Un recurso que le sirve para dar nueva vida a esos retratos, para volverlos visibles en el presente y proponer la revisión de sus proyectos. Las iconografías de la historia se activan como archivos (Belgrano y Santucho en el monumento, 2009). El pasado no se condensa tan solo en las figuras que gestaron la historia de las sublevaciones, también en las miradas que recorrieron el continente, que retrataron su geografía. Leandro Katz retoma la serie de litografías de las ruinas mayas que el inglés Frederick Catherwood realizó en el siglo XIX junto a John L. Stephens. Katz regresa a los sitios que éste representó y elabora dispositivos para confrontar su propia mirada, contemporánea, fotográfica, con la de Catherwood. El libro con las reproducciones, sostenido por su mano, y los monumentos mayas en su estado actual, fotografiados desde el mismo punto de vista, activan una confrontación de miradas que interroga los problemas de representación y las formas en las que se fue configurando la visión europea sobre América Latina (Proyecto Catherwood, 1985-1995).
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El artista contemporáneo suele interpelar imágenes que sobreviven del pasado y que están atravesadas por un sentido enigmático. Imágenes que no necesariamente son parte del mundo del arte, o que lo fueron y han quedado desplazadas. Imágenes que flotan entre universos visuales, que no viven en la sala del museo, que han sido olvidadas, pero que son, en verdad, depósitos, lugares en los que sedimentan sentidos, tramas de la historia que han perdido visibilidad, cotidianeidad, pero que siguen, sin embargo, activas.9 Los
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“La imagen creada por el artista es algo completamente diferente a un simple corte practicado en el mundo de los aspectos visibles. Es una huella, un surco, un coletazo visual del tiempo que ella quiso tocar, aunque también de aquellos tiempos suplementarios –fatalmente anacrónicos, heterogéneos– que ella no puede, en tanto que arte de la memoria, dejar de aglutinar. Es la ceniza mezclada, más o menos cálida, de una multitud de hogueras. 28