A principios de los noventa, Chencho tiene doce años y muchos problemas. Sus padres no le comprenden, los profesores le machacan y los matones del cole le tienen en su punto de mira. A pesar de vivir en un ambiente familiar sano, estar escolarizado y visitar de vez en cuando al dentista, su vida no resulta nada fácil. Cuando la violencia en el patio se mezcla con el vandalismo callejero y los primeros síntomas de la infame edad del pavo, la combinación es demoledora y hará que nuestro protagonista acabe huyendo de todo y de todos. Ambientada en los años gloriosos del grafiti autóctono madrileño, la llegada del rap a la cultura de masas y cuando el acoso escolar era considerado “cosas de críos”, esta historia está dedicada a todos aquellos que no recuerden la infancia como una etapa especialmente feliz de sus vidas.