En 1926 Natalio Botana encargó al estudio de los arquitectos húngaros Jorge y Andrés Kalnay la construcción del edificio. Los hermanos Kalnay habían llegando a nuestro país huyendo de las consecuencias generadas por la Primera Guerra Mundial. Nacidos en Budapest a fines del siglo XIX, llegaron a Buenos Aires en 1920 y enseguida fundaron su estudio. Desde sus inicios trabajaron juntos y compartieron la autoría de sus proyectos, hasta 1925, año en que la sociedad se divide y cada uno sigue su camino profesional. La obra del diario Crítica fue comenzada en forma conjunta, y quedó, al poco tiempo de iniciada, a cargo de Jorge Kalnay, quien la concluyó. Como mencionamos anteriormente, desde las páginas del diario se fueron narrando los diferentes acontecimientos que hicieron a la construcción del edificio, desde el anuncio de la compra del terreno hasta la publicación de los planos. En una de las tantas menciones encontramos el siguiente elogio a Kalnay: “El arquitecto creador de este magnífico original no ha interpretado caprichos hijos de una cultura artística discutible: ese es el fruto de una inspiración personalísima (…) Así, él, ante el problema de realizar los planos de nuestro edificio, no pensó en crear una masa enorme y asustadora, recurriendo a los órdenes clásicos y a las transiciones de moda en los estilos (…) Los planos que muestran los grabados prueban que se tuvieron en cuenta muchas íntimas cosas de la vida mécanica del periodismo, porque en ello se ve que lo constructivo está en relación con el uso que se dará al espacio” (Crítica, 15/9/1926).
“Nuestra futura casa será quizá la mas cómoda del mundo periodístico”, Crítica, 15/9/1926. 32