AGRO - Hugo Biolcati

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H U G O L U I S B I O L C AT I

“Ya quedo claro que no pueden aplastarnos” El flamante presidente de la Sociedad Rural habla de la nueva estrategia del Gobierno para dilatar un conflicto que, según dice, puede volver a estallar ante los problemas agravados del campo. Por Ariel Cukierkorn

El sucesor de Luciano Miguens piensa darle impronta propia a su nuevo cargo a partir de no pertenecer a una familia tradicional de la SRA.

“Enfrentarnos cara a cara les salio mal, entonces ahora nos ningunean para desgastarnos y que la sociedad se olvide. Tuvimos el apoyo de la gente y no hay que endiosarlo. Pero esperamos que nos entiendan de nuevo.” 16 ❖ EL FEDERAL

F o t o s : R a m o n C ava l l o ugo Luis Biolcati da la bienvenida en la antesala de la que en pocos días dejará de ser su oficina de vicepresidente. La escena podrá ser habitual en la dinámica diaria de la Sociedad Rural Argentina, pero resulta curiosa ante ojos ajenos: quien está trabajando en uno de los escritorios es Luciano Miguens, el hombre que, tras seis años de mandato, le dejó el último jueves la presidencia. “Este es el futuro: Luciano pasa a ser mi secretario”, bromea Biolcati. Junto con su fuerte temperamento, la predilección a la ironía es uno de los aspectos discursivos que este tambero de 64 años reveló de su personalidad en esta especie de entrenamiento -o inédita transición a su nuevo cargo-, que significó el conflicto que enfrenta al campo con el Gobierno. Acaso como nunca antes, no sólo la gente del sector está al tanto del cambio de autoridades de la SRA y el nuevo titular lo tiene claro. “Es muy notoria la exposición que tuvimos este año. Puede ser que mi asunción tenga más repercusión, pero al mismo tiempo ya se sabe hasta cuánto calza cada uno, entonces hay menos sorpresa sobre lo que pueda hacer”, analiza.

FICHA PERSONAL Hugo Luis Biolcati tiene 64 años, cuatro hijos y dos nietas. Se recibió de abogado en 1966. Heredó su condición de productor de leche de su abuelo materno Luis Magnasco. Junto con sus hermanos Jorge y Héctor, continuó la explotación del establecimiento La Dorita, que llegó a producir 120.000 litros de leche por día. Desde finales de los 80 ocupó casi todos los puestos ejecutivos en La Rural. Su vicepresidente será Alejandro Delfino. Biolcati da por descontado que la buena sintonía con Miguens sobrevivirá a los reemplazos de cuadros y movimientos de muebles que ya tiene pensado para su nuevo despacho, del que podrá seguir viendo la calle Florida a través de una gran ventanal. Pero por supuesto la impronta de su gestión excederá la decoración de interiores: “Yo no soy del riñón de La Rural. Si eso es bueno Octubre 02, 2008


Biolcati explica que las acciones de las entidades en el Congreso continúan, siguiendo de cerca la Ley de Presupuesto 2009 y la eliminación de los superpoderes.

o es malo, lo juzgarán los socios. Es necesario que se abra más a la gente, que se diluya esa concepción elitista. Luciano Miguens hizo mucho por cambiar esa imagen y por empezar una evolución que tengo interés en profundizar”. El hierro caliente de la Octubre 02, 2008

coyuntura no es sino el escenario ideal para empezar a ensayar esas intenciones. Así como en marzo de este año, la falta de soluciones oficiales a los reclamos de la Mesa de Enlace parecen llevar el conflicto hacia una nueva protesta. El desafío pasa por no

ser sólo los protagonistas de una película repetida. - ¿En qué punto se traban estas nuevas reuniones con el secretario de Agricultura? - La de la semana pasada había generado cierta expectativa, porque los problemas que íbamos

a plantear eran bien conocidos, sobre todo por Carlos Cheppi cuando era presidente del INTA. Estos 50 ó 60 días en los que no pudo tomar ninguna actitud, se lo adjudicábamos a la falta de margen de maniobra. El hecho que la Presidenta delegara en él la entrevista nos hizo pensar que le daban la cuota de poder necesaria. La realidad nos hizo salir muy decepcionados. Tuvimos una reunión sumamente amable, en la que la única respuesta fue: “Conocemos los problemas a fondo y estamos preocupados. Tengan confianza”. Queríamos conversar entonces sobre los caminos de la solución que estaban manejando. “Ah, no, eso no es posible todavía. No hay espacio político para cambiar ideas. Ustedes han politizado mucho la cosa”, nos dijeron. ¿Quiere decir que quizá tenemos que pedir disculpas para poder hablar de nuestros problemas? No puedo entenderlo... Bah, sí puedo entenderlo perfectamente, pero no entiendo cómo tienen cara para decirnos algo así. - Antes existía dificultad para el diálogo y ahora parece haber una estrategia de estirar... - Eso lo veía en Alberto Fernández, en De Urquiza, obligado... Discutíamos, franeleábamos, discutíamos otra vez... En Cheppi veo más buena fe, pero imposibilidad total, y una cara de piedra para decir siempre: “No puedo, entiéndame”. No intenta convencernos de nada. - ¿Qué saben de las versiones de su posible renuncia? - Bueno, no está haciendo un papel muy lucido, espero que tenga... (pequeño silencio). No sé, no espero nada. Sólo que haya un cambio de actitud en las figuras que deciden en el Gobierno. Mientras tanto, que hayan cambiado a De Urquiza por Cheppi me da exactamente igual. Que hayan cambiado a Alberto Fernández por este muchacho Massa, también me importa un pomo, si no cambió nada. - ¿Cómo hacen entonces para renovar el optimismo..? EL FEDERAL ❖ 17


- ¿Qué optimismo? (se ríe) - Para encarar la previa a cada reunión, me refiero... - Nuestra responsabilidad es cumplir con todos los pasos formales antes de llegar a un conflicto, habiendo votado todas las instancias para evitarlo. - ¿Hay un esfuerzo mayor respecto de marzo para evitarlo? - No, estamos igual. El conflicto no empezó antes porque dos entidades estábamos en pleno momento de cambio de autoridades. Pero si no hay respuestas, lo iniciaremos. Esto no quiere decir colgarnos de las casas como comandos. El conflicto es un conflicto, con los grados que le querramos dar, la imaginación que pongamos. - ¿Cuáles son las lecciones que se podrían sacar de los ya históricos 120 días? - Que es imprescindible la unidad y actuar con firmeza. Que no hay tiempo para distraerse, porque a uno lo forrean. - ¿Y en cuanto a los métodos que más molestos podían resultar para la gente en general? - En eso fuimos bastante prudentes. Se magnificó mucho el tema del desabastecimiento y los cortes de ruta. Hubo momentos difíciles de mucha irritabilidad, pero en zonas aisladas, no fue la tónica. Además hay que cuidarse de hacer un paro que perjudique a los mismos productores. Si en este momento hay una sequía que impide mantener sus animales en el campo, decirles que no manden es una barbaridad. Aunque a veces hay que resignarse y hacer un sacrificio todos juntos por un bien mayor. - ¿Esperan un apoyo similar de la gente de las ciudades? - No necesariamente, no hay que endiosar ese tipo de apoyo, porque a veces no se logra. Hay una sensación en el país de que el conflicto terminó y el campo ya ganó: “¿Y ahora qué quieren?”. Eso existe, pero habrá que enfrentarlo. Si tenemos que actuar, tenemos que actuar, y la gente lo irá entendiendo. - ¿Hay una idea de “profe-

sionalizarlo” todavía más, en cuanto a la comunicación? - Si estuviésemos siguiendo los dictados de nuestra gente, estaríamos en la calle hace 15 ó 20 días. De ahí la prudencia con la que comunicamos. No se trata de frenar a los autoconvocados, sino de ordenarlos, coordinarlos con el timing oportuno. Estamos justamente en esa política de esclarecimiento, de no mostrar impaciencia. Fuimos un canal de catalización de la frustración de mucha gente que ni sabía qué eran las retenciones, de eso no hay duda. En alguna medida seguimos siendo una imagen de dignidad, de respeto por las instituciones, que es lo que hay que mantener. - Pero además dicen que la situación del campo empeoró a pesar de que se derogó la 125... - El campo es un desastre, pero

peor aun que el 11 de marzo, sobre todo en la ganadería de cría, en la lechería, en las economías regionales, de distancia a los puertos, de pequeños y medianos productores. Hubo una inflación bruta que afectó notablemente a nuestros insumos, mientras además los precios internacionales se cayeron y en el medio hubo una sequía que afectó seriamente la productividad, y entonces no da para más. Ante todos los problemas, el único recurso sigue siendo la soja. Bajó un 20 por ciento la siembra de trigo, todo eso fue a soja, que va a aumentar mucho más de lo que estaba avanzando. Es todo lo contrario a lo que querían hacer. Yo no sé si son ineptos, si ideológicamente quieren destruir la producción agropecuaria o si están esperando que vayamos de rodilla a pedir ayuda. Por eso la situación es mu-

cho peor, hay mucha más rabia en la gente. - ¿Cuánto creen estar relegados ahora por el Gobierno por otros temas candentes, como pudo haber sido Aerolíneas, ahora la crisis financiera en Estados Unidos o hasta el tema de Antonini Wilson? - Simplemente ya no nos dedican la lista habitual de insultos que nos dedicaban en los discursos. Ahora se los llevan otros. - ¿Nota de todos modos las secuelas que le dejó al Gobierno el primer conflicto? - Hubo un triunfo político nuestro, fueron derrotados en la calle, donde creían reinar, y en el Congreso, donde creían tener un dominio absoluto. Cambió un sistema de ejercicio del poder en la Argentina. La gente del Gobierno debe pensar en una forma un poco infantil, si se quiere, que la única forma de recuperar ese poder es vencer al que los venció. Entonces están en ese juego casi de malevito de barrio. Aplastarnos no pueden, porque vieron que la sociedad reaccionaba a favor nuestro. Ahora cambiaron de táctica, enfrentarnos cara a cara les salió mal, entonces ahora nos ningunean para desgastarnos y que la sociedad se olvide. Nos siguen diciendo: “Este es el modelo, si lo quieren cambiar, ganen las elecciones”. - Bueno, ¿pero crece de algún modo la alternativa de ..? - (interrumpe) ¿De ganar las elecciones? Viene bastante mejor que antes (risas). A este paso se está destruyendo la imagen de los presidentes. No sé qué va a pasar, pero un año para 2009 es mucho tiempo. - ¿Entonces se están moviendo en ese sentido? - Nos interesa participar, lo que no fomentamos es la creación de un partido, no creemos que convenga. Si decir que queremos suprimir los superpoderes, justicia en la coparticipación, es hacer política .¿Qué tiene de malo? Y lo vamos a seguir haciendo.

“El unico rEcurso siguE siEndo la soJa. Es todo lo contrario a lo quE quErian hacEr. yo no sE si son inEptos, si idEologicamEntE quiErEn dEstruir la produccion agropEcuaria o si Estan EspErando quE vayamos dE rodilla a pEdir ayuda.” 18 ❖ EL FEDERAL

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