Pegaso Edición Especial

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CIEN AÑOS DE CANTO

El

Editorial / Introducción

DOS VIDAS, UNA SOLA RAÍZ.

El año 2025 marca el centenario de dos figuras reconocidas como pilares de la identidad sonora de Uruguay. Rubén Lena y Osiris Rodríguez Castillos, nacidos en 1925, trazaron caminos aparentemente distintos que convergieron en un mismo fin: darle voz y presencia al interior del país en el panorama musical nacional.

Mientras la inteligencia artificial estalla con novedades cotidianas que hacen proliferar lo sintético y la creación inmediata basada en unas pocas palabras, nos proponemos poner en valor las bases de nuestro folclore a través de estos dos creadores. Su obra proviene de su experiencia vital, de sus percepciones físicas y sus vivencias. Y sus efectos se perciben hasta hoy.

Intelectuales, poetas y, fundamentalmente, maestros (cada uno a su forma) que son parte indisociable del canto popular. Desde lo que los conocedores señalan como la rigurosidad histórica y la lírica compleja de Osiris, hasta la pedagogía rural y la aparente sencillez de Lena, enseñaron a mirar y escuchar nuestro propio paisaje.

Aunque en el caso de Lena su impacto también llegó a la murga canción, hay algo en lo que coinciden. Desde la música y la escritura le dieron forma sonora al Uruguay rural y a su gente.

Guitarra de Osíris Rodríguez Castillos, conservada en el MCD de AGADU.

Cronología de Osiris Rodríguez Castillos.

1925 21 JUL Nace en Montevideo

Conduce el programa "Un poeta oriental dice sus versos".

Su familia se muda a Sarandí del Yí (Durazno)

1928

Estudia piano y escribe sus primeros versos

1931

Abandona sus estudios formales y parte a caballo en una vida nómada por la frontera norte, donde trabaja como contrabandista

Publica su primer libro de poemas, "Grillo nochero"

Es nombrado Jefe de Prensa y Propaganda del SODRE

Edita "1904 Luna roja"

Compone "Cielo de los tupamaros"

Lanza su primer disco LP, "Poemas y canciones orientales"

Graba en Buenos Aires su LP "El forastero" para el sello RCA Victor

Recibe homenajes en el Festival de Durazno y en Sarandí del Yí

Publica su libro de cuentos "Entierro de carnaval"

Publica "Vida y aventuras del gaucho Alambre"

Fallece en Montevideo a los 71 años

Candidato a senador por el 26 de Marzo

Inicia su autoexilio en Madrid, España

Cronología de Rubén Lena.

1925 5 ABR Nace en el Barrio España, ciudad de Treinta y Tres

1959 Es becado por la OEA para participar en un cursillo en Táchira, Venezuela.

Cursa preparatorios en el IAVA

1945-1946

Es elegido presidente de la Comisión Pro-superación de la Escuela Rural.

Comienza a escribir canciones para sus alumnos. En un festival de su escuela conoce a Los Olimareños

1955

1960

Es destituido de su cargo como Inspector Departamental y Regional de Educación Primaria

1973

Grabación de "Tierra nuestra" y el Poema "Mi nombre es Olimar"

1975

1995 28 OCT Fallece en Treinta y Tres

1947 Regresa a Treinta y Tres, ingresa a magisterio y conoce al poeta Víctor Lima

Comienza su carrera docente en la Escuela rural N° 44, en Sierras del Yerbal.

Grabación del Álbum "Aquí estoy"

1964

1949

Grabación de "Todos detrás de Momo", con Los Olimareños

1974

Grabación de los álbumes "Aclarando", "Cantemos lo nuestro" y "El refaloso"

1965

Grabación del Álbum "Un gustito a pitanga" y el candombe "Olimarada de comparsa" (con Larbanois-Carrero)

1981

Publica su libro "Meditaciones", considerado por la crítica como una "disimulada autobiografía"

1993 (fines)

Grabación del Álbum "En una calle larga"

1983

Entrega el tango "La noche derramada" a la orquesta de Cerviño

1991

Osiris Rodríguez Castillos, en dos facetas

OSIRIS 1: EL INTELECTUAL DEL FOLCLORE

Osiris Rodríguez Castillos (Montevideo, 1925-1996) fue un humanista integral, según coinciden numerosos textos acerca de él. Su figura desborda la del autor y abarca al investigador riguroso, al poeta de métrica precisa, al luthier descrito como obsesivo que buscaba el sonido perfecto y al payador que con su obra actualizaba la tradición oral.

Hay quien lo ha llamado "patriarca del folclore" sin que nadie lo desmienta. Osiris supo sumergirse en el relato oral y en los documentos para rescatar la épica del gaucho y la historia no oficial del campo. Le otorgó un rigor intelectual y una profundidad histórica al género que lo elevó de la estampa costumbrista a la categoría de documento social.

Copia del registro en AGADU de "Los caballos azules", con música de Antonio Cerviño y letra de Rubén Lena.

OSIRIS 2: LA GUITARRA AUSTERA

El estilo guitarrístico de Osiris es inconfundible para conocedores y no tanto. Quienes han escrito sobre él, entre ellos el periodista e investigador Guillermo Pellegrino, lo describen como poseedor de una sonoridad austera pero profundamente expresiva. A la hora de componer, se afirma que evitaba el virtuosismo fácil para concentrarse en crear el clima preciso que su poesía requería.

En sus composiciones se encuentran armonías intrincadas, más cercanas a la música de cámara que al rasguido folclórico tradicional. Este escenario sonoro, denso y reflexivo, servía de base para su poesía de

profunda raíz social e histórica. "Romance del Malevo" (1957) es un retrato cinematográfico de un personaje marginal, mientras que "Gurí Pescador" se convirtió en una denuncia social descarnada. Para Osiris, estética y ética fueron inseparables.

ENTREVISTA A OSÍRIS RODRÍGUEZ CASTILLOS DE 1996

VER ENTREVISTA

Héctor Umpiérrez, Juan Carlos Bares, Osiris Rodriguez Castillo y Rufino Mario García.

Rubén Lena, en dos profesiones

RUBÉN 1: EL MAESTRO DEL PAGO

Rubén Lena (Treinta y Tres, 1925-1995) es indisociable de sus pagos natales. Su identidad y su obra se anclaron en su vocación de maestro rural, un rol que definió su mirada del mundo y que ha sido largamente estudiada y apreciada.

La escuela N° 47 de Valentines, en medio del campo olimareño, fue por un lado su lugar de trabajo y por el otro se convirtió en su laboratorio creativo y ético. Allí, Lena entendió que la educación solo era posible a través del reflejo de la identidad local. Para que sus alumnos valoraran su entorno, en el entendimiento de Rubén primero debían poder nombrarlo. Así, sus primeras canciones nacieron como herramientas pedagógicas, como un mapa cultural de ese micromundo. Su obra es un acto de amor a su gente.

Nota de tapa en El País Cultural (de diciembre de 1993), firmada por Horacio Pintos Rodríguez.

RUBÉN 2: LA SENCILLEZ DE LO COTIDIANO

Donde Osiris ofrece complejidad intelectual, Lena entrega una profunda sencillez, comparan quienes saben. Las fuentes bibliográficas, como los estudios de Guillermo Pellegrino, analizan su estilo como un ejercicio de síntesis magistral. Se enfocó en el paisaje humano, en los oficios (el célebre "De Cojinillo") y en la vida simple del campo.

Buscaba conscientemente la sonoridad de lo rural, una lírica transparente y directa que, sin embargo, estaba cargada de significado. Creó un cancionero popular

accesible, canciones que, como él mismo decía, "la gente pueda cantar". Su revolución fue silenciosa: demostró que los temas más profundos podían tratarse sin solemnidad, con las palabras justas de la conversación diaria.

Alberto Díaz y Rubén Lena, 1985. Foto en el MCD de AGADU.

Maestros en diálogo

POETAS DE LA TIERRA: EL PAISAJE COMO PERSONAJE

Ambos son considerados como poetas de la tierra, pero sus ópticas difieren entre sí. El paisaje de Osiris es considerado a menudo como épico e histórico; es la penillanura levemente ondulada y extensa, el escenario de la gesta gaucha, la tapera y el silencio, un paisaje cargado de pasado y de tragedia.

En cambio, el paisaje de Lena es íntimo y cotidiano; es el arroyito del pago, el rancho, el fogón y los oficios rurales. Es un paisaje habitado por vecinos. Osiris mira el horizonte buscando la historia; Lena mira el detalle buscando al ser humano. Para ambos, sin embargo, el paisaje nunca es un decorado; se trata de un personaje en sí mismo, activo, un protagonista que moldea el carácter y los destinos de quienes lo habitan.

DOS ESTILOS DE POESÍA: LA

PALABRA JUSTA

Nadie desconoce el contraste poético entre las obras de ambos. La lírica de Osiris es intelectual, de vocabulario vasto y métrica estudiada. Como señaló Coriún Aharonián, su lenguaje es a veces "casi cervantino", buscando una elegancia formal que elevara el tema popular.

Rubén Lena, por su parte, busca la palabra justa en el habla diaria. Como documenta el libro de Guillermo Pellegrino, su poesía es de una profunda transparencia. Prioriza la emoción y la sonoridad rural sobre el ornamento. Para usar una metáfora arquitectónica, se podría decir que, de acuerdo a quienes son expertos en ellos, mientras que Osiris construye catedrales poéticas, Lena edifica casas sólidas, funcionales y habitables.

LA

CANCIÓN CON PROPÓSITO: EL COMPROMISO

SOCIAL Y EDUCATIVO

Lejos del entretenimiento superficial, ambos entendieron la música como una canción con propósito, una herramienta de intervención social. En cierta forma, nada que fuera ajeno a los creadores y creadoras de su generación y también a otros más jóvenes.

En Osiris, el compromiso se manifiesta en su crítica social directa. Sus canciones, grandes éxitos folclóricos de la época, denunciaban la pobreza estructural ("Gurí Pescador") o las injusticias del latifundio y de la supervivencia zafral ("Camino de los quileros"). En tiempos en los que Montevideo y su clase media intelectual parecían representar un país culto e igualitario, la de Osiris aparecía como una voz de alerta.

En Lena, el propósito es pedagógico y de afirmación cultural. Su música era una herramienta para que la comunidad se reconociera, valorara su acervo y fortaleciera su autoestima. Era una voz de construcción. Según los textos relevados, si Osiris denuncia desde la épica histórica se podría decir que Lena afirma desde la pedagogía cotidiana.

Letra que acompaña el registro en AGADU del tema "Los caballos azules".

La herencia

HUELLAS: LOS PADRES DEL CANTO POPULAR

El legado de Lena y Osiris constituye el ADN del canto popular uruguayo. Son los padres del género porque crearon la materia prima estética, poética y ética con la que trabajaron todas las generaciones siguientes.

Sin la pedagogía de Lena y su cancionero, no se explica el fenómeno masivo de Los Olimareños, que fueron sus colaboradores directos. Sin la profundidad poética y la dignidad intelectual que Osiris le dio al género, la obra de artistas como Alfredo Zitarrosa habría tenido un camino más difícil. Ellos definieron los dos grandes afluentes, uno desde la intelectualidad y otro desde la pedagogía, que formaron el río de la identidad musical posterior.

Dos canciones emblemáticas

OSIRIS RODRÍGUEZ

CASTILLOS: "CAMINO DE LOS QUILEROS"

Esta canción es el ejemplo perfecto de su fusión de investigación etnográfica y denuncia. Nace de sus estudios sobre los "quileros", trabajadores zafrales que migraban "al quilo" (la comida) por la frontera uruguayo-brasileña. La canción describe el paisaje desolado, humaniza la estadística y denuncia la explotación.

Fragmento: "Masticando el silencio de leguas y taperas, allá van, como sombras, por la larga picada, los quileros, trampeando la sed y las heladas."

Impacto: Se convirtió en un himno de la canción protesta en los 60, popularizada masivamente por Jorge Cafrune y Numa Moraes. Demostró cómo la experiencia vital de Osíris en conjunto con sus procesos de investigación podía ser una poderosa herramienta de crítica social.

RUBÉN LENA:

"A DON JOSÉ"

Compuesta en 1962, esta obra es un caso particular: un himno popular que se volvió oficial por ley. Lena buscaba crear una canción que homenajeara a Artigas desde un lugar humano y cercano, para "bajarlo del bronce". La escribió pensando en sus alumnos y en la gente del pueblo. Y si hay algo que se puede atestiguar es la emoción que se siente cada vez que la noche de los fogones en Minas termina con un canto colectivo de esta canción.

Fragmento:

"Con la patria a sus espaldas, en el gesto y en la voz, el futuro lo señalas, Padre nuestro, Don José."

Impacto: Grabada por Los Olimareños, su difusión fue inmediata. En 1978 fue declarada por ley "Himno Cultural y Popular al Prócer", iniciativa que la distingue pero también la suma a la construcción épica y ficticia de la figura fundacional de la patria que se realizó desde que se le encargó a Blanes el retrato de Artigas en la ciudadela. De todos modos, es también la mayor prueba del proyecto de Lena, crear alta cultura desde, por y para el pueblo.

Osiris Rodríguez Castillos

DISCOGRAFÍA SELECTA:

Poemas y Canciones (Carumbé, 1960)

Romance del Malevo (Carumbé, 1962)

Canto y Poesía (RCA Victor, 1969)

Guitarra... y soledad (Orfeo, 1974)

Osiris (Sondor, 1983)

LIBROS:

Grillo Nochero (1956)

1811 (Ensayo histórico, 1961)

Canto y poesía (1964)

Cantos del Norte y del Sur (1980)

PERFIL DE OSIRIS RODRÍGUEZ CASTILLOS

Rubén Lena

DISCOGRAFÍA SELECTA:

Los Olimareños (Carumbé, 1962) - Incluye "De Cojinillo".

Los Olimareños en París (Carumbé, 1964)

A Don José (Simple, Antar, 1968)

Cielo del 69 (Orfeo, 1969)

Todos detrás de Momo (Orfeo, 1971)

LIBROS:

Canciones de Rubén Lena (1968)

La canción del cancionero (1970)

Vigüelas y guitarras (1990)

El oficio de cantor (1992)

LOS OLIMAREÑOS
LARBANOIS & CARRERO
SANTIAGO CHALAR

Rubén y Osiris, en palabras de otros

HABLA MAURICIO UBAL

“Lo de Rubito Lena es paradójico porque era maestro, no se dedicó a la música profesionalmente y terminó siendo uno de los compositores más importantes, tal vez el más más importante de la década del 60 de música popular folclórica. Por lo menos fue un tipo muy creativo, muy provocador, buscador, con canciones aparentemente sencillas, como por ejemplo De Cojinillo, que fue una de las primeras. Esa canción es una maravilla por lo musical y por el texto. También lo ves en cosas más arriesgadas como Adios amargo al Carao Peralta. Fue el que primero se metió con el tema de la murga en la música popular. Las primeras canciones murgueras, que le llamaban canciones carnavaleras, las grabaron Los Olimareños. Fue la primera vez que se llevó bombo, platillo y redoblante a un estudio junto con cantores que en ese momento eran los número uno acá. Y después hizo esa maravilla que fue Todos detrás de Momo, un disco impresionante. Pero el Rubito Lena fue el iniciador de la canción carnavalera acá. Sus canciones son un mosaico brutal de personajes, de historias, de paisajes del interior nuestro, afincado en ritmos nuestros. Lo que a él le importaba era afincarse en sobre todo en ritmos nuestros y llegó a armar uno que le llama la serranera, que está a medio camino de la chamarrita, que lo inventó para poder hacer versos largos, como decía él. Fue uno de los de los compositores más importantes que, además, generó una enorme cantidad de canciones que hoy los llamarían hits”.

“El caso de Osiris es distinto. Él apareció antes y ya era músico, guitarrero, excelso, muy fino, complejo, con una con una guitarra complicada de tocar. Fue también un hombre que supo hacer un desarrollo artístico en un momento en que no había nada. Él y Sampayo, a mediados de los 50, empezaron a dotar de canciones a un terreno en el que no había material uruguayo. Estábamos invadidos por los argentinos. Creo que dejó 25 o 30 canciones grabadas. Sin embargo, son de una profundidad y de una poética muy fuerte, muy particular. Sigue siendo un compositor muy visitado hoy en día. En los últimos tiempos se lo ha reivindicado justamente y él junto con Sampayo, Rubén Lena y Víctor Lima para mí forman el cuarteto fundamental, ese medio campo que tuvo el arte uruguayo para generar lo que fue el aluvión de los ´60. Lo fueron en todo sentido, no solo en la canción criolla folclórica, sino también en el empujón general de la música, del candombe, del pop y todo lo demás”.

“Rubén Lena y Osiris Rodríguez Castillos son factores determinantes, fundamentales en mi historia artística. Gracias a una obra de Lena, De cojinillo, en versión de Los Olimareños, que siendo un joven guitarrista y cantor aficionado pude definir mi vocación. Así entendí cuál debía ser mi función en caso de poder cumplir mi sueño de subir a un escenario. Fue por el maestro Lena y Los Olimareños que llegué a Víctor Lima, a Aníbal Sampayo, al propio Osiris y por añadidura a Eduardo Galeano, a Mario Benedetti, a Carlos Machado y su historia de los orientales, también a Zitarrosa y al Zabalero. A principio de los 70 me acerqué a estudiar guitarra con Osiris Rodríguez Castillos. Duró poco, apenas unos meses porque mi maestro tuvo que emigrar, tuvo que exiliarse. Años después, por 1978, 79, llegué a Treinta y Tres con el primer disco que hicimos con Larbanois Carrero, para presentárselo al maestro, a mi maestro Lena. De ese viaje y a ese encuentro soñado muchas veces, inolvidable, me traje una canción grabada después con Eduardo. Y me traje un par de cosas que me dijo el maestro y que desde entonces me acompañan. Me dijo ´Mario, si usted tiene una moneda, una sola y me da su moneda y yo, que tengo una sola moneda, también le doy mi moneda. Al final del intercambio, los dos vamos a estar con una sola moneda en nuestras manos. Pero si usted tiene una canción, Mario, y yo tengo una canción y usted me enseña la suya y yo le enseño la mía, al final de ese intercambio, Mario, los dos vamos a estar con dos canciones cada uno´. Y me dijo, también, que el artista tenía que ser como un pájaro, un pájaro llamativo, no importa por qué, pero llamativo, un pájaro que fuera una especie de imán para la gente, que la gente al oírlo se sintiera convocada, conmovida, que se quisiera acercar a él para tenerlo más cerca; pero que cuando intentara atraparlo ese pájaro volara ni tan lejos como para perderse de vista, ni tan cerca como para ser atrapado enseguida”.

“Lena fue un maestro rural que, en el paisaje en el cual le tocó vivir, en las escuelas rurales encontró belleza, lo agreste y a la vez bello de esos lugares de las sierras del Yerbal principalmente. Quizás se puede hacer una acotación sobre la creación de un ritmo que se convirtió algo tradicional de proyección folclórica del hombre y el paisaje. Hay que rescatar esa gesta de él por tratar de aportar su granito de arena para elevar nuestra música, que en ese momento prácticamente era inexistente porque aquí se tomaba el folclore argentino como que fuera nuestro. Él lo entendió en su andar y con esa inquietud, con esa preocupación fue que empezó a trabajar maravillosamente, tesoneramente, para que surgiera. Esa etapa fermental tiene un punto muy fuerte en Treinta y Tres, y es importante evocar eso, más allá de su biografía en general. Pasa por ahí, analizar la obra y el contexto de su tiempo”.

Bibliografía y artículos

BIBLIOGRAFÍA

Nazabay, Hamid. Osíris Rodríguez Castillos, pionero del canto popular uruguayo. Edición del autor con apoyo de Fonam. Montevideo, 2009. Disponible en el Centro de Documentación de AGADU.

Pellegrino, Guillermo. Rubén Lena, maestro de la canción. Banda Oriental. Montevideo, 2009. Disponible en el Centro de Documentación de AGADU.

Pellegrino, Guillermo. A la orilla del silencio, vida y obra de Osiris Rodríguez Castillos. Ediciones Cuatro Esquinas. Montevideo, 2015. Disponible en el Centro de Documentación de AGADU.

ARTÍCULOS

Recayte, Haydee. Una sensibilidad abierta a las emociones nativas. Publicado en Cine, Radio, Actualidad. 26 de enero de 1962. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Yun, Nathan. Osíris Rodríguez Castillos, ganadero de origen, no tiene ni una vaca. Publicado en Cine, Radio, Actualidad. 1 de diciembre de 1966. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Rodríguez Roques, Luis. El público comienza a cantar las últimas creaciones de Osiris. Publicado en Cine, Radio, Actualidad. 30 de julio de 1965. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Hainintz, Leonel (Coriún Aharonián). Folcloristas uruguayos. Publicado en Marcha. 11 de mayo de 1973. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Lena, Ruben. El canto oscuro. Publicado en revista Nueva Viola. Mayo de 1984. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Lena, Ruben. Poesía y música en democracia. Publicado en revista Nueva Viola. Junio de 1985. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Lena, Ruben. Variaciones en el aire. Publicado en revista Nueva Viola. Setiembre de 1985. Disponible en la web de Historia de la música popular uruguaya.

Créditos

PRESIDENTE:

Alexis Buenseñor

SECRETARIO:

Diego Drexler

UNIDAD DE CONTENIDOS:

Alejandro Ferradás, Alejandro Jasa, Samantha Navarro y Maxi Suárez

ÁREA DE COMUNICACIÓN: Lic. Andrea Franco

EDICIÓN: Matías Castro

DISEÑO: Pimba Estudio

Material obtenido gracias al acervo cultural de Museo y Centro de Documentación de AGADU.

DIRECTORAS MCD:

Estela Magnone y Celeste Villagrán

PEGASO@AGADU.ORG

AGADU.ORG/PEGASO.PHP

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