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Lluís Ortega

Lluís Ortega, Protocolizar Interionomía, 9 de junio de 2014. Fotografía: Anna Font. Archivo EAEU.

Protocolizar Interionomía Lluís Ortega

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La práctica arquitectónica contemporánea se articula como un ejercicio relacional, como práctica que lidia con el poder. Como tal, necesita estar constantemente nutriéndose de conocimientos y técnicas con las que aumentar su potencia. En un entorno globalizado de complejidad creciente, es necesario desarrollar capacidades operativas transformadoras, no retóricas, y que los proyectos sepan integrar lo político, lo económico, lo social, y lo energético, mediando sus acciones en clave cultural. El interior se proyecta como un material polisémico que permite abordar la modernidad española de una forma oportunista, de modo que su absorción cultural se lleve a cabo desde la auto consciencia, alimentada por una perspectiva geográfica determinada, la mediterránea. Frente a las historiografías provenientes de Europa del Norte, en las que el interior arquitectónico aparece aislado, aséptico, y en muchos casos abandonado, se reivindica y se reinventa el interior de la Europa del Sur, como un espacio abierto, continuo, hedonista, y lúdico.

Hacker

Para ser un hacker efectivo hay que entender cuál es el sistema normativo de intromisión. Me gustaría introducir el entorno de intromisión del proyecto de la Bienal de Venecia, y los distintos impactos del encargo sobre las estrategias del proyecto. El primero es el encargo del comisario general de la bienal, Rem Koolhaas. En este caso es una introducción en clave hacker histórico, constructivo, una violencia que me interesa más, porque es una violencia intelectual, más fructífera. Luego está el encargo del ministerio correspondiente, que son los sponsors, pero también los encargados y responsables de los pabellones nacionales. Es otro nivel, donde la violencia es de otro tipo, y la actitud del hacker también. Se trata de una actitud intelectual más político-operativa, de cómo conseguir hacer el proyecto que te interesa respecto del cliente, al que seguramente no le interesa nada de lo que haces.

Autoridad

Esta bienal tuvo la particularidad de que, en la presentación al comité, Koolhaas establece ciertas condiciones. La primera es tener más tiempo para hacer el comisionado. La segunda es plantear un tema común para todos los pabellones, cosa que nunca se había hecho hasta entonces. Se había planteado un tema general, pero no un tema común, prescriptivo para los pabellones. Koolhaas no tiene autoridad, excepto autoridad intelectual y moral, pero no autoridad real sobre cada uno de los pabellones, por lo cual seduce a la audiencia con un tipo de pregunta que permite coordinar la intervención de los pabellones nacionales respecto de su investigación.

Análisis

Koolhaas presenta un documento analizando el contexto histórico de las bienales. Hay diferentes tipos y tonos: unas en clave histórica, otras abiertas y ambiguas en su planteo, otras cuyo contenido no significa nada. Hace una doble advertencia para justificar la propuesta. La primera es la tendencia a incrementar la convergencia entre arte y arquitectura con instalaciones cada vez más teatrales. Por otro lado, menciona el fenómeno del crecimiento en tamaño y de información de lo que se exhibe.

Fundamentals

En el pabellón central exhibe la propuesta Fundamentals, donde propone un análisis

de los elementos básicos de la arquitectura y anuncia una renuncia explícita respecto de planteos previos. Dice que la bienal ha de ser sobre arquitectura, no sobre arquitectos, y esa se vuelve una de las banderas de la agenda.

Dedicación

Koolhaas pone énfasis en los pabellones como objetos, y reivindica la importancia de la cantidad de gente y del tiempo que están en cada sitio. En esta bienal hay que pasar mucho tiempo en cada pabellón para poder atravesar toda la información. No son exposiciones donde pasar rápidamente y tener una baja interacción. Requiere de mucha lectura, de una dedicación compleja.

Doble Agenda

El lema para los pabellones nacionales es Absorbing Modernity. España encarga el comisariado a Iñaki Ábalos, quien construye un equipo complejo con gente de Madrid y conmigo como comisarios. Después de ver el brief, dice que haremos propaganda de arquitectos españoles en el exterior, como se hace en cada bienal. Aparece aquí una doble agenda: un marco disciplinar y teórico de trabajo, un ejercicio puramente intelectual, y un marco político-comercial que proviene del ministerio, un caso de supervivencia logística. El ministerio y Koolhaas son las dos variables del trabajo.

Mediterráneo

La primera decisión fue discutir el marco interesante, el de Koolhaas. Decidimos que la fecha que recibimos como parte del encargo, 1914, es de relativa importancia respecto de la arquitectura española, dado que los procesos de modernización son distintos, y España estaba encapsulada por razones políticoeconómicas. Una de las primeras decisiones estratégicas, que ha sido muy fructífera, fue buscar aquello constitutivo de muchas de las arquitecturas mediterráneas, más que españolas, haciendo un puenteo entre momentos históricos y analizando las diferencias de los procesos de diferentes regímenes. Interior

La cualificación del interior es una de las cuestiones fundamentales, no como elemento, sino como condición que caracteriza la arquitectura mediterránea desde antes de la modernidad, y durante la modernidad, la posmodernidad, y la contemporaneidad. Este segmento temporal permite articular un argumento reactivo respecto de narrativas contemporáneas que tienden, sobre todo en el norte de Europa y en el mundo anglosajón, a aislar el problema del envelope, y prescindir del interior considerándolo un problema puramente económico.

7 Puntos

Uno: el interior es un material polisémico que permite abordar la modernidad española de modo oportunista. Dos: El interior es una reflexión que propone una arquitectura que integra los giros digital y termodinámico para desplegar técnicas y sensibilidades. Tres: El interior articula dichos giros para incrementar la potencia de los proyectos. Cuatro: El interior no entiende lo digital como una revolución tecnológica, sino como un estado mental donde la cibernética aparece para dotar de instrumentos, terminología, y condición de artificio a intuiciones que podrían aparecer naturalizando lo sensato. Cinco: El interior desarrolla una organización dinámica que se actualiza con la interacción del visitante, construyendo interiores dentro de interiores y desarrollando laberintos. Seis: El interior selecciona los proyectos en búsqueda de una definición dinámica de fundamento. Siete: El interior es la construcción de una pregunta que opera como sistema generativo y se articula como medio de interacción.

Capas Ambientales

Patios, grutas, y termas son las grandes categorías extraídas del archivo que articulan una primera capa de relación entre los proyectos, independientemente de su posición temporal. Se trata de una articulación ambiental tipológica. La segunda capa se desarrolla en el contexto del catálogo, donde

los proyectos se plantean de a dos. Las relaciones son casuales, no están agrupadas según grandes categorías tipológicas, sino por tipo ambiental formal. El catálogo consiste en ordenar los proyectos por relaciones de configuración formal, geométrica, espacial, ambiental, y técnica. Las capas son pocos diferenciadas o jerarquizadas, y aplanan los proyectos para conformar afiliaciones. Pabellón-Interior

El pabellón de España es un edificio sin ventanas, una caja con un interior: una planta simétrica cubierta con lucernarios. La instalación tiene una configuración en espiral de un elemento que se repite y reconfigura. Grandes paneles construyen marcos fotográficos que enmarcan el paisaje. La fotografía gigante plegada constituye configuraciones espaciales, y la relación entre las capas de información pasa por la superposición. Una de las primeras decisiones fue que cada proyecto se explique solo a través de sus interiores. No mostramos ningún exterior, solo una gran foto de un interior, y una gran sección que la complementa con información técnica. Finalmente, ocho fotos históricas configuran una nube del proyecto contemporáneo.

Inmersividad

Buscamos un gran formato, el máximo posible, que construyese un espacio inmersivo donde se entra y se ve una fotografía gigantesca con un pliegue tridimensional que incrementa la sensación de inmersión y permite un juego de posiciones que saca al visitante de su zona de confort. Cuando te mueves solo hay un punto que restituye la imagen de manera completa. Desde cualquier otro punto hay distorsión. El problema de la representación era evitar replicar de manera realista los espacios, y en cambio construir un ambiente que genere un desplazamiento constante del usuario.

Incomodidad

Hay doce habitaciones. Cada proyecto consiste en una fotografía tridimensional, una sección gigante, las ocho imágenes históricas en tamaño original, y un banquito o dos muy chicos. Cuando te sientas estás muy bajo, incómodo. El fotógrafo estaba incómodo, y tuvo que hacer la fotografía en función de la geometría, por lo cual el encuadre no tenía juego. El arquitecto también estaba incómodo, y no tuvo control sobre la representación. La fotografía era nueva, y la sección la dibujamos nosotros. Finalmente, el visitante estaba incómodo, desplazado de la zona de confort, y lo obligamos a moverse para restituir el sentido de la información. El banquito era muy bajo, una especie de Alicia en el País de las Maravillas, amplificando el efecto del tamaño.

Extractos de la conferencia de Lluís Ortega, con introducción de Eleonora Menéndez, organizada por el Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea, el 9 de junio de 2014.

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