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Ciro Najle
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El Proyecto más allá del Proyecto Ciro Najle
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Hace mucha ilusión introducir este Archivos de Arquitectura. Editar la tesis de Andrew Pringle y transformarla en una forma autónoma (pero abierta a despliegues futuros) y racionalizar los procedimientos implícitos y explícitos que yacen detrás de su producción para volverlos los componentes de un método formal y consistente (aunque de raíz contingente) ha sido un trabajo de varios años de maduración y organización que sucedieron a un trabajo sistemático, y en muchos sentidos intuitivo y juvenil, de un único año fundante en el que los planos del programa de enseñanza y del proceso de aprendizaje operaron coordinadamente y retroalimentándose. Resulta, por este motivo, tan singular como ejemplar presentar este desdoblamiento sintetizado en un único objeto. Lo particular del caso consiste en cómo un proyecto de graduación de un alumno de grado, en este caso un proyecto-tesis seminal realizado en 2014, se vuelve una unidad inseparable del desarrollo de la agenda de una materia curricular, en este caso Tesis Proyectual de la Carrera de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Torcuato Di Tella. Y es precisamente mediante tal condición, dual pero integrada, que resulta especialmente interesante pensar la noción de proyecto de arquitectura como intrínsecamente ligada a la idea de método de hacer arquitectura. Lo que en ese momento no era mucho más que un desafío, la relación sinérgica entre proyecto y método, se constituyó durante el proceso en un objeto perpetuamente oscilatorio, y adquiere, en este volumen de Archivos, la forma madura de una construcción consistente y abierta. Mediante esta confluencia, este volumen pone en relación extremos aparentemente incompatibles del conocimiento proyectual, tales como sistematicidad y creatividad, imaginación y racionalidad, destreza y rigor, gracia y estructura, continuidad y discontinuidad, determinación e indeterminación, inefabilidad y técnica, control y novedad, libertad y disciplina, o teoría y práctica, integrándolos en un concepto dual, el proyecto-tesis de arquitectura, donde dichos extremos aparecen imbricados y mutuamente dependientes.
En el momento en que se realizó este proyecto-tesis, la conjugación del doble argumento que aquí se presenta como ilusoriamente lineal (cómo hacer un proyecto-tesis y qué es una torre incontinente) fue desplegada mediante el trabajo proyectual de los alumnos del Taller de Tesis, conducidos por un grupo de docentes coordinados según una única agenda. Este volumen unifica esta compleja experiencia en una singularidad que integra intuición, programación, proposición, desarrollo, experimentación, producción, sistematización, descubrimiento, racionalización, edición, organización, y diseño, y la presenta como un método sistemático que funciona como infraestructura de una invención.
La fuente de la que proviene este material, Tesis Proyectual, es la última materia del área de proyecto de quinto año de la Carrera de Arquitectura, predominantemente cursada por los alumnos justo antes de graduarse como arquitectos. En el contexto de esta materia, durante el año 2014 dimos comienzo a una agenda llamada Proyecto-Tesis, cuya aproximación a la idea de tesis proyectual contiene, impregnada en su programa, la voluntad de que el proyecto de arquitectura cese de funcionar como el adjetivo de una teoría, como ilustración o manifestación de un campo de conocimiento que lo precede, sucede, y supera, y pase a ser un doble sustantivo: el proyecto como tesis y la tesis como proyecto.
243. Las dos direcciones. — Si intentamos contemplar el Espejo en sí mismo, lo único que al final descubrimos no son sino las cosas que se reflejan en él. Si pretendemos captar las cosas, en última instancia volvemos a encontrarnos con que no hay nada sino el espejo. — Esta es la historia universal del conocimiento. Friedrich Nietzsche, Aurora.
El nombre compuesto establece una agenda cuya pendularidad equilibrada integra la modalidad politécnica continental europea con la modalidad conceptualista de raíz anglosajona, conjugando la idoneidad con la especulación, el saber con la búsqueda, la experticia con la imaginación, el conocimiento de lo establecido con el pensamiento prospectivo, la investigación aplicada con la investigación pura, el hacer con el pensar, la praxis con la teoría. También apunta a que los graduados de Di Tella Arquitectura construyan un perfil intelectual al tiempo robusto y ágil, culto mas allá de la erudición, abierto sin ser laxo, entrenado para aprender a aprender.
El trabajo desarrollado por Andrew Pringle tiene la particularidad de articular la formación de la Carrera de Arquitectura con una trayectoria posterior de formación académica que ha incluido la enseñanza en el grado, como ayudante, como tutor y como adjunto de tesis, y finalmente como titular de dos materias de representación, continuando en paralelo sus estudios en la Maestría de Historia y Cultura de la Arquitectura y la Ciudad, según un proceso de crecimiento y consolidación, progresivamente enriquecido y diversificado, que construye un perfil de arquitecto como intelectual íntegro y generalista que piensa el futuro de la disciplina mediante el hacer en el presente.
La formación del arquitecto contemporáneo, más que producir profesionales supuestamente idóneos dispuestos a resolver problemas o intelectuales virtualmente eruditos que piensen en paralelo y de manera autónoma a lo real, tendencias que se refuerzan mutuamente mediante la polarización, debe construir perfiles abiertos pero rigurosos, comprometidos al mismo tiempo que indefinibles, arquitectos transversales cuya especificidad no se reduce a la especialización en nichos de poder o de saber, que no optan entre uno u otro campo menor de la disciplina, validando sus acciones a costa de perder visión panorámica mediante el foco en uno u otro saber particular. El arquitecto contemporáneo debe mantener la mirada amplia sin perder especificidad, no temer a las influencias, ni internas ni externas, sino abrazarlas, mediarlas e integrarlas en el proyecto, utilizándolas para extender la cultura disciplinar según la construcción de un campo expansivo, ni autónomo ni heterónomo, sino, por así decirlo, ascendiente. Opera por complejización, no por segregación, no por reducción. Un arquitecto de este orden es un profesional cuyo profesionalismo no radica en la ratificación de convenciones, sino justamente en lo contrario, su puesta en crisis y redefinición permanente. Se trata de un profesional capaz de hacer del apetito por lo nuevo su profesión, uno que funda su saber en la incertidumbre y en el vértigo de no saber nunca lo suficiente, y no en certezas o en saberes establecidos, jergas conceptuales, clichés formales o planteos ideológicos. El proyecto-tesis aquí presentado pone sobre la mesa la idea de que el arquitecto es un profesional que construye cultura y genera conocimiento disciplinar, en lugar de detentarla o de verificarlo cada vez, uno que cultiva la candidez y hace de ella un culto y su motor creativo, uno que afirma tanto como relativiza, tensando ambas acciones en un único modo de hacer, uno que investiga sin que la investigación se vuelva un commodity, uno que enuncia mediante un balbuceo constante que adquiere consistencia desde dentro y progresivamente, uno que critica sin ser reaccionario, uno que se sumerge en la vastedad del desconocimiento sin mistificarlo, uno que produce transformaciones desde la pregnancia del pensamiento por masa crítica, uno que busca expandir la disciplina, sus capacidades y sus poderes, hacia adelante, hacia los costados, hacia atrás, y hacia afuera, y que disfruta de ello. Este volumen se presenta, en este contexto, como un modelo de relación entre proceso, procedimiento, método, y proyecto, y con ello da cuenta del proyecto más allá del proyecto.
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