Arquitectura Historia 2

TEMA 10 LA EXPRESIÓN DE UNA HEGEMONÍA: FELIPE II Y LA ARQUITECTURA LA FÁBRICA DE EL ESCORIAL: JUAN BAUTISTA DE TOLEDO Y HERRERA. REX SAPIENS: DEL ARQUETIPO SALOMÓNICO A LA ACADEMIA DE MATEMÁTICAS El panteón de la catedral de Granada no funcionará como tal debido a la evolución de la vida de Carlos V como monarca: abdicará en Bruselas y morirá en el Monasterio de Yuste.

El sucesor de Carlos V, Felipe II, se verá como un personaje oscuro y reservado, en parte debido a que solía vestir de negro ya que cuando nació su horóscopo decía que su suerte venía de Saturno. Sin embargo, su personalidad irá más allá. Usará la arquitectura para alcanzar un conocimiento avanzado.

Hizo reformar varias ciudades, como el Alcázar de Sevilla, pero sin lugar a duda, su obra más representativa es El Escorial, cerca de la recién nombrada capital, Madrid.

Construye el Monasterio de El Escorial como palacio – alcázar, residencia real, como panteón real y como monasterio, a imitación de su padre, viviendo con los monjes. No se trata de un palacio urbano, es un edificio aislado que se resuelve en sí mismo.

Fue en su época, el mayor edificio de Europa junto a San Pedro y el Hospital de las Cinco Llagas. Llama la atención la rapidez de construcción, apenas unos cincuenta años, en contraste con los edificios mencionados, como el Hospital de Sevilla, que no llegó a terminarse.

El Rey recurrió a Juan Bautista de Toledo, personaje que se ha probado que trabajó como segundo encargado en la obra de San Pedro del Vaticano, junto a Miguel Ángel.

Felipe II pretendía llegar al ideal religioso del rey Salomón, como rey – constructor. Quiso aunar en su obra el saber de su época, encargando a Prago y Juan Bautista Villalpando, sobre todo este último, la explicación de la profecía de Ezequiel para así interpretar la idea que Dios, constructor, quería plasmar en el Templo de Salomón.

En el interior de El Escorial se dibujan frescos con sabios, como historia anterior al Rey. De todos ellos, llama la atención el de La Trinidad, en el sotacoro, pintado por Luca Cambiaso, en el que destaca en el centro, un cubo en escorzo, que representa la propia evolución de El Escorial, la idea que Felipe II quería plasmar en el edificio.

Lulio comentó la figura del cubo, algo que estudió Herrera en su tratado sobre el cubo, su estructura y organización.

Juan de Herrera será el que reorganice la obra, “haciéndola científica” (Tafuri), teniendo bajo su control todas las piezas que conformaban el edificio: todas las piedras estaban medidas y numeradas para traerlas desde la cantera a la obra y colocarlas en un sitio en concreto.

Organizativo y material, la metodología de Herrera era debida en parte al proceder de la trayectoria de los canteros cántabros y al conocimiento que tenía sobre la Antigüedad. Consiguió una enorme biblioteca, que pretendieron traducir los tratadistas como Vignola.

Felipe II y Herrera comparten ideas sobre arquitectura (Archivo de Indias), ingeniería y astronomía. De esta forma, Herrera se convierte en el intermediario entre el Rey y sus ideas metafísicas.

Compartieron por ejemplo, la idea de que en el cubo se basaba el saber. El Rey estaba abrumado por la tarea que le había dejado su padre, por eso eligió un gran edificio para perdurar en la memoria.

El Escorial fue ideado como alcázar, con cuatro torres en las esquinas. Su forma, sobre todo si se mira la parte inferior, la de los patios menores, está inspirada por el Hospital Maggiore de Milán, de Filarte, en las trazas en cruz, una ogranización racional. Incluirá otras funciones como la de Monasterio, a cargo de la Orden de los Jerónimos, además de colegio y residencia Real.

La Iglesia, del tipo de templo centralizado, estará retranqueda del patio principal, no como la Iglesia del Hospital de Filarete que se debía incluir en el patio principal. En esta basílica es donde Felipe II ideó construir el Panteón Real.

La llegada desde Madrid se realiza desde la fachada norte, la trasera, como las panateneas en el Partenón. La entrada se sitúa en el oeste, consiguiendo al girar hacia esa fachada un deslumbramiento por la luz del sur.

Se accede al patio principal, de los Reyes, atravesando la Biblioteca, el saber, en el piso superior.

Fue una de las mayores de su época.

Para la basílica se realizará un concurso entre arquitectos de diversa procedencia y de gran fama, interpretando Herrera las ideas presentadas. La cúpula será como la de San Pedro, sostenida por cuatro