isilune ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! la naturaleza presente
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Ainhoa Goenaga
Proyecto Integrado tutorizado por Silvestre Oliveras Grado Superior de Técnicas Escultóricas Escola d’Art i Disseny Pau Gargallo
índice
! introducción al itinerario encuentros claroscuros confluencia de caminos cuerpo a tierra la naturaleza presente matices del paisaje in situ momento de silencio fuentes
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La vegetaciĂłn crece tramando redes internas invisibles a nuestros ojos - Primavera del 2019 -
 
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introducción al itinerario
Todo comienza con el gesto más simple, el más humano: el caminar. En él reside el silencio más sincero, aquel que asume que no hay nombre para todo, “una gramática para todo lo que se siente” (Gros, 2015: 72). Precisamente a ese silencio hace referencia el título, isilune, el cual viene a significar momento de silencio en Euskara.
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El andar de este proyecto parte como un acercamiento a la naturaleza, fuente de inspiración y conocimiento. Hallándose en ella infinidad de formas y seres con las que entablar diálogo, se da lugar a un intenso trabajo exploratorio, experimental y creativo que toma la escultura como medio de profundización y concienciación en relación a estos elementos del entorno.


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encuentros
"Nuestros pies no tienen raices" - Le Breton -
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A base de divagar por las colinas de la ciudad de Barcelona se dan estos pequeños encuentros, donde cuerpos inhertes de cáctuses desecados yacen por doquier.
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Movida por la curiosidad se inicia una labor de recolección de dichos elementos, alimentada por registros fotográficos.


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claroscuros
La chumbera es considerada la planta de la vida, capaz de rebrotar incluso tras quedarse completamente seca. También se la conoce como el árbol de los corazones, ya que según las creencias mexicas, el nopal nació del corazón de un príncipe que al haber intentado vengarse del dios sol fue asesinado por éste y su corazón arrojado a la laguna donde germinó y creció de entre las rocas.
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Traida de Centro América por los colonos hace más de 500 años para su explotación agrícola, la chumbera prosperó en seguida en el viejo continente. De hecho, su tenáz tendencia a la propagación provocó que rápidamente invadiera el litoral mediterráneo, pasando a formar parte de su paisaje.
Tan abundante como ella es el parásito que durante los últimos años la está consumiendo: la cochinilla. Se trata de un diminuto crustáceo terrestre que curiosamente respira a través de branquias y habita lugares muy húmedos. Por ello, los conjuntos arbustivos de Opuntias como ésta son un paraíso para ellas. Al fin y al cabo, el cuerpo de la chumbera es pura acumulación de agua, lo cual es propio de las cactáceas y propicio para estos parásitos.
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En un principio la cochinilla se cultivaba con fines productivos junto a la chumbera para conseguir extraer de ella el carmín, pigmento usado en cosméticos y alimentación. Cuando la extracción de este colorante dejó de ser rentable se abandonó su control y, en consecuencia, ahora nos encontramos con la cochinilla en plena expansión y las chumberas en grave deterioro. La cochinilla formando masas algodonosas sobre las palas del cáctus, debilitándolas hasta su desecación
Sin ir mas lejos, en el mismo jardín que rodea la escuela, donde se ha desarrollado gran parte de este proyecto, se haya un grupo numeroso de chumberas. Éstas enraizaron sobre un pequeño montículo de restos amontonados a la sombra de pinos piñoneros y otros árboles.
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En busca de la luz, se abren paso a través de ellos, apoyándose en su troncos y trepando entre sus ramas. Lidiando entre la vida y la muerte, nacen y perecen al cabo de poco tiempo. Cada año con la llegada de la rebosante luz de la primavera brotan nuevos ejemplares. Sin embargo, a lo largo de los meses invernales, sucumben de nuevo a la humedad y a la proliferación de la cochinilla, la cual succiona su savia, dejándolas sin agua, sin vida.
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confluencia de caminos
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Coincidiendo con las indagaciones acerca de la enfermedad de las chumberas, aparece el concepto kwandalowa, palabra de origen africano que según las traducciones hayadas vendría a significar “estoy en”. Kwandalowa es también el nombre que se les otorga a las vasijas de arcilla con fines curativos en diversos pueblos del valle del río Góngola, al noreste de Nigeria (África).
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Estas piezas rituales son fruto de la colaboración entre medicina y alfararería. Según la tradición de los pueblos Longuda, Cham y Mwana, el curandero o curandera acude a la alfarera1 después de recibir alguien enfermo/a para que ésta elabore un recipiente en representación de ese caso en concreto.
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Una vez acabada la pieza, el curandero/a realiza un ritual en el que simbólicamente se transfiere la enfermedad del cuerpo humano al cuerpo de terracota. De ahí en adelante la persona enferma se encarga de guardar consigo la vasija, encarnación de su malestar, hasta estar curada. Cuando esto sucede se desprende de ella dejándola en algún lugar alejado del pueblo.
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"Alguna parte del yo no está sujeta a las leyes del espacio y del tiempo" - Jung -
En la sociedad africana tradicional, la alfarería es un trabajo desempeñado por mujeres, sea para fines utilitarios o rituales
A pesar de las puntuales variaciones que derivan de cada caso, las vasijas kwandalowa son caracterizadas por su base bulbosa y expresivas texturas: incisiones, protuberancias y otras múltiples irregularidades estrechamente relacionadas con los dolores y síntomas que padece la persona en cuestión.
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El contenido también varía en función de la enfermedad y de su tratamiento. A menudo éste suele ser puramente agua, la cual es recogida de un pozo en particular al que se le atribuyen dotes curativas. En esencia, todo ello viene a ser una metáfora sobre el ser viviente: tenemos a la tierra, pura corporeidad y el agua, habitante de dicho cuerpo, movida por el latir de la tierra, la marea, la luna y los ciclos.
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La naturaleza originaria del recipiente reside en su vacío, un espacio disponible a infinidad de posibilidades, capaz de guarecer, contener y transferir tanto cosas como “no cosas”. El vacío es un vacío vivo que induce a un diálogo entre el exterior y el interior, entre lo visible y lo invisible.
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En el libro “Naked clay”, barro desnudo, la ceramista Elspeth Owen repara en esta cualidad de las vasijas a la que denomina “inwardness”, asociada al estado interno, la introspección, la intimidad y la preocupación por la naturaleza humana, conceptos que sin pretenderlo van hilando la trama de trasfondo de este y otros proyectos.
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cuerpo a tierra
El universo fue creado a partir de una bola de barro. De ahí surgieron la Tierra, el agua, las plantas, los animales y, por último, el ser humano2
La arcilla es sin duda una materia viva, cíclica, en la cual intervienen los elementos naturales. De ella emana un maravilloso lenguaje creativo e intuitivo que nos habla del lugar al que pertenece nuestro cuerpo, la tierra.
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Entre sus variopintas expresiones, la cavidad, rasgo inherente al cuerpo y al paisaje, es una de las más básicas y primitivas. Tomando pués el recipiente como principio formal, se emprende un itinerario exploratorio entorno a las construcciones de barro.
! Construcción a base de churros y pellizcos
El aprendizaje comienza poniendo en práctica los métodos manuales que la ceramista Elsbeth Woody recopila y explica en su libro Cerámica a Mano. En él queda reflejado como los volúmenes y las texturas varían según la manera de construcción, lo cual determina a su vez la totalidad y el lenguaje de la pieza.
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Creencia Dogón, grupo étnico del sudoeste del río Níger, grandes conocedores del funcionamiento del cuerpo humano y del sistema solar
La obra del artista Lawson Oyekan es un claro ejemplo de ello. En su trabajo está patente el procedimiento y los componentes con los cuales construye piezas de gran tamaño, emotividad y naturalidad. La propia estructura que posibilita su crecimiento es la que otorga significación a la obra.
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Teniendo presente el trabajo de este escultor, impulso el crecimiento en vertical, imitando su manera de hacer para coger altura y volumen con ligereza.
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En el despliegue creativo, la acción de las manos desnudas se ve encarnada en la dúctil piel del cuerpo de arcilla. Su gesto traza un leve relieve, cuya reiteración patentiza el valor de la forma como proceso. Poco a poco un movimiento ondulante se asoma a la superficie del cuerpo, registro táctil del momento vivido.
Construcción con delgadas láminas de contornos circulares irregulares (barro reciclado)
Lawson Oyekan trabajando en su obra “healing being”, ser de curación, en concordancia con las vasijas kwandalowa
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Junto con la experimentación en el ámbito constructivo, se va jugando con las texturas. Entre ellas, se hace uso de las fibras desecadas de las chumberas, transfiriendo su trama a la arcilla.
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Curiosamente, al cabo de un corto período de tiempo un pequeño brote emerge del propio barro. La planta de la vida se abre paso.
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la naturaleza presente
A raíz de experimentar se va conformando un pequeño cúmulo de vasijas. Ello aviva ténues ideas que llevan tiempo siendo vislumbradas desde la distancia de la incertidumbre, a la espera de incorporarse a la realidad tangible. Esas ideas convergen en la concepción de una instalación de cuerpos huecos a los que la tierra en su quietud acoge.
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El pensamiento divaga imaginando distintas situaciones en las cuales el contenido de dichos cuerpos fluctúa entre el agua, la luz, inclusive el sonido. Lo que no permuta es la apertura al entorno y la presencia de los elementos naturales.
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Entre garabatos se plantea también más de una composición; posando los cuerpos sobre una ligera depresión del terreno, o encima de un pequeño montículo, dudando entre la convexidad y la concavidad de la tierra. Asimismo, se proyectan en una localización concreta, entre las chumberas del jardín, bajo los árboles que las rodean, etc.
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"Escultura que transforma los objetos en actos sutiles del lugar, en lugares que aparecen" - Didi-Huberman -
La predisposición por realizar una instalación se ve mermada a causa de la escasez de tiempo para llegar a componer un conjunto realmente numeroso y armonioso. En consecuencia, el planteamiento de la intervención escultórica se centra en un elemento.
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Volviendo la mirada a los orígenes, a las primitivas obras de nuestros antepasados, se encuentra el mejor ejemplo de ello: el monolito, monumento al silencio y a la vida, creador de espacios para la contemplación, la reconciliación y comunión con la naturaleza.
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"Monumentos nacidos de la tierra, que nadie sepa que son y quien es su autor, pero que todo el mundo sienta su necesidad y su amistad, como parte del alma de la Naturaleza"”- Brancusi -
En esencia, se trata de la consideración de la obra como veneración al entorno, lo cual converge con la filosofía de este proyecto. Con este enfoque, se asienta la concepción del elemento como homenaje a los momentos de silencio de los que se hablaba al comienzo, aquellos en los que se hace presente el silencio de la tierra, de la vida latente.
abertura superior
cm 120
salidas de humo Construcción “regular” con tochos gruesos directamente sobre la vagoneta del horno
! boca y junta
m 70c
entradas de aire
66cm (máx.) * La cabida del horno condiciona las medidas de la pieza, delimitando el conjunto de la figura.
Envoltura exterior a base de fibras vegetales de la chumbera
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Agujereado desde el interior para las salidas de humo
 
โ ฉ
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Herida en la corteza de un รกrbol
Hendidura en la base de la pieza pensada para la circulaciรณn del aire
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Crecimiento constructivo: construir, destruir, reconstruir
La mayor dificultad en la elaboración de una pieza de formas simples, pero de grandes dimensiones radica en la continuidad y naturalidad de las formas, lo cual resulta un tanto complicado debido a la división e indepencia entre las partes.
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En este caso, la disconformidad con la construcción de la parte superior deriva en una serie de intervenciones, cambios radicales que la pieza, ya en su frágil proceso de secado y elevada altura, no tolera.
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Sin embargo, su derrumbamiento más que una pérdida supone un acto de liberación, una oportunidad de empezar de nuevo gracias a la ciclicidad del barro.
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Ese margen de maniobra es un gran alivio y un aliciente a la vez para la espontaneidad, la improvisación y la imprevisión, inherentes al proceso artístico, experimental y creativo. Alterando el volumen y el perfíl de la pieza desde dentro hacia fuera y viceversa hasta que las paredes ceden y la pieza se desmorona
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Encaje escalonado entre ambas piezas gracias a una plantilla de madera en el contorno la boca y un perímetro interior de barro
Construcción a base de láminas de mayor irregularidad y menor tamaño y grosor, siguiendo el contorno de la plantilla


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Antes y después de la hornada
Cocción a baja temperatura para bizcochar el barro y quema de la materia orgánica
 
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matices del paisaje
โ ฉ
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Pruebas sobre barro bizcochado
Pruebas sobre barro crudo
Resultados tras la cocciรณn a 1250ยบC
Resultados en monococciรณn a 1250ยบC
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Pruebas de acabados con óxidos, engobes, mocca y esmaltes pétreos
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Base óxido de hierro sobre la arcilla cruda, superposición de fibras y barro y retirada al momento de éstas quedando solo su textura
Aplicación de loza blanca sobre el relive
Apariencia final tras la cocción a 1250ºC
 
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Hornada de pruebas
 
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Humedeciendo y limpiando la pieza para mejorar la adherencia de los acabados
AplicaciĂłn de los acabados definitivos: engobe de gres blanco con cuarzo
 
Todo a punto para la cocciĂłn a alta temperatura
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in situ
Intervención en el terreno, emplazamiento de las piezas y desarrollo de la accción colectiva en el jardín de la escuela gracias a la participación de los asistentes y la colaboración de los cámaras Eduardo Donoso, Silvestre Oliveras, Pau Masclans, Alicia Santos, Albert Tesifón, Rosa María Sánchez y Albert Aixalà.












 
VĂdeo de la jornada visible clicando sobre la palabra isilune e introduciendo la misma como palabra clave para iniciar la reproducciĂłn.






momento   de silencio
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Gracias a la vida,
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a Vicent Roda y Silvestre Oliveras por sus valiosas aportaciones y enseñanzas en el transcurso de estos meses,
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a Joan Artigas, Lore Agirre y Albert Jaime por su apoyo y disposición a lo largo del proceso de trabajo,
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al profesorado y conjunto de compañeras y compañeros de Escultura, Cerámica y Piedra por hacer posible éste y otros muchos proyectos y aprendizajes,
! a la escuela Artezaleak por su grata acogida en los talleres de cerámica, ! a Edu Donoso por su genialidad y vitalidad, ! a Pau Espinal por transmitir y compartir conciencia y conocimiento, ! a Lander por su paciencia, acompañamiento y escucha, ! y a Julia y Pedro por su inmensurable generosidad y sensibilidad.
Plano nadir desde el interior del cuerpo de barro


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FUENTES
Libros y otros escritos: Beljon, J. J.,(1993) Gramática del arte. Celeste. Didi-Huberman, G., (s.f.) Ser Cráneo: Lugar, Contacto, Pensamiento, Escultura. Medianoche. Einstein, C., (2002) La escultura negra y otros escritos. Gustavo Gili. Giono, J., (1987) El hombre que plantaba árboles. Duomo. Gros, F., (2015) Andar, una filosofía. Taurus. Le Breton, D., (2018) Elogio del caminar. Siruela. Biblioteca de Ensayo. Perryman, J., (2004) Naked Clay: Ceramics without a Glaze. Stevens, P., (1995) Patrones y pautas en la naturaleza. Biblioteca Científica Salvat. Woody, E. S., (1982) Cerámica a mano. Ceac. Zambrano, M., (1978) Claros del Bosque. Seix Barral. Zamorano, J. F., (s. f.) Por el sendero de Jung: La Sombra [online] Disponible en: <http:// www.ceoniric.cl/spanol/send_jung_col/la_sombra.htm>
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Webs consultadas: https://www.academia.edu/553300/Globular_terracotta_pseudovessels_from_the_Inland_Niger_Delta_Mali https://almanaqueept.org/7207-2/ https://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/llanura-frascos-005274 https://artsandculture.google.com/asset/vessel-itinate/YQGSIRXyTvsF1g https://www.jstor.org/stable/25130562?seq=1#page_scan_tab_contents https://pdfs.semanticscholar.org/a398/0fd23b2600fbad981be97ca89305a6b0cbdb.pdf https://www.artic.edu/artworks/185701/container-for-ritual-healing-itinate-or-kwandalowa https://www.fifma.com/film/la-vasija-en/ https://revistahojasanta.com/sobremesa-1/2018/11/12/el-nopal-un-estuche-de-moneras https://www.jardineriaon.com/chumbera.html https://espaciohumano.com/plantas-medicinales-y-el-equinoccio-de-otono/
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