Las ejecuciones extrajudiciales selectivas, detenciones arbitrarias y muertes y lesiones por uso excesivo de la fuerza que ha utilizado el gobierno de Nicolás Maduro de forma sistemática y generalizada desde al menos 2017, pueden constituir crímenes de lesa humanidad.
A inicios de 2019, miles de personas salieron a las calles a exigir un cambio de gobierno en Venezuela. Durante el mes de enero, se registraron numerosas manifestaciones, muchas de ellas en zonas populares, donde las demandas de un cambio político no habían sido tan visibles hasta ese momento.
Del 21 al 25 de enero de 2019, en un total de 12 de los 23 estados del país, al menos 47 personas fallecieron en el marco de las protestas, todas por herida de arma de fuego.