El canal de Castilla ha sido históricamente reconocido como una infraestructura de transporte y comunicación vital que ha mitigado el aislamiento experimentado en la meseta castellana. Sin embargo, en las últimas décadas ha sufrido un deterioro progresivo y ha quedado en desuso. En este contexto, con el objetivo de revitalizar un elemento clave del canal, es decir, la dársena, se ha propuesto la implementación de un centro hidrográfico. Esta iniciativa busca recuperar la importancia histórica del canal y su relevancia en la actualidad.
Para lograr este propósito, la mayor parte de las instalaciones del centro hidrográfico queda enterrada, mientras que las áreas más accesibles al público se encuentran a cota cero. Este enfoque permite una mayor integración visual y paisajística con el entorno circundante, potenciada también por un sistema constructivo compuesto por costillas que se mimetizan con los árboles presentes.