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La conversa
Somos Guaicaipuro — Del 10 al 16 de febrero de 2017
El Gran Ferrocarril en 1926, un año antes de la designación como capital
moria popular, con anecdotarios y cuentos de la comunidad y de Los Teques. Antes estuvo Aníbal Laydera Villalobos, el primero. Hizo trabajos importantes. Gran parte de lo que se conoce como historia formal de Los Teques fue sistematizada por él en los libros Historia de Los Teques y Aspectos socioeconómicos de la ciudad de Los Teques. Y junto a él mucha gente que trabajó el tema histórico, como Lucas Guillermo Castillo Lara, con Una tierra llamada Guaicaipuro; Rafael Malpica Materán con Los teques en mis recuerdos, y junto a ellos gente que ha publicado ensayos de Los Teques, revistas literarias, periódicos que se han dedicado a la investigación y quienes reflexionan sobre el tema de la ciudad, como Leonel Vargas. Otros trabajan con historias de las parroquias. El profesor Ziegler hizo un estudio sobre El Jarillo, Zoraida Bulhosa ha abordado el crecimiento de la ciudad, Carmen Mannarino hizo un trabajo de reflexión sobre la cultura en torno a la vía ferroviaria de Los Teques, y muchos más. Manuel no es electo cronista por ser quien sepa más de la historia de Los Teques. Tiene experiencia en la promoción y la
metodología de la historia como proceso de construcción colectiva y comunitaria, de la historia barrial y la comunal. Su proyecto lo titula “La Nueva Nación Teque”, para promover la reconstrucción de la identidad tequeña a partir de la sensibilización en torno a la historia local, muy a largo plazo, y no solamente en Los Teques sino en las demás parroquias. “En principio haremos encuentros de cronistas populares. Pienso convertir la oficina del cronista en un espacio de articulación de gente que está haciendo trabajos de investigación, proyectos, ellos son quienes tienen la voz cantante de esto, de alguna manera van a decir cómo se está moviendo el tema de la historia en cada una de sus comunidades y localidades. Es la idea. Luego visibilizar a los barrios como lugares de construcción histórica dentro de esa gran historia municipal”, explica. Los cronistas que le han precedido le han dado fuerza a Los Teques. Sin embargo, las comunidades tequeñas no están dentro de esa historia, aparecen como nomenclaturas, como enunciaciones de una lista de lugares que existen geográficamente en Los
El zuliano Ildefonso Leal escribió sobre Los Teques hasta su partida, en 2015
“la historia de un municipio se construye con la historia de su gente y su gente vive en comunidades. Esos son los espacios donde se erige la cotidianidad, se alimentan, habitan, hacen la cola, viven cosas”
Aníbal Laydera Villalobos fue el primer cronista de la ciudad
Salvador Chito Aguilar cultivó la oralidad y las anécdotas. foto mayrin moreno macías
Teques y no desde su perspectiva histórica. “Mi idea no es decir que yo me la sé, sino que la gente diga que se la sabe. Que se sientan parte de ese discurso”. —Ahora hay muchas comunidades nuevas, barrios… —En principio es conocer que la historia de un municipio se construye con la historia de su
gente y su gente vive en comunidades. Esos son los espacios donde se erige la cotidianidad, se alimentan, habitan, hacen la cola, viven cosas. La idea es revivir ese espacio como discurso histórico. Ellos son sujetos históricos. Y también lo son en la medida en que son parte de la historia del municipio, así como son parte de la historia nacional. ■