Revista Mallku

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Argentina

Revista de montaña

Mayo 2023

N° 01

Las siete cumbres

Cuando se jodió el himalayismo

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El reto a alcanzar

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Pa

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Mochilas tus a ve nt

u

Como el ego de los deportistas arruina el espíritu de montaña

Morir por el Everest ¿Que están dispuestos a hacer los alpinistas por llegar a la cumbre?

Las montañas de Argentina Las hermosas cumbres de nuestro país

Sumario N°01

03 Morir por el Everest

10 ¿Cuando se jodió el himalayismo?

14 Los premios FEDME

03

10

16 18

16 Las mejores mochilas de aventura

24

18 Las siete cumbres 22 A la moda en las alturas

Director editorial Secretario de redacción Editor

Daniel Flores Sebastián Ramos Brian Szejkia

Jefe de arte

Alejandro Mella

Editor de fotografía

Ignacio Arnedo

Jefe de corrección

Carlos Martínez

Escritores en este número Alan Arnette, Facundo Arroyo, María Bergés, Sebastián Álvaro, Eugrnio Mazzini Mallku dirección

24 En busca de tocar el cielo 26 Las montañas de Argentina 03

Gerente general Director de contenidos Directora editorial de revistas

Francisco Seghezzo José Rio Teresa Alize

Departamento comercial Director comercial

Gervasio Peña

Gerente comercial

José Buttler

Jefa de desarrollo

Carolina Solda

Jefe de prensa y relaciones públicas

Mariano Mora

Diseño de tapa Constanza Falco Imprenta Imprenta Django Avenida siempreviva 123 +54 11 629 0122 djangoimprenta@gmail.com.ar

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Expediciones

Everest Preparando la temporada 2024

Morir por el

Como la popularización de esta montaña como destino turístico trajo consigo una gran cantidad de fallecimientos.

Solo la mitad de la gente que hay aquí tiene la experiencia necesaria para escalar esta montaña

La temporada de primavera del Everest de 2023 ha terminado, con algunos récords de los que enorgullecerse y otros que evitar.

Si hubiera una palabra para resumir la temporada, sería caótica o quizás mortal. Esta primavera fue la temporada más mortífera de la historia en el Everest.

En esta temporada los datos publicados por el Departamento de Turismo de Nepal, aseguraron haber emitido un total de 454 permisos de ascensión para el Everest (un número récord) a personas de hasta 61 países diferentes, integradas en un total de 41 expediciones. Ademas, le deberíamos añadir un sherpa y medio que apoya a cada extranjero; más de 1.200 personas asistieron a la cumbre esta primavera. También, este número récord de permisos se debe, en parte, a que las autoridades chinas no han abierto sus fronteras al turismo con antelación suficiente para que se organizara ninguna expedición internacional por el lado de Tíbet, así que de nuevo un año más solamente habrá ciudadanos chinos por la vertiente norte.

Crecían los temores de que se repitieran los sucesos de 2019, las largas colas y muertes. Estás filas nunca se desarrollaron, gracias en parte al clima más frío que envió a casa a un mayor número de escaladores a mitad de temporada, muchos de ellos con un virus persistente. Sin embargo, las muertes aumentaron, pero no debido a los permisos récord ni al cambio climático, estos son simples excusas para no abdicarse la responsabilidad.

“

“

Por Alan Arnette

Esta masificación empieza a dejar consecuencias trágicas en la montaña más alta del planeta, ya que en lo que va de 2023 ya se han registrado un total de 12 muertos en el Everest, cifras que superan la suma de muertos en 2021 (3 fallecidos) y 2022 (5 muertos).

Esta cifra de muertes solamente ha sido superada tres veces en toda la historia, siempre con un episodio trágico como telón de fondo. Fueron 12 las personas muertas en la primavera de 1996, cuando ocurrió la tragedia más famosa de la historia del Everest. Murieron 14 personas en la primavera de 2015 como resultado del enorme terremoto que sacudió toda la región (aunque algunas fuentes elevan esa cifra hasta los 25, contando también personal auxiliar del Campamento Base y personas sin permiso de ascensión). Y un total de 17 personas perdieron la vida en la primavera de 2014, por culpa de una fatídica avalancha en la Cascada de Hielo del Khumbu.

Además, durante esta temporada de continuas cimas en el Everest, las redes sociales se han llenado también de testimonios de rescates y evacuaciones. Ha habido expedicionarios que se han sorprendido de haber visto rescates “por todas partes” y otros que han señalado el continuo ir y venir de los helicópteros, evacuando a personas con problemas en la montaña.

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Expediciones Varios equipos locales y extranjeros informaron cumbres del lado de Nepal, incluidos, entre otros: 7 Summit Club, 8K Expeditions, 14 Peaks, Adventure Consultants, Alpine Ascents, Altitude Junkies, Climbalaya, Climbing the Seven Summits, Dreamer's Destination, Elite, Furtenbach. Adventures, Imagine Nepal, IMG, Kaitu, Madison Mountaineering, Pioneer Adventures, Summit Climb y Seven Summit Treks.

A pesar de los fuertes vientos y del luto por la pérdida de tres compañeros de equipo que murieron en la cascada de hielo de Khumbu, el equipo de cuerdas sherpa alcanzó la cima a mediados de mayo. Luego, una vez que los vientos amainaron, cuarenta equipos en el Everest se desplegaron para minimizar la posible aglomeración entre el 15 y el 26 de mayo. Unos 600 alcanzaron la cumbre, aproximadamente el 50% del total de los permisos con apoyo. Una vez más, subieron a la cumbre más sherpas, 350, que clientes, 250, según las estimaciones.

The Himalayan Data Base tendrá las cifras definitivas a finales de este año. Dieciséis escaladores chinos alcanzaron la cima desde el lado del Tíbet, estaban realizando el mantenimiento de la estación meteorológica instalada el año pasado cerca de la cumbre.

Lo que acaparó los titulares fueron los informes aparentemente diarios sobre rescates, congelación, escaladores desaparecidos y muertes. La causa fundamental del caos aún es difícil de saber. Algunos culpan a las cifras récord de permisos, a los clientes inexpertos y a los operadores de bajo costo. Sin embargo, los funcionarios del gobierno de Nepal citan el cambio climático.

El Dr. Yuba Raj Khatiwada, director del departamento de turismo de Nepal, dijo a Bloomberg News e informó en The Vision Times:

“La tasa de mortalidad es bastante alta esta temporada debido al clima y al cambio climático. No hay otra razón. Estamos haciendo todo lo posible para reducir los riesgos, pero el montañismo en sí es riesgoso”.

06

El director general de Expedition Himalaya, Nabin Trital, coincidió: “En comparación con años anteriores, hemos experimentado muchos casos de congelación.

Este año nevó sólo a finales de marzo, por lo que en las montañas hacía más frío, como en las expediciones invernales”.

El director general de Adventure Consultants, Guy Cotter, señaló: “En cuanto a la congelación, fue una estación muy fría, la más fría que mi personal y yo hayamos experimentado jamás. Tuvimos dos sherpas que sufrieron congelación, que es la primera vez en treinta años que alguno de nuestros sherpas sufre congelación.

Por suerte un caso fue superficial y el otro puede perder la punta de un dedo”.

Chris Tomer de Tomer Weather Solutions, consideró que era una temporada más fría de lo habitual: “Hubo algunas cosas que noté sobre el clima del Everest esta temporada. Primero, vi rutinariamente datos de modelos de computadora que sugerían temperaturas en la cumbre más frías de lo normal: -28 °C durante muchas de las ventanas de la cumbre. En mi opinión, tuve tres clientes en el Everest esta temporada, y los tres cambiaron los días de cumbre en función de cuándo planeaban llegar las mayores multitudes. En otras palabras, tenían miedo de hacer cola el día de la cumbre. En segundo lugar, algunas de las primeras ventanas de la cumbre no eran grandes ventanas. Había escaladores que llegaban a la cima en días en que los vientos de la cima soplaban por encima de los umbrales seguros. Y como es el caso de casi todos los años, los mejores días para hacer cumbre con los menores vientos ocurren casi al final de la temporada.”

Lukas Furtenbach, de Furtenbach Adventures, dijo que habían tenido un día en la cumbre de -30° C con vientos de 25 mph pero sin congelación en su equipo.

Señaló que la mayor parte de la congelación se podría haber evitado utilizando servicios profesionales de pronóstico del tiempo y evitando ventanas climáticas riesgosas: “Tengo que decir que nuestro pronóstico del tiempo de esta temporada fue excepcionalmente preciso, especialmente las velocidades del viento en las cumbres. Sí, hacía frío, pero si elegías el día correcto para la cumbre (con vientos bajos), no era un problema”. Añadió que “el equipo moderno, como calcetines térmicos, guantes o manoplas con compresas térmicas y calcetines térmicos, son estándar para nuestros miembros”.

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Récords Se batieron varios récords importantes de cumbres.

Kami Rita Sherpa, de 53 años, estableció un nuevo récord en la cima del Everest con veintiocho cumbres, superando a Pasang Dawa Sherpa, de 48 años, con veintisiete cumbres. Los dos guías sherpas alcanzaron la cima del Everest dos veces esta temporada, intercambiando el liderazgo del récord varias veces. El guía británico Kenton Cool, de 49 años, estableció un récord de un no sherpa con diecisiete cumbres.

Mientras tanto, la noruega Kristin Harla continuó su proyecto de alcanzar la cima de los catorce picos de 8.000 metros en seis meses, con cumbres de Shishapangma, Cho Oyu, Makalu, Kangchenjunga, Everest, Lhotse, Dhaulagiri y Annapurna (ésta con siete sherpas) a partir del 26 de abril del 2023. Todavía necesita subir el Manalsu en Nepal y el K2, el Broad Peak, Gasherbrum I, Gasherbrum II y Nanga Parbat en Pakistán.

También fue una temporada impresionante para los escaladores con discapacidad. El mexicano Rafa Jaime se convirtió en el primer escalador ciego mexicano en alcanzar la cima del Everest con Seven Summits Treks.

El estadounidense Lonnie Bedwell, un veterano ciego de la Marina, también llegó a la cumbre. Estaba con Mountain Professionals. A continuación se produjo la doble cumbre del Everest y el Lhotse de Scott Lehmann y Shayna Unger, que nacieron sordos. Y el soldado británico Gurkha Hari Budha Magar se convirtió en el primer doble amputado por encima de la rodilla del mundo en alcanzar la cima del Everest.

El corredor de montaña catalán Kilian Jornet realizó un valiente intento en la arista oeste del Everest, solo y sin oxígeno suplementario. Publicó en su cuenta de Facebook que provocó una avalancha que lo arrastró 45 metros montaña abajo. El corredor se mantuvo filosófico y dijo: “Creo firmemente en que el cómo es mucho más grande e importante que el qué y, en ese sentido, la subida fue simplemente perfecta. Como un gran rompecabezas con todas las piezas menos una, la cumbre”.

El alpinista Nepali Kami Rita Sherpa alcanzo la cumbre del Monte Everest 28 veces. Foto (AFP).

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Sin oxígeno No fue un buen año para los escaladores que intentaron alcanzar la cima sin oxígeno suplementario.

Varias personas lo intentaron, y todos menos dos, el colombiano Mateo Isaza y el paquistaní Sajidali Sadpara, dieron marcha atrás.

Trágicamente, el 25 de mayo, el húngaro Szilard Suhajda, que escalaba solo sin apoyo de sherpas y sin oxígeno suplementario, desapareció. Fue encontrado al día siguiente en la base del escalón Hillary por un equipo de sherpas de Seven Summits Treks que guiaban a clientes chinos. Reconocieron su ropa y dijeron a las autoridades su ubicación y que estaba casi inconsciente, con edema pulmonar de altura, HAPE y congelación.

Un equipo de búsqueda que buscaba en el área donde fue reportado por última vez no pudo encontrarlo al día siguiente y se presume que está muerto.

Mateo Isaza, tras la cima del Everest. (Foto: Sawatravelcolombia).

Desaparecidos Los informes de escaladores desaparecidos se convirtieron en un acontecimiento habitual. Resulta desconcertante cómo puede desaparecer un cliente con un equipo comercial y sugiere serios problemas con la competencia de esa empresa. El malasio Hawari Bin Hashim, de 33 años, y el indio singapurense Shrinivas Sainis Dattatray subieron al Balcón pero desaparecieron el 23 de mayo.

La esposa de Dattatray aparentemente aceptó que nunca lo encontrarán y publicó en Instagram: “Tenía 39 años y en su gloriosa y rica vida, vivió sin miedo y al máximo. Exploró las profundidades del mar y escaló las mayores alturas de la Tierra”.

El Himalayan Times informó que Ranjit Kumar Shah, con sede en Janakpur, y su guía sherpa Lakpa Nuru Sherpa han estado fuera de contacto desde que llegaron a la Monte Everest. (Foto: Nirmal Purja).

Cumbre Sur el 25 de mayo.

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Expediciones

Fallecimientos En el momento de la publicación de este artículo, trece personas perdieron la vida en el Everest y cuatro siguen desaparecidas. El número de muertos es el más alto en la historia del Everest, superando los dieciséis de 2014. Si los perdidos son declarados muertos, 2023 se convertirá en el año más mortífero con diecisiete muertes. El terremoto de 2015 se cobró entre diecinueve y veinticinco vidas en el campo base del Everest, pero algunas no escalaban; por tanto, 2023 es el año más mortífero para los escaladores del Everest.

La temporada comenzó trágicamente el 12 de abril, cuando tres sherpas perdieron la vida cerca dela cima de la cascada de hielo de Khumbu. Una pequeña sección de la cascada de hielo se derrumbó, enterrando a Tenjing Sherpa, Lakpa Sherpa y Badure Sherpa bajo toneladas de hielo.

Los escaladores de más de cincuenta años se han cobrado un alto precio esta temporada. El 1 de mayo, el estadounidense Jonathan Sugarman, de 69 años, murió en el Campamento 2. El 18 de mayo, el chino Xuebin Chen, de 52 años, murió cerca de la Cumbre Sur. Y el 24 de mayo, el Dr. canadiense Pieter Swart, de 63 años, murió después de regresar al Collado Sur. Ang Kami Sherpa, que trabajaba como personal de cocina para Peak Promotion, murió en el Campamento 2 cuando cayó cerca de la plataforma para helicópteros, y el 16 de mayo, Phurba Sherpa falleció cerca de la banda amarilla sobre el Campo 3.

Varios otros escaladores murieron por causas desconocidas, pero probablemente estuvieron relacionadas con la altitud y no por caídas o malas condiciones de escalada. El escalador moldavo Victor Brinza murió el 17 de mayo en el Collado Sur. El 20 de mayo el malasio Ag Askandar Bin Ampuan Yaacub superó la Cumbre Sur, luego enfermó y murió. Y el australiano Jason Bernard Kennison, de 40 años, murió el 21 de mayo cerca del Balcón.

También, cuya causa exacta de muerte se desconoce, fue la india Suzanne Leopoldina Jesús, de 59 años, que

¿Por qué?

Algunos creen que la causa de las muertes se debe a que escaladores sin experiencia se unieron a operadores de bajo coste. Garrett Madison, fundador de Madison Mountaineering, comentó: “Requerimos que los escaladores hayan completado con éxito varios picos grandes antes de unirse a nosotros en el Everest, como el Aconcagua, Denali, Chimborazo, Cho Oyu, etc. “He visto una tendencia en la que las empresas dicen: ‘No se requiere experiencia/todo es posible’, y yo no apoyo ese modelo”.

Phil Crampton, fundador de Altitude Junkies, añade: “En lo que respecta a los operadores locales poco fiables, se quedan con el dinero del cliente, el sherpa se enferma y se va a casa temprano, el cliente no tiene sherpa, así que se van a casa y luego la empresa cierra y reabre la próxima temporada con un nuevo nombre. Sencillo, brillante y todavía apoyado por el crédulo occidental que debería saberlo mejor pero busca el precio más barato”.

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tenía la intención de escalar el Everest pero abandonó el campamento base enferma y murió en Lukla el 18 de mayo. Se enfermó en el campamento base del Everest pero se negó a bajar en busca de ayuda por varios días.

Furtenbach consideró que muchas de las muertes se podían prevenir: “Aparte de los tres sherpas en la cascada de hielo y el cliente de IMG que probablemente sufrió un ataque cardíaco o un derrame cerebral, estoy convencido de que todas las demás muertes se podrían haber evitado si se hubieran seguido las normas de seguridad y se hubieran aplicado medidas suficientes y suministros de oxígeno en todo momento. Todos tienen un patrón similar. Esto, combinado con el hecho de que se han robado bombonas de oxígeno de varios equipos (incluido el nuestro), muestra uno de los principales problemas de esta temporada, logística de oxígeno y estándares de seguridad”.

Collado sur del Monte Everest. (Foto: Summitpost).

En muchos casos, los dos compuestos de precio barato atraen a quienes no están preparados, con consecuencias nefastas. Lamentablemente, hay personas que pierden la vida en un esfuerzo por ahorrar 10.000 dólares. Parece que no prevén que las personas que no son escaladores son incapaces de cuidar de sí mismos y no pueden controlar sus niveles de energía y oxígeno, y regularmente colapsan después de alcanzar la meta (cumbre). Los incidentes ocurren en el descenso. Las personas con poca o ninguna experiencia que reservan expediciones con pocos recursos (baratas) se exponen a enormes riesgos.

Sin embargo, debido a los mensajes positivos que reciben de estos operadores, son ingenuos ante los peligros que enfrentan. Muchos de estos operadores ni siquiera pueden permitirse financiar las expediciones que han vendido a sus clientes. Simplemente están consiguiendo clientes porque tienen un precio más bajo que el de los demás.

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Himalayismo ¿Cómo llegaron a convertirse en parques de atracciones las montañas más altas del Himalaya y el Karakórum?

¿Cuando se jodió el himalayismo?

A raíz de la muerte del pakistaní Muhammad Hassan en el K2, quien permaneció varias horas vivo mientras quienes ascendían a la cima del K2 pasaban por encima de él sin hacer nada por ayudarle, nos preguntamos: ¿Cómo llegaron a convertirse en parques de atracciones, en basureros inmundos, las escaladas de las montañas más altas y bellas del Himalaya y el Karakórum?

Por Sebastián Álvaro

La primera respuesta, la más lógica y la más directa: Ya que los buenos no hicieron nada (simplemente se quedaron observando lo que hacían) un grupo de tipos codiciosos, corruptos e indeseables, sin ninguna atadura ética, pudieron efectuar toda clase de agresiones, a las personas y al medio ambiente, saltándose todo tipo de normas ambientales, a cara descubierta, cambiando lo que había sido hasta entonces el alpinismo en el Himalaya.

Clientes y sherpas, pasando por encima de Hassan aún vivo sin hacer nada por ayudarle Las imágenes de Muhammad Hassan, un porteador de Shigar muerto en el Cuello de Botella del K2 estos días, mientras los clientes pasan por encima de su cadáver camino de la cima, repugnan a todo ser humano.

Demuestran la degradación moral de los jefes de esas expediciones que dieron la orden de seguir abriendo huella a la cumbre, en lugar de parar la expedición y volcarse en intentar bajar todos a este joven baltí, que estuvo llorando y agonizando durante horas.

Todos ellos carecen del mínimo escrúpulo. Y de ningún respeto por la vida y por la muerte, algo inherente al ser humano desde que tenemos conciencia. Sólo buscan el negocio a cualquier precio. Desde luego no todos los que estuvieron allí ese día tienen la misma responsabilidad, los clientes o los jefes de las expediciones, los sherpas de punta o los porteadores baltíes subcontratados, pero el mínimo detalle de pasar a ver a su familia y acompañar en el duelo a su mujer, su madre y sus hijos, es algo que sólo hicieron 2 de los más de cien clientes que subieron a la cumbre.

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Seguro que entre todos ellos podían haber bajado el cadáver a un lugar más apropiado. También podrían haber efectuado un crowfunding para aliviar la penuria en la que quedan sus familiares. Porque el seguro que cubre a estos jóvenes baltíes, que se juegan la vida para que otros puedan celebrar una cumbre (que no se merecen) tiene una indemnización de unas 200.000 rupias (unos 1500 dólares).

Eso es exactamente lo que vale la vida de un joven pakistaní proveniente de una aldea de las montañas: 1500 dólares Sucesos como este, o los acontecidos anteriormente en el Everest y el K2, con multitud de pérdida de vidas humanas, que se incluyen en el balance de lo que se debe pagar por tener el negocio abierto, las condiciones miserables en las que trabajan los porteadores, el trato degradante de sus jefes nepalíes, la contaminación de las montañas hasta sus lugares más altos, llenando de basura las Catedrales de la Tierra, hipotecando las montañas durante siglos, las estafas millonarias en los rescates fingidos, la colaboración en ellos de las empresas de helicópteros (contaminando además los valles más remotos y solitarios de los Parques Nacionales) la contaminación de los ríos que ponen en peligro la salud de los habitantes de los valles, la deforestación, la corrupción de los responsables en preservar estas joyas naturales, que miran a otro lado para que no se aplique la ley, son algunas de las prácticas que han convertido las expediciones comerciales en el Himalaya y el Karakórum (muy especialmente las de algunas agencias nepalíes), en el mayor peligro que ha sufrido el Alpinismo a lo largo de sus más de doscientos años de Historia.

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“

Sin duda escalar altas montañas es una actividad peligrosa. La diferencia es que antes la responsabilidad era competencia de los escaladores que tomaban sus propias decisiones. Ahora es simplemente un negocio en manos ajenas.

”

En el Everest, dejar abandonado a un moribundo, es una situación que se repite desde hace más de veinte años. Lo nuevo es que ahora, desde hace cinco o seis, también se produce en el Karakórum, dónde se han aposentado esas mismas empresas nepalíes, tratando de ampliar un suculento negocio de decenas de millones de dólares.

¿Cómo la comunidad de montañeros han podido consentir todo esto?

Un poco de historia: Las noticias que llegaban del Everest, en la primavera de 1996, conmocionaron a la opinión pública del mundo entero. Dos conocidos guías de montaña, el neozelandés Rob Hall y el norteamericano Scott Fisher, pugnaban por hacerse un nombre entre los guías de montaña que pretendían llevar clientes a la cumbre del Everest, a cambio de una gran cantidad de dinero.

En el grupo de Rob Hall iba encuadrado un alpinista, y un notable escritor, Jon Krakauer, que de aquella tragedia vivida en primera persona (en la que murieron doce personas) escribiría un libro que se convertiría en un best seller, “Mal de altura”, que daría a conocer por primera vez, a nivel mundial, que al Everest podían subir no sólo alpinistas preparados, sino cualquier persona dispuesta a pagar unas decenas de miles de dólares.

Aquel libro de Krakauer se convertiría, a corto plazo, en la mejor campaña publicitaria para las agencias que estaban ávidas de clientes con un alto poder adquisitivo. La larga lista de fallecidos en dos días de mal tiempo, en la parte superior del Everest, no sólo no restó clientes sino más bien lo contrario.

Los morbosos detalles de la muerte de Rob Hall, narrada en directo, la polémica de Krakauer y el guía ruso Anatoli Boukreev, (muerto poco después en el Annapurna) terminaron de componer un relato épico que, de repente, hizo que muchos quisieran hacer realidad su sueño de pisar la cumbre del Everest.

No sirvió de nada que, ya en mayo de 1996, la revista Newsweek avisase que la tragedia del Everest fue debida a que “las rutas del Everest estaban llenas de montañistas y cadáveres” y se terminaba preguntando:

“

¿No habrá demasiados aventureros donde no les corresponde estar?

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”

Las imágenes de personas agonizando que nadie atiende se hicieron virales y se normalizaron Los primeros en darse cuenta de la oportunidad de negocio fueron algunas agencias occidentales, que ya montaban expediciones con montañeros tradicionales, pero que no contaban con la experiencia para organizarlas ellos solos. Y los precios subieron escandalosamente de la noche a la mañana. Muy pronto, de facto, las agencias nepalíes se harían con el monopolio de la explotación del Everest. En ese corto periodo de tiempo, a principios del siglo XXI, la montaña más alta del mundo había sido comercializada, masificada y banalizada.

Aquella montaña que había sido escalada por Mallory, Hillary, Habeler y Messner, convertida en un mito del alpinismo mundial, se había transformado en un desastre medio ambiental y un atentado al Alpinismo y sus valores tradicionales.

Las imágenes de centenares de personas siguiendo una cuerda, los cadáveres que sirven de “señalizadores” de la ruta, las personas agonizando que nadie atiende, la falta, en definitiva de humanidad, compasión y valentía, se hicieron virales y se normalizaron. La última temporada se cerraría con 17 personas muertas, que se asumen como “inevitables”, accidentes que forman parte del negocio. Un alpinismo y un negocio sin alma, deshumanizado, que no tiene sentido y que avergüenza verlo a todo alpinista o persona con conciencia.

En la primavera de 2013 se produjo un hecho que debería haber despertado, definitivamente, a la comunidad alpinista: Cuando un grupo de sherpas enfuSu única ofen- recidos intentó linchar en el campo sa es que habían 2 del Everest a tres reconocidos escalado por en- alpinistas: el italiano Simone Moro, cima de ellos. A el suizo Ueli Steck y el británico pesar de la gra- Jonathan Griffith. vedad de los hechos se tapó el asunto, no se tomaron medidas contra los violentos y algunos desinformados bien pensantes, apoyaron la agresión por “la falta de respeto” a las tradiciones sherpas, que era, y es, que nadie puede escalar por encima de ellos.

El mensaje era claro: El Everest es nuestro, el negocio es nuestro, aquí no tenéis sitio. Algunos pensaron que dejarles que se quedaran con el Everest en propiedad, era la única opción para salvar al resto de las montañas.

Sin duda se equivocaron, pues la codicia, por definición, no tiene límites. Nunca es suficiente dinero.

En realidad el negocio del Everest no es de los sherpas.

Los valles de los sherpas, (y de otras etnias, que pueblan las grandes montañas del Himalaya) siguen contando con las aldeas más míseras y pobres del mundo.

Las grandes agencias (que controlan, en algunos casos, empresas de helicópteros y aviones) se quedan con la parte grande de lo recaudado, que supera decenas de millones de dólares, mientras las migajas se las reparten entre algunos privilegiados, que tienen la capacidad de participar y dirigir algunos grupos, y los pobres porteadores que aprovisionan los campamentos y acompañan a los clientes. Nada de eso revierte en mejores escuelas y hospitales.

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El desprecio de la cultura montañera

Himalayismo Nepal sigue estando en los peores puestos en tasas de escolarización, de mortalidad infantil y de calidad de vida. Los pobladores de los valles, alejados del trasiego de los turistas que suben y bajan, siguen igual de pobres. Y nadie se acuerda de ellos.

No sólo eso, sino que, proporcionalmente hablando, son más pobres y los porteadores cobran menos que hace dos décadas.

“

Trampas, dopping, botellas de oxígeno repartidas por las montañas, componiendo un relato plagado de inexactitudes y mentiras, con una ética del comportamiento alejada del alpinismo y del mínimo de honestidad requerida a cualquier persona.

”

Y lo peor estaba por llegar. Al calor de este infame parque de atracciones, crecieron como setas, “nuevos” alpinistas que persiguen nuevos “récords”. Como el inefable Nirmal Purja, un narcisista que se precia de haber batido a Messner y Kukuczka, escalando los 14 ochomiles en siete meses, olvidando, porque jamás ha debido leer un libro de montaña, que el alpinismo exige respeto a la Gran Naturaleza, y ocultando que fueron sherpas los que prepararon las montañas, pusieron las cuerdas y abrieron huella, con helicópteros que le trasladaron.

La última ha sido la noruega Kristin Harila que dejó reducido a la mitad el tiempo dedicado a escalar los catorce ochomiles, aunque silenciando que para colocar las cuerdas fijas en el Manaslu, sus sherpas utilizaron un helicóptero que les subió las bobinas al campo tres, y así las fueron colocando cuesta abajo. Harila, por cierto, fue una de los alpinistas que ese nefasto día hicieron cumbre en el K2, celebrando su “nuevo récord”.

Y, ¿ahora qué podemos hacer?

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• Comunicar de forma rigurosa que es ese turismo masificado de montaña. Que no son los sherpas, ni Nepal, quienes lo fomentan y se aprovechan de ello, sino unas determinadas agencias, con nombres y apellidos.

• Exigir que los Parques Nacionales cumplan sus propias normas, que impediría acometer estos atropellos.

Que acaben con los abusos laborables de sus porteadores, que deben de tener salarios dignos y algún seguro de protección. Y obligar a estas agencias a declarar sus ingresos, para que una parte de impuestos revierta en sus sociedades.

• Explicar que este turismo deshumanizado y destructor, además de no tener sentido bajo el punto de vista de la ética montañera, es una práctica que implica un alto riesgo para personas que no tengan un mínimo de formación y preparación física; y, además, supone un grave atentado medio ambiental contra las montañas más altas de la Tierra y sus ámbitos ecológicos: glaciares, ríos, bosques y poblaciones locales. Si este estado de cosas sigue así habrá que dejar de hacer turismo en estos lugares.

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Alpinismo Por Sebastián Álvaro

¡Se abren las inscripciones!

Alpinismo Extraeuropeo:

Mont Blanc, Francia. (Foto: María Hage).

Alpinismo Europeo: Es una actividad que consiste en realizar ascensos sobre paredes o muros artificiales. Estos muros están equipados con presas de escalada, fabricadas en algún material sintético como poliuretano, que consiste en una forma de agarre o sujeción en la pared de escalada.

Escalada en pared:

Himalayismo:

Lumle, Nepal. (Foto: Sanjay Hona).

En esta categoría se premia unicamente las ascensiones en montañas ubicadas en Europa.

Tonsai, Tailandia. (Foto: Hu Chen).

En esta categoría se premia unicamente las ascensiones en montañas ubicadas fuera de Europa.

La Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada convoca sus galardones anuales, que premian las actividades realizadas por los deportistas federados en escalada y alpinismo. Se podrán presentar proyectos de diferentes modalidades que se enmarcan en 4 categorías: Uhuru Peak, Tanzania. (Foto: Crispin Jones).

Los premios FEDME 2023

Es la ascensión de altas montañas ubicadas dentro del sistema del Himalaya. Los cordones que lo integran son: las cordillera del Himalaya, la cordillera del Karakórum, Hindú Kush y otras cordilleras menores que se extienden a partir del Nudo del Pamir y sus subcordilleras adyacentes.

Los Premios FEDME son concedidos por el Comité de Actividades de Alto Nivel y están destinados exclusivamente a todos los federados que posean la licencia federativa FEDME vigente con la modalidad de seguro deportivo acorde a la actividad realizada. ¡Unos galardones que repartirán 12.000 euros en premios!

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Expediciones Por Facundo Arroyo

Preparando la temporada 2024

Las mejores mochilas de aventura ¡Aquí te mostramos todo lo nuevo en equipamientos de mochilas con tanques de agua, para que estés preparado y cómodo en todas tus aventuras!

Para alpinismo

Mochila Black Hole 25l $161.000 Patagonia

Mochila Triolet 32+5 L $257.200 Ferrino

Mochila Fitz Roy 45l $154.745 Altus

Mochila Peak Ascent 42l $305.532 Lowe Alpine

Para escalada

Mochila Aeon 35l $219.00 Rab

Mochila Zt10 Xpac 45l+5l $219.543 Naturehike

Mochila Kyte 46l $283.290 Osprey

Sunlite Backpack 40l $137.255 La Sportiva

Civik Mochila 38l $100,887 NTK

Mochila Leaf-navy 24l $364.000 Deuter

Para trekking

1° foto: Patagonia, 2° foto: nakaoutdoors, 3° foto: montmagicas, 4° foto: alpine treek, 5° foto: Rab, 6° foto: nakaoutdoors, 7° foto: altitude sport, 8° foto: nakaoutdoors, 9° foto: nakaoutdoors, 10° foto: absolute snow

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Alpinismo Las montañas más altas de cada continente:

Las siete cumbres En casi toda América, excepto en Estados Unidos, la lista y reto a alcanzar es el de las Seis Cumbres, puesto que se considera al monte Aconcagua como ya el de mayor altura del continente americano, siendo la idea de una cumbre máxima por cada continente. Alcanzar la cima de todas es considerado uno de los mayores desafíos en el montañismo.

María Bergés

1 Everest Asia 8.848 m

2 Aconcagua América del Sur 6.962 m

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Denali (Foto: Sarah Zerkel)

Aconcagua (Foto: LAC Geo).

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Monte Everest (Foto: James Cluer)

Denali América del Norte 6.194 m

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Bass VS. Messner La primera lista de las siete cumbres, conocida como Lista de Bass o Lista Kosciuszko, fue propuesta por Richard Bass en 1980 y elige la montaña más alta de Australia (monte Kosciuszko, 2228 m.s.n.m.) como la más alta de Oceanía. Reinhold Messner propone otra lista conocida como la Lista de Messner o Lista Carstensz, sustituyendo el monte Kosciuszko por el Nemangkawi / Jaya o pirámide de Carstensz (4884 m.s.n.m.), el pico más alto de Oceanía, en la isla de Nueva Guinea.

Planisferio donde se muestran las nueve cumbres más altas de cada continente según distintas listas. (Foto: National Oceanic and Atmospheric Administration).

Richard D. Bass en el Monte Everest, 1985. (Foto: The Salt Lake Tribune).

Reinhold Messner. (Foto: Messner Museum).

7

Vinson Antártica 4.892 m

Monte Elbrús (Foto: Alpine institute)

Kilimanjaro (Foto: Tim Ward)

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6

Elbrús Europa 5.642 m

Puncak Jaya Oceanía 4.884 m

Pucak Jaya (Foto: Wayne Morris)

5

Kilimanjaro África 5.895 m

Monte Vinson (Foto: shutterstock)

4

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Cumbre del Everest (Foto: Getty images).

Alpinismo

Monte Elbrus (Foto: Anna Yablonskaya).

Aconcagua (Foto: LAC Geo).

Parque Nacional Denali (Foto: Joris Beugels).

Primeros en la cumbre Matthias Zurbriggen (Foto: National Geographic).

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Nicholas Clinch y miembros del Club Alpino Estadounidense (Foto: The Alpine Club).

Edmund Hillary y Tenzing Norgay (Foto: National Geographic).

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Kilimanjaro (Foto: Stephan Bechert).

Cumbre del Monte Vinson (Foto: Alpine ascents).

Puncak Jaya (Foto: Kalian Hebat).

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Hans Meyer (Foto: El Kilimanjaro).

Hudson Stuck y Harry Karstens (Foto: National Geographic).

Anton Colijn, Frits Wissel y Jean Jacques Dozy (Foto: National Geographic).

F. Crauford Grove, F. Gardner, H. Walker y P. Knubel (Foto: National Geographic).

Everest: Edmund Hillary y Tenzing Norgay, 1953.

Aconcagua: Matthias Zurbriggen, 1897.

Denali: Hudson Stuck y Harry Karstens, 1913.

Kilimanjaro: Hans Meyer, Ludwig Purtscheller y Yohanas Lauwo, 1889.

Elbrús: F. Crauford Grove, F. Gardner, H. Walker y P. Knubel, 1874.

Vinson: Nicholas Clinch y miembros del Club Alpino Estadounidense, 1966.

Puncak Jaya: Anton Colijn, Frits Wissel y Jean Jacques Dozy, 1936.

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Excursiones

A la moda en las alturas Disfruta de las montañas con total comodidad

Por Alan Arnette

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Mallku

Historia

En busca de tocar el cielo

La carrera por lograr llegar a la cima

Durante un siglo, estuvo vigente la competencia por haber alcanzado la altitud máxima por un ser humano. El 29 de mayo de 1953, el récord quedó obsoleto al ascender Edmund Hillary y Tenzing Norgay los 8.848 metros del pico más alto.

Por Isaac Fernández El 29 de mayo se cumplió el 70 aniversario de la primera ascensión al Everest, culminada por Edmund Hillary y Tenzing Norgay en 1953, formando parte de la enésima expedición británica que lo intentaba. El histórico logro ocupó también, desde ese momento y para siempre, el primer puesto en los récords de mayor altura jamás alcanzada por un ser humano y de montaña más alta escalada. A partir de entonces, se podría hacer sin oxígeno, en solitario o con un estilo más limpio, ligero o expuesto, pero nadie iba a poder llegar más arriba nunca más.

Antes de ese 29 de mayo de 1953, pasaron cien años en que los montañeros tiraron de sentido de exploración para ir ganando metros de altura en sucesivas escaladas.

Y es que, para empezar, el registro del récord comienza en la década de 1850 porque fue entonces cuando se comenzaron a escalar altitudes superiores a las que habían ascendido las tribus precolombinas en los Andes: está documentado un sacrificio inca que legó a la posteridad los cuerpos de tres muchachos en la cima del volcán Llullaillaco (6.739 m), en la Puna de Atacama.

Algunas fuentes apuntan a que los incas también habrían escalado el Aconcagua (6.962 m), aunque no existen evidencias claras de ello más que una momia hallada en un santuario incaico a 5.300 m. Un esqueleto de guanaco fue descubierto en su arista somital (hoy llamada Filo del Guanaco) y algunas hipótesis apuntan a que llegó hasta allí acompañando a un hombre, quizás también de época precolombina.

El Aconcagua en el 1800

Durante la segunda mitad del siglo XIX, el récord de mayor altura escalada se batió pocas veces y tampoco es que se superara con demasiada diferencia el Llullaillaco de los incas. Los hermanos científicos y exploradores alemanes Adolf y Robert Schlagintweit lo lograron en 1855, al alcanzar los 6.785 metros en un intento al Kamet (7.756 m), en el Himalaya de Gharwal, mientras participaban en un estudio topográfico para la agencia Survey of India a las órdenes de Andrew Scott Waugh (quien propuso el nombre de Everest para el Everest).

Tres décadas después, en 1883, el inglés William Graham y los suizos Emil Boss y Ulrich Kaufmann aseguraron haberse quedado a escasos diez metros de la cima del Kabru Norte, cuyos 7.338 m se alzan al sur del Kangchenjunga en la frontera indo-nepalí. Sus logros no fueron aceptados por la comunidad exploradora de la época, que les achacan falta de precisión en sus descripciones. No obstante, los noruegos Carl Wilhelm Rubenson e Ingvald Monrad Aas, que se quedarían a 50 metros de la cima en 1907, afirmaron que sus predecesores habrían llegado a su misma altura.

De todos modos, la historia sitúa todavía al guía suizo Matthias Zurbriggen y su cima del Aconcagua (6.962 m) de 1897 como la cota más alta escalada hasta la conclusión del siglo XIX. Matthias Zurbriggen, cumbre del Aconcagua, 1897 (Foto: Mendoza antigua)

Los niños de Llullaillaco (Foto: anred)

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El Chogolisa Durante los primeros años del siglo XX, antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, se consolidaron los 7.000 metros. Sus pioneros fueron el explorador inglés Tom George Longstaff y sus guías de Courmayeur, Alexis y Henri Brocherel. El terceto estimó haber alcanzado, junto con seis porteadores locales, una altura de entre 7.000 y 7.300 m en un intento de julio de 1905 al Gurla Mandhata (7.694 m), en el Tíbet. Más precisa fue su cumbre del Trisul (7.120 m), en el Himalaya indio, conseguida dos años después, en junio de 1907, por ellos tres y el local Karbir.

Su récord de altura, no obstante, no duró demasiado, puesto que en octubre de ese mismo 1907, llegó el citado intento de los noruegos Carl Wilhelm Rubenson e Ingvald Monrad Aas, que alcanzarían los 7.288 m y se quedarían a 50 metros de la cima en el Kabru Norte.

Aunque, sin lugar a dudas, la gran estrella de la exploración en altura de la época fue el Duque de los Abruzzos. Una de las expediciones al Karakórum que lideró marcó el último récord de altura en una montaña que no fuera el Everest al rozar los 7.500 metros en el Chogolisa (7.668 m).

Los sietemiles

Durante el período de entreguerras, la escuela británica dominó las alturas. Por un lado, el récord de mayor altitud escalada se situó en las sucesivas expediciones al Everest de la década de 1920, que lo fueron ampliando a medida que le ganaban terreno a la montaña. Por otro lado, las montañas más altas escaladas también correspondieron a los ingleses de la época.

Después del Pico Lenin (entonces Kaufman) de los alemanes Karl Wien y Eugen Allwein en 1928 y del Jongson Peak del austriaco Erwin Schneider y el alemán Hermann Hoerlin en 1930, llegaron los primeros sietemiles altos de manos de algunos de los más reputados exploradores ingleses. Los primeros en alcanzar una cima por encima de 7.500 m fueron Frank Smythe, Eric Shipton, R.L. Holdsworth y Lewa Sherpa en el Kamet (7.756 m), de 1931.

Y antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Bill Tilman y Noel Odell posaron la ansiada cumbre del Nanda Devi (7.816 m), también en el Himalaya indio.

Los ochomiles

Hubo que esperar a la década de 1950 para que el mundo sanara un poco las heridas de la Segunda Guerra Mundial y volviera a haber expediciones a las grandes montañas. Precisamente, ese 1950 significó la ascensión del primer ochomil, el Annapurna (8.091 m), a cargo de la expedición francesa de Maurice Herzog y Louis Lachenal.

Ellos no batieron el récord de mayor altura escalada.

Ya el 20 de mayo de 1922, George Mallory, Howard Somervell y Edward Norton lo habían trasladado a la cara norte del Everest, donde subieron hasta los 8.170 m sin la ayuda de oxígeno artificial. Durante esa misma expedición, el 23 de mayo, George Finch y Geoffrey Bruce marcarían 8.320 m con oxígeno.

El 4 de junio 1924, de nuevo Edward Norton subió sin oxígeno hasta una altura de 8.570 m. Y tres días después, se produjo la histórica desaparición de George Mallory y Andrew Irvine, de quienes no se sabe a ciencia cierta qué altura llegaron a alcanzar en su intento de cima. Aunque es muy probable que superaran los 8.600 m que marcó la expedición suiza en 1952, con Raymond Lambert y Tenzing Norgay por la cara sur.

Finalmente, llegó la definitiva expedición británica de 1953, de nuevo por la cara norte. El 26 de mayo, Tom Bourdillon y Charles Evans llegaron hasta los 8.760 m, donde se tuvieron que dar la vuelta por una avería en su sistema de oxígeno. Tres días después, el neozelandés Edmund Hillary y el nepalí Tenzing Norgay alcanzarían por fin la cumbre.

“Si es una vergüenza ser el segundo hombre en escalar el Monte Everest, entonces tendré que vivir con esta vergüenza”.

Tenzing Norgay

George Mallory y Andrew Irvine (Foto: bbc)

Nanda Devi (Foto: Himalaya alpine)

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El hombre había llegado, al fin, a la cima del mundo.

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Excursiones Descubrí los paisajes preciosos de nuestro país

Las montañas de Argentina

Por Juan Martín Méndez

Conoce varias de las majestuosas montañas que se extienden a lo largo de Argentina. Podrás conocer la gran variedad de paisajes y biomas con los que cuentan nuestro territorio.

Cerro Fitz Roy

El Aconcagua Ubicada en el departamento Las Heras, en la provincia de Mendoza, integra la Cordillera Principal, la cual es un componente de la cordillera de los Andes. Con una altitud de 6960,8 m.s.n.m., es el pico más eminente de los hemisferios meridional y occidental.

Cuenta con varias actividades como: trekking en el Valle de Horcones y en la Quebrada de Horcones, la ascensión por varias rutas, o conocer todas las diferentes actividades que presenta el Parque provincial Aconcagua. ¡No te podes perder su belleza!

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Serranía de Hornocal

Es una sierra ubicada a 25 kilómetros de la ciudad de Humahuaca en la provincia de Jujuy.​ Este accidente geográfico tiene una altura de 4761 m.s.n.m.

En este se puede hacer senderismo y excursiones, además de conocer sus muchos miradores y magníficos colores.

Esta sierra se puede visitar con un tour, en vehículo propio o hacerlo caminando.

Cerro Tronador Se encuentra en la zona sur de la cordillera de los Andes, en la frontera entre Argentina y Chile. Separa dos parques nacionales: el Nahuel Huapi, en las provincias de Río Negro y Neuquén, Argentina; y el Vicente Pérez Rosales en la provincia de Llanquihue, Chile.

Aquí podrás hacer, excursiones, paseos, alpinismo y conocer sus cascadas, glaciares y flora.

Es una montaña de 3405 m.s.n.m. ubicada al oriente del campo de hielo Patagónico Sur en la frontera entre Argentina y Chile, en la Patagonia, cerca de la villa de El Chaltén.

El grupo montañoso al cual pertenece conforma uno de los grandes nunataks del campo de hielo patagónico sur.

Es una de las montañas más difíciles de escalar del mundo, a pesar de esto, también cuenta con muchísimas actividades, como trekking, conocer sus lagunas, excursiones y senderismo al rededor de este gran cerro.

Argentina se ubica al sur del continente americano y posee una variedad de ecosistemas únicos y llenos de biodiversidad alojados en 3 millones de kilómetros cuadrados aproximadamente. Esta riqueza de ecosistemas son el resultado de los largos procesos geológicos transcurridos en millones de años que han formado relieves para sustentar los bellos paisajes de este país.

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