Berneri, camillo escritos iv (la idea) [anarquismo en pdf]

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la anarquía que el hombre se verá obligado a buscar nuevas formas de organización para las funciones sociales que el Estado desarrolla a través de la burocracia y que «hasta que no se haga, no se habrá hecho nada», pero no pudo, por su vida en ocasiones aventurera, en ocasiones estrictamente científica, desarrollar sistemáticamente su concepción federalista. A ese desarrollo se oponía, por la parte proyectiva, su misma concepción anarquista, en la que el élan vital popular constituye el alma de la evolución en sus parciales realizaciones, variantes hasta el infinito en el tiempo y en el espacio de la historia.

4. La coherencia en la incoherencia TAMBIÉN EN LA ACTITUD adoptada ante el problema de la acción anarquista en el transcurso del conflicto europeo, se inspiró Kropotkin en el pensamiento federalista. En sus Memorias, Kropotkin escribe: «El conflicto entre los marxistas y los bakuninistas no fue una cuestión personal. Fue el conflicto necesario entre los principios del federalismo y los principios del centralismo, entre la comuna libre y el gobierno del Estado, entre la acción libre de las masas populares que avanzan hacia su emancipación y el perfeccionamiento legal del capitalismo en vigor: un conflicto entre el espíritu latino y el espíritu alemán». Al estallar la guerra europea, Kropotkin vio en Francia la conservadora del espíritu latino, es decir, de la Revolución, y en Alemania el triunfo de la estatolatría, es decir, de la reacción. Su opción fue el intervencionismo democrático. En un primer momento, hizo causa común con los nacionalistas de la Entente y cayó —como cayó Guillaume, autor del desafortunado opúsculo Karl Marx, pangermaniste— en la exageración. Alguien ha querido ver en la actitud asumida por Kropotkin en 1914 analogías con la de Bakunin en 1871. Bakunin estaba | 45


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