Significar y resignificar la Navidad

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Boletín No. 32

Diciembre de 2016

BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE TERAPIA FAMILIAR, A.C. La Esperanza en cada Navidad | Navidad y Diversidad La Navidad de Luis | Canción para la Navidad

Editorial ¿Qué celebramos en la Navidad? La primera respuesta tendría que ver con motivos religiosos, a razón de la ideología que ha sido mayoritaria en el país y cuya influencia ha marcado de forma decisiva, de una u otra manera, nuestra forma de significar el mundo. Muchas y muchos terapeutas familiares conservan esas tradiciones y encuentran un motivo para celebrar y reunirse con sus seres queridos; existe otro sector de terapeutas que no necesariamente realizan una práctica religiosa y que también se reúnen con personas a las que están vinculadas emocionalmente, de recordar a quienes este año han partido a la trascendencia y celebrar a quienes han llegado a nuestras vidas. Es por eso que en ese número pretendemos refrescar el significado de la navidad, así, recordando que Natividad (Natividad) significa nacimiento, buscamos que nuevos significados nazcan en estas fechas de reunión y de descanso. Deseamos que la pasen bien y que el 2017 sea un año de trascendencia, tranquilidad y certeza. Hugo Gómez Hernández, Editor
 amtfboletin@gmail.com

LA ESPERANZA EN CADA NAVIDAD Judith Vázquez Arreola Al finalizar el año en muchas partes del mundo las personas encuentran pretextos para reunirse en torno a la Navidad que, cada año, recuerda el momento en que, desde una tradición religiosa, un Dios se hace humano e irrumpe en la historia de la humanidad dividiendo, sin querer, el tiempo en” Antes y Después”. En el Siglo I de nuestra era, la propuesta que inicia con el nacimiento del niño en el pesebre, era más que una religión, una forma de vida interior, un cambio radical de las personas que reflejaban una forma distinta de relacionarse con sus semejantes, significaba valorar por sobre todas las cosas la vida en comunidad y una propuesta social transformadora que obligaba a reconocer la dignidad de todas las personas sin distinción alguna y construía un nuevo mundo. La figura de ese niño que nació en un pesebre en un portal de Belén se fortaleció con su forma extraordinaria de comportarse siempre en el mundo, siempre devolviendo la esperanza y la dignidad a quienes la sociedad había desechado y marginado. En incontables ocasiones las escrituras hablan de Jesús orando, meditando o en actitud de estar consigo mismo en la intimidad, que hacía del mesías una persona silenciosa, pacífica, dueña de sí misma, auténtica, siempre del lado de los oprimidos y con cuestionamientos muy firmes para aquellos opresores del sistema o aquellos fariseos hipócritas que alababan a Dios a media calle con los brazos en alto, pero que maltrataban y explotaban a sus semejantes tan sólo por considerarlos pecadores e impuros. La propuesta esperanzadora del niño de Belén continúa ofreciendo la alternativa de una vida interior para quienes le siguen, lo cual significa una auténtica posibilidad de volverte una persona sensible a las dificultades de tus semejantes y con la posibilidad de dar frutos de ese trabajo interior configurado en lo privado, que se concreta en lo público de cada persona. Si la sencillez y conciencia social sobre la AMTF, A.C.

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justicia, la igualdad, la solidaridad, son el ramillete de dones que el niño Dios ofrece al mundo como semilla de la Esperanza que necesitamos, nos toca refrendar cada año el compromiso con la construcción de ese mundo en donde todos seamos iguales y recibamos todo cuanto necesitemos para nuestro libre y pleno desarrollo y seamos capaces de aportar lo mejor de nosotros a la comunidad a la que pertenecemos. La recurrente idea de un mesías redentor llega cada año en la figura de Jesús en el pesebre y simboliza el anhelo de los oprimidos por tener la posibilidad de re-establecer el orden perfecto y terminar con la injusticia social alcanzar la paz, la igualdad y la fraternidad entre todas las creaturas independientemente de su posición social, económica, política y religiosa. Cada año con alegría las personas se reúnen en Navidad alrededor de la misma figura del niño naciendo en un pesebre y con alegría se cantan villancicos y se entonan las posadas en México por las calles buscando un lugar en donde albergar esa esperanza que está por nacer cada 24 de diciembre por la noche. Las personas se abrazan, y algunas de ellas hacen cosas extraordinarias como la reconciliación esperada o invitar a cenar a un indigente, que en los últimos tiempos abundan en todas partes del mundo. En la actualidad sería necesario equiparar el mensaje profético de Jesús de Nazaret con el contenido de justicia, igualdad, no discriminación de los Derechos Humanos (DDHH) que inicia con el reconocimiento de la dignidad de todas las personas como el elemento común entre todo ser humano; principios desarrollados como herramienta preventiva de cualquier abuso e intento de dominación o esclavitud de cualquier persona; sin embargo la enorme diferencia entre estos dos mensajes es que los derechos humanos son una propuesta para un mundo democrático que aspira a eliminar todas las diferencias raciales, religiosas, humanas, ideológicas, etc. mientras que la religión busca colocar a Dios por encima de toda la humanidad permitiéndole al clero administrar el reino a su antojo. Afortunadamente la laicidad ha sido el valor que los DDHH tienen como principio de la pluralidad, lo cual posibilita el reconocimiento de todas las personas a partir de su dignidad. Falso o verdadero el nacimiento en el pesebre ha sido motivo para detener guerras y reunir enemigos en torno a tan mágico acontecimiento, y es motivo para hacer un alto en nuestras vidas al cerrar el ciclo anual para mirar hacia atrás y soñar con un mañana mejor. Tal vez los anhelos humanos por esperar la llegada de un mesías han menguado ya, lo que nos quedan son las tradiciones que nos ofrecen la oportunidad de compartir, repensar y replantear la vida con quienes hemos elegido, construyendo desde las trincheras desde donde nos ha toca transformar nuestra realidad. Bendito momento en que tenemos Navidad cada año, porque de esa forma tenemos la posibilidad de seguir creyendo que el mañana siempre será mejor que el hoy. ¡Feliz Navidad 2016! Judith Vázquez Arreola Teóloga, lesbiana feminista por la liberación y la democracia. Más textos en: judithvazquez64.blogspot.com e-mail: judithvazquez64@hotmail.com Twitter: @ judithvazquez64

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La Navidad de Luis Autor: León Gieco

Toma Luis, mañana es Navidad, un pan dulce y un poco de vino ya que no puedes comprar… Toma Luis. llévalo a tu casa, y podrás junto con tu padre la Navidad festejar… Mañana no vengas a trabajar, que el pueblo estará de fiesta y no habrá tristezas…

• Posibilidad de formar parte de

manera activa en las distintas comisiones de trabajo • Voz y voto en la Asamblea

General (miembros titulares) • Suscripción a la Revista

PSICOTERAPIA Y FAMILIA • Grupo de estudio de casos • Cursos de actualización • Descuentos en actividades

organizadas por la Asociación • Aparecer en el directorio de

referencias • Organizar un estudio de

estudios y equipos de supervisión.

Señora, gracias por lo que me da, pero yo no puedo esto llevar, porque mi vida no es de Navidad… Señora ¿cree que mi pobreza llegará al final comiendo pan, el día de Navidad? Mi padre me dará algo mejor, me dirá que Jesús es como yo y entonces así podré seguir viviendo… En la voz de la gran Mercedes Sosa: https://www.youtube.com/watch? v=hNygMUZdmpk

• Vinculación y recomendación

en Bolsa de Trabajo Miembro Titular: $2500 (bianual) Miembro en Entrenamiento:
 $1200 (bianual)

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NAVIDAD Y DIVERSIDAD David J. Kalke ¿Qué tiene que ver la Navidad con la Diversidad? ¿Hay una conexión teológica entre el Nacimiento del Niño de Dios y lo que entendemos como “diversidad”? Conocemos El Dios de Moisés como un Dios que quiere romper esquemas de esclavitud y opresión, “Yo Soy Quien Soy” (el primer nombre de Dios en el Éxodo) rompió las cadenas de la esclavitud mental, la cultura de miedo, para que el pueblo hebreo pudiera organizarse y salir con Moisés de Egipto, sin miedo y salvado por Dios y el Ángel de la Muerte, así Dios salvó los hebreros y eliminó el opresor. La Biblia (la Palabra de Dios) empezó con la liberación de un pueblo oprimido. El esquema de opresión por razones político, económico y social fue roto cuando Dios se proclamó el “Yo Soy Quien Soy”. Desde entonces conocemos a nuestro Dios como una fuerza que rompe esquemas de opresión; un Dios que nos ayuda superar culturas de miedo; un Dios de Amor que nos indica como tenemos que vivir para no repetir el pecado de odio y de opresión. Los hebreos fueron seres humanos, como tú y yo. Y aún cuando Dios pidió que no se olvidaran de sus raíces de opresión y lo que Dios hizo por ellos, ellos olvidaron del gran milagro de la liberación de la esclavitud en Egipto, olvidaron del Amor de Dios, un Amor divino que ahora ellos tenían que compartir y repetir. Dios usó a Moisés para enseñar a los Hebreos que ellos siempre tenían qué romper esquemas de opresión, de esclavitud, discriminación y exclusión. Él enseñó que hay que recordar siempre al huérfano, la viuda y al extranjero, es decir, Dios quiso mantener una diversidad entre su pueblo, nadie puede ser excluido. Por su Amor y el uso de su poder para romper esquemas de injusticia, él empezó el proceso para crear una sociedad diversa e inclusiva. Pero los seres humanos prefieran vivir sin Amor, sin Dios, sin incluir a su prójimo, el pecado es vivir sin Dios, sin Amor, sin respeto por estas leyes antiguas que protegen a los excluidos. El pecado es no incluir los que viven en los márgenes de la sociedad, el pecado es crear una sociedad donde hay privilegiados. El gran pecado es ser un esclavo liberado sin recordar su pasado, su esclavitud: un esclavo que no recuerdo sus raíces es capaz de repetir la opresión y exclusión. Jeremías fue un profeta quien vivía el exilio con un pueblo derrotado por su arrogancia y prepotencia. Él trató de explicar a los Hebreos su gran pecado para reconciliar y reconstruir. Un refugiado que escribió a su pueblo palabras claras y duras: “Practiquen el derecho y la justicia. Libren al oprimido del poder del opresor. No maltraten ni hagan violencia al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar “ (Jeremías 22:3). Romper esquemas de esclavitud y opresión es un resultado del Amor de Dios manifestado por el “Yo Soy Quien Soy” cuando mandó a Moisés a Egipto para preparar el Éxodo. Y así llegamos al día del milagro de Belén: Otra vez tenemos un pueblo oprimido, y un pueblo con sistemas de opresión, discriminación en contra de la gente de Samaria, los leprosos, mujeres, enfermos eran características de la sociedad de entonces. Un carpintero y una jovencita embarazada entran a la historia de la humanidad, un hombre amó a esta jovencita, María, aunque él no fue el padre del bebé en su vientre. Circunstancias crearon la imagen de un viaje humilde, pasando el gran centro de poder, Jerusalén, para llegar a un pueblo, Belén. Allí entre animales nació el Niño Dios, creemos que Dios llegó a nosotros en la forma de un bebé, creemos que el esquema de que los seres humanos tienen que llegar a Dios fue roto: Dios llegó al mundo, no para destruirlo pero para salvarlo de su pecado. El pecado siempre es una falta de amor, una falta de la presencia de Dios en el mundo. Jesús nació para mostrarnos en carne y hueso el amor de Dios. La imagen que tenemos de esta Nacimiento es una imagen de diversidad, no de exclusión, hay una madre soltera, hay un bebé AMTF, A.C.

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en la naturaleza de animales y una noche fría, hay pastores y ovejas, hay reyes de otras religiones y países, hay ángeles, hay paz, hay luz, hay tranquilidad, hay armonía. Esquemas de división y exclusión han sido remplazadas con un concepto de un Amor de Dios para todos. Asociación Mexicana de Terapia Familiar, A.C. Indiana #78. 
 Colonia Nápoles
 Benito Juárez, 
 CDMX
 Teléfono: 56580146
 Horario atención: lunes, 
 martes y jueves de 
 10am a 4pm www.amtf.com.mx Correo:
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 amtfboletin@gmail.com

Allí en esta imagen del Nacimiento, que tenemos desde nuestra niñez, el foco es el Niño de Jesús en la cuna, una cuna de madera. Madera. Un árbol de vida. Una cuna. Una cruz. Nuestro árbol de vida nos lleva de la cuna a la cruz, una vida de amor y sacrificio. La vida del Niño de Dios, Jesús de Nazaret, fue una vida para romper esquemas. Abrió sus brazos y corazón para los pobres, los excluidos, los que vivieron en las márgenes. Creemos en que Dios nos dio su hijo, creemos en que Jesús nos dio un ejemplo de cómo vivir, del cómo podemos cumplir la ley, la justicia que Dios exige de nosotros. Hay que recordar el huérfano, la viuda, el extranjero. En nuestro siglo XXI, como en el tiempo de Jesús, esta mandato tiene que ser vivido en un contexto diferente pues vivimos en un mundo de pobres, un mundo con mucha desigualdad, vivimos en un mundo de feminicidios, de estudiantes desaparecidos, de personas trans maltratadas, vivimos en un mundo donde personas LGBTI no son aceptados por sus familias ni la sociedad. Celebramos esta Natividad, mirando a la imagen del Nacimiento de nuestra niñez para romper la exclusión y celebrar una vida de diversidad. David J. Kalke. Arzobispo Primado de la Iglesia Católica Ecuménica México / América latina. Mail: davidjkalke@gmail.com

CANCIÓN PARA LA NAVIDAD Autor: José Luis Perales Navidad es navidad, toda la tierra se alegra y se entristece la mar. 
 Marinero ¿a dónde vas? deja las redes y reza, mira la estrella pasar.
 Marinero, marinero has en tu barca un altar. Marinero, marinero… porque llegó navidad
 
 Noches blancas de hospital, deja el llanto esta noche, que el niño está por llegar. Caminante sin hogar ven a mi casa esta noche, que mañana Dios dirá. 
 Caminante, caminante deja tu alforja llenar. Caminante, caminante… por que llegó navidad
 Ven soldado vuelve ya para curar tus heridas. Navidad, es navidad, toda la tierra se alegra y se entristece la mar.
 Tu que escuchas mi mensaje has en tu casa un altar, deja el odio y ven conmigo por que llego navidad https://www.youtube.com/watch?v=-WSS4woqhTI

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