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La Función Evaluadora de la Entrevista
Se busca la conceptualización de un problema, la formulación de hipótesis, la selección y la definición de metas terapéuticas y la evaluación del progreso y seguimiento (Fernández-Ballesteros et al., 2001).

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La evaluación psicológica es un concepto más amplio uno de cuyos instrumentos más utilizados es la entrevista. Aunque no ha habido un consenso en definir los pasos básicos del proceso de evaluación psicológica, la Asociación Europea de Evaluación Psicológica (European Association of Psychological Assessment, EAPA) ha definido cuatro fases en la evaluación psicológica que ha concretado en 96 guías, las cuales son:
• Análisis del caso: Este primer paso es imprescindible y de gran relevancia en el proceso de evaluación. Incluye los siguientes aspectos: a) análisis detallado y preciso de la demanda o la queja de la persona, que contemplará el análisis del alcance de las quejas, cómo el cliente percibe la urgencia o gravedad del problema; b) desarrollo de hipótesis de evaluación descriptivas, clasificatorias, explicativas y predictivas que sean contrastables, y que suponen la traducción de la demanda analizada en formulaciones contrastables y evaluables; c) recogida de toda la información necesaria para poder las hipótesis, para lo cual se deberá planificar el procedimiento de evaluación y su posterior aplicación, y d) análisis de los datos y formulación de las conclusiones en base a las hipótesis planteadas.
Organización e información de los resultados: Antes de devolver los resultados a la persona, se ha de desarrollar una formulación global del caso con los resultados y conclusiones obtenidos teniendo presente la demanda o queja de la persona y en la que se haya contrastado cada una de las hipótesis formuladas con la información obtenida. La devolución de los resultados se realizará por medio de una información oral o escrito que contendrá de modo comprensible toda la información importante.
Planificación de la intervención: Si el evaluador considera que es necesario intervenir, se establecerán los criterios y metas de intervención, así como las variables que será necesario valorar para evaluar los resultados del tratamiento.
Valoración y seguimiento: Una vez finalizada la intervención, se continuará el proceso de evaluación con la recogida de datos sobre los efectos de la intervención con los medios oportunos para lograr la suficiente información sobre el resultado de ésta. A continuación, se valorarán los cambios positivos o negativos que se hayan producido como consecuencia de la intervención. La entrevista resulta una técnica imprescindible en cada uno de los cuatro pasos descritos, y aunque ésta constituye la herramienta empleada por excelencia, los datos que proporcione se complementarán con los obtenidos a través de otro tipo de técnicas de evaluación, como la observación, las medidas psicofisiológicas, los autoinformes estandarizados (por ejemplo, cuestionarios psicométricos) o los autoinformes personalizados (por ejemplo, autorregistros), entre otros.

Ámbitos de actuación de usuarios
La entrevista realizada con una función evaluadora y diagnóstica tiene lugar principalmente en el ámbito clínico y con personas que pueden presentar patología mental. Se realiza en diferentes contextos, como, por ejemplo, en centros de salud mental, servicios de urgencias, hospitales con pacientes ingresados o en la cárcel. Y en ella participan un profesional de la salud (por ejemplo, psicólogo clínico, psiquiatra, terapeuta) y un cliente o paciente.



Herramientas mas útiles (comunicación, interacción y proceso)

-peculiaridades respecto a la comunicación, Una de las estrategias de comunicación verbal más empleadas en este tipo de entrevistas serán las preguntas. Para lograr obtener una buena historia del problema de la persona debemos ser capaces de elegir las preguntas que permitan obtener la información relevante y precisa del problema y los síntomas.
-peculiaridades respecto a la interacción, la relación que se produce en este tipo de entrevistas es la propia entre un profesional y una persona que necesita ayuda. Por tanto, este tipo de interacción está lejos de la reciprocidad social habitual, ya que en este caso se da una desigualdad de poder y la relación se orienta básicamente hacia las necesidades de la persona entrevistada.

El entrevistador/clínico deberá intentar establecer una relación de confianza, sensibilidad y respeto hacia el cliente, algo que es al menos tan importante como obtener información.
-peculiaridades respecto al proceso, el proceso que se sigue en la entrevista de evaluación psicológica en el ámbito clínico es el mismo que en cualquier otra entrevista, pudiendo dividirse en tres fases (inicial, intermedia y final).
El entrevistador, frecuentemente un clínico, trata de recabar gran cantidad de información y organizarla mientras observa al paciente y examina su estado mental. Además, intentará obtener información que le permita comprender los problemas del paciente y el contexto en el que se han desarrollado, así como llegar a un diagnóstico.

