(Nota de tapa )
C he vrole t 400
Subite a mi pasión La era de los compactos arribó a la Argentina con retraso. Al comenzar la década de 1960, las marcas de origen norteamericano afincadas en el país se aprestaban para dar una dura batalla en un competitivo segmento.
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eneral Motors Corporation celebró sus bodas de oro en 1961. En diciembre, coincidiendo con este festejo, la filial argentina anunciaba su intención de producir el nuevo compacto de la por entonces mayor automotriz del mundo: el Chevrolet 400. La inversión prevista demandaba 19 millones dólares, los cuales se sumaban a los otros 20 millones que ya se habían destinado
para la producción de camiones y pick ups. Estaba dirigida a la construcción de la planta de estampados de carrocería en las instalaciones de San Martín y a la expansión de la de motores, situada en la misma facilidad. El 13 de noviembre se había convocado a los medios de prensa a la presentación exclusiva en el Golf Club de Palermo. Antes de su lanzamiento oficial, el auto comenzó a ser exhi-