"Los cuadros de Joy Laville no son simbólicos, ni alegóricos, ni realistas. Son como una ventana a un mundo misteriosamente familiar; son enigmas que no es necesario resolver, pero que es interesante percibir. El mundo que representan no es angustiado, ni angustioso, sino alegre, sensual, ligeramente melancólico, un poco cómico. Es el mundo interior de un artista que está en buenas relaciones con la naturaleza”.
-Jorge Ibargüengoitia