Este informe se basa en más de un año de investigación sobre el terreno llevada a cabo por Amnistía Internacional en Honduras, Guatemala, El Salvador, México y Estados Unidos, y en entrevistas con más de 120 solicitantes de asilo y migrantes, aproximadamente 25 funcionarios gubernamentales y 40 organizaciones de la sociedad civil, así como en el examen de documentos oficiales. Los datos indican que las políticas de mano dura de control fronterizo no impiden que la gente migre o huya de su país, sino que la condenan a seguir unas rutas más precarias y fortalecen las redes delictivas violentas que alimentan el tráfico de seres humanos y dan lugar a un aumento de la pérdida de vidas +Info: http://goo.gl/02CXMq