DE SUR A SUR ANDALUCÍA
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Nº 105 enero 2017
Entre subida de las pensiones y el eterno peaje del pago a la industria militar Mientras el Gobierno se ha negado en redondo a que la próxima subida de las pensiones exceda el mínimo legal, es decir, el 0,25 %, ha apostado por la industria miliar. La gota de agua que ha colmado el vaso ha sido el veto a una proposición no de ley aprobada por la mayoría del congreso para preservar su poder adquisitivo de los pensionistas, en 2017. Se trataba de una proposición no de ley suscrita, a finales de noviembre, por el PSOE, Podemos, ERC, PNV y el Grupo Mixto. Pedía una subida del 1,2 % en 2017, que obligaría a la Seguridad Social a desembolsar 1.300 millones de euros más que en 2016. Pero el Gobiernos utilizó su derecho a rechazarla. La excusa es que eso conllevaría un aumento neto del gasto, un coste inasumible por el estado.
Esta realidad contrasta con las pretensiones de la Ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, de incrementar el presupuesto inicial de Defensa. De hecho ha confirmado que el presupuesto de Defensa subirá un 30 %. Se especifica la cifra del incremento del presupuesto ordinario de Defensa en más de 1.800 millones de euros, que darían de sobra
para igualar el aumento de las pensiones al IPC previsto.
Ese dinero, por el contrario, se dedicará a sufragar la parte correspondiente de los Programas Especiales de Armamento (PEAS), puestos en marcha durante el primer mandato de José María Aznar y cuyo montante total ronda los 30.000 millones de euros hasta 20130. En la recién acabada legislatura, los pagos se atendieron a través de créditos extraordinarios, que el Gobierno del Partido Popular lograba sacar adelante gracias a su mayoría absoluta, evitando así de que fueran objeto de debate político y mediático con motivo de la tramitación anual de los presupuestos en el parlamento. Los PEAS, que promovió al anterior titular de Defensa, Pedro Morenés, cuando era secretario de Estado del departamento, prevén la adquisición de aviones de combate y de transporte, helicópteros, carros blindados, fragatas y submarinos entre otro material de guerra. Ni siquiera en los años más duros de recortes se