¡Ponte mis plumas!
CuentoelaboradoparalamateriadeRedacción Profesional.
PRESENTA(N):
AnaKarenBocanegraPreciado
AnaCeciliaNavarroArenas
MiriamAreliRamirezTorres
MayraGuadalupeMartínezMeléndez
Pofresor: TomásAlmaguer
Grupo: 201-9
Carrera: Pedagogía
LeónGto,12deabrildel2023
Erase una vez un pollito llamado
Lucas, vivía en una granja ¡muy grande y linda!,
El pequeño Lucas nació con una característica muy peculiar, tenía
¡Muchas! plumas, lo cual obviamente lo diferenciaba de los demás.
Al pequeño Lucas no le molestaba en lo absoluto tener muchas plumas, de hecho, el creía que eran lindas. Cuando era tiempo de frío, Lucas no usaba sueter, ya que sus plumas lo mantenían calientito.
El pequeño Lucas quería ser doctor de grande, para eso tendría que cursar todos los grados escolares, desde el básico hasta el superior, pero desde el básico se encontró con problemas.
Primer día de clases
Lucas llegó muy entusiasmado
a la escuela, en dónde asistían todo tipo de animales, algunos de ellos: vacas, cerdos, chivos, borregos, ratones, ardillas, cocodrilos etc.
Al entrar Lucas al salón de clases, todas las miradas se acapararon sobre el, se empezaron a escuchar pequeños murmullos sobre su aspecto, los cuales no eran del todo agradables, Lucas se empezó a sentir muy incómodo y se apresuró a sentarse en un mesa banco.
Pasaron las primeras clases y con ellas llegó el momento de salir al receso, Lucas estaba muy emocionado, ya quería correr, saltar y jugar con sus demás compañeros. Lucas muy entusiasmado se le acerca a uno de sus compañeros y le pregunta:
- Hola, ¿Puedo jugar contigo?
A lo que el compañero de Lucas responde de una manera desagradable:
- No, no quiero jugar contigo y dudo que alguien quiera, pareces una ¡piñata, piñata, piñata!
Lucas triste, se aleja y procede a sentarse en una banca para pasar ahí el receso.
A la hora de salida
Jessica la mamá de Lucas, lo esperaba en la puerta ansiosa y feliz por saber cómo le había ido a Lucas, él salió triste, Jessica se preocupo mucho, pensó lo peor, pero en ese momento no quiso cuestionarlo hasta llegar a casa.
Ya en casa
Bebecin, ¿Todo bien?, ¿Cómo
te fue en la escuela? Todo bien mamá
Lucas, sabes que me puedes decir cualquier cosa, ¿Verdad?
Entonces, cuéntame hijo, ¿Qué te paso en la escuela?, ¿Todo bien?,
Sí
La verdad no me gustó ir, porque mis compañeros hacían comentarios muy feos, me decían que parezco piñata, que mis plumas son muy feas, etc. Hijo tus plumas son únicas, son las más bellas que he visto, tienen un color espectacular, no te deberías de sentir mal por lo que los demás dicen de ti. ¿Te parece si mañana voy a hablar con tu maestra?
¿Alguien te molesto?
Yo te quiero más hijo
Sí
mamá, muchas gracias, te quiero
Al día siguiente, Jessica acompaño a Lucas a la escuela, se dirigió con su maestra y le comento la situación, la maestra apenada le pidió una disculpo y menciono que trabajaría eso en clase y le aseguro que no volvería a suceder. Jessica tranquila se retiró de la escuela, no sin antes recordarle a Lucas lo maravillo, especial y hermoso que era.
Ya en clase, la maestra hizo diferentes actividades en las cuales era muy necesario el trabajo en equipo. Al finalizar todas las actividades, hizo una retroalimentación.
Niños, ¿Qué les parecieron las actividades?, ¿Se divirtieron?
Okey, observen por favor sus manos, pies, cabeza, y ahora observen las de sus compañeros, son diferentes, ¿Verdad?, Aunque sean diferentes todas son únicas y con características muy peculiares y lo más importante, todas son hermosas, no hay parte de su cuerpo o del de sus compañeros que no sea lindo.
¿Verdad?
Con esta dinámica los alumnos se dieron cuenta
que todos eran distintos y que todos tenían cualidades muy lindas y no por ser diferentes merecían insultos, o malos tratos. los pies de Pedro el caballo eran grandes, pero muy fuertes, los cuernos de Clarita la chiva eran algo extraños, pero se le veían increíbles, las plumas de Lucas eran grandes, muy suaves y lindas.
Desde ese día, nadie se volvió a burlar de Lucas y sus plumas y se vivió un ambiente de conviencia sana en la escuela.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
Lucas, un pollo de corta edad con grandes sueños por alcanzar, nunca imaginaría los obstáculos que le pondría la vida al entrar a primero de preescolar.
Acompaña a Lucas a conocer más sobre amor propio, resolución de conflictos y convivencia escolar sana