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La evolución de los valores a lo largo de la vida de los pollos también es interesante

Así, podemos ver cómo evolucionan los pesos y el IC de ambas estirpes a lo largo de la crianza, según sus propias tablas:

Como es normal, dada la diferencia de crecimiento, el peso final de Cobb es bastante más alto en los mismos días. Siendo interesante también la diferencia de peso a las edades de sacrificio de pollo pequeño (sobre los 33 a 37 días).

El IC de Ross es ligeramente mayor en términos comparados a pesos bajos que al final de la crianza, aunque en España sigue habiendo diferencia en pollos de mayor peso.

Si en lugar de mirar los valores globales nos detenemos en el crecimiento y el consumo por semana vemos lo siguiente:

Ambas estirpes crecen de forma más notable por semana hasta la quinta (35 días), y a partir de ahí el crecimiento se ralentiza, o incluso baja. Mientras tanto, el consumo sigue su crecimiento, de modo que el índice de conversión se debe ver afectado. Otra cosa es el interés general de aumentar el peso de los pollos desde el punto de vista del coste.

Queda claro que las estirpes actuales (al menos según sus propias tablas) llegan a la estabilización en el crecimiento antes de lo que lo hacían sus versiones anteriores. Lógicamente, la eficiencia debe tener también sus propios límites.

Finalmente, si decimos que los crecimientos finales son del entorno de 100 gramos por día y los consumos de 200 gramos (valores que empleamos para los ajustes entre granjas) nos estamos equivocando poco.

Recomendaciones nutricionales

En cuanto a las recomendaciones nutricionales, debemos indicar que en las nuevas publicadas por Ross estas han sufrido algunos cambios muy interesantes.

Aprovechando el excelente trabajo presentado por G. Santomá y P. Pérez de Ayala en Fedna, el año pasado, con el que podemos comparar las recomendaciones de ambas estirpes con los valores nutricionales medios del país (se presentan los valores medios del programa de alimentación estándar del país)

Como vemos, los niveles de EM medios, más allá de ser mucho menores de los que se empleaban hace sólo unos pocos años, son muy similares a las recomendaciones actuales de ambas estirpes.

En PB estamos claramente por debajo de las recomendaciones de Ross y en cuanto a lisina, y por tanto en aminoácidos, estamos entre un 5 y un 6% por debajo de las recomendaciones de ambas líneas genéticas.

Sólo si admitimos que el nivel de consumo de los pollos se relaciona con la energía de los alimentos, y que el crecimiento se puede relacionar con los valores de aminoácidos (insisto que todo es mucho más complejo, pero se trata de intentar una mínima simplificación) vemos que, en teoría, deberíamos estar razonablemente bien en consumo, y peor en crecimiento. Y esto es justamente lo que sucede.

Evidentemente no. El crecimiento depende de un gran número de factores, no sólo nutricionales.

La densidad, la disponibilidad de material, las condiciones de crianza, las características del pollito recibido, el consumo de pienso y otros muchos factores inciden sobre este parámetro, como demuestra que, en la mayoría de las integraciones, el CV de la ganancia de peso suele ser mayor que el del índice de conversión.

Es evidente que la línea de mejora de la conversión, si es que esta es una prioridad, debe pasar más por tratar de aumentar las ganancias de los pollos a lo largo de la vida, para de esta manera reducir los días de crianza y bajar el índice de conversión.

Lamentablemente, esto puede tener consecuencias complicadas para la calidad de canal, y tampoco está claro que el sobrecoste de los piensos justifique el cambio. Particularmente con los precios actuales de materias primas.

Por otra parte, sería muy interesante ver en qué momento de la vida de los pollos el crecimiento se ajusta más o menos al indicado en las tablas.

En función de mi propia experiencia, creo que los crecimientos de los pollos en España en los últimos días de la crianza se ajustan, o incluso en ocasiones superan, los presentados por las estirpes.

Sin embargo, tenemos mucho camino por recorrer si vemos los pesos de primera y segunda semana de los pollos en España y los comparamos con estas tablas. Mejorar los arranques, y no sólo en términos de concentración de la dieta debería ser una prioridad para todos.

El otro periodo de riesgo, donde a veces los pesos fallan más en relación a las tablas, es de la semana 4 y 5, donde a veces se presentan los problemas entéricos.

Esto quiere decir que es imperativo en cualquier integración tener un buen control de los pesos semanales de los pollos, si es que queremos mejorar el crecimiento final de los mismos. Establecer procedimientos fiables de control de peso debe ser una prioridad de la gerencia de la integración.

En cualquier caso, creo que es una de las cosas que, a fecha de hoy, justifican cambios y pruebas en las empresas, dado su posible impacto sobre el costo.

Análisis comparativo de las tablas de resultados de las estirpes presentes en España en 2022 DESCÁRGALO EN PDF

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