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EDITOR: Diego Salazar COEDITOR: Juan Martínez LOS SEIS MÁS PELIGROSOS El Popocatépetl, el Volcán de Fuego, en Colima; el Ceboruco, en Nayarit; el Pico de Orizaba, ; el Chichón, en Chiapas, y el Tacaná, que está en la frontera con Guatemala.

Riesgo latente México, en estado de alerta por el “cinturón de fuego”

La Sedena y Protección Civil se dicen preparados ante desastres naturales, como las erupciones volcánicas, pero las rutas de escape son obsoletas

<< Enrico Garibaldi/Pedro Hernández Mueller

La situación geográfica de México hace al país una constante zona de movimientos telúricos, climas extremosos por el daño a la capa de ozono, aunado a que se encuentra en el llamado “cinturón de fuego”. De acuerdo a especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “algunos de los sismos que se han producido a últimas fechas han sido causados por este cinturón circumpacífico; dicha actividad sísmica es normal, dado que la ocurrencia de sismos está directamente relacionada con la evolución tectónica de la Tierra”.

En ese sentido, Raúl Valenzuela Wong, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, expone que el también llamado “Anillo de Fuego del Pacífico” es una zona del Océano Pacífico muy propensa a actividad sísmica y volcánica, y que además se asocia con la formación de grandes montañas. Se trata de una larga cadena tectónica que se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo.

El especialista comentó que en México son pocos los volcanes que permanecen activos comparado con el número de los mismos en otras zonas de subducción del mundo (placas tectónicas). “‘El Cinturón de Fuego’ ha llamado la atención de los científicos desde hace tiempo; de hecho, desde hace más de cincuenta años se sabe que las diferentes placas tectónicas que conforman la superficie terrestre se juntan unas con otras e interactúan para formar este cinturón”.

Los volcanes de México forman parte del “Cinturón de Fuego” y están asociados con el proceso de subducción, esto es, que la placa de Cocos y la placa de Rivera (llamada así en honor a Diego Rivera) están deslizándose por debajo de la placa de América del Norte.

Asimismo, los sismos ocasionados por los volcanes no suelen ser de tanta magnitud como los que se producen por la interacción de las placas tectónicas en las zonas de subducción. Al referirse a México, indicó que los sismos siempre han existido, aún antes de que fuera la Nueva España y del origen de los aztecas y los mayas; y seguirán ocurriendo, ya que los procesos geológicos y tectónicos han operado por miles de millones de años.

El Popocatépetl, uno de los seis volcanes activos en nuestro país más peligrosos

MÉXICO, PREPARADO PARA CUALQUIER EVENTUALIDAD: SEDENA En entrevista con Ángel Metropolitano, el coronel del Estado Mayor y encargado del área de Protección Civil de la Secretaría de la

Defensa Nacional (Sedena), Juan José Montiel Maldonado, explicó que dentro del Plan DN-3-E de la institución se tiene contemplado este tipo de contingencias; en el caso de sismo y de los volcanes del país en actividad, se encuentran monitoreados diariamente, y desde las regiones militares, se han monitoreado 140 mil exhalaciones del Popocatépetl especialmente, “mantenemos coordinación con las cinco entidades incluidas la Ciudad de México, en caso de que haya que tomarse otras medidas como la evacuación, rescate de personas, albergues, alimentos y otras”.

Asimismo apuntó que se mantienen reuniones constantes con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de la Secretaría de Gobernación (Segob), “también mantenemos ejercicio de simulacros de eventuales situaciones, en caso de vía aérea permanece en alerta permanente la base de Santa Lucía, así como otras nueve más, y la disposición de recursos materiales y humanos. También se mantiene una constante capacitación de personal, ya que desgraciadamente nunca podemos saber a ciencia cierta cuándo puede ocurrir un desastre natural como un sismo, inundaciones, tormentas tropicales, temporada invernal o la erupción de un volcán”.

Expuso que desde 1926 el Ejército mexicano y la Fuerza Aérea Mexicana han mantenido una fuerza de apoyo permanente para la población que sufre algún desastre; en esa época, el estado de Guanajuato sufrió una fuerte inundación a lo que las fuerzas armadas acudieron en su apoyo.

Para el año de 1965, la Sedena estableció la tercera parte del Plan DN-III-E que se conoce actualmente a nivel nacional y mundial, el cual se encuentra circunscrito en tres puntos: prevención, fase de auxilio y fase de recuperación, en la primera el personal militar se encuentra constantemente en preparación en materia de Protección Civil y administración de zonas de desastre. Se desarrolla una fase de alerta para la población susceptible de verse afectada por un desastre previsible, se lleva a cabo la actualización del Atlas militar de riesgos, que pone especial énfasis en el monitoreo de los fenómenos hidrometeorológicos, revisión de planes, programas y directivas de Protección Civil, revistas de material y equipo, reconocimiento de las vías de comunicación, reuniones de trabajo interinstitucionales con las autoridades que integran el Programa Nacional de Protección Civil.

RUTAS DE EVACUACIÓN EN MAL ESTADO Respecto al Popocatépetl, el volcán más peligroso en México actualmente, poco se ha dicho acerca de los planes en caso de que se diera una explosión mayor, que obligue a los pobladores vecinos a evacuar la zona. Solo se ha mencionado que los caminos están listos para cualquier eventualidad.

Pero no es así, pues diversos medios de comunicación ya los recorrieron y apuntaron que éstos son demasiado estrechos y se encuentran en mal estado, lo que dificultaría una eventual evacuación.

La misma Protección Civil apuntó que las rutas son obsoletas. Pero nada pasó…

Lo que sí sucedió, es que cada vez son más fuertes los reclamos de grupos civiles y de la misma población aledaña al volcán, en el sentido de que el Centro Nacional de Prevención de Desastres sea un organismo con total autonomía –para que no dependa de las malas decisiones políticas de la Secretaría de Gobernación– y, sobre todo, que lleguen personas capaces de desempeñar tan delicada tarea, pues parece que los más recientes directores llegan por cuotas de poder, y con nulos conocimientos y capacitación en caso de desastres.

Por su parte, Ramón Espinasa Pereña, subdirector de riesgos volcánicos del Cenapred, señaló: “existen 46 volcanes que se pueden considerar activos en México o con posibilidad de actividad. De esos se considera que están en erupción el Popocatépetl y el Volcán de Colima, todos los demás han tenido alguna actividad histórica. Otros seis se consideran de más alto riesgo y son monitoreados”.

Y respecto al Popocatépetl, el volcán más peligroso en México, Espinasa dijo que se decidió aumentar a alerta amarillo fase 3 porque hubo un cambio en su comportamiento después de que se destruyó el domo 82.

El experto aseguró que luego del reciente comportamiento del volcán ubicado en los límites de los estados de México, Morelos y Puebla, existen tres escenarios posibles, siendo los dos primeros los más probables y que permitirían el descenso de la alerta a amarillo fase 2.

Debido a la actividad del Popo, es urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno afinen su coordinación y los manuales de operación en caso de que se presente una contingencia. ▪

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