Dacian 01

Page 148

Ella abrió los labios para contestar, sólo para caer en silencio mientras lo miraba a los ojos. —Tus ojos estaban verdes todo el tiempo. — ¿Por qué eso es digno de mención? —Toda esa matanza y sangre, todos esos gritos y llamas, y no estabas afectado. — En cierto modo, él le recordaba… al oro -un metal noble que no reaccionaba a la mayoría de los demás elementos. —Estoy acostumbrado a la muerte y todas sus caras. Pero cuando pienso en lo de anoche, estoy totalmente afectado. — De inmediato, sus ojos se inundaron de negro. En cambio, ella se quedó sin aliento, se sonrojó, esa conciencia resonando. Cuanto más trataba de no pensar en lo de anoche, más imágenes surgían en su mente… su gran mano entre sus piernas, su boca caliente sobre sus pezones. Con su voz se volvió ronca, él murmuró, —Tus iris se vuelven más luminosos, mujer. No soy el único que disfrutó de lo que pasó entre nosotros. Ella tragó saliva. —Porque yo pensaba que eras otro. — Ella echó un vistazo hacia Cas. Una horda de mujeres susurraba sobre sus leves heridas, maniobrando para acariciar sus músculos. Bettina se preguntó si tenía algún lugar en sus pensamientos después de todo. Daciano la agarró de la parte superior del brazo, atrayendo su atención de nuevo. —Te pregunto de nuevo, ¿pagarás lo que debes? Ella levantó la barbilla. —Hasta cierto punto. — ¿Hasta cierto punto? No fue uno de los términos del acuerdo. —Todavía soy una dama -¡una princesa! Espero ser tratada como tal. Y todavía estoy inmersa en este torneo. Tan pronto como esta farsa comenzó, sabía que tendría que mantener cierto…nivel. — Por la ley antigua, Bettina podría ser lapidada hasta la muerte por violar los términos del contrato. — No voy a arriesgar mi vida por dormir contigo.

148


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.