Pregón a María Santísima de la Esperanza

Page 56

La fuerza de tu amor Paremos un momento a pensar en la fuerza de nuestra Madre. Su inigualable e inalcanzable fuerza. ¿De dónde viene? ¿De dónde viene la fuerza que te hizo aceptar el santo embarazo? Esa que te hizo acunarlo en un pesebre. Esa por la que no nos dejas desfallecer cuando el dolor aprieta. Esa que nos reafirma en la Estación de Penitencia de nuestra vida. Tu fuerza es el mismo Dios, Madre. La que te da ser el primer Sagrario de los tiempos, porque en tu vientre se forjó para llegar a los confines de la tierra. Es la fuerza del amor, por eso no tiene fin. Esa que hace mecer nuestros corazones al son de Campanilleros, o llorar cuando suenan campanas de duelo, o buscar refugio en la tormenta, o rachear nuestros pasos en esta vida. Si, es la fuerza de tu amor la que nos impulsa, la única que nos puede llevar a desatar sus manos, a quitarle la Cruz, a retirar espinas de su corona y aliviar sus heridas. Es tu ejemplo de vida Madre, el que sirve al pecador, es la fuerza del amor la que trae el perdón, la que nos mantiene cuando falta entereza. Tu fuerza es amor, el amor es mirar dentro de tu corazón. Manos de Princesa acunaron al Redentor. Manos de Reina limpiaron su sangre y sudor.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.