“Al dotar a sus piezas con innovadoras soluciones de equilibrio, armonía, orden, tensión y, por supuesto, sus contrarios y complementarios, este autor propicia que los espectadores las circunden para apreciarlas. Finalmente y para concluir con la somera mención de las relaciones que, mediante sus obras tridimensionales, quedan establecidas entre Ernesto Hume (...) logra involucrar a los públicos pues con las características generales de sus piezas y con los elementos con los que, en lo particular, las resuelve, logra que los destinatarios imaginen con facilidad posibles cambios de escala de los trabajos que les presenta. Suscitar reacciones como las referidas no solo es algo difícil de conseguir sino que, además, es una aspiración que la totalidad de los productores comparte...”