manera muy concreta de afrontar la reproducción –sin compromiso- de la música grabada.
Una inusual polivalencia con la electrónica de ataque
perfección la posibilidad de “revisar” unas cajas acústicas realmente únicas que desde que hace poco más de dos años aterrizaron en nuestro país no dejan de sorprender como consecuencia de un potencial que se me antoja inagotable y que en cierto modo aún no se ha expresado al cien por cien. Se trata de las “The Sonus faber”, buque insignia de la marca del mismo nombre aunque en realidad son mucho más que esto por cuanto constituyen el punto
de partida de una nueva era para una marca con una trayectoria de éxitos interrumpidos desde hace poco más de 20 años. Resulta curioso lo de “nueva era” para una compañía que siempre se ha mantenido en lo más alto, pero la explicación la encontramos en un cambio a nivel empresarial (la adquisición de Sonus faber por un potente grupo de inversores, para ser exactos) que ha hecho que la firma de Vicenza (nordeste de Italia,
Fue un jueves de noviembre por la mañana en la más especial – por más señas, el sueño de todo aficionado que se precie y sólo se conforme lo mejor- de las salas de demostración del veterano importador Sarte Audio Élite tiene. Un espacio único con una acústica que combina una parte natural con otra de ajuste fino mediante elementos de corrección estratégicamente dispuestos, todo ello con el impagable “plus” de unas dimensiones que permiten no sólo ubicar a la perfección sino “jugar” –en el sentido de hacer tantos desplazamientos, cambios de orientación, etc. como sea necesario- con las cajas acústicas más espectaculares del momento (las The Sonus faber sin ir más lejos, pero también las MartinLogan CLX o las Wilson Audio X-2 Alexandria Series II). En consecuencia, la típica excusa “es la sala” no procede (felizmente) y por tanto la caja evaluada queda a merced de su propio talento y del de la electrónica y los cables con los que la acompañemos. No había, por una vez, ni trampa ni cartón. Dicho lo anterior, es de justicia destacar algunos de los ilustres acompañantes de las formidables Sonus faber, con mención especial para el fastuoso giradiscos Criterion de la australiana Continuum Audio Labs (ver recuadro), a su vez descendiente del todavía más fastuoso Caliburn de la misma
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