t
OPrNróN
tributación de los casinos: un instrumento del Gobierno
La
PoR BERNARD POLDERS
Hoy día, la tributación de los casinos resulta un lema candenle. Muchos pai-
ses de nuestro viejo Continente
se
hallan en proceso de modificación de la normativa de estos establecimientos, tal como ocurre en Suiza, Noruega. Eslovenia y Bélgica. ¿Por qué existe tanta controversia a este respecto? La razón es que muchos Cobiernos creen que los casinos son "la gallina de los huevos de o¡o .. Pero .. \eamos stnceros c¿d¿ casino en términos generales precisa una tributación especial, sobre todo cuando no hay ninguna, o apenas ninguna competencia, por tanto, el nivel de tributación está en función de las circunstancias; éste es el núcleo esencial de mi mensaje. Y sólo en el momento en que todos seamos conscientes de ello, estaremos próximos a dar con la solución. ¿Por qué son estas circunstancias o condiciones de explotación tan impor-
,
no incluyen un gran hotel, entreteni-
Los casinos de hoy día ya han dejado
miento directo y una gran competencia urbana, pero las Autoridades locales tampoco están tan chifladas como para
de ser máquinas o fábricas de dinero
deiar que los gestores y explotadores de casinos ganen un interés superior al de cualquier otra empresa. Entonces, ¿a qué se debe la actitud alemana? Obviamente a que los Gobiernos alemanes ven la explotación de un casino como una variedad de recaudación de
impuestos estatales. El resultado es que en Alemanra d los c¿srn05. en tér minos generales, no les queda suficiente para reemplazar el material de iuego, ni para sistemas de seguridad, quedando el entretenimiento como algo aparte. El resultado final es que el Cobierno
procedente del juego de azar: ahora son centros de ocio, que visitan gentes con menos dinero que los jugadores de B¿den Baden o Monle Carlo er l¿ decada de los '50. Actualmente, también, los casinos son lugares más peligrosos que antaño; hay
mds ¿nonlmalo y el nersor"l e. mác longevo. lo que significa que las condiciones de seguridad ahora son diferentes a las del pasado, cuando el personal del casino y los responsables de la seguridad conocían a la mayoría de los jugado¡es. Los casinos de hoy necesitan ins-
talaciones modernas de seguridad
y
recauoa menos que con un slstema
eso, de nuevo. ., icuesta dinerol
impositivo más baio, donde se proporcionan más atractivos a mayor número de personas (no entro en el tema del
tipo de casino que se quiere, cuáles
riesgo y la seguridad)
Habría que decidir primero cuál es el
son las medidas de seguridad que se desean, etc., y luego dec¡dir sobre el
tantes? Trataré de contestar a esta cues-
La conclusión a extraer de estos ejem-
tipo imposrtrvo más ¿decuado bier
tión con otra pregunta, ¿cuál de los dos
plos es que los Cobiernos tienen que
Cobiernos es estúpido, el norteamericano de New Jersey que establece un impuesto de apenas un 10"4, o el alemán de los Lánder que impone a los casinos una car€a tributaria del 80% o
ser conscientes de que al fijar el nivel de
mediante un tipo fijo con costes deducibles, bien mediante un tipo fj'o con deducciones por enrretenrmrerto ir5témáq .lé <éor rri.l¡.1 ai.
más?
La respuesta es bien sencilla,
las
autoridades de New jersey ven en la explotación de un casino un instrumento útil para desarrollar toda el área de Atlantic City. En consecuencia, las condicrones de explot¿ción de un c¿-i-
impuestos están utilizando libremente un instrumento con el que pueden dirigir o canalizar Ia competitividad de su propios casinos Si lo que se busca es ofrecer uno, c¿sinos nodernos ] seguros a la ciudadanía, habrá que saber que esto tiene un coste que no puede estar sujeto a impuestos, además, si lo que se desea es que exista la libre competencia, habrá que deiar que los operadores de casinos administren su propio dinero para ser compeUlrvos.
En resumen es el Gobierno el que, al
fijar los irnpuestos, está tomando
las
decisiones sobre el tipo de casinos instalar en su territorio. I
a
Lcencl¿do €n CC. Polilcas. Cod¡rector del GaÍring nst tute (Hola¡d¿)
European