INMUTABLE

Uma Angulo Arroyo Projecte integrat, 2022
Cicle Formatiu de Grau Superior d’Il·lustració
M.Josep Forcadell / Òscar Sarramia, tutor/a de Projecte integrat
Violant Cebrià / Pilar Anglarill, professora de Suport digital Escola d’Art La Industrial Comte d’Urgell, 187 08036 Barcelona
En el número 19 de la calle Salsipuedes…
—¡Ay! Antón, hijo, ¿cómo estás?
—Pues sí, es que la niña ha estao muy liada con el acceso a la universidad, que se quiere ir a Inglaterra, niño, a ver si entra y nos mandan la carta de admisión en estos días.
—Espero que sí, bueno, me voy que me cierra el súper. Luego nos vemos.
—Hola Segun, reina, muy bien, ya sabes, trabajando como siempre… ¿Y vosotros qué? Hace días que no os veo.
— ¡Ay! No me digas, qué bien, ya verás que la admiten, Esther es un hacha.
— Pues por lo que me han dicho está fatal… Los anteriores inquilinos se fueron muy descontentos, entre las humedades, las plagas y los vecinos, ya sabe lo que tienen los edificios antiguos.
—Hola, disculpe, ¿sabe algo del piso en alquiler?
El primero B.
—¡Uf! Qué mal… Mejor miro en otro sitio, muchas gracias.
Estimado Sr/Sra Esther Garcia
Lamentamos informarle de que no ha sido seleccionada para la admisión en la Universidad…
—Hola, Antón, ¿cómo va todo, tío?
—¡Hombre, Pedro! Todo bien, ¿y tú qué?
—De camino al curro, que no llego…, luego te veo.
Claro que puedo pasar, no os preocupéis, vosotros a disfrutar de la familia.
—¿No me digas que por fin has conseguido quedarte embarazada? ¡Qué ilusión!
—¡Ay, Antón! Justo te iba a llamar, vamos a hacer una ecografía y luego un par de días con mi madre, y me preguntaba si tú podrías ponerle comida al gato, ya que pasas por aquí todos los días.
—¡Gracias, amigo!
—Espera, espera, que te ayudo a subir la compra, Agustín. Tú y tu manía de no coger nunca el ascensor…
—Gracias, muchacho…
—Seguro que ella también, allá donde esté…
—¡Ay, estos chicos! ¿Sabías que se van a vivir juntos? Me recuerdan a mi Conchi y a mí cuando nos casamos. La echo mucho de menos…
—Pues buscando casa… Tengo ganas de mudarme a un chalet en las afueras. Encima sabiendo cómo está este edificio y las plagas que tiene…
—Bueno, te deseo suerte en tu búsqueda, si me entero de algo, te aviso.
—¡Pedro! ¿Cómo va?
—¡Chicos! ¿Y esas caras?
¿Qué ha pasado?
—¿No me digas…? ¡Qué mal! Bueno, Esther, tranquila, seguro que a la próxima lo consigues, no decaigas.
—Hola, Antón… Nada, que la niña no ha entrado a la universidad.
—Gracias, Antón… Estaba segura de que entraría, no sé qué ha podido pasar...
Daniel,
Te escribo para decirte que te echo mucho de menos y tengo muchas ganas de volver a encontrarnos.
Nos vemos mañana en el hotel de siempre…
Por medio de la presente carta, me dirijo para comunicarle que la dirección de la empresa ha decidido concluir la relación laboral…
—Si te digo la verdad, estoy fatal, Antón, me han echado del trabajo…
—¿En serio? Cuanto lo siento…
—¿Qué ha pasado?
—Agustín ha fallecido, lo siento, Antón, todos sabemos el cariño que le tenías…
—No puede ser…
En el número 67 de la calle Déjàvu…
Il·lustracions originals fetes en analògic amb aquarel·la, rotuladors i llapis de colors.
Escrit amb les tipografies Monospace 821, Bitstream Cooper, Futura BK
Imprès digitalment a dia 26 d’agost del 2022 a Mediaactive (Barcelona) Enquadernat industrial a Mediaactive (Barcelona) Exemplar únic
Uma Angulo Arroyo
© 2022 Tots els drets reservats
El tiempo amenaza la permanencia, las gentes se reúnen o se separan, perecen o germinan, los cuerpos se arrugan, las comunidades cambian, permutan y se transforman.
Pero Antón Ilpostino, un cartero de mediana edad, tenía la firme voluntad de que aquella comunidad en el número 19 de la Calle Salsipuedes, permaneciese estática.
A medida que más conoce y cuida de esa comunidad, más crece su obsesión por ella y las personas que la habitan, hasta el punto de que cualquier cambio amenazará con alterar su realidad.
Toda su energía entonces será invertida en salvaguardar el edificio como un taxidermista sus animales.