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AL FRENTE UP FRONT
FRENTE UP FRONT
THE POWER OF TRUTH
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By | Por: YAMILY HABIB AL DÍA News Managing Editor Staff Writer & Content Producer
Juan Pablo Duarte. Photo by Library of Congress, Washington, D.C
ENGLISH
“T he truth does not exist, only the perception we have of it," said one of the fathers of the Dominican Republic, Juan Pablo Duarte.
In the United States today, some 2000 miles from Duarte's homeland, his words resonate with an overwhelming echo. The political, social, and identity crisis of reason needs, more than ever, a profound reflection precisely on the nature of truth, on the empirical separation of fact and word, on the cacophony of parallel realities lived by its citizens. And it seems that all the facts lead us to the conclusion that, of all truths, the most sincere is that which comes from experience.
The experience of those who know about racism, poverty, and inequality firsthand; the experience of those who, like Danilo Burgos, have seen violence take away a loved one.
The first Dominican state representative in Pennsylvania's history is the Public Service archetype of AL DÍA's public service in its 2020 Hispanic Heritage Awards for one reason: for his ability to make history and assert truths from experience.
Burgos is the example of the Latino who transforms adversity into a life lesson, and whosees his mission as paving the way for those who come after.
As he shares on our cover of the week, that vocation has its origin precisely in seeing the name of Juan Pablo Duarte on a school in New York's 13th district, where he lived before coming to Philadelphia.
Burgos was able to see the impact that the transformation of symbols and titles has in a country where communities classified as "minorities" continue to be subjugated by their imposed adjective, and where the bar is established from other people's rhetoric.
It is there where the service of men and women like representative Burgos marks a turning point, impossible to overlook.
ESPAÑOL
“L a verdad no existe, sólo existe la percepción que tenemos de ella”, decía uno de los padres de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte.
En Los Estados Unidos de hoy, a unos tres mil kilómetros de la patria de Duarte, sus palabras resuenan con un estridente eco.
La crisis política, social e identitaria de la razón necesita, más que nunca, una profunda reflexión precisamente sobre la naturaleza de la verdad, sobre la separación empírica del hecho y la palabra, sobre la cacofonía de realidades paralelas que viven sus ciudadanos.
Y pareciera que todos los hechos nos llevan a la conclusión de que, de entre todas las verdades, la más sincera es la que proviene de la experiencia.
La experiencia de quienes conocen el racismo, la pobreza y la desigualdad de primera mano; la experiencia de quienes, como Danilo Burgos, han visto la violencia arrebatarles un ser querido.
El primer representante estatal dominicano en la historia de Pennsylvania es el arquetipo de servicio público de AL DÍA en sus Premios de la Herencia Hispana 2020 por una razón: por su capacidad de hacer historia y reivindicar verdades desde la experiencia.
Burgos es el ejemplo del Latino que transforma la adversidad en una lección de vida, y quien toma como estandarte la misión de allanar el camino para quienes vienen detrás.
Esa vocación, como comparte en nuestra portada de la semana, tiene su origen, precisamente, en ver el nombre de Juan Palo Duarte en una escuela del distrito 13 de Nueva York, ciudad que le vio crecer.
Burgos pudo ver el impacto que tiene la transformación de símbolos y títulos en un país donde las comunidades catalogadas de “minorías” siguen siendo subyugadas por su adjetivo impuesto, y donde la barra se establece desde retóricas ajenas.
Es allí donde el servicio de hombres y mujeres como el representante Burgos marcan un punto de inflexión, imposible de pasar por alto.