
8 minute read
the art of dreaming
JARA LÓPEZ SASTRE ES UNA DE LAS ARTISTAS EMERGENTES ESPAÑOLAS MÁS IMPACTANTES DEL MOMENTO. CON TAN SOLO VEINTITRÉS AÑOS ES YA UNA REALIDAD EN LA ESCENA ARTÍSTICA NEOYORKINA, DONDE RESIDE HABITUALMENTE, COMO DEMUESTRA EL HECHO DE HABER TRABAJADO CON ARTISTAS DE RENOMBRE COMO ADRIAN SCHACHTER, FIJO EN LAS SALAS MÁS PRESTIGIOSAS DE PARÍS, SHANGHÁI, LONDRES, LOS ÁNGELES Y NUEVA YORK, O AGNES QUESTIONMARK, QUE TRIUNFABA EN LA BIENALE DE VENECIA, ENTRE OTROS.
FORMADA EN VARIOS DE LOS CENTROS MÁS RECONOCIDOS DEL MUNDO COMO LA NEW YORK UNIVERSITY, EL LONDON FINE ARTS STUDIO O EL BOSTON COLLEGE, HA COLABORADO IGUALMENTE CON LA PALO GALLERY DE NUEVA YORK (DONDE HA EXPUESTO PARTE DE SU OBRA), CON THE FEUERLE COLLECTION DE BERLÍN, CON LA GALERÍA DE CHILLIDA LEKU, EL MU- SEO DEL PRADO, ARCO O LA GALERÍA FAHRENHEIT DE MADRID.
SU OBRA PICTÓRICA TIENE SU ORIGEN EN LA CAUTIVADORA IMAGINERÍA DE LAS CRIATURAS MARINAS Y LA NATURALEZA SALVAJE, A LAS QUE DA VIDA A TRAVÉS DE LA FIGURACIÓN. SU INTERÉS SE CENTRA EN EXPLORAR LA FEMINIDAD, EL VOYEURISMO Y LA INTIMIDAD TENIENDO EN CUENTA QUE, A LO LARGO DE LA HISTORIA, LAS CRIATURAS MARINAS Y DIVERSOS TEMAS FLORALES HAN SIMBOLIZADO LA FEMINIDAD Y LO ERÓTICO. EL PASADO OCTUBRE EXPUSO POR PRIMERA VEZ EN MADRID. SU MUESTRA PICTÓRICA EN SOLITARIO “LO QUE QUEDA DESPUÉS DE LA MIRADA” LOGRÓ LEVANTAR LOS OJOS A UN ARTE QUE SALPICA INTIMISMO Y HUMANIDAD.
Ha vivido una carrera meteórica en pocos años. ¿Cómo se siente al exponer por primera vez en solitario en Madrid, su ciudad natal?
La verdad que super emocionada y aterrorizada a la vez. Exponer en NY tiene la gran ventaja de que nadie te conoce. Hay mucha fluidez y rotación de gente, de exposiciones, de obras. Por una parte, esto te desconecta o te aísla un poco como artista y persona con lo cual hay menos presión, pero simultáneamente es menos personal. Me hace mucha ilusión que mi primera exposición en solitario sea en Madrid, porque no deja de ser la ciudad en la que he crecido, y estar rodeada de la gente que te quiere es un sentimiento de apoyo diferente. A nivel profesional me encanta la idea de reconectar con la ciudad de esta manera. Espero que el sentimiento sea recíproco y que la obra sea bienvenida. La exposición se titula “Lo que Queda Después de la Mirada”. ¿Qué significado tiene este título y cómo se refleja en las obras que presenta? “Lo que Queda Después de la Mirada” trae su origen de una conversación que tuve con mi antigua profesora sobre el pintar un desnudo a nivel historia del arte y a nivel humano en cuanto a lo que se refiere ver un cuerpo frente al tuyo. La delicadeza y respeto necesarios, el tener presente la vulnerabilidad inherente en la dinámica que se genera entre el modelo y el pintor. No dejamos de ser personas y por mucho que sea un ejercicio como cuando haces un bodegón, hay que tratarlo con la sensibilidad que merece. La mujer siempre ha sido el tema central de mi obra, y aunque este ha tomado varias formas en cuanto a las maneras de explorar el concepto a través de la representación, creo que ‘el mirar’ es el denominador de la ecuación.
Las obras son pinturas de cuerpos desnudos abstraídos. Unos más que otros, invitan a imaginar la piel y recalibrar el sentimiento de intimidad que es necesario al mirar una piel ajena a la nuestra. Por mucho que la sociedad haya demarcado cuales son las partes visibles y ocultas, la piel no deja de ser piel, ni deja de ser vulnerable al ojo ajeno por mucho que hayamos acostumbrado al ojo a ello. Ha trabajado con grandes artistas como Marcus Jahmal, Adrian Schachter y Agnes Questionmark. ¿Cómo ha influido esto en su evolución artística? Trabajando para Agnes o Adrian -ambos han sido trabajos más puntuales y orientados a la preparación de una exposición específica-, me han servido para exponerme a distintas formas de trabajar. Nada tiene que ver conocer la obra de un artista que estar presente en el estudio y en la intimidad que conlleva la producción de una obra. Ves cómo las cosas van transformándose, las manías de cada uno…, y todo esto te expone a distintas técnicas de las cuales te pueden servir o no pero siempre aportan, ya que son maneras de producir y experimentar a las que no necesariamente te expondrías.
Ha vivido y estudiado en ciudades tan importantes para el arte como Nueva York, Londres y Berlín. ¿Cómo relaciona estas ciudades con su trabajo o evolución?
Creo que cada ciudad funciona de formas muy distintas respecto al arte. Berlín es una ciudad muy buena para el artista emergente ya que la ciudad es muy joven y hay mucho apoyo a la cultura. Hay mucho espacio dirigido por artistas para artistas e iniciativas de todo tipo. Londres, por su parte, es una ciudad más lenta y quizás más seria. En Nueva York hay de todo. Más que influir en mi práctica creo que han sido buenas experiencias para ver las distintas comunidades que se forman en torno al arte. Son filosofías distintas. Nueva York hace que te pongas las pilas porque todo pasa, y si no estás, nadie te espera.
¿Cómo surge el interés por las temáticas que aborda en sus obras?
Llevo trabajando alrededor de la mujer desde que estaba en el colegio y desde entonces he estado desarrollando el tema desde muchos ángulos y formas distintas. Tanto a nivel formal como conceptual. Creo que uno pinta sobre lo que conoce, lo que está al alcance directo.
¿Qué le inspira específicamente de las criaturas marinas o la naturaleza para representar el cuerpo femenino?
A lo largo de la historia del arte la mujer no solo se ha representado de forma directa. Hay mucha simbología e iconografía alrededor de la codificación de mujer, el sexo, y la intimidad, sobre todo lo encuentras en el “still life”. La alusión al cuerpo de la mujer se presenta de muchas formas. Las criaturas marinas y la naturaleza han jugado un rol muy importante en esto, no solo en la pintura, sino también en la literatura. Hasta ha llegado a infiltrarse en la cultura popular. Lo ves en el lenguaje coloquial y derogatorio tanto en inglés como en castellano. Y no es casualidad, pues estas ideas y asociaciones se han formado en el arte clásico “higher art” y se han adoptado hasta llegar a un punto de completa integración en nuestro subconsciente.
Menciona que le inspira el libro “Black Liturgies, Prayers, Poems and Meditations” de Cole Arthur Riley. ¿De qué manera este texto ha influido en su perspectiva y en su obra?
Para mí es un libro muy importante, tanto a nivel artístico como personal. Es una obra contemplativa que combina liturgia, oración, poesía y reflexión para centrar la experiencia negra dentro de las prácticas espirituales de la tradición cristiana. A través de temas como la identidad negra, la liberación, el lamento, la sanación y la memoria colectiva. A través de las palabras, el libro invita al lector a tener una mayor conciencia tanto de su propia humanidad como de la humanidad de los demás. Son unas series de meditaciones a las que siempre vuelvo. Creo que han influido mucho en la forma en la que he enfocado las imágenes al pintar y en la ternura del trazo y aplicación de color.
El lenguaje, como el conocimiento, es una herramienta que permite el cambio y la resistencia. “Concienciar a un número creciente de personas sobre el sexismo en el lenguaje -así como la mayoría de las personas solo se han vuelto conscientes recientemente de los clichés racistas en el lenguaje (y en el arte)- es una tarea importante” (Sontag et al., 2023).
Ha expuesto en diversas galerías internacionales, como la Palo Gallery en Nueva York. ¿Qué expectativas y diferencias espera y encuentra entre el público estadounidense y el europeo a la hora de recibir su obra? Creo que los países funcionan de forma muy distinta. El ritmo de la ciudad es muy rápido y la cantidad de arte y rotación de programas es tan intensa que da la sensación de requerir una menor expectativa. También creo que el público neoyorquino está acostumbrado a ver mucho arte, sobre todo emergente, independientemente a lo que uno se dedique. Exhibiendo en Madrid tengo un sentimiento de más presión. Al ser mi primera exposición en solitario creo que los nervios se agudizan.
La intimidad es un tema central en su obra. ¿Cómo logra transmitir esta sensación al espectador?
Las imágenes están abstraídas intencionadamente. Creo que la abstracción permite que puedas mirar una obra y ver más o menos de lo que retrata. Cuando estoy pintando, busco este grado de desorientación. Una pincelada suave, otra más rápida, otras más lentas..., también hay obras más obvias. Creo que es importante la variación para poder guiar al espectador a entender que lo que está viendo se refiere a algo íntimo. Que cuestione su posición frente a la imagen cuando mire una obra que quizá no tiene claro lo que pueda ser, pero que la imaginación pueda partir de algún sitio.
Además de las obras, la exposición está acompañada de un poema. Para mí esto era muy importante ya que un texto debería aportar de una forma que no obstruya la experiencia. Creo que hay una mala manía en apoyarse en los textos de las exposiciones que hace que el visitante “haya entendido” demasiado rápido la obra y una vez entendida no buscas nada más en la imagen y te vas sin haberte llevado nada. Es casi como si te hubiesen dado las respuestas de un examen, dejas de pensar en la pregunta, pierdes el intercambio, que para mí es la esencia del arte.
¿Cómo equilibra la vulnerabilidad con la fuerza y la autonomía de las figuras femeninas que retrata?
El desnudo es tanto literal como simbólico. No se refiere únicamente a la piel desnuda sino a la piel, al cuerpo, a la humanidad en su plena capacidad. Creo que el hecho de ser vulnerable no interfiere con la fuerza ni la autonomía de un cuerpo. La asociación de la vulnerabilidad o estado de vulnerabilidad no determina tu capacidad, solo es un aspecto más entre muchos. Del mismo modo “la fuerza” y “la autonomía” son conceptos bastante complejos que merecen deconstruir por sí solos. La autonomía no es plenamente autónoma irónicamente. Usamos estas palabras y las cargamos con nuestras propias expectativas, sentimientos de empoderamiento, pero no viene mal pararse a replantearse sus significados, explorar sus limitaciones. ¿Qué significa para ti sentirte fuerte?
¿Podría resaltar influencias, momentos o lugares que le llevaron a definir sus técnicas pictóricas actuales?
La idea es experimentar siempre y no regirse por ninguna técnica específica. Cada imagen requiere un cierto trato ya que no todas se comportan de la misma manera. Me gusta mucho la escuela alemana de pintura. Siempre me ha gustado. La pincelada es de carácter fuerte, es decisiva. Por otro lado, la forma de pintar de New England (costa este) también me atrae mucho. Es más fluida, las formas y figuras son más orgánicas, más lúdicas.
Ha participado en diez muestras grupales en Estados Unidos. ¿Qué aprendizajes se lleva de esas experiencias y cómo le han preparado para esta primera exposición en solitario?
A internalizar de que no hay nada que perder y todo que ganar. Para mi es una suerte siempre que surge una oportunidad de exhibir.
¿Como ha sido el proceso de preparación para “Lo que Queda Después de la Mirada”?
Producir, producir, producir, y en base a eso, recortar y planificar en función a las pinturas. Todo tiene que gravitar alrededor de las obras.
¿Qué diferencias ha notado al preparar una exposición en solitario frente a las muestras grupales?
Son experiencias muy distintas. Cuando se enseña en exhibiciones en grupo suele ser una serie de obras que juntas generan un diálogo o tema más allá de la pieza expuesta a nivel individual. Exponiendo en solitario la atención está plenamente en el artista y su obra y se convierte en una conversación más lineal, más rígida.
Al vivir en Nueva York, ¿cómo logra mantener las raíces españolas presentes en su obra? ¿Siente que su identidad cultural se refleja en su arte?
No creo que se refleje de manera directa, pero en el pasado he usado muchas expresiones castellanas en las titulaciones de obras. De esta forma creo que sí que está latente, pero siempre de forma natural.
Por último, ¿qué espera de los espectadores al contemplar “Lo que Queda Después de la Mirada”?
¡Espero que les interese, por supuesto! ¡Jajaja! Como comentaba antes, para mí es un momento único, en mi tierra, con mi gente… Espero que puedan apreciar la obra tanto como la atención y tiempo que he invertido yo al crearla, o al menos, que no deje indiferente.



