POSESIÓN DEL PRESIDENTE LENÍN MORENO Y EL VICEPRESIDENTE JORGE GLAS PARA EL PERÍODO 2017 - 2021 Quito, 24 de mayo de 2017 José Serrano Salgado Presidente de la Asamblea Nacional del Ecuador I. SALUDO A LA DEMOCRACIA Ciudadanas y ciudadanos: Es un honor, a nombre de los 16 millones de ecuatorianos representados en esta Asamblea Nacional, saludar la presencia del compañero Presidente Rafael Correa Delgado, que está junto a su pueblo, para darle la bienvenida a las nuevas autoridades políticas del Ecuador, electas para el período 2017-2021: el Presidente Lenín Moreno Garcés y el Vicepresidente Jorge Glas Espinel. En las elecciones del últimos 2 de abril, los ecuatorianos hemos sido testigos no de la victoria de un movimiento político, sino de la celebración de la libertad y la democracia que hemos consolidado. De igual manera un saludo a la Patria Grande y a los Presidentes de los países hermanos que nos acompañan. Su presencia en este día ratifica el destino democrático que construimos para Latinoamérica y consolida la defensa común de la autodeterminación, como un legado indiscutible de nuestras luchas de independencia. Precisamente un día como hoy, el 24 de mayo de 1822, en las cimas del Pichincha se libró la batalla que desterró el régimen colonial de nuestro suelo. Ese recuerdo nos permite revivir la gesta de los héroes del pasado, luchando para defender, en estas cumbres, nuestro derecho a existir como países libres. Ese derecho a ser, que se expresa en la sencilla palabra “soberanía”, definió las batallas de aquel entonces y todavía define muchas de las rupturas del presente. En las batallas que hoy libramos por nuestra definitiva independencia, tenemos por enemigos visibles la pobreza, la inequidad y la desigualdad, como síntomas todavía remanentes de un sistema político y económico, que valoró la vida humana como un recurso más, dentro de un esquema contable. Alguna vez Sartre apuntó que las ideas, antes de concretarse, tienen un extraño parecido a la utopia. Hace diez años eso era la Revolución Ciudadana, una utopia. Sin embargo, aquí estamos, gracias al liderazgo de Rafael Correa, dejando atrás una democracia simplemente representativa y consolidando la democracia redistributiva que expande los derechos económicos, sociales y culturales de nuestro pueblo. Gracias a su coraje, persistencia y entrega Presidente Correa. Durante todo el siglo XX, los poderes públicos se utilizaron para consolidar estos grupos de poder y las leyes fueron instrumentos que se usaron, no a favor, sino en contra de los derechos ciudadanos de las grandes mayorías. Al final de la centuria, Ecuador se contaba entre los países más pobres e inequitativos de la región, con casi el 40% de la población bajo la línea de pobreza y con los últimos o penúltimos índices estadísticos de Suramérica en educación, salud, seguridad y modernización. El servicio público, que es la razón de ser del Estado, fue desvirtuado por una clase política que