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REPORTAJE

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ECONOMÍA

ECONOMÍA

Transformación del sistema mundial de alimentos:

es tiempo para cambiar

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La pandemia por COVID-19 ha trastocado nuestras vidas. La alimentación y la nutrición son problemas mundiales y están dentro de un sistema que requiere de la transformación para garantizar alimentos para una población en continuo crecimiento y expansión tanto en áreas rurales como urbanas e inclusive entre diferentes estratos socio-económicos. De acuerdo con datos de la FAO y la OMS de las Naciones Unidas se calcula que la producción y suministro de alimentos tendrá que duplicarse hacia el año 2050.

La alimentación, una actividad profundamente individual, cultural y tradicional se ha visto sobrepasada y afecta de

diferente manera a niños, jóvenes, adultos y población mayor. Afecta también a toda la población de acuerdo con el entorno geográfico en donde se viva; ya sean áreas rurales o urbanas y también según el ingreso y acceso a los alimentos,

La pandemia ha modificado los ambientes y hábitos alimenticios incluyendo cambios en la forma en que se adquieren los alimentos, en su preparación y en el consumo. Desde esta perspectiva, “la alimentación y la nutrición se podrán ver perjudicadas por el confinamiento, la disminución del poder adquisitivo familiar, por la depresión económica y por una potencial falta de disponibilidad y dificultad de acceso a alimentos sanos y seguros” según afirma Lorena Rodríguez Osiac.

Para las industrias agroalimentarias es tiempo para el cambio

El futuro de los alimentos: una industria fundamental en constante movimiento tiene una gran responsabilidad y oportunidad para transformarse. Y, aunque la alimentación es una actividad personal, está también interconectada con el ámbito social, en cuando a la salud y el impacto que tiene sobre el medio ambiente, ya no solo a nivel local, sino mundial, de tal manera que para el cambio requiere de la colaboración y el diálogo mundiales.

De hecho, la industria alimentaria, enfrenta tremendos cambios que se están registrando en esta época; para proporcionar alimentos suficientes y nutritivos de manera sustentable, ya que actualmente todavía no ha alcanzado esta meta.

En la situación que se vive agravada por el COVID-19, el panorama se vislumbra adverso y probablemente se exacerben las desigualdades alimentarias y nutricionales de muchas regiones del mundo, y aumenten ciertos padecimientos relacionados con la pandemia, en especial la obesidad.

El Director General de FAO, Qu Dongyu ha planteado que para reducir el riesgo de un costo aún mayor (escasez de alimentos para millones, incluso en países ricos), “el mundo debe tomar medidas inmediatas para minimizar las alteraciones de las cadenas de suministro de alimentos”. Ante este panorama, Shay Eliaz y Randy Jagt, Consultores de Deloitte, Holanda proponen cuatro estrategias para expandir el suministro de alimentos en más de 50% para el 2050.

Eliaz señala que la sección EAT-Lancet analizó la crisis de alimentos a causa del COVID-19 por la cual un buen número de industrias están replanteando el futuro de sus actividades, que incluyen la transformación del sistema alimenticio para brindar oportunidades con el objeto que las empresas se puedan adaptar al futuro que ya no volverá a ser igual; significa que necesitarán cambios en exploración, diálogo y acción. Además, significa que tienen que establecer canales de comunicación que sean accesibles y comprensibles para sus clientes y colaboradores para que también participen en el cambio. Eliaz y Jagt proponen 4 casos hacia el cambio:

Caso 1 hacia el cambio: Sustentabilidad

Es necesario ver el problema desde cerca. En primer lugar, es claro que la producción agropecuaria, tiene que establecer estrategias para disminuir al máximo el impacto al medio ambiente y ser sustentables. Por ejemplo, aumentar la productividad sin expandir la superficie de cultivos, en las mismas tierras y con un uso eficiente de los recursos disponibles, cuidar los suelos, el agua y el uso de nitrogenados y pesticidas. Los gases invernadero podrían incrementarse de un 80% en 2019 a un 92% en 2050. Si se continúa con los mismos sistemas que se utilizan hasta la fecha, para el 2050 se sobrepasarán las metas y no se podrá llegar a una producción sustentable y sostenida.

Caso 2 hacia el cambio: La salud

El reporte de EAT-Lancet revela que el actual sistema alimenticio es clave para enfrentar problemas de salud. Las dietas no saludables (a veces denominadas obesogénicas) son un riesgo para la morbilidad y la mortalidad, agravadas por el exceso en el uso de alcohol, drogas y tabaco. El sistema también es muy inequitativo. A nivel mundial, más de 820 millones de personas padecen malnutrición, mientras que las proyecciones indican que la mitad de la población mundial podrá padecer sobrepeso y obesidad para el 2030. La población mundial enfrentará también un aumento en diabetes-tipo 2, diferentes tipos de cáncer y padecimientos cardiovasculares.

Estos resultados no solamente reducen la calidad de vida de los afectados, sino también pone en riesgo las economías cuyos costos aumentarán y se verán todavía más agravados por la crisis económica causada por los efectos del COVID-19

Caso 3 hacia el cambio: demanda del consumidor

Los consumidores demandan constantemente alimentos elaborados con sistemas sustentables y que sean saludables. La pandemia COVID-19 ha trastocado el sistema de producción y distribución de alimentos, de adquisición y de preparación. Los consumidores desean saber con mayor profundidad las relaciones que existen entre lo que comemos, cómo se ha producido, y la salud. También desean saber cómo la producción de alimentos afecta al medio ambiente y demandan a las empresas que cumplan con sus metas y estrategias a favor del medio ambiente y el cuidado del suelo y agua. Todo esto puede traducirse en una acción: investigación y desarrollo.

El sistema alimentario mundial ya utiliza tecnologías digitales para determinar la trazabilidad de los cultivos desde su origen hasta su destino final y determinar la calidad e inocuidad de estas materias primas destinadas al consumo humano y animal.

Caso 4 hacia el cambio: Regulación

Si las empresas no actúan por sí mismas, los gobiernos deberán apoyarlas. En Europa, las presiones para la regulación están siendo una actividad disruptiva en el sector alimenticio, y muchos países regulan el uso de los fertilizantes, los plaguicidas y productos nitrogenados, así como sustancias que emiten gases efecto invernadero. La Comisión Europea recientemente anunció que en el 2030, las empresas agrícolas deberán haber reducido en un 55% la emisión de gases efecto invernadero en comparación con los niveles que se tenían en 1990. Para llegar a este cambio, el sistema alimentario actual, necesita de la colaboración, adaptación y acercamiento hacia la escala de mitigación como son los niveles de carbono, la agricultura regenerativa, y soluciones de traceabilidad.

La industria alimenticia está en movimiento

Algunas empresas productoras de alimentos, incluyendo las más grandes y rentables, empiezan a transformar sus sistemas de producción hacia procesos más sustentables, al cuidado con el medio ambiente y la producción de alimentos más saludables. “Un buen número de empresas, el trabajo va más allá de cómo se hacía en tiempos pasados. Todavía hay un largo camino por recorrer para ver la transformación de los alimentos que cada individuo y cada sociedad necesita.

Transformación del sistema alimentario

El futuro de los alimentos -está explorando una serie de transformaciones lo que significa que las actividades que llevan y llevarán a cabo, deberán ser sustentables, producir

alimentos saludables, acordes con las necesidades del

consumidor y ajustados a regulación con validez mundial.

• Con una nutrición personalizada y saludable. • Producción responsable. • Manejo responsable de los desechos y la basura. • Acorde con los ecosistemas.

La nutrición personalizada y saludable encierra grandes oportunidades para que las organizaciones tengan mayor transparencia en los métodos que utilizan para la producción de alimentos y pueden avanzar en los objetivos que requieren los individuos y el público. La producción responsable y el manejo de desechos y la basura significan llevar a cabo prácticas que satisfagan las necesidades del consumidor sin un impacto negativo en el medio ambiente o destrucción de ecosistemas. Ningún organismo puede llevar a cabo esta transformación sin la ayuda de los otros. Tiene que ser orquestada mundialmente, y en colaboración con los demás participantes que somos todos.

Fuentes:

1) Eliaz, Shay and Randy Jagt. The global food system transformation. The time to change is now. Jan. 2021. Deloitte, Netherlands. 2) Rodríguez Osiac, Lorena, et-al. Evitemos la inseguridad alimentaria en tiempos de COVID-19 en Chile. Junio 2020. Revista Chilena de Nutrición. Santiago de Chile.

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