Aejandro Gálvez.
Parroquia Santa Elena, Las Condes, 1949. / Parish of St. Helen, Las Condes, 1949.
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Parroquia Santa Elena
Parish of St. Helen
El último proyecto abordado en este artículo es el que realizó en 1949 para la parroquia Santa Elena, ubicada en Av. Presidente Errázuriz esquina Polonia en la comuna de Las Condes. El cuerpo principal se compone siguiendo la forma de una cruz latina, con una nave central y un transepto simétrico con dos asambleas menores que pueden ser utilizadas como capillas laterales. El volumen se cierra con una cubierta a dos aguas de poca pendiente y en la nave principal con muros laterales formados por machones dispuestos en diagonal, dejando entradas de luz dirigidas hacia el fondo de la iglesia, invisibles para el asistente que se ubica mirando al altar. Demostrando que no hay materiales más modernos que otros, Mardones eligió ladrillo y madera para construir el espacio principal. Los muros diagonales que conforman las fachadas laterales combinan la rusticidad propia del material con el manejo indirecto de la luz, efecto protagonista y casi diríamos definitorio del espacio sagrado moderno. Por su parte, la disposición espacial, desde el área exterior pública con la presencia protectora de la fachada, hasta el espacio del altar, simple y desprovisto de alusiones decorativas más allá de una cruz que cuelga del muro del fondo -también de ladrillo rústico- conforma un recinto unitario donde la dirección de la luz, el grano del material utilizado y la sobriedad estética de los elementos interiores asumen la tarea de asignarle un sentido de sacralidad. Esa transferencia del asiento de lo sagrado desde los elementos al espacio es, sin duda, la expresión radical que hace de este templo un espacio pensado desde lo moderno. Sumado a eso, destacan a ambos costados del espacio del altar dos muros originalmente blancos y que en 1956 fueron intervenidos acertadamente por el artista Claudio di Girolamo, incorporando una lectura semi-figurativa al sentido funcional de la iglesia, muy en sintonía con la idealización tradicional del espacio religioso como un espacio de comunicación por abstracción (los murales fueron completados por el mismo artista el año 2014).
The last project addressed in this article is the one for the parish of St. Helen done in 1949, located at Av. President Errázuriz corner of Polonia Street in the district of Las Condes. The main body consists of one longitudinal nave with a slightly sloped gabled roof and side walls composed of diagonal buttresses, allowing for light directed towards the front of the nave, invisible to the parishioners which sit facing the altar. Proving that no materials are more modern than others, Mardones chose brick and wood to build the main space. The diagonal walls that make up the side façades combine the rustic nature of the material with the indirect arrangement of light, the fundamental and, we could almost say, the main modern sacred space-defining effect. Moreover, the spatial layout, from the public exterior area with the protective façade, to the area of the altar, simple and devoid of decorative allusions beyond a cross that hangs from the back wall - also in rustic brick - forms a unitary enclosure where the direction of the light, the grain of the material used and the aesthetic simplicity of the interior elements assume the task of assigning a sense of sacredness. That transference of the core of the sacred from specific elements to the space is, undoubtedly, the radical expression that makes this temple a fully modern conception. In addition to that, on both sides of the altar space stand two walls originally white, which in 1956 were fittingly intervened by artist Claudio di Girolamo, incorporating a semi-figurative vision to the functional sense of the Church, very in tune with the traditional idealization of the religious space as a space of communication (the murals were completed by the same artist in 2014).