Revista Octava Planta Nº 45

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¿qué fue de...? < INTRO |

Rodrigo Núñez

Yulán Hernández Yulán es una de esas personas que ilustran a la perfección el término “estar metido en la resi” y es que colaboraba en todas sus actividades, además de seguir haciéndolo después siempre que se la necesitaba.Yo la conocí en una de estas visitas. 1. ¿Cuántos años estuviste en la Residencia? ¿En qué se diferencia la de ahora de la de entonces? Estuve cuatro años, y dos años más volviendo de vez en cuando. La gente estaba más involucrada en las comisiones, no sólo se trata de disfrutar de las fiestas con el grupo de amigos, sino de ayudar a preparar las cosas y relacionarse con mucha gente, que es una de las grandes ventajas que ofrece la resi. De todas formas, tengo que reconocer que sigue habiendo gente a la que sí que le importa seguir manteniendo estas actividades. 2. ¿Qué fue para ti lo mejor y lo peor de la Residencia? Lo mejor, la convivencia con la gente y las épocas de teatro. Lo peor, lo poco que pensaban algunos en el resto. Recuerdo una decoración de pasillos en la que, tras una semana preparando todo, alguien esperó a que nos fuésemos a la cama el último día para subir a robar algunas cosas. Además, después de que unos pocos la liasen en alguna fiesta de las que se hacían en el comedor, algo que era más nuestro y no una fiesta más, se prohibió hacerlas allí. Puede que haya mucha gente, pero el respeto a los demás no debería perderse nunca. 3. Durante un año fuiste tutora, ¿Qué recuerdas? Fue muy especial, aunque los dos momentos más importantes para mí fueron cuando ganamos el concurso de pasillos en Navidad y el último día que representamos El sueño de una noche de verano. En el primer caso, la decoración estuvo centrada en Pesadilla antes de Navidad, y fue la primera vez que ganaba el 5º. También era el primer año que se iban dando puntos como en Eurovisión, lo que creó una tensión tremenda. En el segundo caso fue porque se obtuvo una gran recompensa tras todo el esfuerzo puesto en aquella obra, además de significar el principio de mi despedida de la resi. La verdad es que fue una gran experiencia, y he de reconocer que es una de las cosas que me valoraron posteriormente en una entrevista de trabajo, ya que aprendes a trabajar en grupo y a enfrentarte a diversos problemas que pueden surgir como responsable de un pasillo y de una comisión. Además, también fui tesorera de ACUA, esta asociación es un apoyo muy importante para los residentes ya que sufraga gastos de la Revista, Teatro y viajes. Es esencial que la gente siga colaborando y que se continúen consiguiendo socios, ya que cuantas más personas están inscritas mayores subvenciones se pueden conseguir. 4. ¿Con cuántos directores coincidiste y qué opinión te merece cada uno de ellos? Coincidí con tres: Magdalena, Eugenio y Diego. Supongo que con el que más discrepancias surgieron fue con Diego, lo cual también es normal, ya que coincidió con mi año de tutora y es cuando me tocó defender de primera mano lo que creía. 5. Cuenta alguna batallita que vivieses en la resi. Mi primer año del día del campo, con todo preparado, amaneció chaparreando y hubo que abortar la misión y acabamos haciendo la comida debajo de la rampa. El año que representamos La vida en un hilo, alquilamos un vestido de novia que resultó ser el más feo que habíamos visto. Y mientras todos nos centrábamos en lo horrible del vestido, un amigo, del que nunca p

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lo hubiésemos esperado, nos dijo que siempre había querido probarse uno, por lo que montamos una pasarela improvisada con lanzamiento de ramo incluido. Cuando representamos Diez negritos, la noche antes del estreno dos de los actores se pusieron a jugar al calientamanos, con tan mala suerte que hubo un golpe brusco y a uno de ellos le empezó a doler la mano. Al día siguiente nos dijo que había tenido que ir a Urgencias, descubriendo que se había roto el pulgar, y estaba escayolado. Por este motivo, cuando apareció en escena, alguien le preguntó espontáneamente “¿Qué le ha ocurrido en el brazo?” y él respondió “un accidente doméstico”, la gente creyó que estaba en el papel y alucinaba con lo bien que habíamos hecho la escayola. También en Diez negritos, al final se utilizaba una pistola y no se probó hasta el día de la obra. Al utilizarla durante la representación, dos de los tres días se encasquilló por lo que la protagonista tuvo que ingeniárselas, y la muerte se produjo cada día de una manera, incluyendo un golpe con la culata por el que el chico tuvo que pasar por el hospital. Durante “los juegos de adaptación” de mi primer año, la Dirección decidió prohibirlas debido a un problema. Como los nuevos estábamos encantados y faltaba el día del agua, lo organizamos nosotros, de tal forma que no se le podía decir nada a ningún residente. 6. ¿En qué estás ocupada ahora? ¿Dónde te ves en un futuro próximo? Pues hace año y medio me fui a vivir a Zaragoza, donde los mañicos me han acogido muy bien, es una ciudad preciosa. Estoy haciendo la tesis en el Instituto de Nanociencia de Aragón con la esperanza de, en un futuro, poder contribuir un poco a la curación de enfermedades como el cáncer. Como mínimo estaré dos años más allí, mientras termino la tesis, luego Dios dirá. 7. ¿Cómo fue llevar Culturales y Teatro a la vez tú sola? En algunos momentos fue bastante estresante, pero ambas me gustaban mucho y nunca me pude quejar por falta de ayuda. Además, durante años había aprendido de los mejores. 8. ¿Sigues en contacto con los amigos que hiciste en la Residencia? Con bastantes sí, aunque menos de lo que me gustaría. Cada uno ha ido emigrando a un sitio, pero nada que no arregle un telefonazo o unas cañas de vez en cuando. 9. Si pudieses volver atrás, ¿cambiarías algo de cómo viviste la Residencia? ¿Qué es lo que más echas de menos? Creo que no, disfruté al máximo y estuve bastante involucrada en la vida alfonsina. Reconozco que al principio me costaba, pero tras el casting para Diez negritos y que poco a poco me “arrastrasen” a la revista… todo se hizo mucho más sencillo. Sin duda echo de menos a la gente, el ambiente, poder pasar un día entero sin salir del edificio pero pasándonoslo como enanos, ver los Oscar y los partidos en el 4º, los bingos del Molonio…

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