puesta fuera de sí.18 Bonino ponía en entredicho la consideración del lenguaje como instrumento de comunicación, para extrañarlo y descolocarlo en el fluir proliferante de malas lenguas, en la reiteración del ruido y de la falla como restos o excedentes opacos que estallaban, desde una verbalidad excesiva e indisciplinada, la transparencia unívoca de lo enunciable. El mismo año en que Bonino realizó su espectáculo, Mirtha Dermisache inició sus escrituras ilegibles. Unos años más tarde, Edgardo Cozarinsky definió la obra de la artista como un “grado cero de la escritura”,19 citando el título del ensayo de Roland Barthes de 1953. El mismo Barthes, en una carta a Dermisache, sostuvo en 1971: “usted supo producir una cierta cantidad de formas, que no son ni figurativas, ni abstractas, pero que se podrían nombrar bajo el término de escritura ilegible”.20 Al igual que en los dibujos abstractos de Ferrari, los textos de Dermisache liberaban a la escritura de sus amarres instrumentales como mero vehículo de significados: “al despojarse de toda posibilidad de ser interpretada dentro de un sistema
MIRTHA DERMISACHE Diario n° 1, Año 1, 1972 4 de 7 tintas s/papel 47,5 X 36,5 c/u Libro N° 1, 1967 Tinta s/papel 25,7 x 20,8
18 La palabra “desbocado/a” se refiere a una prenda de vestir cuyas aberturas se han agrandado y deformado, a la vez que alude al caballo que corre precipitadamente y sin dirección. Desbocarse, por otro lado, significa perder las buenas maneras de conducta y lenguaje, y crecer con gran rapidez y de forma descontrolada. 19 Edgardo Cozarinsky, “Un grado cero de escritura”, en Panorama, Buenos Aires, 21 de abril de 1970. 20 Carta de Roland Barthes a Mirtha Dermisache, París, 28 de marzo de 1971. Citada en Annalisa Rimmaudo y Giulia Lamoni, “Entrevista a Mirtha Dermisache”, Mirtha Dermisache. Publicaciones y dispositivos editoriales (cat. exp.), Buenos Aires, Pontificia Universidad Católica Argentina, Pabellón de las Bellas Artes, 2011, p. 8.
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