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Sábado, 20 de febrero de 1886
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SUÍIAS, S T 10, ENTRE LA PLAZA RSAL Y LA CALLE DS RAURICH
—Fuera: Un trimestre, ©@.—Ultramar, *®.—Extranjero, tío
PARA. COSER de MOLIST, Canttén, ®^ v 9 9 , son las más duraderas y elegantes, garantizándolas por veinte años.
En la sesión municipal de ayer se aprobó un dictamen, en virtud del que se resolvió que se destine la cantidad de cuatro mil pesetas para la adquisición de mobiliario para los juzgados instalados en ei edificio de San Cayetano y para practicar en ios locales respectivos las mejoras indispensables y urgentes en vis'ta de su mai estado, debiendo llevarlas á cabo con intervención del Ayuntamiento, á fin de que, con ia cantidad votada por la Diputación provincial, queden con* venientemente arreglados ios expresados locales. Se acordó asimismo que, para la instalación definitiva de las oficinas de-Consumos en ios bajos de las Casas Consistoriales, se hiciesen las obras correspondientes y se adquiriese el mobiliario nscesario para el local en donde han de es—Con motivo de la inseguridad de !a llegada esta noche de Mme. Patti, los jóvenes que tenían preparada la ovación para su arribo s han desistido de ello. —En Portugal el rey ha confiado el encargo de formar Gabinete al señor Luciano Castro, jefe del partido progresista. • —Se ha aprobado la construcción de un semáforo en la punta del PÍO Llobregat. —Nos escriben de Arenys de Munt que venia sucediendo de vanos días á esta parte que algún sugeto se dedicaba á robar gallinas y conejos de los pacíficos vecinos de aquella villa, y al darse noticia al señor alcalde de la misma, don José Vernis, dictó éste ¡as órdenes oportunas á los serenos, y uno de ellos, Juan Riera y Mora (a) Valen, logró detener en San Celoni al autor de aquellos robos, siendo puesto á disposición del Juzgado municipal, quien cuida de instruir las diligencias criminales contra aquel sugeto. —Aún cuando no arreglado definitivamente, ni mucho menos, ya está abierto el paso de la calle de Vergara á la de Peíayo, atravesando por el paso á nivel que ha de quedar establecido entre dichas calles. También se ha condenado ya la línea de desvío del ferrocarril de S a m a qu«