“La decadencia o los retrocesos en la calidad ambiental de la ciudad, cuando
son lentos y graduales, no producen reclamos sociales estridentes. Producen acostumbramiento. Cuando las consecuencias del deterioro se hacen evidentes por acumulación, hasta llegar a perturbar nuestras actividades cotidianas, allí se exteriorizan las quejas de diferentes maneras y niveles de intensidad. Pero es muy posible que lleguemos a acostumbrarnos en parte, y como consecuencias de esto, aceptemos un retroceso.”
El Suquía es hoy una cadena de oportunidades. Arq. Guillermo Irós.