Laberinto

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J. Ángel Menéndez Díaz

Laberinto


Laberinto © J. Ángel Menéndez Díaz, 2013 ISBN: 9781481943291




Índice



Esto no es exactamente un libro, ni tampoco un laberinto, quizá sea ambas cosas a la vez o ninguna de ellas. Se trata de meter un laberinto en un libro (al revés hubiese sido muy sencillo), a la vez que de recopilar una serie de historias, datos y curiosidades que, de una forma u otra, tienen relación con los laberintos y que me parecieron curiosas, interesantes, intrigantes o simplemente me gustaron. Hay de todo un poco. Por otro lado, también he pretendido hacer un libro diferente, en el que no haya que seguir necesariamente un orden a la hora de leerlo. De hecho, se puede empezar de adelante hacia atrás o al revés, leer páginas al azar o incluso no leerlo y utilizarlo como folioscopio, que también lo es. Pero la forma en que yo lo he imaginado es moviéndose a través del laberinto que en realidad es el libro. Un laberinto compuesto por varias salas, en las que hay diferentes puertas que las comunican entre sí. A modo, quizá, del laberinto egipcio de Hawara o del palacio de Cnosos. Quien sabe. Cada página representa una sala numerada (en la parte superior derecha). Las flechas que aparecen al lado del número de la estancia representan las puertas, con la dirección y sentido en que nos movemos al atravesarlas. Por último, el número contenido en la flecha indica la sala en la que entraremos si traspasamos esa puerta y, por tanto, la página a la que hay que moverse. La idea es ir moviéndose de una sala a otra, o de una página a otra, como se prefiera, hasta encontrar la salida del laberinto. ¿Complicado? Bueno, a fin de cuentas moverse por un laberinto nunca suele resultar sencillo. De todas formas, y a modo de ayuda, he dibujado aquí el plano del laberinto. Ahora solo queda encontrar la entrada y la salida y saber que número hay que poner en cada una de las habitaciones, o sea los cuadrados del plano, para no perderse.


Si esto no es suficiente ayuda, también puedes encontrar la respuesta al laberinto al final del mismo. Claro que, para parar verla tendrás que saber descifrarla, o descifrar el laberinto para conocer el código. En realidad, este laberinto-libro contiene también varios mensajes ocultos. Algunos de ellos sencillos y otros más complicados de descifrar. Por ejemplo, si sabes interpretar este cuadro mágico de Durero podrás ir a la página correspondiente y tratar de descifrar allí uno de esos mensajes ocultos.


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¡Felicidades! Has llegado al final del laberinto.

Bibliografia recomendada Código Rohonczi Manuscrito Voinich


"El que sólo busca la salida no entiende el laberinto, y, aunque la encuentre, saldrá sin haberlo entendido”

José Bergamín


Hex

68 75 65 6c 6c 61 20 64 61 63 74 69 6c 61 72 20 2d 20 6c 61 62 65 72 69 6e 74 6f


"A los que corren en un laberinto, su propia velocidad los confunde"

Lucio Anneo Séneca


El laberinto tiene un origen mítico. El laberinto de Creta solo existe impreso en una piedra de la isla, todo lo que sabemos de él es por la mitología griega. Dédalo lo construyó, por encargo del rey Minos, para encerrar al Minotauro. Teseo entró al laberinto para matar al Minotauro ayudado por Ariadna quien lo guió con un hilo que le permitió encontrar el camino de regreso. En la literatura y la pintura se pueden encontrar muchas obras que Moneda de planta de Cnosos en la tienen los laberintos como tema que se representa el laberinto del central. Picasso, por ejemplo, se minotauro, 400 a.C. inspiró en el mito del laberinto del minotauro para una de sus series de grabados. Borges escribió varios cuentos basados en la idea del laberinto.


Con frecuencia se puede leer que el laberinto más antiguo, del que se tiene noticia, es el encontrado en una tablilla de arcilla en las ruinas del palacio de Pilos (Grecia). Esta tablilla se estima que data del año 1.200 a.C. Dado que en dicha tablilla se representa un laberinto con forma de cuadrilátero; parecería que esta forma geométrica fue la primera en la que se concibió un laberinto. Sin embargo, se conocen laberintos con formas más o menos circulares que aparecen en petroglifos del periodo neolítico y que tienen más de 5.000 años de antigüedad.

Tablilla de Pilos en la que aparece la representación de un laberinto. Esta tablilla se encontró en 1939 junto a otras en las que había inscripciones en un sistema de escritura silábico, anterior al griego, al que se le denominó lineal B.



El sentido de la vida Los laberintos se clasifican básicamente en dos grandes grupos. El primer grupo sería el de los laberintos clásicos o laberintos univiarios. Este tipo de laberinto sería el denominado en inglés labyrinth. Al entrar en estos laberintos hay que recorrer todo el espacio para llegar al centro, mediante una única vía o camino. Es decir, no tenemos la opción de tomar caminos alternativos, no hay bifurcaciones. Existe una única puerta de salida que es, precisamente, la misma por la que se entra al laberinto. Por el hecho de tener un solo camino que seguir no hay posibilidad de perderse en su interior. El segundo grupo de laberintos es al que da lugar el laberinto de caminos alternativos (maze en inglés), en donde al recorrer el interior del laberinto, existe la opción de seguir un camino correcto o uno incorrecto (o más de uno en ambos casos) que nos llevará, o no, a la salida del laberinto. La vida también puede interpretarse como: un laberinto en el que todo está predeterminado, pese a que el camino hasta el final puede dar muchas vueltas; o como un laberinto en el que existe la posibilidad de elegir, equivocarse, volver atrás, acertar y, según nuestra elección, lograr un destino u otro. ¿Qué laberinto prefieres tú?


¿El laberinto más pequeño del mundo? La estela laberíntica de Arcera, Cantabria, está grabada en piedra y fue hallada entre los restos de la desaparecida iglesia románica de San Pantaleón (del s. XIII y que posee en el exterior una necrópolis fechada entre los siglos VIII-XI). Tiene unas dimensiones de 2,5 x 2 cm (1), lo que viene a ser un laberinto en miniatura, y se encuentra grabado sobre la cara del sillar. Se trata de una reutilización de una construcción anterior, a la cual se le ha añadido una cruz en el centro, quizás, con la idea de cristianizar un elemento pagano. Actualmente se encuentra en el museo regional de prehistoria y arqueología de Santander.

(1) Datos de:

C. Fernández Ibañez, C. Lamalfa Díaz, Antropologia-Arkeologia, 57 (2005) 257-267.


La piedra laberíntica del Rey Silo, o acróstico de Silo, es la lápida fundacional de la iglesia de Santianes de Pravia, Asturias. Se trata de un cuadrilátero que tiene 19 columnas y 15 filas que conforman un damero de 285 casillas. Cada una de estas casillas contiene una de las letras que forman la frase: SILO PRINCEPS FECIT, o lo que es lo mismo: “Me hizo el príncipe Silo”. Esta frase puede leerse 45.760 veces partiendo de la “S” central y siguiendo trayectorias quebradas hacia cualquiera de las cuatro “T” de las esquinas. La piedra actual, una réplica, está situada sobre le dintel de la puerta de entrada de Santianes en el mismo lugar que la original. De la losa original (año 774-783, periodo en que reinó el rey Silo) se conserva sólo un fragmento que se conserva en el museo prerrománico de Santianes.


Laberinto (Del lat. labyrinthus, y este del gr. λαβuρινθος). 1. m. Lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida. 2. m. Cosa confusa y enredada. 3. m. Composición poética hecha de manera que los versos puedan leerse al derecho y al revés y de otras maneras sin que dejen de formar cadencia y sentido. 4. m. Anat. Parte del oído interno.

Diccionario de la lengua española


EL laberinto de Hawara Herodoto visitó Egipto en el 450 a.C. y en su obra Euterpe, describe una construcción de una colosal edificación laberíntica, solo comparable en grandeza con las grandes pirámides de Ghiza. “Tiene una docena de jardines interiores, de los cuales seis se hallan alineados en el lado norte y seis en el lado sur. Están construidos de modo tal que sus portales quedan enfrentados. Una pared exterior sin aberturas rodea todo el complejo. El edificio mismo consta de dos pisos y 3.000 habitaciones, de las cuales la mitad está en el subsuelo y las restantes 1.500, en la planta baja […] Los pasadizos que interconectaban las habitaciones y los senderos zigzagueantes que iban de una recámara a la otra, me dejaron sin aliento, por su colorida variedad, mientras caminaba en completa admiración desde el patio hacia las habitaciones, desde las habitaciones hacia los peristilos y de los peristilos nuevamente a las otras habitaciones, y desde allí hacia los otros patios.[…] justo en la esquina donde el laberinto termina, se levanta una pirámide de al menos setenta y cinco metros de alto, decorada con figuras en relieve de grandes animales. Se puede llegar a ella a través de un pasadizo subterráneo…”


Diseño de la biblioteca-laberinto descrita en “El nombre de la rosa”.

Antiguo laberinto en la catedral de Reims, construido en 1.240 y destruido en 1.779 debido a que el ruido provocado por la gente recorriendo el laberinto molestaba durante los oficios religiosos.

La biblioteca que describe Umberto Eco en su libro: “el nombre de la rosa”, esta diseñada como un laberinto; similar, en cierto modo, al que dibujan los retorcidos pétalos de una rosa. La biblioteca está concebida para que resulte fácil perderse y así dificultar el acceso a ciertos libros prohibidos. Su diseño recuerda algunos de los laberintos que aparecen en el suelo de algunas catedrales góticas europeas. La biblioteca está dividida en secciones según los países de origen de los autores. Eco rinde un homenaje Jorge Luis Borges, otro escritor fascinado por los laberintos, con el personaje Jorge de Burgos, un monje español obsesionado con el Apocalipsis y las miniaturas medievales y ex-bibliotecario de la biblioteca-laberinto. En palabras del propio Eco: "quería que un ciego custodiase una biblioteca [...] y biblioteca más ciego sólo puede dar Borges".


El Juego de la oca Quien caiga en el nº 42 (el laberinto), paga un tanto y, extraviado sin hallar la salida, retrocede hasta el nº 30, donde pierde un turno sin jugar. El tablero del juego de la oca

representa un laberinto univiario. Las reglas del juego son un tanto confusas. De hecho hay versiones en las que juega con un dado y otras en las que se juega con dos. Tampoco los tableros de juego son siempre iguales. Esto parece ser debido a las diversas evoluciones de un juego ancestral. Uno de las varias versiones existentes atribuye los orígenes de este juego a los templarios, quienes, posiblemente, lo tomaron de otro juego similar aún más antiguo. Una hipótesis sostiene que el juego era usado para adiestrar, de una forma lúdica, a los peregrinos que se disponían a realiza el Camino de Santiago; y que, por tanto, el tablero representa dicho camino y las reglas del juego las posibles contrariedades para las que el peregrino debe de estar preparado.


Laberinto de Fortuna (1.444) es una obra del poeta español Juan de Mena. Consta de 297 coplas de arte mayor, aunque popularmente es conocido como “las trescientas”. En esta obra se relata el viaje alegórico del poeta al palacio de la Fortuna, siendo el tema principal el papel de la providencia en la vida de los hombres y en el destino de la nación castellana. Mena utiliza un estilo similar al de Dante, mezclando el mito de la diosa Fortuna con acontecimientos históricos.

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La piedra laberíntica del rey Silos es similar a otra piedra laberíntica que aparece, más de 400 años antes de la del rey Silo, en la basílica de San Reparatus en Argelia. Esta última piedra se encuentra en el centro de un laberinto de origen romano reemplazando al motivo original, aun más antiguo, que probablemente haría alusión al mito de Teseo y el minotauro.


Los peces anabántidos son capaces de respirar oxígeno atmosférico cuando el agua no posee suficiente oxígeno en disolución. Para ello, disponen de un órgano especializado y localizado en la cabeza, detrás de las branquias. Este órgano es como un laberinto donde el aire atmosférico queda atrapado siendo absorbido por el flujo sanguíneo. Por ello, los anabántidos se conocen también como peces laberinto o laberíntidos. Este órgano con forma de laberinto se desarrolla en los peces adultos y les permite tomar aire directamente de la atmósfera, comprimirlo y, de ese modo, efectuar el intercambio gaseoso necesario para oxigenar la sangre. En algunas especies el laberinto se ha desarrollado a costa de las branquias, de forma que su capacidad branquial ha disminuido hasta el punto de llegar a morir si se les impide llegar a la superficie para respirar el oxígeno atmosférico.


Cierto tipo de petroglifos representan laberintos. Lo más enigmático de este tipo de grabados es que se encuentran diseminados por numerosos lugares del mundo, muy distantes entre si, y han sido representados por culturas muy diferentes. Otro curioso aspecto de estas representaciones de laberintos es que algunos de ellos tienen más de 5.000 años (y son, por tanto, unos mil años más antiguos que el famosos laberinto grabados en la tablilla de Pilo), como los laberintos de la Maragatería (en León, España). Otros laberintos petroglifos son mucho más recientes, con apenas algunos cientos de años.


¿Es correcta esta teoría? En contra de la opinión predominante, salir de un laberinto es extremadamente sencillo. Simplemente hay que (i) apoyar la mano derecha en la pared de la derecha y (ii) avanzar manteniendo siempre la mano en contacto con la pared. Más tarde o más temprano se encuentra la salida. En palabras de Ovidio (43 a.C.): “los laberintos son espacios cóncavos, limitados, cerrados; los corredores, como el río Meandro, que parece unas veces avanzar, otras retroceder, no son sino complicaciones que no cambian el carácter cerrado del espacio laberíntico. De manera que, recorriendo toda su pared interior, inevitablemente se llegará a la salida."


Teseo y el laberinto del minotauro Minos, rey de Creta, estaba casado con Pasifae, hija del Sol, y mujer de gran belleza. Un día Poseidón castigó al rey Minos, por no haber sacrificado un toro blanco que le había mandado, haciendo que Pasifae se enamorase de dicho toro. Producto de estos amores, entre Pasifae y el toro, nació Minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Para esconder a Minotauro, Minos mandó construir a Dédalo, famoso arquitecto, un laberinto tan intrincado que muy pocos conseguían salir. Además, cada luna nueva había que sacrificar una persona para que el Minotauro pudiera alimentarse, pues subsistía gracias a la carne humana y cuando este deseo no le era concedido, salía del laberinto sembrando el terror y la muerte entre los habitantes de Creta. Además de Minotauro, Minos tenia otros hijos: Acacálide, Ariadna, Androgeo, Catreo, Glauco y Fedra. Uno de ellos, Androgeo, era un joven carismático y deportista, que participó en los juegos Panateos, que organizaba Egeo. El príncipe cretense logró vencer a todos, pero Egeo, dominado por la envidia, le envió a enfrentarse con el toro de Maratón, lo que provocó su muerte. Al enterarse el rey Minos de los hechos, preparó su flota y se dirigió a Atenas para atacarla. La guerra acabó con la derrota de Atenas, que fue obligada a pagar un tributo a Minos. Así, cada año siete muchachos y siete muchachas debían ser enviados a Creta para ser devorados por el Minotauro.



Se dice que Minos exigía que fueran sin arma alguna por lo que no tenían posibilidades de salvación, pues se perdían en el laberinto donde les encontraba el minotauro y les despedazaba. No obstante, Minos concedió a los atenienses que si uno de los jóvenes conseguía matar al Minotauro y salir del laberinto, no sólo salvaría su vida, sino también la de sus compañeros y Atenas sería librada de pagar el tributo. En el tercer año en que los atenienses debían pagar su tributo al rey Minos, Teseo, hijo único de Egeo, se ofreció voluntario para intentar salvar a la ciudad. Antes de partir en la nave de velas negras, signo de luto, que llevaría a Creta a Teseo y sus compañeros, Egeo dijo a su hijo que, si lograba regresar, pusiese velas blancas a la nave que los llevase de vuelta. Al llegar a Atenas el Rey Minos le dijo a Teseo: - Como miembro de la familia real estás eximido de ir como víctima. Pero si insistes, te diré que, aunque mates al minotauro, jamás encontrarás la salida del laberinto. . -No importa, respondió Teseo, me basta con matar al monstruo y ser útil a Atenas. Ariadna, quien escuchó el diálogo secretamente, quedó enamorada por la belleza y la valentía del joven y decidió ayudarle a matar al Minotauro a escondidas de su padre. Así, llegada la noche, se acercó al joven y le entregó una espada y un ovillo de hilo, diciendo:


Hace cientos de años, los jóvenes rusos y escandinavos solían jugar a un juego denominado “danza de la doncella”. El juego tenía lugar en un tipo de laberintos con dos entradas y un único centro, al que se puede llegar por un camino desde cada una de las entradas Una chica se situaba en el centro y dos chicos avanzaban por sus pasillos corriendo en sentidos opuestos. El primero que llegaba al centro podía sacar a bailar a la chica. Este tipo de laberintos se dibujaban en el suelo, generalmente usando piedras dispuestas con la configuración del laberinto. En la isla de Gotland, Suecia, aun se conservan actualmente más de 40 laberintos de este tipo.


-Con esta espada mágica, podrás atravesar el corazón del minotauro, y si sigues el hilo de este ovillo podrás hallar la salida. Ariadna también pidió a Teseo que le prometiera que, si lograba matar al Minotauro, la llevaría luego con él a Atenas, ya que el rey jamás le perdonaría haberlo ayudado.

Teseo penetró en el laberinto, desenvolviendo el ovillo de hilo. Durante horas recorrió el laberinto hasta enfrentarse con el Minotauro. Después de terrible lucha, logró atravesar el corazón del monstruo con la espada que Ariadna le había dado. El minotauro murió entre convulsiones y Teseo emprendió el camino de regreso siguiendo el hilo. A la salida del laberinto le esperaba Ariadna para que cumpliese su promesa de llevarla con él a Atenas.


En los muros del Monasterio de Suso, en San Millán de la Cogolla, La Rioja, existen varios grafiti medievales, hechos por peregrinos del Camino de Santiago, de significado desconocido.


Al enterarse de la muerte del Minotauro, el rey Minos permitió a los jóvenes atenienses volver a su patria. Pero antes de que zarparan, Teseo introdujo en secreto a Ariadna en el barco, para así cumplir la promesa que le había hecho. A ella se unió su hermana Fedra, que no quería separarse de Ariadna. En el viaje de regreso una tormenta los arrojó a una isla donde se extravió Ariadna. A pesar de muchos esfuerzos Teseo y sus compañeros no pudieron encontrar a Ariadna, por lo que, finalmente, los atenienses, junto a Fedra, continuaron viaje hacia su ciudad. Cuando Ariadna, que estaba desmayada, se repuso, corrió hacia la costa y gritó con todas sus fuerzas, pero el barco ya estaba muy lejos y nadie pudo oírla. Teseo, contrariado y triste por lo ocurrido con Ariadna, olvidó izar las velas blancas. El rey Egeo iba todos los días a la orilla del mar a ver si ya regresaba la nave. Cuando vio las velas negras pensó que su hijo había muerto. De la tristeza no quiso ya seguir viviendo y se arrojó al mar. Teseo fue recibido en Atenas como un héroe. Los atenienses lo proclamaron rey de Atenas y Teseo tomó como esposa a Fedra.


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Minos acusó a Dédalo, el arquitecto del laberinto, de haber revelado a Ariadna el secreto para salir del laberinto. Como castigo el rey Minos condenó a Dédalo y a su hijo Ícaro a permanecer prisioneros en una torre de su propio laberinto. Dédalo e Ícaro consiguieron escapar del laberinto, pero les resultaba imposible salir de Creta, ya que: todos los barcos eran controlados por Minos. Así que, para poder escapar de Creta, Dédalo construyó unas alas, para él y su hijo, hechas con plumas de pájaros unidas con cera de abeja. Antes de iniciar el vuelo, Dédalo advirtió a su hijo de que no volase ni demasiado bajo, ya que podría mojar las alas y sería dificultoso volar, ni demasiado alto, ya que el sol podría derretir la cera destruyendo las alas. Dédalo iba delante e Ícaro lo seguía. Pero fascinado por la belleza del cielo se fue aproximando cada vez más al sol, lo que hizo que se derritiera la cera de sus alas y cayera al mar donde murió. Dédalo llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído Icaria en su memoria.


En diciembre de 2.012 miembros del departamento de antropología y arqueología de la universidad Bristol confirmaron el descubrimiento de un laberinto circular en la zona donde se ubican las famosas líneas de Nazca (Perú). El trazado tiene más de 4 km y fue creado entre 1.500 y 2.000 años atrás. Lo peculiar del descubrimiento, es que, a diferencia de otras figuras de Nazca, el laberinto no parece que haya sido construido para ser visto desde las alturas. Aparentemente se diseñó para ser caminado. Este descubrimiento ha llevado a plantear la hipótesis de que otras representaciones de las líneas de Nazca sean también simples laberintos.


Esta es una copia de una extraña representación del mito del laberinto del minotauro. El diseño, que se puede ver en una joya de la colección Medici en el palacio Strozzi en Florencia, presenta un minotauro con torso humano y cuerpo de toro, al revés de cómo suele ser representado habitualmente. No se trata de un centauro, ya que el cuerpo es claramente el de un toro y no de un caballo.


Iglesia de San Vitale de Rávena, Italia (siglo VI).


¿Por qué decenas de templos cristianos de toda Europa poseen representaciones de laberintos (un símbolo pagano)?

El laberinto de la catedral Chartres tiene un diámetro de 12,89 metros. Para recorrerlo hasta alcanzar el centro hay que caminar unos 260 metros. No existe posibilidad de perderse, ya que hay un único camino. En la losa central aparecían representados Teseo y el Minotauro, figuras hoy desaparecidas.


Entre los laberintos de la época romana y el laberinto medieval hay un paso intermedio en el que se cristianizan el símbolo y la temática. Por lo general se mantienen los cuatro sectores de los laberintos romanos, ya que se asemeja a la forma de la cruz. Por otro lado, el motivo central, que en el caso de los laberintos romanos suele hacer referencia al mito de Teseo y el minotauro se sustituye por una representación de una fuerza demoníaca u otra alusión religiosa. Estos cambios en el diseño y a la interpretación del laberinto conducen cristianización de lo que hasta entonces había sido un símbolo pagano. La primera representación documentada de un laberinto en una iglesia cristiana aparece en la basílica de San Reparatus, en Argelia (año 324). En este laberinto, de origen romano, el motivo central original fue sustituido por un damero de letras en las que puede leerse “Santa Eclesia”. Sin embargo, es durante el surgimiento y desarrollo del estilo gótico cuando la presencia de laberintos en iglesias y catedrales se hace más patente. La iglesia se apropia así del mito y lo lleva a las paredes y suelos de sus iglesias y catedrales como un símbolo gráfico de las pruebas que debe pasar el hombre en su camino hacia Dios, o bien como la representación de un peregrinaje a los lugares sagrados.


El laberinto celta obedece a un patrón de líneas rectas en espiral. Estos patrones se originan en los primeros grabados celtas en piedra y metal y más tarde en el arte medieval.

El trisquel es un símbolo celta formado por tres brazos en espiral que se unen en un punto central al estilo de los símbolos solares, como la esvástica.


.otnirebal nu a nadreucer ,arenam anugla ed ,euq ol rop ,laripse amrof neneit ,saixalag sanugla euq laugi la ,selaciport satnemrot y senacaruh soL


El laberinto de la piña, de plantación Dole (una empresa multinacional de fruta) en Oahu, Hawai, fue declarado en 2.008 como el laberinto más grande del mundo. Consta de 11.400 plantas nativas y tropicales que abarcan un total de 4,82 kilómetros.


El laberinto de Villa Pisani, en la región de Véneto, en Italia, fue construido a principios de 1.700, y pasa por ser el más complicado del mundo. El laberinto está formado por varias vías que se distribuyen en 12 anillos concéntricos limitados por altos setos que conducen a una torre central. Se cuenta que Napoleón se perdió una vez en este el laberinto.


El laberinto de Reignac-sur-Indre (Francia) tiene fama de ser el laberinto vegetal más grande del mundo. Al menos así era en el año 1.996, cuando se construyó. Tal era su fama, que el día de su inauguración acudieron más de 85.000 personas que intentaron encontrar el camino correcto entre los setos. El laberinto está hecho de girasoles que se siembran cada año en invierno, de modo que, en primavera, cuando los girasoles vuelven a crecer, se crea un laberinto diferente, aunque manteniendo la forma de círculos concéntricos.


El metro es un moderno laberinto en el que difícilmente se puede encontrar la salida deseada sin un plano.

El Metro de Moscú, inaugurado en 1.935, es el tercero mayor del mundo después de Londres y Nueva York y el primero en densidad de pasajeros. Tiene 185 estaciones y una longitud de tendido subterráneo de 305,5 Km.


El laberinto de Rosamunda “El rey Enrique, aunque ornado de muchas virtudes, tenía también vicios que lo llevaron a deshonrar la dignidad real. Poseído por la lujuria, rompió el lazo matrimonial. Encarceló a la reina Leonor, su esposa, y su adulterio fue manifiesto, pues tenía a su lado, abierta e impúdicamente, a una muchacha llamada Rosamunda. Para esta estimable muchacha el rey hizo construir en Woodstock una sala de admirable arquitectura, parecida a la obra de Dédalo, con el fin de evitar que la reina pudiera llegar a ella fácilmente […] En el primero de ellos la reina contó ocho puertas y abrió la novena. Se encontró en una nueva galería con diversos accesos. En el tercer cruce giró a la derecha y contó 25 pasos. En ese lugar había una trampilla, poco visible. La levantó y descendió seis escalones. Llegó entonces a una oscura bodega; siguió la pared derecha, tres veces el largo del brazo, subió otros 6 escalones y llegó a un largo corredor. Entonces, sin vacilar, se dirigió hacia la última puerta a la izquierda…". Extracto de la leyenda contada por el abad de Jervaulx

Rosamunda Clifford (1.150-1.176 aprox.), a menudo llamada "La bella Rosamunda " o "La Rosa del Mundo", fue famosa por su belleza y por ser amante del rey Enrique II de Inglaterra, quien, según la leyenda la encerró en un laberinto.


Kenko, o Qenko, es un centro arqueológico ubicado en el Valle Sagrado de los Incas, a 6 Km. de la ciudad del Cuzco, Perú. R34LM3N73 N0 53 C0N0C3 3L N0M8R3 0R161N4L D3 35T3 3NCL4V3. L05 C0NQU15T4D0R35 35P4Ñ0L35 L3 D13R0N 3L NOM8R3 D3 QU1NQU, P4LA8R4 QU3CHU4 QU3 51GN1F1C4 L483R1NT0, P0R T3N3R V4R145 G4L3R145 SU8T3RR4N345 3N F0RM4 D3 L483R1NTO Y P0R L05 P3QU3Ñ05 C4N4L35 L48R4D05 3N L45 R0C45 3N F0RM4 D3 Z1GZ4G. N0 53 S483 C0N QU3 PR0P051T0 FU3 C0N5TRU1D0 35T3 M0N8M3NT0 QU3 T13N3 F0RM4 D3 4NF1T34TR0.


Entre 1.930 y 1.937, Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso (Picasso) realizó un centenar de grabados por encargo de su marchante Ambroise Vollard en una serie que fue bautizada con el apellido del coleccionista y que constituye un relato narrativo a la vez que cuestiona la trama del mito griego del laberinto del minotauro tal y como nos lo han contado.


ROT13

Han ebfn chrqr cnerprefr n ha ynorevagb


Cnosos o Cnoso (Κνωσσός en griego) fue la ciudad más importante de la civilización minoica, que alcanzó su máximo esplendor en el segundo milenio a.C. La edificación más emblemática de Cnosos era su famoso palacio, de unos 17.000 m² construidos y más de 1.500 habitaciones. Llegó a ser el mayor palacio de Creta y se le ha asociado con el palacio del mítico rey Minos. El palacio se identificó como el laberinto del mito en el que Minos encerró al Minotauro al que venció Teseo. Entre sus ruinas se han hallado frescos de estuco en relieve que representan diversas escenas de toros, de las que ha perdurado la enorme cabeza de un toro rojo, responsable, probablemente de la asociación del mito de Minotauro con estas ruinas. El complejo fue descubierto por sir Arthur Evans en 1.900.


Laberinto en una columna de una fachada exterior de la Sagrada Familia, Barcelona.

Catedral de Colonia, Alemania.


Catedral de Ely, Inglaterra.

Catedral de Amiens, Francia.



Una espiral es una línea curva generada por un punto que se va alejando progresivamente del centro a la vez que gira alrededor de él.

Las espirales no son laberintos propiamente dichos, ya que no presentan las idas y vueltas que recorren los laberintos antes de llegar al centro. Sin embargo, espirales y laberintos se encuentran directamente emparentados.


43.401514,-5.815584

43.404868,-5.806953


Uno de los primeros ejemplos de laberintos en iglesias, es el laberinto que se encuentra en la basílica de San Reparatus en Argelia (año 324 aprox.). En este laberinto de origen romano, el motivo central fue sustituido por un damero de 13 x 13 que contiene las letras que, partiendo de la “S” central y moviéndose en cualquier dirección hasta llegar a cualquier “A” de un vértice, forman el acróstico "Santa Eclesia".


Willard Stanton Small (1.870 – 1.943) fue un psicólogo experimental. Small fue la primera persona en utilizar el comportamiento de las ratas en laberintos para estudiar el aprendizaje. El laberinto utilizado en sus estudios fue una adaptación del laberinto de Hampton Court.


El laberinto de Hampton Court se encuentra en los jardines del palacio homónimo, en la ciudad de Hampton. Fue plantado entre 1.689 y 1.695 y es el laberinto más antiguo conservado en Inglaterra. Fue construido para Guillermo III de Orange, en aquella época rey de Inglaterra e Irlanda y de Escocia (como Guillermo II). El laberinto, con forma de trapecio, cubre una superficie de 1.300 m2 y contiene aproximadamente 800 m de caminos. De este laberinto se dice que es el único que queda de los 4 que hubo en este sitio.


Glastonbury Tor Glastonbury es un pueblo en Somerset, Inglaterra. El pueblo tiene especial interés por una colina vecina llamada Glastonbury Tor, que sobresale del paisaje llano de los alrededores. Los mitos alrededor de esta colina tienen relación con José de Arimatea, el Santo Grial y el rey Arturo. Los britanos la conocía como Ynys yr Afalon ("La isla de Ávalon") por lo que se cree que podría ser el Ávalon (o Avalón) del legendario Rey Arturo. Las siete terrazas simétricas que rodean Glastonbury Tor constituyen un gran misterio. Una de las teorías existentes supone que estas terrazas son los restos de un antiguo laberinto tridimensional. Esta teoría sostiene que “el laberinto clásico, un diseño encontrado en todo el mundo neolítico, puede ser fácilmente adaptado a Glastonbury Tor, de modo que cruzando sus terrazas se llegara a la cima siguiendo un patrón similar”.


El uso del laberinto como un elemento de diseño en forma de mosaico para el suelo, dio lugar a diferentes variedades de laberintos, todos ellos clasificados como laberintos romanos. El laberinto romano supone los primeros cambios importantes en un símbolo que ya contaba con más de dos mil años de antigüedad. Se han hecho varias clasificaciones para estos diseños romanos, generalmente basadas en propiedades matemáticas o geométricas de los mismos, pero básicamente pueden ser designados como de tipo “meandro”, “serpentino” o “espiral”, con pocos diseños que no se ajustan a esta clasificación. Existen numerosas variaciones de estos tres diseños básicos que van desde mediados del siglo II a.C. hasta el siglo IV.


Restos de un mosaico romano representando un laberinto y el mito de Teseo y el minotauro. Túnez, Museo arqueológico del Bardo (siglo IV).

Restos de un mosaico romano representando un laberinto y el minotauro. Conímbriga, Portugal.



Cierto tipo de laberintos se denominan “ciudad de Troya”. Probablemente los romanos los llamaban así por su Juego de Troya, una danza laberíntica ejecutada por jóvenes aristócratas en honor del antepasado de Augusto, el troyano Eneas. Según Plinio, también la bailaban los niños en la campiña italiana.


I’itoi o I’ithi (hombre en el laberinto) es, en la tradición del pueblo O'odham, un grupo de nativos americanos que residen principalmente en el desierto de Sonora, al sureste de Arizona y noroeste de México, el dios creador que vive en una cueva justo debajo de la cima de la montaña Baboquivari, que forma parte de la nación de los Tohono O'odham (gente del desierto). Se dice que I'itoi ha sacado al pueblo Hohokam a esta tierra desde el inframundo. Estos símbolos se han encontrado en cestería indígena y petroglifos y representan el viaje de una persona por la vida, donde las idas y vueltas son las decisiones tomadas. A diferencia de los laberintos clásicos éste tiene la entrada en la parte superior en vez de en la inferior.


El dsieño del lbareinto claisco cosinste en una vía úinca que se rpitee hsata frmoar setie ciruictos, limtidaos por ohco paerdes, que rdoean el obejtivo cenrtal. Se peude encotnrar tnato en fomra cicrluar cmoo cuardada. Difreetnes invesigtacinoes musetran, que es de pcoa impotrancia en que odern etsan las lertas en las palbaras, lo más improtnate, es que la prirmea y úlimta esetn en su lguar, poruqe nosrotos lemeos las pablaras enetras y no lerta por lerta.


La presencia de laberintos en Asia es rara en comparación con Europa.

El laberinto más antiguo de Asia es, probablemente, uno tallado entre otros petroglifos del neolítico, que ha sido descubierto en Goa, India.

El misionero Cassiano da Macerata viajó en 1.740 a través de Nepal. En su relato del viaje, describe unas ruinas en la selva, que más tarde se atribuyeron a la antigua ciudad de Scimangada, cuyos muros formaban un laberinto Cassiano menciona que el plano de esta ciudad se puede encontrar, labrado en piedra, en el palacio real de Bhaktapur, Nepal.


Laberintos atribuidos los nabateos, grabados en una roca en Petra, Jordania.


Los símbolos de laberintos en el suroeste de Estados Unidos son, aunque no exentos de misterio, abundantes. No se sabe ni como ni cuando se empezaron a dibujar estos laberintos. Sin embargo, ocupan un lugar importante en las historias tradicionales de los Hopi, Akimel O'odham, Tohono O'odham y los pueblos Yaquis. Los petroglifos de laberintos encontrados en Arizona, Nuevo México y los estados del norte de México son difíciles de datar, pero proporcionan la evidencia más temprana. Hoy en día el laberinto sigue siendo popular y se encuentra como motivo de cestas tejidas a mano, platería y cerámica producida por los pueblos nativos de Arizona, especialmente los Tohono O'odham y Navajo.

Petroglifo en Arroyo Hondo, Nuevo México. El hecho de que aparezca un jinete indica que el grabado es posterior a que los conquistadores españoles introdujesen los caballos (y quizá ¿también los laberintos?) en América a finales del siglo XV.


El laberinto egipcio de Hawara Hawara, situada a 90 km al sur de El Cairo significa en Egipcio”gran templo”. En Febrero de 2.008 se realizó una expedición para escanear con un georadar la zona donde, supuestamente, se encuentra el Laberinto. El 11 de Agosto las autoridades egipcias anunciaron el resultado de la expedición: “Una gran estructura se encuentra ahí abajo, que coincide con la descripción que Herodoto y Estrabón hicieron del Laberinto”. Este podría ser el mayor descubrimiento arqueológico de la historia. La UNESCO Plano de una parte del ya lo ha declarado “herencia de la laberinto hecho por William humanidad”. Parece ser que este Flinders Petrie a partir de las laberinto, conformado por las múltiples excavaciones hechas en habitaciones de la edificación, tardó 365 Hawara, en 1.888. años (desde 4.608 hasta 4.243 a.C.) en construirse y podría ser la más grande edificación jamás construida por el hombre. Sobre este laberinto también escribieron: Manetón, Diodoro Sículo, Plinio el Viejo y Pomponio Mela.


Una junta de laberinto, es una pieza mecánica diseñada con forma de camino tortuoso para evitar fugas de un fluido, generalmente un lubricante. Las juntas de laberinto pueden estar compuestas de varios surcos, a modo de rosca de tornillo. Este tipo junta se encuentra, a veces, dentro de un eje de cojinete para prevenir fuga del aceite de lubricación del rodamiento. Las turbinas también tienen juntas de laberinto para minimizar la fricción.


El Juego de la Oca Quien caiga en el nº 52 (la cárcel), paga un tanto y no podrá salir de su encierro hasta que caiga allí otro jugador. Quien caiga en el nº 58 (la muerte), paga un tanto y vuelve a comenzar la partida. Cuando se llega al nº 60 se juega con un solo dado. Para entrar por la puerta nº 63, al jardín de la oca, es necesario sacar con el dado los puntos justos hasta esta casilla, retrocediendo siempre los puntos sobrantes y tirando de nuevo el dado cuando le corresponda, hasta sacar el número exacto que permita su entrada. En los tableros modernos suele aparecer un segundo puente en la casilla nº 12, en este caso el jugador que cae en la casilla nº 6 (primer puente) pasa automáticamente a las casilla nº 12. Sin embargo esto parece ser un añadido tardío ya que todos los tableros antiguos muestran un solo puente. Fuente: Rafael Alarcón, en: A la sombra de los templarios. Los enigmas de la España mágica Ed. Martínez Roca, S.A

El juego de la oca consta de 63 casillas. 6 + 3 = 9. Las casillas donde hay una oca pueden dividirse en dos grupos espaciados una distancia de 9 casillas. 5 14 23 32 41 50 59 9 18 27 36 45 54 63


Laberinto pasatiempos Un laberinto es un pasatiempo gráfico consistente en trazar una línea desde un punto de origen situado en el exterior de un laberinto a uno de destino situado generalmente en el centro o bien en el lado opuesto. La dificultad consiste en encontrar un camino directo hasta el lugar deseado. El laberinto, por su propia configuración, contiene diferentes vías sin salida y sólo un recorrido correcto.


El Juego de la Oca Cada jugador juega con dos dados y suma los puntos de ambos, que es el número de casillas que puede avanzar de cada vez. Los jugadores tiran sus dados por turno, siguiendo el orden de derecha a izquierda. Si al comienzo de la partida se saca 9 con 5 + 4 se pasa la casilla 53, si se saca 9 con 6+3 se pasa a la casilla 26. Ambas casillas contienen la figura de los dados. El jugador que caiga en una oca salta a la oca siguiente cantando la frase "de oca a oca y tiro por que me toca" y volverá a tirar sus dados moviendo lo que corresponda. Quien caiga en el nº 6 (el puente), paga un tanto por derecho de peaje (según lo que se establezca al principio de la partida) y pasa a descansar, un turno sin jugar, en el nº 19 (la posada). El que cae en la nº 19 (la posada), paga un tanto por el hospedaje y permanece un turno descansando, sin jugar. Al caer en cualquiera de las dos casillas que contienen los dados nº 26 o nº 53, el jugador sumará los puntos que marcan los dados allí dibujados (2 + 6 y 5 + 3, respectivamente) y avanzará tanto como allí resulte. Quien caiga en el nº 31 (el pozo), paga un tanto por el agua y no pude salir de allí hasta que otro jugador caiga en el pozo. Quien caiga en el nº 42 (el laberinto), paga un tanto y, extraviado sin hallar la salida, retrocede hasta el nº 30, donde pierde un turno sin jugar.


Un código QR (Quick Response code, “código de respuesta rápida”) es un módulo útil para almacenar información en una matriz de puntos o un código de barras bidimensional.


Existen tres versiones sobre el origen del juego de la oca: Podría ser una creación de los griegos durante el asedio a Troya. Esta teoría se basa en cierta similitud con el disco de Phaistos, del 2.000 a.C., que podría ser un tablero del juego. Según otra hipótesis se inventó en la Florencia de los Médici extendiéndose luego por las cortes de Europa. La última teoría afirma que lo crearon los templarios en el siglo XII para instruir a los peregrinos que iniciaban el Camino de Santiago.


El disco de Festo (o disco de Phaistos) es un disco de arcilla cocida con inscripciones en ambas caras fechado a finales de la edad de Bronce. Fue descubierto el 15 de julio de 1.908 por el arqueólogo italiano Luigi Pernier en la excavación del palacio minoico de Festos, en el sur de Creta. El propósito de uso y su origen aún no han sido determinados, lo que ha convertido a este objeto en uno de los más famosos misterios de la arqueología. El disco está datado entre el 1.800 – 1.400 a.C. Actualmente se encuentra en el museo de Heraklion, en Creta.


Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech (Dalí) pintó, en 1.960, la obra titulada:"A propósito del Discurso sobre la forma cúbica de Juan de Herrera". Este cuadro está basado en la piedra laberíntica del rey Silo. Sin embargo, resulta curioso que Dalí conociese como era realmente dicha piedra, ya que la lápida fue destruida por Fernando Salas en 1.662, como consecuencia de una disputa con los feligreses por el derecho de enterramiento en el templo. En una restauración de la iglesia que tuvo lugar en los años 1.970s apareció un fragmento de la piedra original, lo que permitió hacer la reconstrucción de la matriz de 15 filas x 19 columnas con las letras que forman la frase SILO PRINCEPS FECIT dispuestas de forma idéntica a la que pintó Dalí en las caras del hipercubo del cuadro. Existen, sin embargo, otras piedras similares, cuyo origen se remonta a la Roma clásica, de las que Dalí podría haber tenido conocimiento.


La Biblia Farhi es un manuscrito medieval en hebreo que reproduce la Biblia y algunos textos añadidos. Consta de 1.056 páginas y 359 ilustraciones. Su autor fue Elisha ben Abraham ben Benviste ben Elisha, llamado Cresques, muy posiblemente el cartógrafo mallorquín Cresques Abraham. Elisha escribió esta biblia, para su propio uso, entre 1.366 y 1.382. El libro toma el nombre de sus más conocidos poseedores, la familia Farhi, judíos sefardíes establecidos en Siria, descendientes de una familia de Zaragoza. A principios del siglo XX la biblia fue adquirida por la familia Sasson.

Mapa de Jericó de la Biblia Farhi.


Los dos reyes y los dos laberintos (Cuento de Jorge Luis Borges) Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribo sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso." Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no muere. FIN


Círculos concéntricos megalíticos

Nadie sabe por qué o para qué fueron construidos.


eL oIdo inteRNO O labeRinTo se enCuENtra en el inTERIor deL PenAscO DEL hueso Temporal y En eL Se DiSTinGUEN dos ParTes bIEN DIfEreNCiADas EL LAberIntO AnteriOr y eL lABeRINto PoSteRIoR EL LAberiNTo aNteRIOR o coCleA albERga El orGano aUDitivo y eL LabeRInTo pOStErior alberga El SiStema vestIBULar qUe foRMa pARTE del SistEmA dEL EQuiLIBRIo cORpoRal EL LAbEriNTo OSeo O CAPsuLa OTicA estA ConStitUido poR Un moldE osEO DE hUeso ComPacTO QUe aLBeRga eN sU inTErIoR aL laBerinto MEMBranOso y DEl qUE EStA sePArADo pOR LOs EspAcioS peRiLaBEriNtiCOs Se denomina así por analogía de su apariencia con el laberinto mítico en el que estaba encerrado el minotauro.

Cifra de Bacon


Fighting the Minotaur (1.942). Boceto de Dalí para el ballet Labyrinth.


"A los que corren en un laberinto, su propia velocidad los confunde"

Lucio Anneo Séneca


Pac-Man es un videojuego creado por Toru Iwatani a principios de los años 1.980s. Se convirtió en un fenómeno mundial llegando a tener el récord Guiness del videojuego de arcade más exitoso de todos los tiempos. El protagonista del videojuego es un círculo amarillo al que le falta un sector, por lo que parece tener boca. Aparece en laberintos donde debe comer puntos pequeños, puntos mayores y otros premios con forma de frutas y otros objetos. El objetivo del personaje es comer todos los puntos de la pantalla, momento en el que se pasa al siguiente nivel o pantalla. Sin embargo, cuatro fantasmas o monstruos, recorren el laberinto para intentar comerse a Pac-Man.

En España a este juego se le llamó “comecocos”; bien porque para jugar hay que pensar, o sea “comerse el coco”, bien porque Pac-Man tiene que comerse al malo, es decir “al Coco”.


"El que sólo busca la salida no entiende el laberinto, y, aunque la encuentre, saldrá sin haberlo entendido”

José Bergamín


¡Felicidades! Has llegado al final del laberinto.

Bibliografia recomendada Código Rohonczi Manuscrito Voinich


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Si esto no es suficiente ayuda, también puedes encontrar la respuesta al laberinto al final del mismo. Claro que, para parar verla tendrás que saber descifrarla, o descifrar el laberinto para conocer el código. En realidad, este laberinto-libro contiene también varios mensajes ocultos. Algunos de ellos sencillos y otros más complicados de descifrar. Por ejemplo, si sabes interpretar este cuadrado mágico de Gaudí podrás ir a la página correspondiente y tratar de descifrar allí uno de esos mensajes ocultos.


Esto no es exactamente un libro, ni tampoco un laberinto, quizá sea ambas cosas a la vez o ninguna de ellas. Se trata de meter un laberinto en un libro (al revés hubiese sido muy sencillo), a la vez que de recopilar una serie de historias, datos y curiosidades que, de una forma u otra, tienen relación con los laberintos y que me parecieron curiosas, interesantes, intrigantes o simplemente me gustaron. Hay de todo un poco. Por otro lado, también he pretendido hacer un libro diferente, en el que no haya que seguir necesariamente un orden a la hora de leerlo. De hecho, se puede empezar de adelante hacia atrás o al revés, leer páginas al azar o incluso no leerlo y utilizarlo como folioscopio, que también lo es. Pero la forma en que yo lo he imaginado es moviéndose a través del laberinto que en realidad es el libro. Un laberinto compuesto por varias salas, en las que hay diferentes puertas que las comunican entre sí. A modo, quizá, del laberinto egipcio de Hawara o del palacio de Cnosos. Quien sabe. Cada página representa una sala numerada (en la parte superior derecha). Las flechas que aparecen al lado del número de la estancia representan las puertas, con la dirección y sentido en que nos movemos al atravesarlas. Por último, el número contenido en la flecha indica la sala en la que entraremos si traspasamos esa puerta y, por tanto, la página a la que hay que moverse. La idea es ir moviéndose de una sala a otra, o de una página a otra, como se prefiera, hasta encontrar la salida del laberinto. ¿Complicado? Bueno, a fin de cuentas moverse por un laberinto nunca suele resultar sencillo. De todas formas, y a modo de ayuda, he dibujado aquí el plano del laberinto. Ahora solo queda encontrar la entrada y la salida y saber que número hay que poner en cada una de las habitaciones, o sea los cuadrados del plano, para no perderse.



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Laberinto © J. Ángel Menéndez Díaz, 2013 ISBN: 9781481943291


J. Ángel Menéndez Díaz

Laberinto





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