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Operación Liga

Operación LIGA El Real Madrid está obligado a firmar un inmaculado final de campeonato para asaltar el título. El plan de los blancos cuenta con varios puntos clave

Factor calendario

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El próximo encuentro que el conjunto de Zinedine Zidane afronta contra el Valencia es de los que se considera de especial riesgo por la entidad del rival. No será el único, ya que en la recta final de los blancos también figuran dos exigentes visitas a Real Sociedad y Athletic. Por su parte, el Barça también tiene dos salidas difíciles contra Sevilla (Jor. 30) y Villarreal (Jor. 34), además de otro duelo crucial en el Camp Nou frente al Atlético de Madrid (Jor. 33). En caso de que todo tenga que decidirse en la última jornada del campeonato, el Madrid visitará a un Leganés que podría estar jugándose la permanencia, mientras que el cuadro azulgrana jugará en Mendizorroza.

Fondo de armario

El comprimido calendario de partidos y la posibilidad de realizar hasta cinco cambios obligará a Zizou a sacar el mayor provecho posible a toda su plantilla. El entrenador francés ya fue capaz de ganar el campeonato hace tres temporadas gracias, entre otras razones, a su capacidad para tener enchufado a todo el vestuario con su famosa unidad B. Futbolistas como Bale, Rodrygo, Lucas Vázquez, Mariano Díaz y Brahim, entre muchos otros, gozarán de mayores oportunidades y pueden tener una aportación fundamental en la búsqueda del título.

‘Fichajes’ blancos

Otros dos jugadores cuyo protagonismo ha estado muy lejos del esperado por culpa de las lesiones han sido Eden Hazard y Marco Asensio, quienes tienen la ocasión de redimirse en el momento decisivo de la competición. En el caso del belga, lastrado por dos importantes lesiones en el tobillo, en el último partido frente al Eibar ya dejó magníficas sensaciones. Más duro todavía ha sido el camino para el balear, quien aún espera reaparecer tras superar la rotura de ligamento cruzado y de menisco en la rodilla izquierda que sufrió en pretemporada. Ambos han tenido tiempo para recuperar el tono durante el parón y pueden otorgar un salto de calidad al ataque del Real Madrid.

Un nuevo fortín

Hacerse inexpugnable en casa siempre es una premisa fundamental para todo equipo, algo que el Real Madrid venía intentado en el Santiago Bernabéu, donde permanecía invicto este curso liguero con un balance de 9 victorias y 4 empates, o lo que es lo mismo, 31 puntos de 39 posibles. La exigencia será mayor si cabe para los blancos en el Estadio Alfredo Di Stéfano, donde será necesario que se sientan como en casa cuanto antes para no fallar en sus duelos como locales frente a Valencia, Getafe, Mallorca, Alavés y Villarreal.

El gol como obsesión

Viene siendo el principal problema del conjunto madridista en las últimas dos campañas, donde el enorme vacío dejado por Cristiano Ronaldo en el apartado anotador nunca ha llegado a ser cubierto. Así lo corroboran las estadísticas de los de Zidane en el campeonato, con 52 goles en 28 partidos que suponen 23 menos que los que sumaban a estas alturas en la temporada 2016-17, cuando ganaron su último título liguero hasta la fecha. Uno de los problemas más evidentes en este sentido es la excesiva dependencia de Karim Benzema, quien suma 14 dianas en Liga. Tras el francés, el segundo máximo anotador de la plantilla es Sergio Ramos con 6 tantos.

El muro de Courtois

A falta de goles, bien es cierto que el Real Madrid ha conseguido hacer de la solidez defensiva su gran virtud durante gran parte del curso. A ello hay que sumar el buen hacer de Thibaut Courtois, quien amenaza el reinado de Jan Oblak en la pelea por el Trofeo Zamora habiendo encajado apenas 17 goles en 25 partidos (una media de 0,7 por choque), además de dejar su portería a cero en 12. De mantener este nivel, los blancos habrán recorrido buena parte del camino hacia el título de Liga.

Regularidad ante todo

Si el cuadro merengue no llega como líder a este final de campaña, se debe en gran parte a su falta de constancia. Ejemplo claro de ello fue lo sucedido antes del parón, cuando los de Zizou tan pronto recuperaron la primera plaza ganando el Clásico como la perdieron una semana después cayendo derrotados en el Benito Villamarín. El triunfo conseguido ante el Eibar tras la reanudación debe ser el primero de los once consecutivos que busca un Madrid obligado a no fallar. La última vez que encadenó semejante racha fue en la temporada 2015-16, mientras que en el curso actual sólo ha llegado a encadenar cinco victorias seguidas

Salen las cuentas

Gracias a su eficiente gestión económica, el Real Madrid ha conseguido amortiguar el golpe provocado por la crisis del coronavirus

Las devastadoras consecuencias que la pandemia ha causado en todos los ámbitos de la sociedad también se han hecho notar en el mundo del fútbol. Por paradójico que pueda parecer, se trata de un golpe que los grandes clubes han podido acusar en mayor medida, cuyos ingresos, a diferencia de los equipos más modestos, no dependen casi totalmente de las televisiones. Mientras que el problema relacionado con las retransmisiones sí se ha visto solucionado en buena parte con la reanudación del campeonato de Liga, entidades importantes como Real Madrid y Barça, cuyos ingresos están más diversificados, han dejado de beneficiarse de la explotación de sus grandes estadios (con lo que todo ello supone, por ejemplo, en cuanto a pérdidas en taquillas, cierre de museos y cancelación de eventos). Por si fuera poco, estos equipos también han sufrido considerables pérdidas en el apartado comercial debido al largo tiempo de inactividad.

El Madrid saca músculo

Sin embargo, a diferencia de sus mayores rivales, el Real Madrid puede presumir de haber hecho los deberes bien y pronto. Frente al agujero de unos 200 millones de euros en ingresos que supondrá esta crisis, la institución presidida por Florentino Pérez ha conseguido cuadrar las cuentas sin necesidad de tomar decisiones dolorosas. Mientras el Barça ha presentado un ERTE y sus futbolistas se han rebajado el salario un 70%, en el caso del club blanco apenas ha sido necesario un recorte del 10%. La clave que explica esta gran diferencia reside en el músculo financiero de la entidad de Concha Espina, con unas cuentas saneadas desde hace tiempo gracias a su política de contención en el gasto. Salvada la situación actual, el club blanco seguirá actuando bajo la misma premisa en los próximos meses para asegurar también su futuro. Por esta razón, en el Santiago Bernabéu se espera

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