Tras los pasos de Liber Forti en Argentina

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En este año 2020 se cumplió un centenario del nacimiento de Liber Forti, y cinco años de su fallecimiento. Hasta el momento los datos y la documentación recopilada hablan de su militancia siendo un adolescente en Tucumán, donde participo de los sindicatos y de los movimientos estudiantiles organizados por l@s anarquistas, y su posterior militancia, usando el teatro como herramienta, en Bolivia. Hay además algunos indicios de su militancia en pos de recuperar o conservar la red de compañer@s que habían creado la Asociación Continental Americana de Trabajadores (A.C.A.T.), y también sobre su participación internacionalista. Pero no se sabe mucho sobre sus intervenciones en espacios libertarios de Argentina posterior a su partida a Bolivia en la década de 1940, ni en periodos más contemporáneos. Carlos Weis La familia Forti luego de abandonar la provincia de Tucumán, retornó a Córdoba en la década de 1940 y en esa ciudad terminaron residiendo. Por lo tanto es allí donde Liber volvió en varias ocasiones proveniente de Bolivia. Según los recuerdos de Carlos Weis, militante anarquista entrado en años, él y otr@s compañer@s organizaron una charla en torno a Liber Forti, en la década de 1990, en la granja Remolino, un espacio donde l@s compañer@s cordobeses estaban ensayando experiencias de vida comunitaria. A fines de la década de 1990, si mal no recuerdo, se organizó en Córdoba el Grupo Anarquista Cordobés (GRANCO). “Allá por el fin del primer gobierno de Menem, organizamos una granja colectiva que resultó un emprendimiento de vida comunitaria, que llamamos Remolino. Apareció Liber en ese momento y lo invitamos a dar una charla. Está versó sobre su experiencia en la organización social desde el teatro comunitario. La misma

En búsqueda de informaciones que nos ayuden a develar ese asunto es que realizamos una serie de entrevistas a algunos compañeros residentes en Córdoba y en Buenos Aires para conocer un poco más sobre los pasos de Liber durante sus retornos a la Argentina.

impactó hondamente en l@s compañer@s. A Liber le encantaba hablar de lo mineros, de las radios y del teatro. Ahí se entusiasmaba. Se hacía el boliviano, recatado, parco, callado escuchando. Pero cuando se largaba a hablar era muy expresivo, no había forma de pararle el rollo. Se expresaba sobre todo lo que había escuchado. Dos horas, por lo menos duraba su exposición.” Uno de los recuerdos que Carlos comenta sobre su charla con Liber tenía que ver con la concientización de las personas, por así decirlo. “A mí me quedo rondando algo que dijo respecto a nuestra inquietud de sensibilizar muchas personas. Nos dijo que nos dediquemos a las personas sensibles, que no perdamos esfuerzos en personas insensibles, que las hay. Que no podemos dedicarnos a tod@s, que elijamos a quien hablar y entusiasmar, que existen l@s otr@s. Eso me impactó viniendo de su experiencia y entrega. Le doy la razón, pero no me satisface. Me pareció

demasiada dureza, aunque sea cierto.” Alguien que también participo en las reuniones realizadas en el Remolino fue Manolo, otro compañero cordobés. “Fue una actividad que nos propuso Carlitos Weis. A él le podrías preguntar, nosotros éramos muy pendejos y nos juntábamos con Carlitos en el primer grupo anarquista que participé. Él nos dijo un día que había un viejo anarco que venía de Bolivia y que si queríamos participar de una juntada con él en el Remolino. Nos pasó a buscar en la trafic y fuimos junto con Liber, que estaba con él. No habló en todo el viaje, a mí me intrigaba tan callado. Cuando llegamos al Remolino nos sentamos alrededor de él y empezó a hablar. No paró por más de una hora de contar cosas, recitó poemas de León Felipe, contó anécdotas de Bakunin en Barcelona, de los mineros en Bolivia. También conto de cómo estuvo en un grupo asesor en los comienzos de la Revolución Cubana y de cómo Fidel Castro lo desarmó cuando decidieron optar por el leninismo y alinearse a la URSS.”


Sin embargo los encuentros de l@s compañer@s con Liber Forti datan de por lo menos veinte años antes, cuando en Córdoba l@s anarc@s se convocaban para organizar el trabajo de base y la inserción en los grupos sindicales de cara a la lucha. “Nuestra relación con Liber viene desde las reuniones en casa de Pirucha Ramos (compañera anarquista docente). Allí nos reuníamos en tiempos de la dictadura. Hacíamos reuniones para tratar puntualmente los temas que discutíamos. Cuando aparecían compañeros, l@s invitabam@s. L@s que nos definimos anarquistas acá en Córdoba, nos reuníamos allí para evaluar los frentes. Seguíamos la centralización política y la descentralización práctica en cada frente. Existía trabajo en docentes, construcción y universidad. L@s jóvenes del barrio, que participaban de la reunión convocados por los hijos de Pirucha se encausaron para lo ecológico antinuclear. Esa experiencia se cristalizó en el PEUMA (grupo de acción ecológica social), luego en democracia.” Y en esa época l@s compañer@s de Córdoba también estuvieron en contacto con el padre de Liber, Mario, que era entre otras cosas difusor de publicaciones anarquistas como La Protesta y participaba también de experiencias con otr@s compañer@s de su edad. “Anteriormente, yo ya conocía a Mario Forti, que tenía una bicicletería precaria en su casa, donde hoy vive su hija Ilda. Ese sí que era un compañero estricto, disciplinado. Leer, militar, imprimir, escribir, difundir, eran su actividad.” Gabriel Prieto Pero como buen andariego y croto, Liber no solo visitaba Córdoba en sus regresos a Argentina sino que recorría otras ciudades como Buenos Aires, conectándose con anarquist@s. Gabriel Prieto, fue uno de l@s compañer@s con quien trato por esa época. “Yo conocí a Liber, en el Año 1966, estuvo viviendo en mi casa durante tres meses, conversamos mucho sobre

todo de su vida en Bolivia, y los recuerdos en la Argentina, de sus grandes amigos que vivieron en su infancia/adolescencia allá en Tucumán. Yo ya los conocía de su militancia en Buenos Aires. Eran: Carlos Kistof, secretario del Gremio de Plomeros, y Emilio Muse, que era administrador de la Editorial Proyección. Ellos siempre fueron sus grandes amigos y compañeros de militancia. A ellos los frecuentabamos seguido. Lo acompañe, a visitar a Osvaldo Bayer en una ocasión. Quería invitarlo a dar unas charlas en Bolivia, cosa que no se pudo hacer. También visitamos a Saulo Benavente, un coreógrafo del Teatro Colón, al gran pintor Ricardo Carpani, de quien consiguió que le hiciera un logo para la C.O.B. Liber era Gestor de Cultura de la C.O.B. Fuimos a ver además a Pedro Asquini, el gran director de teatro independiente. Liber lo invito a visitar Bolivia y ver lo que hacían con el grupo Nuevos Horizontes.” Otras de las ocasiones en que Gabriel Prieto volvió a ver a Liber por Buenos Aires fue en la década siguiente, 1970, durante uno de sus tantos exilios de Bolivia. “Alrededor del año 1974 Liber volvió, esta vez vino acompañado del líder minero Lechin, pero por muy poco tiempo. Ellos pasaron de Bolivia a Perú y de ahí vinieron a Argentina. Sebastian Estrella Sebastián Estrella es otro de los compañeros que recuerda los pasos de Liber por los espacios libertarios de Argentina. “De Liber me enteré por historias de compañeros de Argentina que a pesar no verlo tan seguido siempre lo tuvieron presente. Liber siempre estuvo presente en los espacios anarquistas de Argentina, en las luchas, incluso a la distancia. Yo me encontré con él en unas charlas que se organizaron en la ciudad de La Plata, en torno al tema del teatro como herramienta del anarquismo. Esas charlas surgieron con la idea de algun@s compañer@s de esa ciudad

de dar a conocer la experiencia de Liber en torno al teatro del pueblo, un teatro como herramienta de construcción de la libertad no autoritario. L@s compañer@s que organizaron estaban vinculados al teatro y otras expresiones artísticas. Liber fue muy amigo de Rodolfo González Pacheco y además contaba en su haber con la publicación de la revista Teatro a lo largo de varias décadas. A raíz de todo eso es que se organizaron l@s compañer@s para convencer a Liber de dar una charla. Él se oponía fervientemente a dar conferencias, cátedras, etc. Aceptaba solo el encuentro de igual a igual, en el llano. Esa charla se realizó aproximadamente en Abril del 2007.” Juan Carlos Pero en Buenos Aires, Liber Forti visitaba además otros espacios, como la librería del compañero Juan Carlos de la Editorial Libros de Anarres. “Líber pasó por la librería que teníamos en la calle Corrientes y Frías en tres ocasiones, siempre calzado con sandalias y su gorrito andino de lana con orejeras. En dos ocasiones lo hizo acompañado por un amigo caribeño o venezolano, creo recordar, al que llamaba Tairon. Por como sonaba tal vez fuera Tyron o Tiron. En la última ocasión vino con su compañera de ese entonces. El motivo de sus visitas era entusiasmarme con la publicación de las obras completas de Barrett que, supuestamente, iba a contar con algo de apoyo financiero por parte de Tairon. Según él: lo publicado por Americalee estaba incompleto, como así también una edición nueva que se había publicado en España. Ellos se encargarían de buscar el material y de su revisión. Yo estuve de acuerdo pero nunca se llegó a nada en concreto. Lo recuerdo muy simpático, enormemente verborrágico, con mil anécdotas, que se intercalaban en la conversación y que le hacían perder el hilo del meollo de la cuestión.” Conservando el hábito anarquista de tejer redes, por lo que se puede apreciar, Liber fue apoyando las iniciativas de compañer@s en diferentes ciudades, y difundiendo sus experiencias en torno a la construcción de la organización libertaria.

Liber Forti y el mito del fin del anarquismo “El mito del fin del anarquismo” es un folleto que se publico en el año 2019 como parte de las conmemoraciones que se realizaron en el NOA (Tucumán, Salta y Jujuy) para recordar a Liber Forti. Se pueden leer en el mismo una pequeña biografía, una entrevista realizada a Liber Forti en Tucumán en el año 2012, fotografías recuperadas que recorren la vida del anarquista tucumano, y otro material de archivo encontrado sobre su participación en el interior del movimiento obrero tucumano. “El mito del fin del anarquismo” fue el nombre que se le dio originalmente a una entrevista audiovisual transcripta, que forma parte del acervo del proyecto de recuperación histórica “Anarquistas en Tucumán”, y que se publico en uno de los folletos de la serie que lleva el mismo nombre. Primeramente se publico ademas en las paginas del #4 de este fanzine.

https://issuu.com/anarcostuc/docs/el_mito_del_fin_issuu


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