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RENDIMIENTO CANAL. ANÁLISIS DE DATOS

En la cadena de valor de la producción de carne de pollo, el rendimiento canal es el parámetro técnico más importante por su incidencia en la rentabilidad económica.

Además, no debemos olvidar que los dos pilares de la producción en una planta, rendimiento y calidad, están estrechamente unidos.

Gestionar estrategias para mejorar los rendimientos comportará una mejora en la calidad del producto final, y viceversa.

¿EL RENDIMIENTO CANAL ES UN INDICADOR?

Anteriormente, describimos las cualidades que debía cumplir cualquier Indicador clave de negocio.

El registro debe: y= 61,637866+5,882483*x-0,600420*x2; r=0,696100

Ser medible.

Estar relacionado con nuestros objetivos.

Tener nivel de relevancia.

Apoyar en la toma de decisiones.

Tener cierta periodicidad.

El rendimiento del canal, como registro, ¿cumple las exigencias para serlo?

Depende. Sin duda, cumple todas las premisas anteriores, aunque asumimos un riesgo en la calidad e interpretación de los objetivos.

El rendimiento canal es peso dependiente de manera que a cada peso podremos asignarle un valor de referencia.

Disponemos de una herramienta fácil como es el estándar del rendimiento que nos proponen las estirpes, tanto por peso como por sexo de las aves. Podremos obtener una ecuación de regresión que usamos como objetivo o estándar.

Sin embargo, es más eficaz el desarrollo de un estándar propio obtenido de los datos de nuestra planta. De esta forma, podremos analizar la evolución histórica de nuestros rendimientos.

Para ello, deberemos usar los registros de rendimientos de los lotes, en este caso camiones de pollos sacrificados, durante un periodo. Con ello, obtendremos la ecuación de regresión óptima, en este caso cuadrática, entre el peso y el rendimiento canal de nuestra planta.

En caso de que la planta sacrifique pollos sexados, haremos una ecuación para cada uno de los segmentos: machos, hembras y mixtos. Los resultados de esta ecuación a un peso y sexo dado lo utilizaremos como estándar comparado con los datos reales actuales.

De esta manera, podremos usar nuestros propios datos para tener dos tipos de análisis comparados que nos indiquen la evolución de los rendimientos y, en caso de ser necesario, tomar medidas.

El primero es un indicador global. Si comparamos una gráfica de relación entre peso y rendimiento en diferentes periodos de tiempo podremos valorar si los objetivos se cumplen u observamos desvíos positivos o negativos en algún tramo de pesos.

De ser así, potenciaremos o variaremos las medidas correctoras que hayamos aplicado. En la gráfica ejemplo, deberíamos analizar las causas de la pérdida de rendimiento, especialmente en el pollo de peso pequeño y mediano.

Otro indicador, en este caso de forma individual, será cuando hagamos una recopilación en una base de datos de los registros de rendimiento por camión obtenidos en la planta y los comparemos con el rendimiento objetivo de nuestra propia ecuación de correlación de datos de un periodo anterior. De este modo, podremos analizar las diferencias entre los datos obtenidos y los objetivos esperados.

Generalmente, podremos observar una elevada variación en las diferencias. De todas maneras, este estándar será válido para análisis con un número alto de réplicas, puesto que la mayor frecuencia de registros disminuirá el efecto de influencia de los factores intervinientes en esta dispersión tan elevada.

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