TRABAJO FIN DE GRADO GRADO en Fundamentos de la Arquitectura CURSO ACADÉMICO 2020/2021 CONVOCATORIA Julio 2021 TÍTULO: El mueble en la vivienda social de Le Corbusier. Del objeto purista al casillero geométrico. APELLIDOS/NOMBRE ESTUDIANTE: Taragan / Andreea Georgiana DNI: GRADO/DOBLEX3856969F GRADO QUE CURSA: Fundamentos de la Arquitectura y Diseño Integral y Gestión de la Imagen APELLIDOS/NOMBRE TUTOR: González Izquierdo / José Manuel Fecha: 15/07/2021

El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico Andreea Georgiana Taragan Tutor: José Manuel González Izquierdo Trabajo Fin de Grado. Doble Grado Fundamentos de la Arquitectura y Diseño Integral y Gestión de la Imagen. Universidad Rey Juan Carlos.

A mi tutor, José Manuel, por su implicación y entusiasmo, por el tiempo dedicado y el saber transferido. Gracias.
The application of the creep system on the three se lected case studies: Pessac, Weissenhof and Loucheur, allows us to observe an evolution in the plastic develop ment of Le Corbusier’s social housing through his fur niture system towards an increasingly geometric order.
of the furniture-architecture binomial is approached during the 1920s of the Modern Move ment, as a decisive moment in which, on the one hand, social, economic and minimal housing solutions begin to proliferate and, on the other hand, proposals that liberated space and integrated the furniture system into the architectural system in response to new social chan ges that were a consequence of the First World War. In this context, Le Corbusier developed all his work ba sed on his own purist movement under the principles of selection and economization, both plastic and spatial. These precepts are developed in the Esprit Nouveau Pa vilion, which also represents the prototype of a cell of a immeubles-villa as social housing, and the Corbusierian conception of decorative art as a functional technique that offered the liberation of the spirit of modern man.
En este contexto, Le Corbusier desarrolla toda su obra fundamentándose en su propio movimiento purista bajo los principios de selección y economización, tanto plás tica como espacial. Estos preceptos se desarrollan en el Pabellón l’Esprit Nouveau, el cual, además, representa el prototipo de una célula de un inmueble-villa como vivienda social, y la concepción corbuseriana del arte decorativo como técnica funcional que ofrecía la libera ción del espíritu del hombre moderno. Así, l’Esprit Nouveau se posiciona como el caso ejem plar a partir del cual se extrae el sistema de fluencia que opera entre la plástica purista, propia de sillas y mesas, y la plástica objetiva y geométrica que se materializaba en el casillero, elemento desarrollado que responde a una nueva concepción de equipamiento doméstico.
AbstractResumen
La aplicación del sistema de fluencia sobre los tres casos de estudio seleccionados: Pessac, Weissenhof y Lou cheur, permite observar una evolución en el desarrollo plástico de la vivienda social de Le Corbusier a través de su sistema mueble hacia un orden cada vez más geomé trico. The relationship between furniture and architectural space from the integration of both systems is studied in this thesis under the perspective offered by its appli cation in Le Corbusier’s social housing, through which we try to extract a method of transfer between the two Thesystems.treatment
Thus, l’Esprit Nouveau is positioned as the exemplary case from which the creep system that operates between the purist plastic, typical of chairs and tables, and the objective and geometric plastic that materialized in the casier, a developed element that responds to a new con ception of domestic equipment, is extracted.
La relación entre el mobiliario y el espacio arquitectó nico desde la integración de ambos sistemas se estudia en el presente trabajo bajo la perspectiva que ofrece su aplicación en la vivienda social de Le Corbusier, a través del cual se trata de extraer un método de transferencia entre ambos sistemas. El tratamiento del binomio mueble-arquitectura se aborda durante la década de 1920 del Movimiento Mo derno, como momento decisivo en el que comienzan a proliferar, por un lado, soluciones de vivienda social, económica y mínima y, por otro lado, propuestas que liberaban el espacio e integraban el sistema mueble en el arquitectónico como respuesta a nuevos cambios so ciales que fueron consecuencia de la I Guerra Mundial.
1. Introducción Justificación Premisas e Hipótesis MetodogíaObjetivos 2. Estado del arte 3. Marco teórico Relación mobiliario - arquitectura Espacio fluido - campos espaciales Espacio disponible - objetos Espacio articulado - raumplan Vivienda social El mueble en la vivienda social de la modernidad La vivienda social, mínima y económica de Le Corbusier 4. Bases analíticas Fundamento teórico - Escritos de Le Corbusier Principios Mobiliariopuristasyplástica espacial Mobiliario y vivienda social Pabellón l’Esprit Nouveau Estudio sistema mueble - espacio 5. Estudio comparado Citè Frugés Dos casas de Weissenhof Casas Loucheur 6. Conclusiones 7. Bibliografía Índice 7266605448464240383431313029282725242321201613121198
Introducción 1 Fig. 1

Estatrabajo1estrategia
2. Mínima como búsqueda de esa existencia mínima en superficies limitadas, económica como ahorro en costes materiales consecuencia de concepciones mínimas, social como solución a una problemática de la sociedad moderna. Los tres conceptos concurren en un mismo fin, por lo que los tres se usarán a lo largo de la investigación para expresar una misma idea. los mínimos costes (Diez-Pastor, 2009). La solución a esta problemática la formula Ernst May en el II Con greso Internacional de Arquitectura Moderna: “necesi tamos viviendas para el mínimo nivel de vida” (1929).
Por tanto, las condiciones que definían el periodo de entreguerras requerían de una nueva concepción del espacio doméstico. Así, la vivienda mínima, económi ca y social2 se convirtió en un laboratorio en el que se buscaba la fórmula sistemática para obtener las mejo res condiciones basadas en principios de iluminación, ventilación, orientación, etc., con los mínimos recursos económicos. La experimentación con nuevas tipologías habitacionales conllevaba también ensayos en el amue blamiento de dichos espacios mínimos (Villanueva y García-Diego, 2015). Es así como en el espacio doméstico moderno el carác ter del mueble asociado a su concepción como objeto autónomo comienza a ceder a favor de una integración en el espacio interior, “se resuelven como unidades in corporadas muchas veces a la arquitectura interior y otras como elementos transformables y variables de for ma y función” (Feduchi, 1946, p. 151).
1. El motor que ha accionado el interés en estos conceptos radica en las viviendas sociales de Carabanchel (2003-2005) del estudio de ar quitectura Aranguren y Gallegos. Se trata de una serie de viviendas basadas en la economía de espacios, lo que se consigue por medio de un conjunto de operaciones que confieren flexibilidad y versatilidad al integrar elementos mueble en el proceso proyectual del espacio interior. El aprovechamiento espacial permite un mayor grado de posibilidades de usos convirtiendo, de tal forma, el espacio pequeño en grande.
El difuso límite entre mobiliario y arquitectura, la pos tura híbrida entre lo móvil y lo inmóvil y la integra ción del mobiliario en el espacio arquitectónico como estrategia que resulta en la optimización espacial y esto como oportunidad aplicable en las viviendas sociales, se ha constituido como la línea generatriz del presente se aborda primordialmente durante el Movimiento Moderno que, en los años 20, potencia una actitud experimental que abarca, por una parte, la concepción del mobiliario como parte integradora del proyecto arquitectónico y, por otra, el diseño habitacio nal de las viviendas sociales. De alguna manera, existe cierta retroalimentación entre estos dos campos de ac ción, cuyas innovaciones surgieron como consecuencia de una serie de cambios sociales, tales como la incor poración de la mujer al ámbito laboral, que activaron la necesidad de tener que pensar nuevas formas de habitar, lo cual se materializó en nuevas estructuras espaciales domésticas (Villanueva y García-Diego, 2015).
Las distintas soluciones desarrolladas perseguían un mismo objetivo, conseguir las mayores prestaciones con
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Fig. 1. Espacio interior de una célula de la Unité d’habitation de Le Corbusier (Marseille, 1945).
De esta manera, se estrecha la relación entre arquitec tura y mueble y se salva la distancia comprendida en tre ambos sistemas a través de la hibridación de sus caracteres. La naturaleza de estos sistemas se basa, en el imaginario colectivo, en la capacidad de movilidad de sus elementos. Así, el mueble se asocia con lo móvil como la capacidad de modificar su posición. Mientras que, por otra parte, lo inmóvil hace referencia a lo ar quitectónico, aquello que permanece y que, por tanto, Introducción Justificación
12 Justificación
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
3. El origen de Le Corbusier se vincula con el final de la I Guerra Mundial y, por tanto, el comienzo de un nuevo tiempo, enmarcán dose, así, “explícita e intencionalmente en el contexto de la posgue rra y en la situación francesa en ese momento concreto” (González, 1994).
Fig. 2. 67 Viviendas sociales en Carabanchel, Aranguren + Gallegos Arquitectos. Fotografía de Eduardo Sánchez.
Fig. 3. Dos casas de Weissenhof, Le Corbusier. Fotografía de FLC - ADAGP. es fijo. Así, cuando el mueble comienza a formar parte integrante del espacio interior, además de identificar su funcionalidad, el sistema mueble adquiere cierto papel conformador del espacio. Para el desarrollo concreto de toda esta cuestión se ha seleccionado la figura de Le Corbusier junto a sus colaboradores –Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand–como caso paradigmático de todo este movimiento de renovación3. En este marco contextual de posguerra, Le Corbusier desarrolla junto a Ozenfant un sistema teóri co que aplica a todos sus ámbitos de actuación y, entre ellos, aquel denominado arte decorativo que comprende a lo que hoy se conoce como diseño. El concepto purista, basado en un proceso de selección mecánica y simbólica producto de la ley de economía, encuentra su expresión en la relación que se establece entre el sistema mueble y el espacio arquitectónico. Esto no es más que la consecuencia del nuevo espíritu que se estaba gestando en el periodo de posguerra y, por tanto, no extraña el acuciado interés de Le Corbusier en la tipología de la vivienda social. “No se enfocará con eficacia la renovación del plano de la casa moderna, sino después de haber puesto al desnudo la cuestión del mobiliario”, denuncia Le Corbusier en 1929, poniendo palabras a lo ya producido hasta el momento. Así, Le Corbusier se presenta como uno de mejores ejemplos para estudiar el comportamiento del sistema mueble en el espacio doméstico de la vivienda social moderna por los siguientes motivos: 1, gran parte de su producción comienza en el contex to de posguerra; 2, como consecuencia, sus intereses se dirigen en gran medida hacia la vivienda social, económica y mínima; 3, la preocupación por el mobiliario se manifiesta teó ricamente en La aventura del mobiliario (1929) y es critos anteriores; y 4, existe un sistema de pensamiento que engloba e in tegra ambos sistemas bajo principios de depuración, economía, liberación y optimización.


• Dicha nueva concepción de la relación mueble–ar quitectura se da en mayor medida en el Movimien to Moderno. Gran parte del espacio doméstico moderno se encuentra definido por estructuras blandas: muebles, paneles corredizos y plegadizos, alfombras, cortinas, etc. Estos elementos adquieren carácter de estructuradores del espacio arquitectó nico (Arango Flórez, 2017).
• Este sistema de transferencia descriptible ocurre en sentido arquitectura – mueble, de manera que la aplicación de una serie de reglas sobre el mueble permite su integración como elemento arquitectó nico. La definición del sistema de transferencia en cuestión es posible por medio de un estudio me todológico y analítico adecuado del material grá fico correspondiente a las viviendas sociales de Le Corbusier.
• El mueble define cualitativamente el espacio: carac terización, conferencia de identidad “en base a sus relaciones y conexiones”. Por otro lado, también el modo de vida de los habitantes, como un reflejo de este. El mueble integrado define, también, cuanti tativamente el espacio: conformación y definición espacial (Carmona, 2017).
• Este método de transferencia se muestra de mane ra específica en las viviendas sociales como campo de oportunidades en la definición de nuevas solu ciones habitacionales basadas en la estructuración espacial de manera fundamental por medio del sis tema mueble.
• Existe una optimización del espacio doméstico como una búsqueda de la economía y eficiencia del mismo. En este sentido, el mueble se disuelve en el espacio interior llegando a formar una unidad indisoluble en la que el mueble define dicho espa cio. El mueble como elemento de diseño exento se convierte en elemento arquitectónico. La unión de ambos desemboca en una optimización de elemen tos y, por tanto, de recursos y, de esta manera, del espacio (Villanueva y García-Diego, 2015).
13Introducción
Expuesto el tema de investigación, se extraen una serie de premisas, como hechos y conceptos verídicos con relación a la conceptualización del mueble, que, pos teriormente, permiten la formulación de una serie de hipótesis.
• Existe una disyuntiva entre mueble y arquitectu ra, entre el elemento móvil y el inmóvil, entre el contenido y el continente. También existe un pun to intermedio en el que surge la hibridación mue ble-arquitectura, como un sistema que posibilita la integración y relación espacial entre ambos campos que, en el caso de Le Corbusier, se puede leer según principios puristas conforme a un orden geométri co.
Premisas e Hipótesis
Hipótesis
Premisas
Objetivos
1. Establecer unas bases teóricas generales de rela ción entre el mueble y la arquitectura en la mo dernidad aplicables al caso de estudio. La relación de estos sistemas estará determinada por el desarrollo histórico de la consideración del mobiliario y, por tanto, del desarrollo conceptual como objeto independiente hasta su concepción dentro del sistema espacial. Este proceso se aborda desde el enfoque del Movimiento Moderno. De este modo, se tratará de dar respuesta a la de signación de la hibridación mueble-arquitectura, es decir, se determinará si el mobiliario que se ha in tegrado en el espacio puede seguir considerándose mueble o precisa de otro nombre para su identifi cación.
2. Determinar el sistema de transferencia entre mo biliario y arquitectura en la obra de Le Corbusier. El análisis de relaciones en el mencionado campo conceptual a través de la figura de Le Corbusier permitirá vislumbrar la transferencia de caracteres que, materializados en la obra de Le Corbusier, es tará determinada por una serie de operaciones sis temáticas a determinar.
3. Estudiar el carácter que adquiere el sistema del mobiliario en el campo de la vivienda social en base a la experiencia extraída del caso de estudio. Los casos de estudio permiten observar el com portamiento del mobiliario en el espacio domésti co social, lo que ofrece una idea de dónde residen los límites entre ambos sistemas y cómo se puede difuminar en beneficio de otros factores ya sean ar quitectónicos o de diseño, económicos o sociales. Esto posibilita la obtención de una serie de proce dimientos generales aplicables en la fase de diseño y proyecto conceptual.
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Hasta el momento se ha desarrollado un primer plantea miento del tema, justificando la investigación del mue ble en la vivienda social de Le Corbusier y las hipótesis que se esperan comprobar con el presente trabajo. Todo ello se aborda persiguiendo los siguientes objetivos:
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
4. Comprobar los distintos modos de desarrollo del sistema de transferencia por medio de un estudio comparado. El estudio del sistema que se establece entre mueble y espacio sobre tres casos de vivienda social ofrece una idea de los distintos grados de desarrollo en los que se puede dar. La perspectiva gradual de la aplicación del sistema extraído es posible debido a una meticulosa selección.
teórica Se realiza una aproximación a la evolución de la relación entre mobiliario y arquitectura, por un lado, y, por otro, al desarrollo de la vivienda social. Esta puesta en situa ción desde una perspectiva histórica tiene como objetivo aportar un primer enfoque global a los campos de es tudio a través de una revisión bibliográfica y fotográfica facilitando de tal manera la comprensión de todo aque llo que se desarrolla teóricamente. El enfoque temporal se concreta en los años 20 como parte del Movimiento Moderno y como momento don de se comienza a gestar cierto espíritu experimental en torno al espacio doméstico y al modo de habitar como consecuencia del fin de la I Guerra Mundial. Este pe riodo de transformación comprende a la vivienda tanto en su relación con el mueble como en su caracterización social. Introducción Fig. 4. Colección completa de la revista l’Esprit Nouveau, 19201925. Fuente: Veredes.es
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El marco metodológico, orientado a la comprobación de la hipótesis inicial y al cumplimiento de los objetivos establecidos, se desarrolla siguiendo el procedimiento desarrollado a continuación:MetodologíaRevisión

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Fig. 7. Frontispicio de Précisions sur un état présent de l’architecture et de l’urbanisme, Le Corbusier, 1930. Fig. 8. Frontispicio de l’art dècoratif d’aujourd’hui, Le Corbusier, 1925.
Sobre esta base se desarrolla su concepción del sistema mueble, cuya manifestación esencial se expone en La aventura del mobiliario (1929), como parte de la con ferencia celebrada en Madrid Arquitectura, mobiliario y obras de arte y que, posteriormente, se incluyó en Précisions sur un état présent de l’architecture et de l’urbanisme (1930). Ciertas ideas del sistema mueble encuentran su génesis en Vers une architecture (1923). Finalmente, se estudia el Pabellón L’Esprit Nouveau (1925) como fundamento práctico que supone la ma nifestación, con cierto carácter propagandístico, de las previas ideas teorizadas. A través de L’Esprit Nouveau, Le Corbusier comunica sus intenciones puristas aplicadas al ámbito arquitectónico y del sistema mueble, lo que permite extraer el sistema de transferencia entre ambos campos. Aplicación en casos de estudio Posteriormente, el sistema que transferencia entre mo biliario y espacio arquitectónico se aplica sobre tres vi viendas sociales. La selección se centra en la década de 1920, periodo histórico que, por una parte, comprende las transformaciones de posguerra y, por otra, el desa rrollo fundamental del movimiento purista. Los otros aspectos que determinan la selección de la muestra conciernen al por qué y al cómo, es decir, la inten cionalidad y el esquema tipológico de la obra. De esta forma, se trata de obtener una muestra representativa de los distintos conceptos que aborda la vivienda de pos guerra; mínima, económica y social.
Metodología
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
Fig. 5. Pabellón l’Esprit Nouveau, Le Corbusier. Fig. 6. Frontispicio de Vers une architectura, Le Corbusier, 1923.
Establecimiento de bases analíticas A continuación, se estudia su aplicación dentro de la vivienda mínima, económica y social de Le Corbusier. Previamente al estudio de los casos se establecen unas bases que permitirán el adecuado análisis. Este funda mento se extrae tanto de su obra teórica como prácti ca, desde los principios puristas desarrollados en Aprés le Cubisme (1918), Le Purisme (1920) y Le Plastique El(1919).purismo supone el sistema de pensamiento de Le Corbusier a partir del cual fundamenta toda su produc ción, ya que en su caso particular “pintura y arquitec tura son manifestaciones coherentes” (Gonzáles, 1994).




Obtención de conclusiones De esta manera, la aplicación del sistema de transfe rencia de carácter entre el sistema del mobiliario y el sistema arquitectónico a los tres casos de vivienda social permite concluir en un método que es capaz de ajustar se de forma gradual a los distintos requerimientos. El método en cuestión ofrece la técnica para conciliar el mueble en el espacio interior doméstico hacia una hibri dación que en cierto sentido persigue principios de eco nomía, muy propios de la tipología de vivienda social. Este procedimiento habrá sido facilitado por Le Cor busier, como figura paradigmática de estudio, por me dio de la materialización de sus preceptos teóricos lo grando comunicar el sistema de transferencia objeto de la presente investigación. Caso de estudio Año Localización Interés Tipología Quarter Moderne Frugès 1925 Bourdeos, Francia Interés social. Primer conjunto de viviendas económicas para obreros. Prototipo de vivienda-masa. Inmuebles-villa Dos casas de Weissenhof 1927 Stuttgart, Alemania Interés experimental de la vivienda mínima. Industrialización y cons trucción en serie de todos los ele mentos. Manifiesto Enteórico-prácticopeine Casas Loucheur 1929 Sin localiza ción específica Interés económico. Máximo aprove chamiento al menor coste. Bloque en rendent Núcleo central Introducción
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Los casos de estudio seleccionados se analizarán, por una parte, a través del material gráfico original corres pondiente a cada proyecto, los planos y dibujos de Le Corbusier, y, por otra, mediante las imágenes disponi bles, tanto las realizadas en su momento histórico como en la actualidad. El estudio de los casos se estructura en dos partes, atendiendo a la naturaleza del material de análisis, una como la cartografía del sistema mueble y otra como la expresión del sistema de transferencia a través de las fotografías, sin embargo, la documentación se concibe de manera complementaria y no excluyente.
Fig. 9. Citè Frugés, Le Corbusier (Pessac, 1925). Fig. 10. Dos casas de Weissenhof, Le Corbusier y Pierre Jeanneret (Stuttgart, 1927). Fotografía de Brigida González.


Estado del arte 2 Fig. 11

De esta forma, el análisis historiográfico del mueble puede suponer en cierto sentido una radiografía de la historia social y los estilos de vida que se han ido suce diendo. Dichos aspectos o aquellos referidos al análisis formal o tecnológico, entre otros, se han estudiado en profundidad desde diversas perspectivas generando un importante legado en la historia del mueble, en el que
4. “Mientras soñaban con espacio, con luz, con silencio, eran devueltos a realidad, no sombría, pero sí mezquina simplemente -lo que quizá era peor-, de su vivienda exigua, de sus comidas corrientes, de sus vacaciones escasas. Era lo que correspondía a su situación económica, a su posición social. Era su realidad, y no tenían otra” (Perec, 1965). La descripción exhaustiva de una vivienda que es y de aquello que quiere ser y que, de hecho, podría ser es la proyección de sus habitantes. La novela comienza adentrándose de forma detallada en la vivienda de la pareja protagonista porque es, de alguna manera, la forma óptima de conocer en profundidad a aquellas personas que habitan dicho espacio y que, además, tienen el anhelo de un mayor rango social, lo que también se refleja en el anhelo de espacio, de ciertas piezas de mobiliario, de luz, etc. Es el reflejo de un modo de vida en la sociedad moderna.
19Estadodelarte
El estudio del mueble en la vivienda social del periodo de posguerra moderno supone la consideración de su transformación como consecuencia de una serie de cam bios sociales. De esta manera, Baudrillard entiende que “la configuración del mobiliario es una imagen fiel de las estructuras familiares y sociales de una época” (1968), lo que vislumbra el concepto de estructura de coloca ción, desarrollado en El sistema de los objetos (1968). En esta obra se expone cómo los cambios en la estructura social durante la modernidad se reflejan en el cambio de estilo de los objetos mobiliarios y cómo el desarrollo de elementos que se repliegan y despliegan no es más que el “resultado de una adaptación forzosa a la falta de espacio”. Esta percepción del objeto mueble como pro yección de un modo de vida e, incluso, del rango social, Perec lo expresa anteriormente en un tono narrativo de carácter sociológico en su obra Las cosas (1965).4
5. Arola, M. Historia del mueble. Barcelona: Ediciones Zeus, 1966. Feduchi, L. Historia del mueble. Barcelona: Editorial Blume, 1975. Lucie-Smith, E. Breve historia del mueble. Barcelona: Ediciones del Serbal, 1988. Mang, K. History of modern furniture. New York: Abrams, 1979. Page, M. Furniture Designed by Architects. New York: Whitney Library of Design, 1980. Pile, J. Furniture. New York: John Wiley & Sons, Inc, 1991. Schmitz, H. Historia del mueble: estilos del mueble desde la antigüedad hasta mediados del siglo XIX. Barcelona: Gustavo Gili, 1927.
han contribuido, entre otros, John Pile, Edward Lu cie-Smith, Karl Mang, Hermann Schmitz, Marian Page, Feduchi o Arola5. Pero, “las obras sobre este tema en España no han sido muy abundantes”, tal y como seña laba también Feduchi en 1975.
relevantesFig.12
Por otro lado, la perspectiva desde la que se aborda la historia del mueble en la mayoría de los manuscritos obvia, de forma general, el vínculo con el espacio in terior arquitectónico, de modo que el mueble termina adoptando el rol de objeto autónomo formal. Por este motivo es importante considerar igualmente a los histo riadores arquitectónicos que en sus aportaciones pueden incluir significativas referencias al diseño de mobiliario como extensión del hacer arquitectónico. Son
Fig. 11. Retrato de Le Corbusier. Fuente: loff.it. Fig. 12. Libro His toria del mueble de Luis Feducchi (1975). Fotografía propia.

7. De Fusco, Renato. Le Corbusier designer: i mobili de 1929. Milan: Electa, 1976. Ruegg, Arthur. Le Corbusier: meubles et intérieurs 1905-1965. Zurich: Scheidegger & Spiess Ag, 2012. Villanueva Fernández, M. (Una) caracterización del mobiliario moderno: Adolf Loos, Walter Gropius, Le Corbusier. Pamplona: EUNSA, Edicio nes Universidad de Navarra, 2020. Fig. 13. Fig. 14. Fig. 15. Fig. 16. Fig. 17. Fig. 13. - 17. Imágenes del libro Le Corbusier designer: i mobili de 1929 de Renato de Fusco (1976).
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 20 las aportaciones referidas al periodo de la modernidad las realizadas por Banham, Frampton, Benevolo o Cur tis, entre otros, en cuanto a la presente investigación.
A pesar de que la proporción dedicada a Le Corbusier sea menor, se introducen interesantes aportaciones, tal como resume Fernández García (2021): 6. Boesiger, Willy. Le Corbusier. Barcelona: Gustavo Gili, 1982. Cohen, Jean-Louis. Le Corbusier le Grand. Nueva York: Phaidon, Von2008.Moos, Stanislaus. Le Corbusier. Barcelona: Lumen, 1977.
El tratamiento de toda esta cuestión a través de la figura paradigmática de Le Corbusier supone aceptar la exten sa bibliografía dedicada al arquitecto, “posiblemente la bibliografía más extensa de toda la arquitectura moder na” (González, 1994). Así, de manera general, el lega do de Le Corbusier ha sido estudiado en profundidad por diversos críticos, historiadores, teóricos, etc. tales como Josep Quetglas, Tim Benton, Cohen, Von Moos o Boesiger6, sin embargo, para esta investigación adquieren mayor peso las referidas a la cuestión del mueble corbu sierano entre las que destacan las realizadas por Arthur Ruegg, Renato de Fusco o autoras como María Villa nueva Fernández7. Por otra parte, es importante señalar el exhaustivo estudio sociológico desarrollado sobre las modificaciones llevadas a cabo por los habitantes en el barrio de Péssac –uno de los seleccionados casos de es tudio– de Philippe Boudon. Villanueva Fernández en (Una) caracterización del mobiliario moderno (2020) realiza un análisis de la teoría del mueble en el Movimiento Moderno a través de los discursos de Loos, Gropius y Le Corbusier, vinculan do de forma intrínseca el análisis del mobiliario con la necesaria renovación del espacio interior doméstico.





Muchos de los conceptos desarrollados por Villanueva Fernández en el mencionado libro se encuentran tam bién expuestos en un artículo publicado previamente junto a García-Diego Villarías y dedicado exclusivamen te a la perspectiva que ofrece Le Corbusier: Sobre una caracterización ‘corbuseriana’ del mobiliario moderno (2015). Estos coautores firman en el mismo año un artículo de gran interés, Hacia un mobiliario moderno: diseño de mobiliario para la nueva vivienda en el periodo de entreguerras, que ofrece una notable perspectiva de las circunstancias que conllevaron los cambios, innovaciones y propuestas en el espacio doméstico de la modernidad vinculados a la generación de artefactos mueble transformables, mul tifuncionales, etc.
8. Ver también Arango Flórez, John y Pérez-Orrego, Natalia (2016). Espacios entre objetos. Relaciones entre modos de vida y arquitectura a través de muebles. Iconofacto, Vol. 12, nº 19, 2016, p. 170-194. destinadas a “promover alojamientos para capas sociales con un poder insuficiente para acceder a una vivienda al precio del mercado libre” (Montaner, 2015). Este li bro adjunta una importante bibliografía, entre la que se destaca la obra de Alexander Klein, Vivienda mínima 1906-1957 (1980) ya que, según expone Montaner, el origen de la vivienda colectiva se puede establecer en los “experimentos racionalistas del existenzminimum y en la política de la socialdemocracia europea” (2015).
21 “Muy interesante es la concepción de “muebles parásitos”, aquellos que no sirven para nada y sólo colonizan el espacio, o la definición de una lista de muebles modernos y estandarizados, como el casille ro (para guardar útiles de todo tipo), las mesas nido de varios tamaños y recogidas unas dentro de otras o las diferentes piezas de asiento, sillas, con diferentes formas y materiales en función a su utilidad (…).”
La vinculación de Le Corbusier a la vivienda económica, se desarrolla en el artículo Le Corbusier: la vivienda social (Olivares Correa, 2008) que, pese a aportar una mirada meramente arquitectónica, ofrece un recorrido crono lógico que muestra la evolución del tipo de la vivienda económica y social corbusierana desde la maison Dom-inó a las unités d’habitation. Esto conforma la base del marco teórico en torno a la vivienda social que se enmarca en un escenario general constituido por los títulos La relevancia de la arquitectura social en el origen de la arquitectura contemporánea (López Díaz, 2003), La vivienda popular en el movimiento moderno (Van der Woude, 1999), El legado de la vivienda colectiva moderna (Montaner, 2015b) y La arquitectura de la vivienda colectiva, políticas y proyectos en la ciudad contemporánea (Montaner, 2015). Esta última referencia presenta una mirada sintética que condensa más de diez años de investigación en torno a la vivienda social desde una perspectiva ampliada a ex periencias en países en vías de desarrollo, rehabilitacio nes, viviendas de emergencias, etc.; todas estas acciones
Por tanto, como una síntesis de la relación entre mo biliario y arquitectura, se encuentran las tesis El mueble como estructurador del espacio en la vivienda moderna (2017) de Arango Flórez8, La fabricación del interior. Arquitectura y mobiliario en la contemporaneidad (2015) de Esteve Cam bra y El objeto en el marco de la vida (2017) de Carmona ArangoGarcía. investiga el carácter del espacio de la vivienda moderna definido y estructurado en gran medida por el mobiliario desde dispositivos híbridos entre arqui tectura y mobiliario. Esteve, en cambio, desarrolla un recorrido por algunas de las “obras de autores impres cindibles para entender el devenir de la arquitectura contemporánea” (2015), incluyendo en su itinerario al objeto autónomo formal. Sin embargo, ambos se cen tran en el espacio doméstico de la modernidad. Por otro lado, Carmona extiende su estudio al objeto como configurador del espacio doméstico que abarca desde 1960-1990. La desarrollada revisión bibliográfica ofrece una mues tra del tratamiento del tema de la presente investigación, El mueble en la vivienda social de Le Corbusier, del objeto pu rista al casillero geométrico. Sin embargo, no se dispone de fuentes que aúnen todos los parámetros que conforman el tema del trabajo, lo cual supone una oportunidad en la definición del sistema metodológico que emplea Le Corbusier sobre el mueble en el espacio arquitectónico de la vivienda social.
artedelEstado
Marco teórico 3 Fig. 18.

teóricoMarco mobiliarioRelación - arquitectura
Fig. 18. San Jerónimo en su escritorio, de Antonello da Messina (1474–1475 ). Fuente: National Gallery London.
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9. El desarrollo de este tipo de mueble se debe en gran medida a los nuevos materiales y nuevas técnicas de producción industrial, es el marco temporal de la era de la máquina en el que se persigue el diseño que facilite la producción en serie para alcanzar, así, la socialización del mue ble. De alguna manera, el proceso industrializador fisura la relación mueble – arquitectura al diferenciar sus procesos. el despilfarro espacial consecuencia del exceso de mue bles (Le Corbusier, 1929). El resultado se concretó en un mobiliario “deliberadamente esquelético y mecáni co”9 que permitía el fluir del aire, de la luz y del espacio, con la eliminación de interrupciones en el flujo espacial (Heathcote, 2018). La relación del mueble con el espacio en el que este se adhiere es evidente, en tanto que el objeto está conte nido en él y en tanto que “el sentido del espacio nace solamente de su moblaje” (Frankl, 1981, extraído de Arango, 2016). La relación de dependencia es recíproca, el contenido necesita del continente y viceversa para, así, conciliar el vínculo habitante–espacio arquitectónico a través del mueble que confiere escala humana. Además, el mencionado nexo, mueble–espacio arquitectónico, se acentúa al comprobar que el diseño de mobiliario ha estado estrechamente ligado a la figura del arquitecto y en mayor medida todavía durante la modernidad, cuyas radicales propuestas requería ser amueblado con objetos diseñados específicamente para los correspondientes es pacios (Arango y Pérez, 2016). Sin embargo, lo realmente significativo reside en la es cisión del modo de entender la casa – en lo que respec ta al vínculo entre mueble y espacio arquitectónico –, como consecuencia de cambios en la estructura social cuyo efecto se proyecta en las relaciones entre los obje tos mueble y entre estos y el espacio interior doméstico. Así, Baudrillard (1968) diferencia entre la casa burguesa del siglo XIX, en la que las relaciones entre los mue bles son esencialmente cerradas, inamovibles y de orden jerárquico, basadas en una “relación patriarcal de tra dición”, y la casa moderna del siglo XX, cuya relación es determinantemente abierta fundada en la desestruc turación del espacio con objetos libremente móviles y
La historia del mueble es lo suficientemente extensa como para entender que no se puede abarcar en toda su complejidad en la presente investigación, la cual, ade más, se refiere específicamente a la segunda década del siglo XX, durante la modernidad. Sin embargo, se pue de apuntar que la historia del mobiliario se remonta al antiguo Egipto (2680 – 2255 a. C.), aunque su origen se estime en el Neolítico (7000 a. C.), a pesar de que no se conserve ningún ejemplar hasta las IV y V Dinastías del antiguo Egipto (Gómez, 2003).
El mueble, por tanto, dependiendo de sus características formales, materiales y técnicas se vinculan a determina dos “estilos históricos y tradicionales de la arquitectura, aunque en el mueble se da una menor duración de for ma” (Feduchi, 1975). De esta manera, el mobiliario del Movimiento Moderno se caracteriza por una depura ción formal como reacción al refinamiento de las formas curvilíneas del Art Nouveau (finales del siglo XIX y principios del siglo XX) o las formas geométricas del Art Decó (primera década del siglo XX), definidas con anterioridad en el estilo Sezession (Gómez, 2003). Así, la modernidad se reduce a una reacción frente a los ex cesos tanto cualitativos, en lo relativo a las formas suma mente ornamentadas, como cuantitativos, traducido en
Fig. 19. Casa burguesa del siglo XIX. Fuente: slideshare.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
24 multifuncionales. Sin embargo, la transición de una a otra no fue radical ya que, como expone Arango (2016), “las primeras propuestas modernas estaban sustentadas sobre un modo de vida todavía burgués”, lo que se re fleja en las casas Moller (Viena, 1929) y Müller (Praga, 1930) de Adolf Loos y la villa Tugendhat (Brno, 1930) de Mies van der Rohe. Se gesta una nueva forma de entender el espacio, a través de su relación con el mueble como articulador entre lo móvil y lo inmóvil o, lo que es lo mismo, entre el conte nido y el continente. Se gestan los primeros dispositivos que hibridan los caracteres del objeto mueble y del es pacio arquitectónico, la relación espacial se transforma, se produce una transferencia del carácter puramente ar quitectónico hacia el objeto hasta entonces concebido como contenido móvil. El mueble adquiere un nuevo atributo como estructurador espacial. De esta manera, además de equipar el espacio, empieza a formar parte indisoluble de él, se convierte en parte fundamental de la obra arquitectónica. De esta manera, el esquema del espacio arquitectónico moderno se subordina a una serie de sistemas espaciales generados por esta nueva relación con el mueble, reflejo también de las nuevas estructuras sociales. Los nuevos sistemas espaciales se pueden englobar en espacio fluido, espacio disponible y espacio articulado.
arquitectura-mobiliarioRelación

teóricoMarco
Fig. 21. Interior de la casa Farnsworth, Mies van der Rohe.
Fig. 22. Interior de la casa Farnsworth, Mies van der Rohe.
Fig. 20. Villa Tugendhat, Mies van der Rohe. Fotografía de mlmrar quitectos. Fuente: metalocus.
25Espacio fluido – campos espaciales Las transformaciones de la estructura social del perio do moderno se reflejan en una nueva estructura espacial abierta, de planta libre en la que su indefinición se aco ta en función de campos espaciales, formados por las relaciones establecidas entre diversos objetos. De esta forma, el mueble se presenta como herramienta para la diferenciación local dentro de un espacio plenamente diáfano. Este sistema espacial fluido basado en la estruc turación de un espacio abierto por medio de campos de relaciones relativas de objetos es ampliamente aplicado en la obra de Mies van der Rohe (1886 – 1969), lo que permite que la cualidad espacial miesiana no se vea interrumpida por el uso de particiones tradicionales. Así, el espacio impersonal y fluido se ordena a través de la posición absoluta de cada objeto mueble, lo que, en conjunto, le confiere identidad programática al indicar cómo se ha de usar cada espacio. La concepción del mueble como herramienta para cons trucción de espacios se implanta con fuerza en la villa Tugendhat y la casa Farnsworth. En la primera, son los objetos mueble aquellos que definen campos espaciales en relación con otros, el espacio interior está estructu rado por zonas de actividad relativas. En la segunda, el mueble adquiere volumen y se configura como núcleo sustitutivo de las particiones tradicionalmente necesa rias para definir espacios. Este muro mueble al separarse del techo hace que se conciba más como mueble que como muro, pero el hecho de que sea fijo refuerza la relación que tiene con el espacio que lo envuelve (Arango, 2016). Mies concibe el mobiliario como parte indisoluble del proyecto arquitectónico ya que la alteración de la posi ción de los objetos en la villa Tugendhat o la elimina ción del núcleo mueble en la casa Farnswoth supondría la supresión de los campos espaciales que determinan el espacio fluido.
inquebrantable



Fig. 24. Ise Gropius o Lis Bayer, con una máscara del escultor ale mán Oskar Schlemmer, en la silla Wassily de Marcel Breuer en 1926. Fotografía de Erich Consemuller (Bauhaus-archis Berlin).
arquitectura-mobiliarioRelación
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
Fig. 23. Interior de la villa Muller, Adolf Loos.
26 Espacio disponible – objetos La relación objeto autónomo – espacio interior arqui tectónico sigue vigente en el periodo moderno, pero desde la perspectiva de espacio disponible para habitar lo con el sistema mueble que el usuario determine. Este sistema surge con el rechazo de la obra de arte total o gesamtkunstwerk. Loos se opone al diseño íntegro en torno a un concepto único y, por el contrario, defien de los objetos anónimos, aquellos producidos en serie por la industria o por desconocidos artesanos, lo que se convertía en objeto de selección por parte del usuario (Taeg Nam, 2015). Así, el usuario contaba con cierta disponibilidad para hacer suyo el espacio. En este sentido, Walter Gropius (1883 – 1969), figura estrechamente ligada a la Bauhaus10, aboga por una fu sión entre arte y técnica, diseño e industria. Esto permi tió la difusión del diseño moderno al concebir objetos que “desempeñan plenamente su función como objeto práctico, duradero, de buen precio y hermoso”, se tra taba de la funcionalidad como máxima, de dar respues ta a las necesidades modernas. Sin embargo, a pesar de que el abaratamiento de los costes de producción no alcanzara los ambiciosos objetivos “debido a la falta de seriación del producto”, la Bauhaus abrió la puerta a la definición de lo que sería el mobiliario moderno (Este ve, 2015), en cuanto a su concepción de objeto autóno mo e independiente.


27
Fig. 25. Interior casa Moller, Adolf Loos. Fig. 26. Interior casa Moller, Adolf Loos. Espacio articulado – raumplan “Sólo pueden ser modernos los muebles que son movibles, todos los muebles que están adosados de manera fija a la pared no pueden considerarse mue bles verdaderos. (…) Las paredes de la casa perte necen al arquitecto. Puede hacer con ella lo que le plazca; y lo mismo que sucede con las paredes, tam bién pasa con los muebles que no son movibles. No deben parecer muebles. Son parte de la pared y no poseen vida propia como los fastuosos armarios que no son modernos.” (Loos, A. (1924). La abolición de los muebles) Loos (1870 – 1933) a través de esta declaración es tablece una clara diferenciación entre lo que considera mueble y lo que no lo es por prescindir de la capaci dad de movimiento propia del mobiliario moderno. Los muros, por tanto, “propiedad” del arquitecto, se someten a operaciones que suponen la variación de su grosor, generando, así, un mueble esculpido en la propia materialidad arquitectónica. Esta operación ha privado al mueble de su autonomía, lo ha integrado en la materia estructuradora del espacio. El muro-útil loosiano define y articula el espacio adquiriendo, así, un carácter más arquitectónico que mueble. Las mismas operaciones aplicadas a suelos y techos for man parte del raumplan como sistema espacial que esta blece relaciones abiertas entre las distintas zonas domés ticas, pero manteniendo relaciones de jerarquía espacial. De forma que cada estancia se caracteriza por las di mensiones adecuadas para su funcionamiento guardan do las proporciones según las alturas de suelo y techo. Este sistema señala una nueva concepción del espacio, se genera un esquema abierto, pero que guarda relaciones de jerarquía tradicionales como reflejo del modo de vida burgués aún presente. Así, la mutación de la vivienda, consecuencia de las modificaciones sociales del periodo de entreguerras –incorporación de la figura femenina al mundo laboral, emigración hacia las ciudades, necesidad de reconstruc ción, falta de espacio, etc.– se puede analizar “a través de sus aportaciones al diseño de mobiliario” (Villanueva y García-Diego, 2015), del mismo modo que la estruc tura social de un momento histórico determinado se puede entender “a través de las relaciones relativas entre objetos y espacios” (Arango y Pérez, 2016). teóricoMarco


El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 28Viviendasocial
Fig. 30. Bruchfeldstraße Siedlung, Frankfurt. 1927. Ernst May. Fig. 31. Colonia Weissenhofsiendlung, Stuttgart. 1927. Fuente: Stadtarchiv Stuttgart. Fig. 29. Törten siedlung, Dessau. 1926. WalterFig.Gropius.28. Letchworth Garden City, Londres. 1904. Raymond Unwin y Barry Parker. Fig. 27. Red House, Londres. 1859. William Morris. Fuente: National Trust Images/Andrew Butler.





29Marcoteórico
La corriente ideológica generada por el socialismo utó pico de Owen o Fourier desencadenó un proceso evolu tivo en el que artistas y arquitectos se apropiaron de los ideales de reforma social y anti-industriales. Los movi mientos Arts & Crafts de William Morris y la Ciudad Jardín de Ebenezer Howard marcaron el nuevo camino de la vivienda social. Sin embargo, las soluciones apor tadas no solventaron el problema. El asunto posteriormente se trasladó a Alemania a tra vés de la figura de Muthesius y la introducción de la Vivienda social corriente Arts & Crafts. Se pretendía conjugar arte e industria, construir barrios periféricos en línea con las tendencias inglesas y tipificar la vivienda moderna en base a sistemas de producción en serie. Muthesius no tuvo mucho éxito, sin embargo, Walter Gropius – “al heredar la preocupación por la vivienda obrera, y al rein terpretar, gracias a Muthesius, el camino iniciado por el movimiento Arts & Crafts, de aplicar el diseño a la fabricación de la vivienda social, pero desde las enor mes posibilidades que ofrecía la tipificación industrial” (López Díez, 2003) – se convirtió en el catalizador de todo el movimiento social. Gropius, a través de la fundación de la Bauhaus, de fiende el uso de sistemas de racionalización, lo que en los proyectos de Siediung supuso la economización del proceso constructivo. Las técnicas de la cadena de mon taje aplicadas en el campo de la construcción también fueron utilizadas por Wagner y Ernst May durante el periodo de entreguerras. La necesidad de reconstruc ción tras la I Guerra Mundial supuso el impulso para la industrialización de la vivienda. Los años 20 estuvieron marcados por una nueva arquitectura caracterizada por el racionalismo y el funcionalismo para la construcción masiva de viviendas. Todo este proceso experimental se manifestó en la ex posición Weissenhofsiedliung (Stuttgart, 1927) dirigi da por Mies van der Rohe y concebida como un barrio en el que se plasmaron los nuevos tipos habitacionales y la nueva forma de construcción. La teorización de la vivienda social se dio en los CIAM (Congreso In ternacional de Arquitectura Moderna), en el I CIAM (1928) se plantearon soluciones masivas a la problemá tica habitacional de las clases populares, en el II CIAM “Vivienda mínima” (Frankfurt, 1929) se analizaron las tipologías habitacionales para un uso más racional de las superficies bajo la premisa de existencia mínima, y en el III CIAM “Métodos constructivos racionales” (Bruselas, 1930) destacó el informe de Gropius: “Los presupuestos sociológicos de la vivienda mínima” (van der Woude, 1999). Es notable, por tanto, como el dis curso de la arquitectura moderna de los años 20 estuvo fuertemente orientado hacia la vivienda social.
Las primeras iniciativas estuvieron encabezadas por em presarios socialistas como Robert Owen o Charles Fou rier que proporcionaban alojamiento a sus trabajadores cerca de las fábricas a las que daban servicio. Las vivien das de la población obrera solían situarse próximas a las industrias por lo que no solucionaban la problemática del cada vez mayor hacinamiento de las ciudades. Pos teriormente, durante la segunda mitad del siglo XIX, el desarrollo de determinadas respuestas aisladas correría a cargo principalmente de filántropos e higienistas ya que el Estado aun no tomaba parte en este asunto. Francia e Inglaterra se posicionaron como pioneros en el desarro llo de propuestas y legislaciones (López Díez, 2003).
El desarrollo de la vivienda social culminó durante el periodo de entreguerras con las diversas propuestas ex perimentales sobre el espacio doméstico que, sin embar go, no son más que la consecuencia de una sucesión de acontecimientos a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX catalizados por la imperante necesidad de vivienda una vez concluida la I Guerra Mundial.
En este punto la estructuración de la vivienda bajo su perficies mínimas exigía la adaptación del sistema del mobiliario para el aprovechamiento máximo de la super ficie, de forma que características como la practicidad y la funcionalidad se volvieron una máxima en el diseño de mobiliario. Se empezaron a desarrollar piezas trans formables que daban respuesta a varias funciones, que interactuaban con el espacio y lo modificaban en fun ción de la forma que adaptase el mueble. Así, se generan habitaciones destinadas a varios usos o fines (Villanueva y García-Diego, 2015).
La renovación del espacio doméstico comenzaba con la reducción de superficies y continuaba con la investiga ción y experimentación del equipamiento y mobiliario doméstico. Se produjo un salto conceptual en el diseño del mobiliario ya que, además de equipar la arquitectu ra, el mueble pasó a formar parte integradora de ella, estructurando la vivienda y dotándola de cualidades es paciales que a veces la propia arquitectura no podía asu mir. La percepción espacial pasó a estar estrechamente ligada a un “diseño de mobiliario que permitía disfrutar de un habitar pleno en unas dimensiones mínimas” (Vi llanueva y García-Diego, 2015).
Sin embargo, la relación del mueble con el espacio co mienza con la eliminación del exceso de mobiliario en la casa tradicional burguesa, como ya se ha mencionado anteriormente. Esto permitió la entrada de luz y aire al espacio interior, respondiendo así a las necesidades higienistas a la vez que se liberaba espacio para un mejor aprovechamiento de la superficie. Por tanto, la depura ción de los espacios a través de la supresión de mobilia rio superfluo no solo se fundamenta en parámetros esti lísticos, sino que, además, responde a los requerimientos de la época.
Fig. 32. Cocina Frankfurt. 1927. Arquitecta Margarete Lihotzky.
El sintético recorrido histórico de la vivienda social ha concluido en el periodo de entreguerras como momento en el que, tras la I Guerra Mundial, se acentuaron una serie de transformaciones sociales que modificaron los hábitos de vida y, como extensión, los espacios domés ticos en los que se desarrollaban. Así, la incorporación de la mujer al mundo laboral implicó la adaptación de la vivienda a nuevos hábitos existenciales, el éxodo ru ral conllevó la inevitable falta de espacio en la ciudad por lo que la vivienda se limitó a superficies mínimas y, además, las largas jornadas laborales pedían también viviendas de espacios reducidos. Todo ello, unido a la evidente y necesaria reconstruc ción europea, se dirigía hacia nuevos modelos habita cionales bajo la premisa de reducción de dimensiones a las mínimas necesarias. “La vivienda mínima de carácter social diseñada para la clase trabajadora” se convirtió en campo de investigación para figuras como Gropius, May o Le Corbusier, como ya se ha mencionado anterior mente, además de constituir parte esencial de la temá tica de los CIAM (Villanueva y García-Diego, 2015).
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
socialVivienda
30 El mueble en la vivienda social de la modernidad

La vivienda social, mínima y económica de Le Corbusier
Le Corbusier muestra su profunda preocupación por la vivienda bajo una actitud crítica hacia las pésimas condiciones de habitabilidad de las clases trabajadoras y la ineficiencia espacial de la vivienda antigua, la cual había que reformular como una máquina de habitar (Le Corbusier, 1923). Este concepto pondría en juego sus aportaciones racionales en materia de vivienda mínima (de Fusco, 1975) para originar de tal forma una “célula de vivienda económica repetible en gran serie” (Benevo lo, 1971). Le Corbusier, contextualizado en el periodo de recons trucción europea, dirige sus esfuerzos hacia el realoja miento de la población en base a apretados términos económicos, temporales y cuantitativos. La respuesta a estas exigencias se tradujo en la vivienda mínima como racionalización arquitectónica que nacía de una poten te realidad industrial. Sin embargo, estas cuestiones ya se habían reflejado en los primeros esbozos del sistema Dom-inó en 1914 (Frampton, 1997). Por otro lado, Le Corbusier, vincula la célula habitacional de la vivienda con el desarrollo urbanístico de la ciudad como la con secución del equilibrio entre individualidad y colectivi dad (Vírseda, 2015). Por tanto, la evolución del tipo de la vivienda discurre en distintas propuestas urbanísticas como consecuencia de la repetición de la particular unidad base agrupada en bloques residenciales que constituyen el tejido urbano. Así, de manera sintética, la Ville Contemporaine (1922) se relaciona con los inmuebles-villa, cuya evolución en los bloques en redent desencadena la propuesta de la Ville Radieuse (1932), mientras que las propuestas urbanísti cas desarrolladas durante los años 40 y 50 se conforman con edificaciones aisladas tipo unité A grandes rasgos se puede decir que los inmuebles-vi lla son la primera unidad residencial concebida por Le Corbusier que, a diferencia de sus futuras propuestas destinadas a la clase trabajadora, se aleja considerable mente de términos mínimos debido a la gran superficie en la planta configurada en “L”, resultado de la “com binación del tipo estructural Dom-inó y el tipo espacial Citrohan” (Vírseda, 2015). La riqueza espacial de este tipo se desvirtúa en la célula de la Ville Raudieuse en la que, por otro lado, se incorporan elementos móviles que transforman la vivienda para el máximo aprovechamien to de la superficie. Estas teorías se materializan en el barrio de Péssac (1925) como el único proyecto cons truido del tipo inmuebles-villa de carácter popular y económico. Posteriormente, guardando cierta similitud con este tipo, se desarrolla el inmueble Wanner (1928) concebido para el mínimo nivel de vida. Las casas Lou cheur (1929), por otra parte, se alinean con la segunda etapa en redent Así, los casos de Péssac y Loucheur se toman como muestra de dos tipos habitacionales desarrollados en diferentes etapas, mientras que las dos casas de Weiss enhof se presentan como testigo a medio camino entre lo teórico y lo práctico, es la teoría lecorbusierana ma terializada. Se conoce que la obra de Le Corbusier se extiende más allá de los años 20 y todo este proceso evolutivo habitacional culmina en la Unité d’habitation (1947-1952) como respuesta a las mismas circunstan cias de posguerra.
Fig. 33. Ville Contemporaine de trois millions d’habitants. Sin localización. 1922. Le Corbusier. Fuente: Fondation Le Corbusier. Fig. 34. Ville Radieuse. Sin localización. 1930. Le Corbusier. Fuente: Fondation Le Corbusier
31Marcoteórico


Bases analíticas 4 Fig. 35.

Principios puristas El movimiento purista se convirtió en el fundamento sistemático de toda la producción de Le Corbusier: pintura, artes decorativas, arquitectura, urbanismo. Esta proclama purista, extendida desde el ámbito pictórico al arquitectónico, fue desarrollada por el propio Le Cor busier, entonces aún Charles Edouard Jeanneret, junto al pintor Amedée Ozenfant (González, 1994). Aprés le cubisme, como primer esbozo, se publica en 1918 y dos años más tarde, en el cuarto número de la revis ta L’Esprit Nouveau11 se perfilan los principios de la teoría purista en el ensayo Le Purisme¸ cuyos algunos fundamentos fueron previamente desarrollados en Sur la plastique (L’Esprit Nouveau, nº1, 1919). Se genera así un “arte para los nuevos tiempos” que pro clamaba una vuelta al orden, orden que había sido sacu dido por la I Guerra Mundial (González, 1994). Este “espíritu nuevo: es un espíritu de construcción y sínte sis guiado por un concepto claro” (L’Esprit Nouveau, 1919, p.3), que buscaba desdoblarse de lo que conce bían como el arte de antes y cuya culminación la encon traban en el cubismo. Dicha llamada al orden exigía un proceso de depuración de las formas para, así, alcanzar un “lenguaje universal y transmisible” (Jeanneret y Oz enfant, 1920, p.370) capaz de apelar a las emociones
11. La revista L’Esprit Nouveau (1919-1925) fue fundada y concebida como plataforma de difusión, de toda creación de la época en general y de todo pensamiento purista en particular. Originada y dirigida por el arquitecto Charles Edouard Jeanneret, el pintor Amedée Ozenfant y el poeta Dermeé. masacradas de los parisinos, entendiendo que “uno de los mayores placeres de la mente humana es percibir el orden de la naturaleza y medir su propia participación en el orden de las cosas” (Jeanneret y Ozenfant, 1920, Dep.370).manera que, por medio de la universalidad del len guaje plástico, “los mismos elementos plásticos desac tivan las mismas reacciones subjetivas” (Jeanneret y Oz enfant, 1919, p.39). Es por esto por lo que existe una búsqueda de la invariabilidad en la plástica purista, de las formas permanentes que configuran los elementos primarios de cualquier obra plástica cuyas propieda des universales apelan a la sensación primaria, común en todo ser humano. Sin embargo, por otro lado, las sensaciones secundarias se conciben como variables en función de las condiciones culturales y hereditarias de cada individuo, pero a través del lenguaje plástico “fijo, formal, explícito, universal” se consiguen determinar para “levantar sobre estos cimientos brutales la obra sensible y emocionalmente rica” (Jeanneret y Ozenfant, 1920,“(…)p.372).pintar es crear construcciones, organizacio nes formales y coloreadas, partiendo de objetos-te ma portadores de propiedades elementales ricas en dispensadores subjetivos. Por tanto, será necesario elegir entre los objetos-tema aquellos cuyos dispa radores secundarios serán los más universales. Estos objetos son, ante todo: el hombre, los seres orga nizados y todos los objetos hechos por el hombre, en particular aquellos que puedan decirse que son como los complementos del organismo humano.” (Jeanneret y Ozenfant, 1920, p.374)
Fundamento teórico Escritos de Le Corbusier analíticasBases
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Fig. 35. Encuadre del interior del Pabellón l’Esprit Nouveau, Le Corbusier. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955.
Fig.Jeanneret).37.Natura morta. Giorgio Morandi.
1943.
34Fundamentoteórico Fig. 36. Naturaleza muerta con manzanas. 1893-94. Paul Fig.Cézanne.38. Still life with a glass of wine. 1921. Amédée Fig.Ozenfant.39.Still life. 1920. Le Corbusier (Charles-Édouard




35De manera que el elemento purista, ordenado según unas leyes de composición basadas en medios constructivos y modulares, es el resultado del fenómeno de la selec ción mecánica que, enmarcado en el contexto industrial, aplica la ley de la selección natural: la economía, para la obtención de formas permanentes que contribuyen a la consecución de “satisfacciones de orden matemático” (Jeanneret y Ozenfant, 1920, p. 375).
“(…) el respeto a las leyes de la física, las leyes de la economía, siempre ha creado objetos de alta se lección y que estos objetos contienen curvas mate máticas similares, con profundas resonancias; que estos objetos artificiales obedecen a las mismas leyes que los productos de la selección natural y que, en consecuencia, reina así una armonía total, asociando las dos únicas cosas que interesan al ser humano: él mismo y lo que hace.” (Jeanneret y Ozenfant, 1920, p. 375) Así, el purismo encuentra su expresión en las formas permanentes de los objetos como proyección del espí ritu nuevo del individuo. El lenguaje plástico purista no es más que la manifestación de dicho sujeto a partir de una “estética racional, por tanto, humana” (Jeanneret y Ozenfant, 1920, p. 369). El espíritu halla su expresión en las formas simples ya que, como expresaron Ozen fant y Jeanneret a través de Cézanne, “todo son esferas y cilindros”12 (1920) que no son más que “las formas que ven los ojos”, “formas simples que desencadenan sen saciones constantes” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955, p. 33). Así, Le Corbusier enuncia la arquitectura como “el juego inteligente, correcto y magnífico de volúmenes ensamblados a la luz” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955, p. 33). La extensión de los principios puristas como proyección del espíritu se reafirma al considerar que “una época crea su arquitectura que es la imagen clara de su sistema de pensamiento” o, lo que es lo mismo “de un estado de espíritu” (Le Corbusier, 1923, p. 69), con el fin tam bién de responder a una necesidad de armonía, para, así, recuperar el orden perturbado en la época de crisis precedente.“(…)esta armonía está ahí; es una función del tra bajo regido por la economía y condicionado por la fatalidad de la física. Esta armonía tiene sus razo nes; no es, en absoluto, el efecto de los caprichos, sino de una construcción lógica y coherente con el medio ambiente. (…) Las creaciones de la técnica maquinista son organismos que tienden a la pureza y sufren las mismas reglas evolutivas que los objetos naturales que suscitan nuestra admiración. (…); son las obras cotidianas de todo un universo que trabaja con conciencia, inteligencia, precisión, con imagina ción, audacia y rigor.” (Le Corbusier, 1923, p. 80)
analíticasBases
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
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Mobiliario y plástica espacial En este sentido, Le Corbusier concibe el mobiliario como un medio plástico (Le Corbusier, 1929), medio por el cual se identifica el hombre y también medio a través del cual suple sus necesidades ya que “el mobiliario es unos utensilios, y también unos servidores. El mobilia rio sirve nuestras necesidades” (Le Corbusier, 1929, p. 130). El mobiliario responde a la necesidad de identi dad, es el fin último, pero fundamentándose en “unos medios de realización infinitamente más perfectos y efi caces que antiguamente” (Le Corbusier, 1929, p. 130), como consecuencia del espíritu maquinista manifiesto en los procesos de concepción y producción que aplican los principios del funcionalismo y racionalismo como una extensión del purismo. Así, el mobiliario adquiere un modo a través de unos medios para la consecución de su espíritu. El mobiliario es a la vez servidor del hombre y conquista del espacio como huella de una cierta plástica que absorbe y proyec ta el nuevo espíritu en un cierto discurso. Es el desplie gue plástico a través de las formas puras que definen el sistema del mueble de Le Corbusier. Este fundamento despliega el sistema mueble de Le Corbusier en dos familias según la formalización del espíritu: “los propios y verdaderos muebles, las sillas, los sillones, las mesas, pertenecen más al dominio de las formas plásticas de la escultura y la pintura del periodo purista” (de Fusco, 1976), en contraposición a un nue vo elemento, el casillero o casier, que absorbe el término de equipamiento doméstico como “el encuentro entre arqui tectura y diseño” (de Fusco, 1976).
teóricoFundamento
Fig.1924).40.Estudio de distintas formas de sentarse de Le Corbusier (1929, p. 141).
“Exceptuando los asientos y las mesas, los muebles no son, a decir verdad, sino casilleros” (Le Corbusier, 1929, p. 131), reafirmando así el mencionado desdoblamiento. De tal manera que mesas y asientos se conciben, por un lado, como objetos independientes y móviles dispuestos libremente en el espacio y, por otro, el resto de elemen tos se agrupan bajo un mismo paraguas definido como casillero. La distinción entre estos sistemas, plástica pu rista y plástica geométrica, implica un cierto gradiente Fig. 41. Croquis (Nivola). Fuente: de Fusco, 1975. Fig. 42. “Esto es frío y brutal, pero es correcto y verdadero; estos son los básicos”, Le Corbusier en l’Esprit Nouveau (1925, nº23, p.



analíticasBases
13. El sistema de dualidades que utiliza Renato de Fusco en Le Corbusier designer: i mobili de 1929 (1976), como consecuencia de investiga ciones filológicas y análisis semiológicos, se extiende al estudio del objeto mueble en sí mismo, aquel considerado verdadero, que goza de autonomía propia. De manera que diferencia entre dos sistemas de objetos: el mueble-contenedor, cuyo subsistema depende de su contenido, y el mueble-soporte, cuyas diferencias se establecen según su relación con el cuerpo humano. A su vez, a este sistema último se le aplica una nueva dicotomía que permite diferenciar entre elemento de soporte y elemento soportado. de espacio, se trata de la yuxtaposición de los elementos mueble. Dicha estrategia se aplica de una manera u otra en función de la tipología del mueble. Así, tal y como afirma Le Corbusier, disponer de dos o tres mesas de diferentes tamaños estandarizados permi te su yuxtaposición, lo que se manifiesta, consecuente mente, en un espacio polivalente capaz de responder a las distintas necesidades funcionales del hombre porque “¿quién les obliga a ustedes a comer en un comedor?” (Le Corbusier, 1929, p. 139). Por otro lado, la yuxta posición aplicada en asientos se basa en la superposición de estas máquinas para sentarse y su posterior almacena miento en armarios empotrados (Le Corbusier, 1929). El fin último de todo ello es la menor ocupación de espacio. De forma que la yuxtaposición horizontal de mesas se traduce en espacio polivalente, mientras que la yuxtaposición vertical de asientos supone la libera ción de espacio útil. De una manera u otra, el espacio se Fig.multiplica.43.Estudio de mesas. Fuente: Le Corbusier, 1929, p. 140.
37de vinculación entre ambos por medio de un despliegue de formas que generan un espacio continuo y fluido.
Este sistema dual13 no es más que la extensión del len guaje utilizado en su obra arquitectónica, resultando en una categoría “dominada por el sentido del rigor geométrico, de la modularidad, de la estereometría pura, de los trazados reguladores, en una palabra, del espíritu cartesiano, por así decirlo, y la de las llamadas formas libres” (de Fusco, 1976). Sin embargo, ambas son la expresión de un mismo sistema de espíritu, como un despliegue de las formas puristas cuya geometrización se dirigen hacia una mayor integración en el campo ar quitectónico, culminando en los casilleros que “pueden apoyarse en las paredes, apoyarse contra ellas o servir como elementos divisorios” (de Fusco, 1976).
En cualquier caso, el mueble como objeto funcional y no decorativo responde a una norma, una cosa contraria al concepto de pieza única entendido como obra de arte (Le Corbusier, 1923); “El mobiliario es: unas mesas para trabajar y para comer, unas sillas para comer y para trabajar, unos sillones de diversas formas para descansar de diversas maneras y unos casilleros para guardar los objetos de nuestro uso” (Le Corbusier, 1929, p. 130). Son las mesas y asientos, gracias a su mayor grado de libertad de movimiento, aquellos que habitan el espacio interior doméstico y, como tal, en línea con el pensa miento funcionalista y racionalista corbusierano, han de responder a cuestiones prácticas y funcionales de modo que estos elementos no supongan un despilfarro del es pacio que ocupan. A través de una misma operación, enfocada desde dos perspectivas, se autoriza la ganancia

Esta pieza, que forma parte de la línea de mobiliario LC desarrollada por Le Corbusier, Perriand y Jeanneret en 1928, “parece resumir toda la poética del racionalismo” (de Fusco, 1976), además de materializar de manera ejemplar el concepto objets-membres-humains, como si el mueble fuese la “extensión de nuestros miembros”. De tal manera que estos muebles –le chaise-longue, le fauteuil à dossier basculant, le fauteuil Wagon Fumoir, le fauteuil à grand confort, le siège tournant– responden al sistema plástico purista como una proyección del espíritu a través de las inclinaciones que se adoptan al sentarse. En el lado contrario, está el casillero como aquel ele mento geométricamente modulado y estandarizado que potencia la optimización espacial y que como elemento híbrido que renuncia a la “autonomía que caracteriza al mueble único” (de Fusco, 1976). Esta pieza por un lado es mueble y por otro elemento arquitectónico, del mismo modo que por un lado es contenido y por otro continente. Esta posición intermedia –elemento conte nedor que actúa como “tabiques nuevos a plena altura o media altura” (Le Corbusier, 1929, p. 135)– se traduce en el término equipamiento doméstico como sustitu ción de “la noción del mobiliario” (Le Corbusier, 1929, p. Así,143).ladeterminación de estos casilleros como armarios “de la misma profundidad, de altura humana y prácti cos” (p. 91), empotrados y adaptados a cada zona de la casa –dormitorios, comedores y salones– y al contenido Fig. 45. Estudio con maniquí de posiciones corporales. Fuente: de Fusco, 1975. Fig. 44. De arriba a abajo: le chaise-longue, le fauteuil à dossier basculant, le siège tournant, le fauteu il à grand confort.
Estas máquinas para sentarse al final no son más que la proyección más pura del espíritu del hombre moderno –“la evolución de los modales modernos ha alejado el viejo y convencional ritual que solía dictar nuestra pos tura para sentarnos” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955, p. 99)– a través de unas inclinaciones que reflejan las dis tintas posturas que adopta el hombre al sentarse “según las horas del día, según el orden de nuestras preocupa ciones, según la actitud que adoptamos en el salón” (Le Corbusier, 1929, p. 139). Estas máquinas mantienen al hombre “activo”, al contrario que la máquina de reposo total, la chaise longue, paradigma absoluto de toda esa amalgama de formas puras.
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teóricoFundamento





Por tanto, el mueble de Le Corbusier es un elemento funcional y con la ornamentación fruto de su construc ción técnica, como manifestación del espíritu nuevo de la era maquinista y de posguerra lo que conlleva la depuración de las formas como necesidad para la li beración espacial y, por tanto, la economización de la vivienda y la ganancia de minutos para el espíritu del hombre moderno. Fig. 46. Estudio de la funcionalidad flexible que ofrece el sistema del casillero. Fuente: Le Corbusier, 1929, p. 138.
39que vayan a guardar, tratando de que la “colocación se haga en un abrir y cerrar de ojos” (p. 91); supondrían la mejora cualitativa del espacio interior doméstico. Lo que se refleja en el capítulo “Ojos que no ven II: los aviones” de Hacia una arquitectura (1923) a través de lo que denomina manual de la vivienda (p. 96): “(…) En el guardarropas hay que exigir placares (…) cuya altura no pase del metro y medio, con cajones, perchas, etc. (…) Los armarios empotrados reemplazarán los muebles que cuestan caros, devoran el espacio y obli gan a de los estucos y de las puertas de cristales biselados que suponen un estilo deshonesto. (…) No compréis más que muebles prácticos y jamás muebles decorativos. Id a los castillos viejos para ver el mal gusto de los grandes reyes. (…) la casa solo es habitable cuando abunda la luz y cuando los parquets y los muros están limpios. Para cuidar bien vuestros parquets, suprimir los muebles y las alfombras orientales. (…) Alquilad departamentos más pequeños que aquellos a los que os han acostumbrado vuestros pa dres. Pensad en la economía de vuestros movimien tos, de vuestras ordenes, de vuestros pensamientos.”
analíticasBases
Exigidlimpiarlos.lasupresión

Bajo este discurso subyace la relación entre espacio do méstico y mobiliario, ineludible durante el proceso de sanación y economización de la vivienda del periodo moderno ya que “no sé enfocará con eficacia la reno vación del plano de la casa moderna, sino después de haber puesto al desnudo la cuestión del mobiliario” (Le Corbusier, 1929, p. 127). Por tanto, la regeneración de la vivienda pasa por la eliminación de muebles parásito que, lejos de realizar su función, se enraízan en razones meramente estéticas considerándose, de tal forma, más una obra de arte que un objeto práctico y útil que responde a las necesidades económicas y sociales del momento. Esta depuración supone la liberación de espacio y, de tal forma, la nueva vivienda manifiesta cómo se ha “tomado el gusto al aire libre y a la plena luz” (Le Corbusier, 1923, p. 70).
teóricoFundamento
El espacio liberado se traduce en tiempo ganado para el hombre moderno. “Son minutos que se ganan cada día, preciosos minutos” (Le Corbusier, 1929, p. 131) que transcienden al espíritu y la razón del que habita. Se depura el espacio y este, como resultado, ya no mata al espíritu. De esta forma, las variables espacio y tiem po están intrínsecamente subordinadas a la correlativa relación entre arquitectura y mobiliario. Le Corbusier encadena estas circunstancias de la siguiente manera: Fig. 47. Plano de amueblamiento y sección de un dormitorio tradicional (arriba) y un dispositivo moderno (abajo). Fuente: Le Corbusier, 1929, p. 132.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 40 Mobiliario y vivienda social Ante las nuevas condiciones sociales y económicas de posguerra, Le Corbusier desarrolla la vivienda como la máquina para habitar que “contra la vieja casa que ha cía mal uso del espacio” (Le Corbusier, 1923, p.199) responde a una naciente necesidad: el precio de costo, a través del fenómeno de la producción en serie. En este sentido, la búsqueda incesante de la tipificación y la es tandarización, Le Corbusier la fundamenta al afirmar que “todos los hombres tienen el mismo organismo, las mismas funciones, (…) las mismas necesidades” (Le Corbusier, 1923, p. 108).

analíticasBases
41“Y la casa se ha vaciado de sus muebles. El espacio y la luz son abundantes. Se circula, se acciona rápidamente. ¿Y quizá tendremos el gusto de pensar en alguna cosa, en esta hora de reposo, en esta hora de relaja ción, en nuestra casa?” (1929, p. 142) Este proceso pasa por el casillero, como elemento in termediario entre el mueble y la arquitectura y como condensador del espíritu de la vivienda social moder na. Esta pieza toma parte del espacio interior, delimita espacios y define zonas, se conforma como elemento estructurador espacial al constituirse como parte de la materialidad del espacio. La posición híbrida del casille ro se fundamenta en el despliegue de formas cuya de puración resulta en una pieza que manifiesta el espíritu
Existe,cartesiano.de esta forma, un cierto paralelismo entre los casilleros y las construcciones arquitectónicas de vivien da colectiva de Le Corbusier, consecuencia del carácter contenedor de ambas estructuras que, además, han de ser equipadas: el casillero con estantes y cajones y la arquitectura con muebles. Así, la relación existente entre arquitectura y mobiliario se asemeja a la establecida en tre el casillero y su contenido. Fig. 48. Axonometría de una célula de un inmueble-villa (arriba). Fragmento de fachada de un inmueble-villa (abajo). Fuente: Le Corbusier, 1923.


Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Fig. 52. Patio exterior.
Fig. 49. Interior del Pabellón l’Esprit Nouveau. Fig. 50. Encuadre del interior de l’Esprit Nouveau. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Fig. 51. Casillero de la planta superior de l’Esprit Nouveau.
Pabellón l’Esprit Nouveau
La Exposición Internacional de Artes Decorativas de 1925 en París se presentaba como una oportunidad para la manifestación práctica de la teoría en sus diversos campos de desarrollo. De esta forma, el Pabellón l’Es prit Nouveau14 representa, por un lado, la concreción de los principios del movimiento purista y, por otro lado, el prototipado de una unidad de los “inmuebles-villa”15 como una verdadera máquina para vivir producto de la estandarización de las necesidades del hombre moderno (Le Corbusier y Jeanneret, 1995). “Mi intención era ilustrar como, en virtud del prin cipio de selección (estandarización aplicada a la pro ducción en masa), la industria crea formas puras; y subrayar el valor intrínseco de esta forma pura de arte que es el resultado de ella. (…) En 1929 nos damos cuenta, mirando hacia atrás, que el Pavillon de l’Esprit Nouveau fue un punto de inflexión en el diseño de interiores modernos y un hito en la evolu ción de la arquitectura.” (Le Corbusier y Jeanneret, 1995, p. 98)
14. El pabellón está formado por dos partes. Por un lado, en su par te delantera, se presenta a escala real el modelo de una villa inmueble y en su parte trasera, en una sala oscura, se acoge, frente a frente, los proyectos teóricos de la “Ville Contemporaine” y el “Plan Voisin”. El primero representa el enfoque teórico y genérico de los proyectos de Le Corbusier, sin localización específica, y el segundo, el Plan Voisin, forma parte de un segundo grupo que comprende aquellos proyectos situados en una localización concreta (Cohen, 2004).
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15. Esta célula se configura como la unidad de vivienda de la Ville Contemporaine, a través de la cual, además, se manifiestan las teorías e innovaciones de la Maison Dom-ino y la Maison Citrohan. La primera se presenta como solución constructiva a los requerimientos teóricos de la vivienda social (Olivares, 2008), mientras que la se gunda aporta innovaciones en el tratamiento espacial, configurándo se en forma de L en torno a un gran vacío central (Frampton, 1997).
Fig. 49. Fig. 50. Fig. 51.




Así, las sillas y mesas, plenos habitantes del espacio, son piezas industriales existentes en el mercado17, pero fil tradas por un estudio científico que deriva en “concep ciones completamente nuevas de cuál debería ser su for ma: una forma que ya no es decorativa sino puramente funcional” (Le Corbusier y Jeanneret, 1995).
La manifestación del espíritu purista se expresa en un primer grado con la elección de piezas industrializadas que materializan el proceso de selección mecánica cuyo fundamento primero reside en la ley natural de la eco nomía. Así, se seleccionan el modelo 209 de Thonet16 y la butaca de cuero de la empresa Maple. La silla Thonet, realizada en madera de haya curvada, “el más banal y el más vendido de los sillones”, encuentra fundamento en que “este sillón, del cual se usan millones de ejemplares en el continente y en las dos Américas, tiene nobleza ya que su pobreza es un concentrado de formas apropiadas para armonizar con el cuerpo” (Le Corbusier, 1988).
De esta manera, el resto de objetos mueble que no son ni sillas ni mesas se sintetizan en un único elemento, el 16. Es lógico pensar en la intervención de Le Corbusier para el modelo expuesto en el Pabellón de la silla Thonet, a pesar de que no exista documentación al respecto (de Fusco, 1976).
La trascendencia del programa se debe en gran medida al “rechazo del arte decorativo como tal, acompañado de la afirmación de que el ámbito de la arquitectura abarca cada detalle del mobiliario del hogar” (Le Corbusier y Jeanneret, 1995, p. 98). En tal sentido, atendiendo a los principios puristas que manifestaban el espíritu nue vo de esta era moderna a través de formas simples, se desarrolla el “arte decorativo moderno que no implica ningún tipo de decoración” (de Fusco, 1976).
Del mismo modo, Le Corbusier muestra su afinidad con el sillón de cuero al expresar que “Maple ha mostrado el camino” en la comprensión del sillón como máquina para sentarse (Le Corbusier, 1923).
17. En el Pabellón L’Esprit Nouveau Le Corbusier recurre a piezas de mobiliario existentes, pero ampliamente estudiadas para su incorpo ración en dicho espacio. Sin embargo, este posicionamiento varía en el Salón de Otoño de 1929, momento en el que se confirma una mayor participación de Le Corbu en el diseño del mueble en colaboración con Charlotte Perriand y Pierre Jeanneret. En este pabellón se aplican las directrices presentadas en la conferencia “La aventura del mobiliario”: piezas tipificadas e industrializadas, elaboradas con tubos de acero, lo cual posibilita nuevas formas de la silla para responder a las distintas posiciones que se adquieren al sentarse. casillero como equipamiento de la casa, “término que ha reemplazado la palabra mobiliario” (Le Corbusier y Jeanneret, 1995). En este sentido, el casillero como equipo doméstico se concibe como elemento íntegro de la vivienda que, colocado estratégicamente contribuye a la estructuración espacial y, por tanto, adquiere cierto carácter arquitectónico. Así, este elemento se ubica en “todos los puntos de la casa donde se debe realizar una función diaria precisa –guardarropas para colgar trajes y vestidos; armarios para ropa interior, ropa de hogar, platos y cristales; estante rías para adornos y estanterías para libros–” (Le Corbu sier y Jeanneret, 1995). De esta manera se aseguraba el buen funcionamiento de la vivienda, lo que suponía a su vez dejar el máximo de espacio libre para la disposición de sillas y mesas. El Pabellón se convirtió en el lugar en el que se iba a “liquidar de una sola vez el principio funcional del mobiliario y los fines estéticos de la casa” (Le Corbu sier, 1929, p. 135) a través también de un alarde de las nuevas técnicas modernas que desplazaba al material tradicional de la madera por el metal, principalmente aplicado sobre los casilleros estándar ya que los objetos puramente muebles se distanciaban de tal concepción. El desarrollo teórico producido hasta el momento ha permitido comprender como Le Corbusier se funda menta en un mismo sistema para la producción total de su obra, por lo que nada escapa a la arbitrariedad. Así, dicho sistema se basa en el principio plástico del espíritu puro cuyo despliegue hacia una plástica objetiva se lee en términos de fluencia entre estas polaridades, de la forma pura a la cartesiana.
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El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 44 1. Cartografía Cartografiar el mueble en el espacio permite establecer de manera topológica las relaciones entre los distintos elementos como geometría de posiciones espaciales. Esta cartografía se realiza sobre las plantas originales de Le Corbusier, lo que permite observar cómo se establece una primera graduación entre los elementos arquitectó nicos y el equipamiento doméstico representado y, por otro lado, las sillas y mesas sin presencia en el plano. Sin embargo, por medio de material gráfico complementa rio e imágenes del Esprit Nouveau es posible reproducir el sistema mueble sobre el plano de manera que se mate rializa como el objeto mueble habita y vivifica el espacio generado en primera instancia por los casilleros. Existe en todo el sistema cierto grado de fluencia que oscila entre las formas puras y la plástica cartesiana, des de los elementos puramente arquitectónicos a los obje tos de carácter mueble. La plástica purista se concentra, en un primer nivel arquitectónico, principalmente en el lado norte, donde se disponen las zonas húmedas de la vivienda. La superposición del sistema del mobilia rio conformado por sillas y mesas completa las formas puras que en su desarrollo purista se despliega hacia el espacio geométrico. La disposición espacial de los elementos varía en fun ción de su carácter. Así, los únicos objetos libres en su totalidad son los sillones Maple cuya posición no se restringe geométricamente a ningún parámetro. Las sillas Thonet, sin embargo, guardan ciertos vínculos con otros muebles por su uso, como las mesas, y, a su vez, la mesa con los paramentos arquitectónicos, vinculándose y restringiendo de tal manera su movimiento a un eje. De esta manera, sillas y mesa se integran como un mis mo elemento que late en el espacio a la vez que el ele mento mesa se constituye como un espacio latente que se ha hecho sólido y sobre el cual también se distribuyen una serie de objetos o elementos del mismo modo que ocurre en el espacio arquitectónico. Esta fluencia, de un estado a otro, pasa por el casille ro, como posición intermedia entre el objeto purista y el espacial. La disposición en el espacio de este objeto modulado y estandarizado se produce en ciertos grados hasta adquirir carácter inmutable propio del espíritu Así,cartesiano.elcasillero se dispone en un primer momento con tra la pared por uno de sus lados cortos, posteriormente esta superficie de fricción se produce en su lado largo y cuando no se produce más contacto entre mueble y ar quitectura es cuando sucede la traslación del carácter ar quitectónico al casillero como muro. Esta transferencia se manifiesta de manera evidente en el encuentro con el suelo, en los dos primeros casos se produce sobre cuatro patas, como si se tratase de una prolongación del ele mento mesa, conservando, así, cierto carácter del mue ble, pero la eliminación de estos elementos que apoyan para asentarse en su total magnitud suprime en mayor grado la libertad de movimiento.
Nouveaul’EspritPabellón44 mueblesistemaEstudio - espacio Conociendo tal procedimiento se lleva a cabo el análisis del Pabellón L’Esprit Nouveau para tratar de identificar los dis tintos grados de fluencia entre el espíritu puro y el cartesiano en el sistema mueble. El estudio del Esprit Nouveau en tal sentido se realiza con conocimiento del hito que supuso en el Movimiento Moderno, no solo en el ámbito arquitectónico sino extendido a lo que Le Corbusier denomina artes decora tivas, todo ello como aplicación sistemática de los principios puristas. Este estudio se desarrolla sobre el material gráfico original de Le Corbusier y las imágenes tomadas del espacio interior amueblado y equipado del Esprit Nouveau. Estas dos pers pectivas ofrecen, por un lado, la concepción primera espacial y, por tanto, el sistema de pensamiento corbuseriano, y por otro, la formalización y materialización final.
4545BasesanalíticasAnálisis cartográfico del sistema mueble - espacio de la planta del Pabellón l’Esprit Nouveau. Elaboración propia sobre planta extraída de Le Corbusier, 1955.

El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 46 2. Sistema de fluencia De todo ello se extrae un diagrama de fluencia que ex presa el sistema de transferencia desde la plástica purista a la plástica cartesiana por medio de los elementos que conforman el sistema mueble y el equipamiento domés tico de L’Esprit Nouveau como un conjunto que termi na por definir el espacio de la vivienda social moderna, teniendo en cuenta que el Pabellón es el prototipo de una célula de las villas-inmuebles. El despliegue de formas comienza en los objetos-tipo industrializados ya que, recordando lo que decía Le Corbusier, “la industria crea formas puras” (1955, p. 98), las cuales se manifiestan en la silla Thonet modelo 209. Estas formas puras y, en cierto grado, también li bres, se vinculan intrínsecamente al elemento mesa, ob jeto con una posición intermedia entre el objeto purista y el espíritu cartesiano hecho mueble. Este elemento su pone una posición límite a partir de la cual se tiende a la geometrización plástica del espacio. El casillero es la manifestación intermedia de una “ma temática sensible que da la percepción beneficiosa del orden” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955). Este elemento supone un sistema híbrido en sí mismo que oscila entre mobiliario y arquitectura, una posición que ha adquiri do el término de equipamiento doméstico. La traslación de este sistema a la escala arquitectónica hace que los edificios de viviendas se lean como casilleros habitables. En este punto se termina por confirmar que lo que de fine el espacio arquitectónico de manera fundamental es el sistema mueble de elementos fluentes como una proyección del espíritu. El despliegue de formas puras culmina en el casillero como paso intermedio hacia la plástica cartesiana propia del espacio arquitectónico. Ver en qué grado se produce este sistema fluente es el objetivo de la aplicación sobre los casos de estudio que siguen.
Nouveaul’EspritPabellón
Fig. 53. Espacio interior de l’Esprit Nouveau. Imagen extraída de Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Edición de elaboración propia.
Fig. 55. Interior de l’Esprit Nouveau. Fotografía de Federico covre. Edición de elaboración propia.
Fig. 54. Patio exterior de l’Esprit Nouveau. Imagen extraída de Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Edición de elaboración propia.



47 Diagrama de fluencia del sistema mueble-espacio del Pabellón l’Esprit Nouveau

Estudio comparado 5



comparadoEstudio
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El estudio del sistema mueble en el Pabellón l’Esprit Nouveau como un sistema de fluencia plástico entre el espíritu puro y el cartesiano tiene como intención su aplicación en tres viviendas sociales para determinar, así, su aplicabilidad y desarrollo. Se pretende, de tal manera, extraer el modo en el que este método de fluencia espa cial se aplica en un determinado programa: la vivienda social, económica y mínima, entendiendo que el sistema se puede dar en un menor grado. Las viviendas seleccionadas, la Cité Frugès de Pessac, la casa doble de la Weissenhofsiedlung y las casas Lou cheur, se enmarcan en un mismo espacio temporal de entreguerras, la década de 1920. Sin embargo, el desplie gue geográfico de estas –Pessac en Francia, Weissenhof en Alemania y Loucheur como proyecto sin ubicación determinada– pretende ofrecer una visión ampliada del establecimiento de este mecanismo de relación. La se lección de esta muestra también tiene por objeto ofrecer cierta perspectiva de evolución del concepto de mobilia rio en Le Corbusier. Se tiene en cuenta, además, que cada uno de estos casos de estudio desarrolla varios espacios en diferentes ám bitos, por lo que el análisis se centra sobre una planta tipo, la más significativa en tanto que sus condiciones de mobiliario, innovación del flujo espacial, etc., como muestra de cada una de las propuestas de Le Corbusier. La elección se determina tras la correspondiente presen tación de cada caso de estudio. Se procede, por tanto, al análisis del sistema de fluen cia del mueble en las mencionadas viviendas sociales siguiendo el método utilizado en l’Esprit Nouveau: cartografía del sistema mueble y el análisis de una ima gen específica para la determinación de la fluencia del sistema mueble-espacio. Cabe señalar la disponibilidad limitada de imágenes del espacio interior en Pessac y Loucheur ya que figura como proyecto no construido.
“Pessac debe ser un laboratorio. Yo le autorizo ple namente a romper con todas las convenciones y abandonar los métodos tradicionales. (…) Buscar la estandarización. (…) Usted proveerá estas casas con dispositivos en el interior que sean fáciles y agra dables. (…) A diferencia de la casa tradicional no será cara ni costosa para construir y mantener, y será moderna.”
Fig. 56. Calle de la Citè Frugés, Pessac. Fuente: Foundation Le Cor busier.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 50
La Cité Frugès comienza con este encargo por parte del industrial Henri Frugès y termina en la materialización de lo que sería la “primera versión de la ciudad-jardín horizontal” (Frampton, 1997). Le Corbusier concibe Pessac como el “prototipo de una ciudad estandariza da” (1955) constituida por un conjunto de viviendas económicas para obreros. La consecución del fin econó mico pasa por los métodos de estandarización, indus trialización y taylorización (Le Corbusier y Jeanneret, 1955). Así, este prototipo de vivienda producida en masa se basa en el sistema Dom-inó y, por tanto, en el hormigón armado como medio para su producción. Pessac se pensó en un principio como un conjunto de 135 viviendas sociales que cristalizaban 4 tipologías que había estado desarrollando Le Corbusier hasta el mo mento: en bande, á arcades, jumelées y isolée. Sin embargo, de todas ellas llegaron a ejecutarse 51 viviendas que, a pesar del reducido número, muestran buena parte de las intenciones plásticas de Le Corbusier y Jeanneret: “la pureza de las proporciones será su verdadera elocuencia” (1955). Cité Péssac,Frugès1925

Así, estas consideraciones plásticas18 expresaron el fun damento purista partiendo de medios simplificados y principios basados en el espíritu de selección y econo mía, lo que desembocaba en esa nueva estética visual mente depurada caracterizada por la más total sencillez.
“El plan estandarizado llevó a Le Corbusier a fijar el elemento básico de Pessac” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955, p. 69), lo que se constituía como un sistema geométrico y racional de grandes módulos cúbicos cuya permutación discurría en los cuatro tipos de vivienda.
Este espacio relativamente plástico estaba provisto de elementos “innovadores en términos de equipamiento y distribución de los espacios habitables” (Ville de Pessac.
18. “Nos damos cuenta de que está [Le Corbusier], con estas consideraciones plásticas, a cien leguas de las preocupaciones reales de los habitantes” (Boudon, 1969). Lo que conllevó una reacción por parte de sus habitantes, modificando sustancialmente la arquitectura de estas viviendas. Le Corbusier siendo consciente del desajuste afirma que “la vida siempre tiene razón, el arquitecto se equivoca”. Defr.). entre los tipos producidos en Pessac se analiza el type 4: isolèe à un étage, caracterizado por el acceso a una azotea ubicada en el segundo nivel por una escalera ex terior. Este sistema es el más cercano a los cinco puntos de la arquitectura moderna de Le Corbusier, además de ser los únicos planos que se representan amueblados y que, por tanto, nos ofrecen una idea del espacio interior generado.
Fig. 57. Interior de una vivienda de Pessac. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Fig. 58. Le Corbusier en una terraza-jardín de una vivienda de Pes sac. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955.
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comparadoEstudio



La transferencia de una plástica a otra se manifiesta de forma concentrada en la pieza situada en la parte supe rior de la sala de estar, la chimenea guarda líneas puristas que se despliegan hacia la geometría del pavimento del suelo. En este mismo espacio se manifiesta el principio de simetría dado, a un lado, por lo que podría conside rarse un casillero, y a otro, por la repisa bajo ventana, como elementos integrados en el orden cartesiano que delimitan este espacio abierto. En lo que casi es el centro de la sala, un espacio mani fiesto por la vinculación de las sillas y la mesa, clara mente determinado por la distancia que ha de guardar respecto a los paramentos arquitectónicos, las paredes, dado por las cotas del plano. De manera que estos mue bles abandonan así parte de su libertad de movimiento. En los dormitorios el esquema se repite, independien temente de su consideración como dormitorio doble o individual. De esta manera se disponen camas, mesas y sillas y se prescinde de cualquier tipo de armario, lo cual llama la atención. El sistema de fluencia en este espacio se determina de manera que la silla se vincula a la mesa y la mesa a la repisa y la repisa a los elementos arquitectó nicos por lo que se lee como un elemento ya integrado a través de un proceso de extensión material. El carácter inmutable propio de la plástica espacial se traslada, por tanto, en sentido inverso: arquitectura, repisa, mesa, si lla; por lo que nada queda realmente libre. La disposición de la mesa contra la ventana no es casual, ya se producía en el Pabellón y en Pessac se hace clara la vinculación que establece Le Corbusier entre este es pacio extendido producido por la vinculación de silla y mesa, y el exterior. Es la construcción del hombre mo derno a través de su propia contemplación. Por otro lado, del mismo modo que no se establecen ar marios o casilleros o cualquier elemento similar, tampo co se disponen de las ya clasificadas formas puras libres, es decir, el sillón. Sin embargo, las imágenes que siguen ofrecen otra perspectiva para comprender el estudiado sistema fluente del mueble que en planta, además, se ha estructurado según marcados trazados reguladores. mueblesistemaEstudio - espacio Fig. 59. Chimenea de una vivienda de Pessac. Fotografía de FLC-ADAGP. Fuente: pessac.fr.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 1. Cartografía El análisis de esta planta elevada permite comprender como Le Corbusier estructura el espacio en torno al núcleo húmedo, cocina y baño se localizan en el cen tro longitudinal separando la zona de día, como una única sala, y la zona de noche, compuesta por dos dor mitorios. Este centro se configura por dos núcleos que reflejan el sistema de fluencia desde las formas puras expresadas en el espacio destinado a baño a las formas geométricas que encierran la cocina.
FrugèsCité
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Análisis cartográfico del sistema mueble - espacio de la planta su perior del type 4: isolèe à un étage. Elaboración propia sobre planta extraída de Le Corbusier, 1955.
53Estudiocomparado

FrugèsCité
Fig. 60. Interior de una vivienda de Pessac. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Edición de elaboración propia.
El sistema de fluencia se conserva, pero en la manera en la que el sistema mueble pierde libertad de movimiento ya que cada elemento se vincula a otro elemento mue ble o elemento arquitectónico. Cabe destacar como Le Corbusier emplea el casillero en esta primera etapa, lo dispone contra la pared haciéndolo inmutable, pero no arquitectónico ya que no funciona como estructurador espacial tal y como ocurría en l’Esprit Nouveau. Por tanto, los objetos-tipo siguen dominando el espacio como objetos puristas que se despliegan hacia el espa cio geométrico y matemático a través del casillero como transferente.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 54 2. Sistema de fluencia Las imágenes de las que se dispone son escasas, pero su ficientes para comprender la fluencia del sistema mueble en las viviendas de Pessac. En estas se observa el empleo de los mismos elementos mueble que en el Pabellón l’Esprit Nouveau, los mismos objetos-tipo se utilizan para reflejar el despliegue de formas entre el espíritu puro y el objetivo. Así, se dispone de la butaca de la em presa Maple, la silla Thonet 209, la mesa y un mueble que parece ser el principio del característico casillero. La disposición espacial de cada una de estas piezas per mite conocer el grado de fluencia entre la polaridad de las formas puras y el espacio geométrico y matemático definido por los planos que conforman las estancias. Así, el sillón como forma pura libre se orienta hacia la ventana como origen de toda disposición. Las sillas Thonet vuelven a asociarse al elemento mesa y la mesa ha terminado por solidificar un espacio que se proyecta y extiende a través de la mencionada vinculación. De manera que estas formas asociadas terminan por configurar un espacio en sí mismo dentro del puramente arquitectónico. El último grado descansa en el casillero, que adosado a la pared se percibe como un elemento al que se le ha suprimido su carácter móvil y que supone el paso intermedio en la transferencia plástica hacia el orden objetivo y geométrico.

55Diagrama de fluencia del sistema mueble-espacio de la Cité Frugès

“Aquí se presenta una tesis de la vivienda moderna: un vasto volumen de habitación en el que vivimos todo el día (…). Liberando en esta gran sala, cajas asignadas a funciones de menor duración y para cuya satisfacción, las dimensiones exigidas por la norma tiva vigente son demasiado grandes, dando lugar a una dependencia innecesaria del dinero, un cubo de la casa demasiado grande, por lo tanto, un desper dicio perjudicial.” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955)
La Weissenhofsiedlung se presenta para Le Corbusier como la oportunidad idónea para manifestar de manera práctica varias cuestiones, entre las que destaca la ex perimentación de soluciones para la vivienda mínima. Desarrolla dos tipologías de vivienda completamente distintas, pero que ambas se adhieren al enunciado de los cinco puntos de la arquitectura moderna de Le Cor busier, además de perseguir la industrialización y estan darización de “cada uno de los elementos de la vivienda mínima” (Martí, 2000). Una de las casas responde al tipo Citrohan como sín tesis de las investigaciones realizadas durante años en torno a la cuestión de la vivienda. El segundo tipo es una casa doble formada por dos piezas distintas, pero simétricas que se unifican por una fila de pilotis y una ventana rasgada del tamaño del edificio (Cohen, 2004). Es en este último tipo donde Le Corbusier desarrolla un dispositivo experimental que permite la unificación de usos en un mismo espacio bajo el principio de eco nomía. Dos casas de Stuttgart,Weissenhof1927
Fig. 61. Imagen exterior de las dos casas de Weissenhof, Le Cor busier.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 56

Fig. 62. Fig. 64. Fig. 62. Vista interior de zona de escalera. Fuente: tripadvisor. Fig. 63. Terraza-jardín. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955. Fig. 64. Vista interior. Fotografía de gonzalez/weissenhofmuseum.
Fig. 63.
57 La vivienda es una gran sala que “se obtiene por el eclip se de paredes voladoras que se utilizan solo de noche para hacer de la casa una especie de coche-cama” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955). De esta manera, la casa se configura según el ciclo circadiano; por el día la vivienda es una gran sala abierta; por la noche, los armarios-muro divisorios del espacio interior adquieren vida y desplie gan paneles de madera y camas corredizas. Estos dispo sitivos vinculados al sueño (camas y paneles corredizos) se ocultan en unos armarios que adquieren el carácter de muro útil. Este despliegue genera un pasillo lateral que, durante la noche, es el único espacio libre, cuyas dimen siones son similares a los de la compañía internacional de coches-cama. El espacio interior –abierto durante el día y compar timentado por la noche– de la Weissenhof lo habita, del mismo modo que se sucedía en el Pabellón l’Esprit Nouveau, objetos-tipo tales como las sillas Thonet y mesas estandarizadas que materializan cierto distancia miento respecto a las tendencias arquitectónicas y de diseño que se estaban expresando en esta exposición de arquitectura moderna. En el nivel inferior, en planta baja, se disponen los ser vicios domésticos y en el nivel superior se alza la terraza jardín, un auténtico evento arquitectónico “donde la paz y la tranquilidad deben poder llevar a la meditación” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955). De esta forma, Le Corbusier separa las funciones más mundanas enraizán dolas al suelo terrenal, mientras que, por el contrario, eleva el espíritu por medio de una azotea poética dedi cada a tal efecto.
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WeissenhofdecasasDos
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico
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1. Cartografía La manifestación tipológica de esta vivienda se con centra en un esquema longitudinal cuya configuración interna queda subordinada a una serie de elementos de carácter híbrido: los casilleros como armarios que al macenan camas y paneles corredizos y, a su vez, como muros que delimitan espacios. Esta planta se haya des provista de objetos mueble, sin sillas, sillones o mesas. Por el contrario, se disponen de aquellos elementos que comienzan a leerse como el equipamiento doméstico de Le Corbusier. La fluencia del sistema sucede de manera longitudinal, las formas puras se localizan en el lateral exterior, en los usos húmedos de cocina y baño. Esta plástica, que encuentra su eco en las líneas puristas de las escaleras, se despliega en una plástica geométrica por medio de los casilleros como grandes armarios modulados. El casillero como equipamiento doméstico se posiciona como objeto híbrido, entre elemento mueble y arquitec tónico. El carácter mueble del casillero se conserva, por una parte, por su capacidad contenedora y, por otra, por la separación que se establece con el plano horizontal del techo. Sin embargo, el contenido que guarda, las ca mas, son elementos de su misma índole, lo que termina por vivificar el elemento en cuestión a la vez que unifica ambos objetos en uno, como aplicación de la economía del espíritu nuevo. Además, por otro lado, también ocul ta paneles móviles que son elementos con una marcada condición arquitectónica, a pesar de la adquirida capa cidad móvil. Lo que termina por dominar el espacio son estos ob jetos geométricos que ganan presencia desplazando las formas puras al perímetro exterior. El espacio sufre una depuración formal respecto a las viviendas de Pessac y también una transformación de la configuración interna según el cierre o despliegue de estos casilleros ya que esto conlleva el correspondiente despliegue o cierre del espacio. El despliegue del casillero supone la exterio rización de camas y paneles, y esto conlleva marcar el sentido cartesiano del espíritu manifestado.
mueblesistemaEstudio - espacio
59Estudiocomparado Análisis cartográfico del sistema mueble - espacio de la planta supe rior de las dos casas de Weissenhof. Elaboración propia sobre planta extraída de Le Corbusier, 1955.

El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 60 2. Sistema de fluencia
La cartografía del sistema mueble no expresa los objetos mueble ya que el propio Le Corbusier no lo hizo, sin embargo en las imágenes se observa el sistema que ha vuelto a habitar el espacio: los objetos-tipo se reducen, en esta ocasión, a la silla Thonet y la mesa, suprimién dose la forma libre del sillón. La constante fórmula de agrupación de dos sillas y una mesa se lee como la de limitación de un espacio dentro de esa gran sala que soporta distintos usos simultáneos y sucesivos. Además, se vincula constantemente la mesa a elementos arqui tectónicos lo que reafirma una vez más el sistema de fluencia entre estos elementos. En Weissenhof se elimina la única forma que hasta el momento se ha catalogado como aquella pura que goza de total autonomía, el sillón se suprime del siste ma mueble utilizado por Le Corbusier, este objeto no tiene lugar en un sistema espacial puramente cartesia no. Sin embargo, la silla Thonet supone de cierto modo el reemplazo de esta forma libre al situarse de manera aislada, tal y como se observa en la imagen. Esta silla concreta se orienta hacia una representación purista, del mismo modo que ocurre con todas las líneas que llegan a converger en este punto como la proyección de la que emanan todas las formas hasta su geometrización e in tegración en la plástica cartesiana. El sistema geométrico se vivifica en este caso con la in corporación del movimiento, la concepción del casillero como mecanismo que hace funcionar la máquina para vivir del hombre moderno. El movimiento supone la transcripción del tiempo, como un pautado de los rit mos de este hombre moderno. Así, la reducción geomé trica contribuye al establecimiento de un cronograma mucho más marcado que refleja la construcción de un espíritu, en cierta medida, más constreñido.
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Fig. 65. Interior de una vivienda de Weissenhof. Fuente: Le Corbu sier y Jeanneret, 1955. Edición de elaboración propia.


61Diagrama de fluencia del sistema mueble-espacio de las dos casas de Weissenhof

Le Corbusier concluye la década volviendo al inicio de su planteamiento sobre la vivienda moderna y materia liza a través de las casas Loucheur el estrecho vínculo entre el sistema mueble y la arquitectura para la conse cución del máximo aprovechamiento y optimización del espacio interior lo que, unido a las técnicas industriali zadas, permite su obtención al menor coste.
“He aquí, pues en 1929 la realización de la casa “Dom-ino” imaginada en 1914.” (Le Corbusier y Jeanneret, 1955)
Este proyecto, no realizado y sin localización específi ca, se presenta como respuesta a la ley presentada por Loucheur y Bonnevay en 1928, orientada al desarrollo de un marco inmobiliario de 500.000 viviendas obre ras económicas en un periodo de diez años. En línea con los requerimientos específicos de construcción que definía este Plan, Le Corbusier aunaba las técnicas cons tructivas tradicionales y las industrializadas bajo una es tructura mixta que baila entre la maison Dom-ino y la maison Citrohan (Arango, 2017).
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 62
Este proyecto teórico presenta cuatro tipologías que forman parte de un desarrollo evolutivo que culmina en la solución de dos viviendas cuadradas y simétricas en torno al muro medianero de mampostería. El espacio interior de esta solución soporta una transformación espacial originada por elementos móviles que permiten diferenciar entre los usos diurnos y los nocturnos. Así, a través de camas plegables y paneles corredizos ocultos en armarios que se leen como muros útiles se generan Casas Loucheur Indefinido, 1929 Fig. 66. Axonometría de una de las propuestas elaboradas para las casas de Loucheur. Fuente: Foundation Le Corbusier.

63 distintas situaciones ya sea escondiendo o mostrando –situaciones complementarias– elementos particulares o zonas generales. Así, estrategias similares a las desarrolladas en la doble casa de Weissenhof se aplican esta vez sobre un esquema tipológico diferente. Loucheur se estructura en torno a un núcleo central, el baño, como objeto compacto en la indefinición espacial. Las esquinas redondeadas de este núcleo húmedo difuminan la percepción de su volumen sólido y hace que se llegue incluso a intuir como un gran mueble que, a pesar de su inmutabilidad, “dinamiza el espacio a su alrededor” (Arango, 2017).
Este esquema compositivo subordinado a una serie de operaciones dinámicas que transforman sustancialmen te el espacio según los ritmos diurnos y nocturnos se proyecta sobre una superficie de 45 m2 que absorbe las mismas necesidades que una vivienda de 71 m2. Esta economización espacial se basa primordialmente en el particular sistema de mobiliario que permite que dis tintas funciones se yuxtapongan en un mismo espacio.
comparadoEstudio
Fig. 67. Vista exterior de las casas de Loucheur. Fuente: Foundation Le Corbusier.

LoucheurCasas mueblesistemaEstudio - espacio
19. Esta disposición de la silla durante la configuración nocturna solo se muestra en el plano extraído de la Fondation Le Corbusier. En cambio, en aquellos incluidos en su Ouevre Complete (1955), la silla se muestrasuprime.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico 64 1. Cartografía En primer lugar, se muestra como relevante la configu ración doble de la planta como viviendas pareadas del mismo modo que se producía en Weissenhof, aunque la estructuración interna sea totalmente diferente. Esta configuración, además, coincide con la concepción do ble del espacio, es decir, a través de una ordenación diur na y otra nocturna por medio de sistemas similares a la Weissenhof basadas en el despliegue de camas y paneles. Este sistema compositivo se aprovecha para mostrar en una misma planta ambas configuraciones espaciales. La yuxtaposición de actividades y usos se vuelve a producir por medio de sistemas transformación móvil. Dicho esto, se observa como la configuración de la plan ta manifiesta la marcada plástica cartesiana tanto en su composición arquitectónica como en la disposición de los elementos mueble y su correspondiente geometri zación de la forma. El núcleo central marca los ejes de simetría respecto a los cuales se ordena todo el sistema mueble que determina el uso del correspondiente es pacio. Los trazados reguladores geométricos, por tanto, vuelven a actuar sobre los muebles estableciendo su po sición y restringiendo su movimiento. El carácter geométrico actúa incluso sobre la plástica purista que acaba concentrándose en un único elemento, el núcleo central que, a pesar de que las formas ya no emanen de esta plástica, la organización y disposición espacial del sistema del mueble se irradia desde este ele mento. Resquicios de esta plástica quedan también en la cocina, lo que termina por establecer dos grados de fluencia entre los que se extiende el espíritu geométrico, como si de un enorme casillero se tratase. El análisis del sistema de fluencia sobre esta planta
como las sillas vuelven a vincularse intrínse camente a los elementos mesa y solo durante la confi guración nocturna parece liberarse, pero el giro de 45º sigue constriñendo al mueble dentro del marcado rigor geométrico19. La mesa, a su vez, se adosa a los paramen tos verticales arquitectónicos. Los casilleros, por su disposición en planta, se perciben como muros divisorios del espacio en uno de los ejes de la vivienda cuadrada. Aun así, siguen conservando su carácter contenedor, una parte destinada al almacena miento de objetos y otra a los elementos cama. Sin em bargo, los casilleros adosados a la medianera se conciben solamente para el almacenamiento de la cama. Por tanto, las camas se pliegan o se deslizan desde los casilleros, sin embargo, esta operación no se realiza en el dormitorio anexo a la cocina, sino que su cama perma nece y lo que se desplaza es un panel que oculta el dor mitorio y, por tanto, muestra la cocina o, al contrario, muestra el dormitorio y oculta la cocina. Así, el sistema de fluencia ha terminado por concentrar se del lado de la plástica objetiva que geometriza toda la vivienda. Este sistema cartesiano, que consolida las formas puras en el núcleo central, facilita, por otro lado, la incorporación de metodologías de transformación basadas en sistemas móviles para la yuxtaposición de espacios funcionales y la optimización espacial.

65Estudiocomparado Análisis cartográfico del sistema mueble - espacio de la planta supe rior de las dos casas de Weissenhof. Elaboración propia sobre planta extraída de Le Corbusier, 1955.

Fig. 68. Vista de una vivienda de Loucheur. Fuente: Foundation Le Corbusier. Edición de elaboración propia.
comparadoEstudio66
66 2. Sistema de fluencia Como ya se ha expuesto, se carecen de imágenes debido al carácter proyectual de la propuesta en cuestión. Sin embargo, este boceto ofrece una aproximación de como la vida se desplegaría en el espacio interior de Loucheur. De esta manera, la posición central del hombre supone la proyección de su propio espacio, pero su orientación hacia un determinado lado muestra cómo se despliega su espíritu en los diferentes elementos que habitan la vivienda, dando la espalda al sistema cartesiano y mo dulado del casillero que ordena con rigor geométrico todo su contenido. Las formas comienzan a desplegarse a su derecha ma terializándose no solo en elementos mueble sino tam bién en objetos-tipo que Le Corbusier plasmaba en sus pinturas puristas: jarrones, botellas, vasos, etc. Una vez más la silla Thonet vuelve a ser protagonista que, como objeto-tipo, cumple funciones-tipo, tales como comer o descansar leyendo el periódico. Toda la función del hombre se reduce a este objeto, no se vuelven a disponer de las formas libres del sillón, tampoco presentes en la Weissenhof. La liberación del espacio se presenta como un hecho al establecer los elementos mueble dentro de un sistema geométrico.
El mueble en la vivienda social de Le Corbusier Del objeto purista al casillero geométrico

6767Diagrama de fluencia del sistema mueble-espacio de las casas Loucheur

Conclusiones 6 Fig. 69.

Fig. 69. Vista del pario exterior del Pabellón l’Esprit Nouveau. Fuente: Le Corbusier y Jeanneret, 1955.
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La investigación de la relación entre el mueble y el es pacio arquitectónico se centró en la vivienda social de Le Corbusier hipotetizando que el arquitecto empleaba cierto método de transferencia entre ambos sistemas que resultaba en la integración del mobiliario en el espacio. Tras el estudio realizado se concluye en la aplicación de un sistema de fluencia que manifiesta el despliegue del espíritu nuevo entre dos polaridades, desde las formas puristas a la plástica geométrica. Así, todo este despliegue de formas emana desde los principios puristas cuya trasferencia se produce desde el sillón Maple a la silla Thonet, de esta a la mesa y, por último, al casillero como sistema híbrido hacia una plástica racional. Este sistema se extrae en un primer momento del Pabellón l’Esprit Nouveau como caso paradigmático de todo el método corbuseriano para su posterior aplicación a los tres casos de estudio. De esta manera, tanto los objetos puros, sillas y mesas, como los casilleros se disponen en el espacio activán dolo, como una serie de mecanismos que proyectan el espacio y lo hacen funcionar, son los mecanismos de la máquina de habitar moderna. Así, el espacio arquitec tónico, como un espacio de latencia, se activa en el mo mento en el que se dispone el sistema mueble y del que cada elemento se extiende un espacio en sí mismo. El si llón encierra un volumen por su capacidad de contener el cuerpo humano (de Fusco, 1976); las sillas Thonet agregadas a la mesa, la cual ya supone la solidificación de un espacio, generan el cercamiento de un área dentro del gran espacio unitario. Pero el gran organizador es pacial es el casillero cuya posición relativa de acuerdo a otros casilleros o elementos arquitectónicos estructuran el espacio. Se observa, a través de los tres casos de vivienda social, como Le Corbusier experimenta un proceso de econo mización, evidentemente como requisito al programa de la vivienda social de la época de posguerra, por un lado, pero, por otro, no es más que la aplicación total de “la ley de la selección natural”. Se produce una economiza ción espacial desde la vivienda de Pessac a la Loucheur, pero bajo la que subyace una economía de la plástica, terminando por adquirir mayor presencia la plástica ob jetiva y cartesiana sobre la purista, que al final termina por concentrarse en un único elemento. Las pautas sistemáticas han sido reconocibles en gran medida a través de sus dibujos, consecuencia también de su implicación en la pintura purista. Por medio de estos, por tanto, se extrae también como conclusión la importancia de las puertas como un elemento en sí mis mo que se puede leer como una pared móvil, casi como un mueble que tiene su cierta contribución plástica al dibujo de Le Corbusier. Por tanto, el sistema de fluencia se da entre los objetos puristas y los casilleros geométricos. Los objetos puris tas son objetos-tipo, que representan precisamente esa economía cuyas formas puras son producto de la indus tria. El casillero economiza a través de la unificación de “los innumerables muebles anticuados” que liberan el espacio y dejan paso a la luz y al aire.
70 En el fondo, todas estas operaciones tienen un único objetivo, la satisfacción del espíritu. Todo este proceso de liberación, depuración, economización trata de “li berar nuestra mente y aislarnos del revoltijo que des ordena nuestra vida y corre el riesgo de matar nuestra vida”. Es por esto por lo que la vivienda social termina tendiendo a un orden geométrico como “satisfacción espiritual”. Pero, por otro lado, esa “libertad” que ha sido reducida en la planta de la vivienda social por la aplicación de la plástica cartesiana, se despliega en las terrazas-jardín. Sin embargo, este espacio en Loucheur también termina por suprimirse. El casillero, por tanto, adquiere presencia formal desde el lado geométrico, como el paso intermedio hacia la plástica objetiva y matemática del espacio arquitectóni co. Este elemento se concibe como un elemento híbrido entre el sistema mueble y el sistema arquitectónico y, por tanto, requiere de una denominación diferente que Le Corbusier establece como equipamiento doméstico. El casillero responde a la plástica geométrica no solo como objeto único, sino desde el establecimiento de zo nas espaciales.
La extrapolación del casillero al orden arquitectónico re sulta en la configuración de las viviendas sociales como una estructura contenedora cartesiana, lo que culmina en las Unités d’habitation, como enormes casilleros que almacenan las unidades de vivienda. Y dentro de ese ca sillero arquitectónico, el casillero mueble. En todo caso, esta relación e incluso la aplicación del extraído sistema de fluencia sobre esta tipología requiere de un estudio por minorizado. Del mismo modo, se observa como en todo el estudio realizado no se han empleado ninguno de los mue bles que responde a formas esencialmente puristas, ta les como le chaise-longue, le fauteuil à dossier basculant, le fauteuil Wagon Fumoir, le fauteuil à grand confort, le siège tournant. Estos objetos, desarrollados en el año 1928 y presentados en el mismo año en el Salón de Otoño, por el contrario, si se emplean en la Ville Savoye del año 1929, contemporánea con el proyecto de las casas Loucheur. Esto puede corresponder a variados aspectos: la economización –aspecto ya desarrollado – requiere la reducción correlativa del objeto purista para una mayor plástica geométrica y una mayor liberación espacial; si se ha concluido en el sistema mueble como una cierta proyección del espíritu nuevo, se presenta una distinción entre aquel propio de la vivienda social y aquel de la planta libre de las villas. Sin embargo, el estudio com parativo de estas dos tipologías a través de la aplicación de un mismo sistema de fluencia requeriría una investi gación a parte. Lo que es evidente es que el sistema fluente de la vi vienda social es más limitado en tanto que a sus objetos puristas y que el casillero adquiere una presencia que termina por articular el espacio geométrico. La fluencia de la plástica pura a la plástica objetiva se manifiesta en primer orden en el patio de l’Esprit Nouveau, en el en cuentro del espacio universal y el espacio arquitectóni co, por medio de dos formas que se materializan como mesas. Es aquí, además, donde se produce la integración mueble y arquitectura a través de un mismo tratamiento material. En este punto se produce el encuentro entre mueble y arquitectura y entre plástica pura y plástica cartesiana.
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