DE SUR A SUR ANDALUCÍA
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Nº 66 julio 2015
África, un "país" de tópicos Durante el curso que acaba África ha sido para ASPA un referente continuo en charlas exposiciones y proyectos de cooperación. En este recorrido solidario hemos podido observar, sin embargo muchos tópicos. Se habla de que todos los africanos viven en un mismo país, son pobres y vagan desnudos por sus desérticos paisajes, al igual que los españoles visten de torero y los mexicanos solo toman tequila. Por eso siempre es buena una ocasión para desmontar sus tópicos más célebres. África, el país más grande del planeta. Es también el mayor de sus tópicos. En el imaginario colectivo, es algo parecido a China, un estado de dimensiones colosales con miles de millones de habitantes de una sola raza. La realidad diferenciada de sus 54 países requiere un esfuerzo demasiado complejo para nuestra cultura de masas, y más tratándose de un continente de pobres.
Calor y sequía. Una escena habitual en el aeropuerto internacional de Nairobi es la del turista disfrazado con pantalones cortos (modelo explorador), camiseta y sandalias “todoterreno”. Llega dispuesto a
vencer al asfixiante calor y a las dificultades de una vida entre polvo y escasez de agua. Pero es julio, la temperatura en la capital keniana es de 10 grados centígrados y llueve a mares. De camino a su hotel, pedirá al taxista que encienda la calefacción y atravesará barrios de naturaleza desbordante.
Los niños pobres y sus moscas. Sí, los hay, y no solo niños. Hay centenares de millones de personas por debajo del umbral de la pobreza (el 85% de la población en algunos países) y muy pocas interesadas en solucionarlo. Pero, aunque prevalezca la iconografía del niño asediado por las moscas en mitad de una tierra seca, también hay urbes modernas, autopistas, coches caros y una escala social que incluye clase media y ricos. Estos últimos, muy pendientes, además, de unas previsiones de crecimiento superiores al 25% en algunos casos. No tienen nada, pero se les ve felices. Pregunte a uno de esos africanos “felices” si le gustaría mantener su salario de 70 euros al mes y continuar viviendo en una chabola durante el resto de su vida. No